Helkanor – Cueva de Scatha
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23/06/2015 at 16:33 #356205
JRM-008ParticipantRírian se había quedado pasmado por su insensatez. Debería haber callado y no desvelar el poder de su
tan rápidamente, debería…
-Está bien. Guardaos el secreto. Será mejor que busquemos a los demás. Seguramente bajaron por aquí. ¿Podéis alumbrarme?
La voz de Kira le despertó y el montaraz se limitó a seguir a la mujer por la oscura cueva. Al cabo de unos minutos escucharon un sonido. Rírian se volvió asustado, pero no consiguió ver nada. Entonces la pared voló en pedazos y apareció el mago. Rírian se apresuró a envainar su espada sorprendido mientras este comenzaba a hablar.
Vaya, ¿Kira? ¿Rírian? ¿Pero que Balrogs hacen ustedes ahí? ¿Ustedes lanzaron esa roca? Esto se pone más interesante, así que la cueva parece que tiene la voluntad de modificarnos el camino a seguir. Además parece como si creara zonas donde el tiempo no existe o se detiene, eso explicaría lo de la piedra ¿O querías atacar a la “buena” de Zamín, eh Kira? -dijo casi a risotadas el maia.
Rírian tragó saliva sonriendo.
– Bueno, parece que nos hemos encontrado al final.-se giró hacia la muchacha y le echó una significativa mirada a Roulon a la par que acercaba su dedo índice a los labios.23/06/2015 at 22:45 #356217
NeumeModeratorYaiwen no entendía el humor de Battoin así que tampoco sus chistes, si se suponía que había hecho uno. “¿Cómo uso la cabeza?, pues más que él, está claro ¿a qué viene eso?” Suspiró. A veces los humanos eran complicados.
Se quedó tratando de descifrar lo que farfullaba mientras comía.
“¡Querida ladrona! ¿qué dice este loco ahora, me quiere descubrir?” La medio elfa estaba alarmada. Miró a Zamîn y de nuevo a Battoin. “Se está refiriendo a ella” respiró aliviada. Aun así, un destello de enfado asomaba en sus verdes ojos. Se acercó hasta la escalera.
-Vuelve a hablar así y lo que quedará marcado en esta “pared” será tu cadáver.
-No hará falta, se va a portar bien –dijo mirando al humano –no se habla con la boca llena y lo sabes- le tiró de un manotazo el bocadillo–y a una dama no se la toca añadió muy digna. – ¡Qué suplicio, Eru, qué suplicio!
Yaiwen volvió junto al mago, al lado de la pared. Tras un debate, ella estaba convencida que la pared era sólida y real, pero entonces vio como Aiwë la atravesaba como si fuese agua.
Después de unas palabras que parecían un encantamiento, todo él resplandecía con destellos de color morado, igual que la piedra. La elfa tuvo que entrecerrar un poco los ojos, pero consiguió ver todo. Si se lo hubieran contado en la posada, no lo habría creído.
Cuando avanzaban por el camino, ya sin obstáculos, una piedra pareció desprenderse. Yaiwen puso las manos en la espalda de Zamîn, que tras su saltito, estuvo a punto de pisarla.
Bueno, parece que nos hemos encontrado al final
-Vaya, veros a vosotros es más sorprendente que la aparición de Battoin. ¿Eráis vosotros los que golpeabais del otro lado?
La semi-elfa se quedó pensativa. Nunca creyó que la cueva estuviera “encantada”. Aquello de la pared había sido un truco fantástico, pero el peligro aumentaba y después de ver como les caía una gran piedra encima, más.
Pasó con cuidado observando la zona superior para evitar sorpresas. Había algunos charcos a los lados. Charcos de aspecto repugnante. El pasadizo continuaba y avanzó tras Zamîn. Entonces se dio cuenta.
-Pienso que alguien debería dar una voz al resto para que vengan o nos alejaremos demasiado. Battoin… creo que eres el más cercano.
24/06/2015 at 23:04 #356237
BattosayParticipantBattoin pudo coger el bocadillo antes de que llegase al suelo. Con una pirueta lo cazó al vuelo, cayendo sobre el hombro izquierdo, evitando así el lesionado.
-No hará falta, se va a portar bien –dijo mirando al humano –no se habla con la boca llena y lo sabes- le tiró de un manotazo el bocadillo–y a una dama no se la toca añadió muy digna. – ¡Qué suplicio, Eru, qué suplicio!
— ¿Y a ti no te enseñaron tus padres que la comida no se tira? — dijo Battoin con enfado.
-Vuelve a hablar así y lo que quedará marcado en esta “pared” será tu cadaver.
Battoin se encogió de hombros y tachó mentalmente a los magos en su lista. Ya pocas razas de la Tierra Media quedaban por amenzarlo de muerte. Le quedaban Ents y Dragones, pero no estaba seguro de la existencia de los primeros y los segundos parecían haberse extinguido con Smaug. Así la lista estaba completa. Encontraba graciosa la ira del mago, se enfadaba con cualqueir tontería.
Mientras divagaba un rato Aiwë abrió la puerta o lo que diablos fuera aquello. Se comió de un mordisco lo que quedaba empezó a aplaudir.
— ¡Fravo! Ay, no — paró de aplaudir y esperó a acabar de masticar mientras se balanceaba sobre sus talones. – Vale, ya está: Mis más sinceras felicitaciones noble señor.
-Pienso que alguien debería dar una voz al resto para que vengan o nos alejaremos demasiado. Battoin… creo que eres el más cercano.
— Oido cocina – dijo llevándose la mano a la frene y juntando los talones de un salto. — ¡TROPA, A FORMAR, REANUDAMOS LA MARCHA! — se volvió a hacia Yaiwen. – ¿Así?
Al tiempo que se dirigía a la puerta se fijó en como Ririan le hacía señas a Kira. Puede que para el resto pasase desaparcibido, pero no para su agudo sentido de la observación. Les guiñó un ojo al pasar a su lado.
– Yo creo que los hemos interrumpido tirando la puerta abajo. Seguro que la cerraron ellos buscando intimidad, ¿has visto las señales que se estaban haciendo? – le dijo a Yaiwen al alcanzarla.
El pestazo le golpeó súbitamente, por lo que se echó la capa a la cara tapandose la nariz.
– Oye, Zamîn, ¿tienes otro velo de esos? Ahora me vendría bien. En fin – dijo levantando la antorcha, – casi mejor que vamos apurando un poco, que como empiece a echar la cena, la cosa sí se va a poner realmente fea. Ya se empieza a parecer esto a las canciones perturbadoras de la alegría de la huerta con perilla.
Apretó el paso y continuó avanzando por los pasadizos.
25/06/2015 at 18:31 #356246
NELLAParticipant-Vaya, veros a vosotros es más sorprendente que la aparición de Battoin. ¿Eráis vosotros los que golpeabais del otro lado
Después del susto, al ver desintegrarse la pared de roca y de como le fue arrebatada la piedra de la mano, Kira se alegró enormemente de ver a sus compañeros de viaje. Rírian envainó su espada con una rapidez asombrosa y se interpuso entre ella y el grupo haciéndole señas para que callara. Kira bajó la mirada en señal de asentimiento. No entendía por qué tanto secretismo, pero supuso que el Montaraz tendría sus razones, de hecho ya desapareció Roulon misteriosamente en una ocasión…recordó Kira.
-¡Me alegro de veros a todos!- Dijo Kira, después de constatar que Battoin estaba en el grupo y entero por añadidura.
-No era mi intención dañar a Zamîn con esa piedra- Dijo Kira mirando a Aiwë que reía con ganas. Pocas veces reía por lo que a Kira le pareció extraño. -Mas bien me fue arrancada de las manos….¿Seguro que vos no tuvisteis nada que ver?- Añadió sonriendo al Mago mientras le daba unos golpecitos en la vara.
Battoin les hizo un guiño de ojos al que Kira correspondió con otro.-Me alegro de verte entero, Battoin- Le dijo Kira -Tu que te criaste con el pueblo de Durin… ¿Qué opinas de esta cueva?. Parece hechizada.. ¿no crees?
Ahora que estaban todos juntos otra vez siguieron a Yaiwen por el nuevo pasadizo que se abrió al desintegrarse la pared, este olía aún pero que los otros.
27/06/2015 at 16:24 #356280
Elfo_NegroParticipant-Bueno, bueno- dijo Dulvak, en un tonillo cantarín que intentó controlar –todo solucionado, por fin podemos continuar, parece que ya estamos todos- Miró a su alrededor, todos parecían bastante confusos, aunque no asustados, eso le extrañaba –qué gente más rara- se dijo a sí mismo –están en la morada de un dragón, en una cueva cuyas piedra rezuma maldad y que se defiende con oscuros encantamientos que nublan la razón; y a nadie parece importarle. Bien, no será a mi q quien eso le preocupe… sí me han chafado un poco la diversión, un poco más de terror no hubiera estado mal… pero no se puede tener todo.-
Sonrió y meneó la cabeza, como queriendo apartar del pensamiento algo inconveniente.
Al ver que la marcha no acababa de arrancar decidió decir unas palabras -Si me disculpan…- sonrió con sonrisa preocupada -yo aconsejaría seguir adelante sin perder tiempo, son éstos lugares oscuros que valdría la pena evitar pero, ya que estamos aquí, creo que sería mejor que no nos entretuviéramos-27/06/2015 at 23:25 #356301
NarradorParticipantZamîn se frotó lo ojos, todavía medio aturdida por el fogonazo del mago, cuando casi le golpea una roca. Del susto había tropezado y caído al suelo. Mientras se levantaba oyó como Aiwë se reía, ya no le caía tan bien.
– Qué buena suerte que nos acompañe un mago — dijo levantándose.
Aún así no pudo reprimir su curiosidad y volvió a quedarse mirando a las manos del mago. Con el dedo índice tocó su palma un par de veces hipnotizada. El olor que venía de la cripta la trajo de vuelta a la realidad.
— Creo que es hora de continuar.
Al pasar por el lado de Kira y Rirían no puedo evitar que una sonrisa le asomase en su cara.
— Son monos, ojalá tuviese tiempo. Quizás a la vuelta – pensó para sí.
Siguió a Yaiwen y Battoin y tomó la delantera. Con a la antorcha por delante emepzó a caaminar por el pasadizo hasta llegar a una nueva bifurcación. Se quedó pensativa y echó una mano a su bolsa. Sacó un extraño aparato de la bolsa, un tubo dentro de otro transparente flotando en algo que parecía agua. Esperó a que el aparato se quedase quieto y caminó lentamente por el pasadizo de la derecha, sin quitar ojo del aparato, que parecía no moverse.
Continuó hasta la siguiente bifurcación, mientras el grupo la seguía a su ritmo. Volvió a hacer lo mismo, pero esta vez el tubo interior del aparato subió de repente.
– Por aquí no es.
Dio la vuelta y bajó por el otro camino. En cuanto pasó por el cruce, el aparato volvió a dar un pequeño salto a donde estaba. Por este camino siguió sin moverse apenas.
– Parece que hay un camino de verdad. Venga, continuemos.
30/06/2015 at 18:22 #356342
NeumeModerator-Oido— ¡TROPA, A FORMAR, REANUDAMOS LA MARCHA! — se volvió a hacia Yaiwen. – ¿Así?
-Así, muy bien, buen chico – le respondió como si fuese un niño pequeño.
-¿has visto las señales que se estaban haciendo? – le dijo a Yaiwen al alcanzarla.
-Sí ¿y? ¿Les interrogamos sobre sus miradas furtivas? –bajó el tono de voz -pueden ser de amor, ¿quieres averiguar sus sentimientos?… o pueden estar tramando quitarnos el tesoro, pueden… mmmm la verdad es que podría haber dejado que cogieran otros el tesoro y luego hacerme con él a la salida. Se me pasó la idea por la mente al comienzo del viaje, pero me pareció que podía ser divertida la excursión, y ahora sin embargo… creo que me arrepiento. No me gusta nada este sitio.
El humano parecía algo sorprendido. Tal vez no debería haber sido tan franca sobre sus intenciones.
Sus compañeros se quedaban atrás. Entonces escucharon a Dulvak apremiando al resto y Zamîn apresuró el paso hasta alcanzarles y pasarles. Los demás también les seguían.
Escucharon y observaron a la caza tesoros moverse de aquí para allá. Les hizo retroceder llegado a un punto pero luego pareció haber dado con el correcto.
El aire estaba tan viciado que a la medio elfa le daba casi igual ya el tesoro. Casi.
Siguieron a Zamîn por el camino que a veces se hacía tan estrecho que casi tenían que ir de medio lado y en otras cabían dos personas.
01/07/2015 at 19:09 #356459
NELLAParticipantDulvak y Zamîn apremiaron al grupo para reanudar la marcha, el extraño hombre parecía impaciente, como si supiese algo que los demás desconocían. La caza tesoros se puso al frente iluminando el camino con su antorcha, Kira la siguió de cerca temerosa de perderse otra vez.
Al llegar a una bifurcación se detuvo y buscó en su bolsa, al cabo de un momento sacó un extraño artilugio y con él en una mano y la antorcha en la otra reanudó la marcha. El objeto le resultó familiar a Kira, recordó haber visto otro parecido en Pelargir a un viajero de las tierras orientales. Se acercó a la caza tesoros con curiosidad.
-Decidme Zamîn… ¿Este objeto sirve para orientarse en la oscuridad?01/07/2015 at 19:49 #356463
BattosayParticipant-Sí ¿y? ¿Les interrogamos sobre sus miradas furtivas? –bajó el tono de voz -pueden ser de amor, ¿quieres averiguar sus sentimientos?… o pueden estar tramando quitarnos el tesoro, pueden… mmmm la verdad es que podría haber dejado que cogieran otros el tesoro y luego hacerme con él a la salida. Se me pasó la idea por la mente al comienzo del viaje, pero me pareció que podía ser divertida la excursión, y ahora sin embargo… creo que me arrepiento. No me gusta nada este sitio.
– Pues estaba pensando en que podíais tener un conversación de chicas y que después me lo contases, la verdad — dijo encogiéndose se hombros. — La verdad es que me sorprendes, ¿no me digas que una elfa le tiene miedo a una cueva de muertos? Ahora me dirás que miras dentro del armario antes de dormir. Además, si lo estamos pasando chachi-piruli ^^.
Vio como Zamîn seguía bajando con ayuda de un curioso aparato. Se lo había visto a algunos enanos, pero su padre se negaba a usarlos, decía que eran «cosas de elfos finolis». Sin embargo, a él siempre le habían llamado la atención.
Antes de seguirla, Battoin se volvió, fijándose en que su llamada no había tenido demasiado éxito. El olor parecía relentizar las reacciones de sus compañeros. Ojalá no pasase nada por lo que tuvieran que apresurarse.
A medida que iban bajando empezaba a notar un cambio en el ambiente, era algo ligero aún, pero su nariz le decía que iban en dirección correcta.
02/07/2015 at 22:07 #356482
NarradorParticipantZamîn atravesó el pasillo. Daba a una estancia totalmente diferente al resto de la cueva. Los techos se alzaban altos a varias decenas de metros y las paredes circundaban una sala con forma de cúpula.
La estancia apenas mostraba signos de deterioro o paso del tiempo. El aire era limpio y había una fuente en el centro, con varias plantas con flores rodeándola y el césped creciendo libre por el suelo.
Las paredes estaban adornadas con varios mosaicos, algunos con imágenes, otros con frases, algunas de ellas tenían sentido, otras parecían escogidas al azar. Dos estatuas adornaban la sala, una pareja de enanos. Estaban engalanadas con ropas y joyas de diversos tipos y tamaños.
El único lugar dónde la corrupción había llegado estaba situado en el lado contrario al que habían entrado. Había una puerta tallada en la pared de la roca y multitud de piezas, que antaño formaban un mosaico que la adornaba, caídas en el suelo.
Unos pocos azulejos quedaban sobre la puerta, dispuestos en cinco filas. Bajo la última, las marcas de otra fila más, como si hubieran caido hace tiempo.
Zamîn fue la primera en fijarse en la puerta. Corriendo hacia ella, rebuscó entre los azulejos caídos, cogió varios de ellos y los puso en el hueco.
Al momento la puerta se abrió y Zamîn la atravesó de un salto. La puerta se cerró tras ella con un golpe sordo.
Sin poder explicar ni cómo ni por qué, Zamîn se vio fuera de la Cueva de Scatha, contemplando su entrada desde la ladera de la montaña.
03/07/2015 at 0:37 #356497
Elfo_NegroParticipantDulvak había seguido al grupo, lentamente se habían internado, por pasillos siniestros, en las profundidades de la tierra. Al final, de golpe, tras un recodo cerrado descubrieron una sala radiante, luminosa, con el suelo cubierto de suave césped y las paredes decoradas con antiguas runas… Estaba contemplando todo eso cuando, más allà de la fuente que se levantaba en el centro de la sala, entre la bruma del agua, vió desaparecer a Zamîn.
Algunos se percataron al instante, otros parecían, de momento, más interesados en otras cosas.
Dulvak corrió con paso ligero hacia la pared que parecía haber engullido a la muchacha, temiendo que de nuevo la cueva y su magia hubiera precipitado algo indeseable.
En la pared que parecía haber devorado a Zamîn, descubrió un conjunto de runas que parecían no tener ningún sentido, parecían una sucesión más o menos azarosa, seguramente un acertijo de los enanos. No le gustaban los acertijos.
Tal vez era un acertijo para abrir una puerta pero podría tratarse de algo más siniestro y oscuro. Un impulso juguetón, aun reconocer el peligro que todo eso podía implicar, le invitava a «probar suerte». Por otro lado se sentía un tanto responsable de sus compañeros: había participado en esa loca aventura, alegremente, sin precaverlos de nada, participando del riesgo y compartiéndolo. Él quizá debía estar ahí, en busca de respuestas al «oscuro despertar» que sintiera desde su lejano hogar en el norte. No solía inquietarse por motivaciones morales, él hacía lo que quería y nada más (normalmente lo que quería solía ajustarse a lo que vulgarmente se consideraba «bueno», pero en otras ocasiones eso no estaba tan claro). Pero todo se estaba precipitando y seguramente llegaría la hora de «escojer bando».
sus compañeros de viaje eran más que competentes y no actuaban tan alocadamente como algunos se esforzaban en querer demostrar, pero aun así… podría haber intentado retenerlos.En fin, ahora ya estaban ahí, sería él quien se arriesgara primero con lo del dichoso acertijo. -Por Eru- refunfuñó -vamos allà- (la verdad, no lo gustaban los acertijos, perfería jugar él con las personas que sentirse parte del juego de otros).
Los símbolos grabados recordaban a las tengwar, pero sólo había dos símbolos diferentes, quizá representaban números…
En el suelo se desparramaban varios de esos mismos símbolos.
Se rascó la cabeza, la barba… y sin pensarlo demasiado, confiando en una especie de instinto, los fue colocando en los huecos de los que algún accidente parecía haberlos separado.
tras traducirlos a números los colocó en un orden que vendría a ser: 2111121211
Eso no significaba nada però, por probar…03/07/2015 at 10:50 #356501
NarradorParticipantIgual que sucediera con la caza tesoros, la puerta se abrió súbitamente y Dulvak fue expulsado al exterior aunque no exactamente al mismo punto. Se vio fuera y solo. No había rastro de Zamîn.
03/07/2015 at 22:23 #356512
BattosayParticipantBattoin se quedó contemplando la sala, era una verdadera obra de arte, de las que sólo los enanos eran capaces de hacer. No se fijó en la puerta hasta que Dulvak desapareció. Zamîn tampoco estaba, parecía que había seguido su mismo camino.
Se acercó a la puerta y contempló la runas grabadas en la puerta. Faltaba la fila inferior y en el suelo había muchos azulejos con runas escritas. Supuso que para abrir la puerta habría que colocar las adecuadas en los huecos.
Se quedó pensativo durante unos momentos, veía la relación pero no acababa de tenerlo claro.
Al final de decidió, cogió unas cuantas runas y las colocó mientras Yaiwen le miraba curiosa sobre su espalda:
312211
La puerta se abrió, pero una luz impedía ver qué había más allá. No las tenía todas consigo, quizás si la cruzaba él también desaparecería. Aprovechó que Yaiwen estaba despistada para empujarla a ella primero.
03/07/2015 at 23:44 #356513
NarradorParticipantEl pie de Yaiwen tocó suelo firme. Una potente luz iluminó en tonos dorados y verdes la sala, que era más pequeña que la anterior. Había dibujos y frases escritos en Angerthas y una estatua de granito con la figuraba de un Señor Enano en el centro de la habitación. En una mano portaba un hacha de doble filo y de la otra le colgaba un amuleto. Era grande, redondo, de factura élfica y con un gran zafiro redondo en medio.
Repartidas por la sala había otras piezas. Algunas pequeñas joyas de oro y un par de bolsas viejas y desgastadas repletas de monedas de oro.
Cuando la medio elfa entró, la puerta no se cerró.
04/07/2015 at 15:09 #356515
NarradorParticipantZamîn intentó orientarse en medio de la noche, tras caminar un rato perdida, encontró el camino a la entrada de la cueva. Estaba decepcionada consigo misma por su impaciencia, había perdido la oportunidad de obtener el tesoro para sí. Ahora tendría que utilizar sus otras armas para recuperar su parte.
Distraída como estaba no se percató de la presencia de alguien a la entrada de la cueva hasta que le tuvo a su espalda. Sorprendida, se apartó de un salto, llevando las manos a sus espadas.
– ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?
– Estoy buscando a unos amigos, creo que están ahí dentro, ¿los conoces?
– Mmmm, puede, ¿y tú eres? — respondió abriendo un poco su abrigo.
– Soy un amigo suyo, les estoy buscando desde hace unos días.Había algo en ese hombre que le ponía los pelos de punta, estaba claro que no era de fiar. Lo mejor era seguirle la corriente hasta que encontrase al resto del grupo. Si era realmente su amigo, no habría problema, si no, no estaría sola. Decidió mostrarse amistosa.
— Qué curioso, yo también. Estaba con ellos hace un momento, ¿me ayudas a buscarlos? – dijo acercándose seductoramente.
— No, ya me iba, sólo quería dejarles un mensaje.El hombre se movió con el rayo y agarró a Zamîn del cuello. Notaba cómo se ahogaba, la mano apretaba como un yunque. Reunió todas sus fuerzas y agarrándose en el brazo del hombre cogió impulso y desenvainó su espada, lanzando un tajo hacia su cabeza.
Su adversario la soltó y ella aprovechó para saltar fuera de su alcance. Soltó su capa y desenfundó sus espadas, poniéndose en guardia. El hombre sonrió y desenfundó su espada. No hizo ademán de ponerse en posición, simplemente alzó el brazo y apuntó hacia ella.
Zamîn sintió como le invadía la ira, apretó los dientes y se lanzó hacia él. Apenas vió como se movía, antes de sentirlo incluso, la espada del desconocido había abierto una herida mortal cruzando su pecho. Se derrumbó y supo que moriría sin remedio.
Mientras tosía sangre, sin apenas fuerza para moverse vió como su asesino se acercaba a su abrigo y limpiaba su espada con él. Con tranquilidad y sin prisa enfundó el arma y se acercó a ella. Se agachó y urgó con su dedo en la herida. Chilló de dolor con unas fuerzas que no sabía que le quedaban.
— Ahora mismo no tengo tiempo para jugar con ellos, tengo ciertos compromisos a los que no puedo llegar tarde. Si todavía estás viva para cuando salgan, dile a la medio elfa que ella será la última en morir.
Con la sangre de Zamîn escribió algo en el vientre de la chica. Se levantó y se fué.
Recuerdos de Îbal
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