Helkanor – Posada La Yegua Desbocada
Inicio›Foros›El Anillo Único›Juegos de Rol en EAU›Helkanor – Posada La Yegua Desbocada
- This topic has 512 replies, 14 voices, and was last updated 8 years, 6 months ago by lordnazgul9.
-
AuthorMensajes
-
14/04/2015 at 13:50 #354792
NeumeModerator— No me dan pánico, padezco una naupatía equino/porcino/camélida idiopática crónica aguda. Reirse de un enfermo es de pésimo gusto — le dijo ofendido. — Por cierto, ¿ya vuelvo a ser “vos”? Desde luego, los elfos son mucho más simpáticos con una copa en la mano.
-Oh, por supuesto que padeces todo eso, y yo añadiría alguna cosa – dijo mientras se tocaba con un dedo la cabeza y reía. – ¿Crees que puedes decirme de qué reírme? Todavía no me conoces. Es cierto, no mereces tanta distinción con el “vos” ¿a que no? No sé por qué me molesto –y volvió a reír.
Por las palabras de Battoin supuso que en la posada había llegado a coger algo de confianza con el humano. La realidad es que no recordaba toda la conversación mantenida, ni con él ni con otros de los presentes.
Yaiwen cabalgaba ahora cerca de Zamîn y escuchaba las conversaciones de los demás un poco más atrás. Rírian andaba pidiendo consejo sobre el nombre para su caballo y Battoin trataba de ir solo en el suyo.
-¡Ya te estas librando de mi!- Berilack arrugó la nariz y dijo.
– No os preocupéis, vais a estar más cómodo en el carro señor hobbit –dijo la medio elfa alzando la voz – y además, ahora sí puedo tirarle del caballo fácilmente si se porta mal.
Battoin la miró con cara de pocos amigos y a continuación se puso a hablar con el hombre misterioso que se había unido al grupo hacía pocos minutos. Definitivamente era un caballo demasiado grande para él. Tal vez no hubiera podido escoger en los establos. Yaiwen sólo le echó una mirada momentánea pues no quería que volviera a descubrirla como en la noche. Eso sí lo recordaba.
La cazatesoros dio el alto y les habló.
“Bueno, eso de que te vas a llevar un tercio tu solita por no hacer casi nada estará por ver. Ni siquiera sabe la ubicación”, pensó.Yaiwen buscó a Faerin con la mirada –No he entrado nunca en la Cueva de Scatha, ni he estado seguramente muy cerca, pero tengo entendido que está en un extremo de las montañas. Creo que entre Faerin, Nír y yo sabremos llegar.
Volvieron a reanudar la marcha y la medio elfa se colocó de nuevo junto a Zamîn.
Rírian se puso a cantar. El ritmo era animado, aunque el estribillo no parecía muy alentador. Yaiwen decidió no prestar mucha atención a la letra y mecía la cabeza al son del montaraz.
-Señorita cazatesoros, ¿no os parece mucho un tercio para vos? Si el tesoro es abundante no vais a tener dónde transportarlo, y si es escaso quedaríais como egoísta si no repartieseis… aunque es cierto que “la noche es oscura y alberga horrores” (guiño, guiño), quien sabe lo que nos depara el futuro.
14/04/2015 at 16:48 #354793
aratirModeratorYaiwen buscó a Faerin con la mirada.
–No he entrado nunca en la Cueva de Scatha, ni he estado seguramente muy cerca, pero tengo entendido que está en un extremo de las montañas. Creo que entre Faerin, Nír y yo sabremos llegar.
– Tampoco he entrado antes en la cueva de Scatha, pero sí que he estado cerca. Muy cerca -informó Faerin. Zamîn y los demás escucharon atentamente-. Como bien habéis dicho, está en el extremo oriental de las Montañas Grises. Podemos seguir el camino principal hacia Kibil-dûm, pero antes de llegar, deberíamos desviarnos hacia el este, al amparo de las faldas de las montañas, para encontrar un viejo camino que usaban los antepasados de los enanos de Kibil. El sendero de la piedra, lo llamaban. Un mojón de piedra, con forma de hacha, situado en el camino principal hacia Kibil señala el inicio de ese sendero. Desde ahí, el sendero se interna en las montañas, ascendiendo primero y descendiendo luego… -Dejó de hablar unos instantes- ¡Estoy seguro de que va a ser una gran aventura! -añadió esbozando una sonrisa.
– Pues no perdamos más tiempo -dijo Zamîn.
Faerin vio como Yaiwen se colocaba junto a Zamîn , mientras Ririan animaba al grupo con una cancioncilla. «Muy apropiada para la aventura», pensó Faerin.
Mientras avanzaban, Faerin cabalgó junto a Calatar, con el que pronto se puso a hablar sobre Ciudad del Valle y lo que habían sufrido sus habitantes a consecuencia de otro dragón, Smaug.
14/04/2015 at 17:14 #354799
Dain-IParticipantEl carro en el que iba Berilack era un tanto inestable cada vez que se encontraba con un bache o una piedra este botaba haciéndole daño en el trasero y más de una vez se había encontrado al borde del carro.
-Maese enano, esto bota demasiado, no se como lo que tus mercancías se mantienen y no se te caen por el camino- La joven Zamín les contó que no conocía la ubicación de la cueva de Scatha pero que andaba cerca.
-Vaya pues bien empeza..- Entonces Nír cogió un bache y se mordió la lengua con un chillido agudo.
Entonces Faerin les contó que había un camino cerca de las Montañas Grises y que conocía un camino.
-¡Bien pues halla vamos entonces!, espero que no halla muchos baches en ese camino.
Entonces Ririan empezó a cantar una canción alegre y el hobbit le acompañó un rato cantando.
Después revisó su equipaje y sacó una baraja de cartas y empezó a jugar un solitario, hasta que, por culpa de los baches tubo que recogerlas ya que el camino empezaba a ponerse abrupto.
-¿Falta mucho todavía?-14/04/2015 at 22:42 #354807
BattosayParticipant-Esta bien iré si el maese enano me deja, pero no te pienso dar parte ninguna de mi tesoro.
— Bueno, pero me debéis una moneda de plata, que era el coste fijo. El porcentaje de los 600 metros os lo perdono.
Battoin se quedó pensando en cómo hacía su hermano para que le aceptasen tales tratos. Si no fuera porque le conozco desde niño, diría que es cosa de brujería.
-Esos no son nombres para un caballo tan hermoso- Respondió Kira -Podéis llamarlo Sombra -Añadió mirando al Montaraz -Creo que le viene bien es negro como las sombras-
— Ataúlfo es más original, ¿cuantos animales conocéis que se llamen Sombra? Unos cuantos, seguro, pero, Ataúlfo… Ninguno, ¿a que sí? — se quedó pensando un momento. — Lo que me recuerda que tengo que ponerle un nombre al mío. ¿Cómo podría llamarle?
En ese momento Zamîn anunció los términos del contrato. Battoin se puso a echar cuentas. Estaban Kira, Ríririan, Nîr, Berilack, Yaiwen, Fearin, Calatar, el hombre extraño y él. Dos tercios entre nueve, tocaba a una parte de veintiuna del tesoro. Ahora no parecía tan buena idea. Pero bueno, siempre podía ser un gran tesoro. Y, si no, ya habría tiempo de pegarse por él.
-Oh, por supuesto que padeces todo eso, y yo añadiría alguna cosa – dijo mientras se tocaba con un dedo la cabeza y reía. – ¿Crees que puedes decirme de qué reírme? Todavía no me conoces. Es cierto, no mereces tanta distinción con el “vos” ¿a que no? No sé por qué me molesto –y volvió a reír.
— Todo eso es una sola cosa. Y sí también padezco riesgo extremo de aneurisma cerebral, dejad de recordarme con vuestro dedito.
Mientras ella reía, cogio un puñado de nieve sucia de un árbol y se lo lanzó a la cara, acertandole con la boca abierta. Ahora reía él (entre dientes).
— Es curioso lo que le hacer gracia a cada uno, ¿verdad? — y añadió sonriente. — Ayer por la noche bien que os lo pasasteis con este indistinto — dijo mientras le guiñaba un ojo.
– Tampoco he entrado antes en la cueva de Scatha, pero sí que he estado cerca. Muy cerca -informó Faerin. Zamîn y los demás escucharon atentamente-. Como bien habéis dicho, está en el extremo oriental de las Montañas Grises. Podemos seguir el camino principal hacia Kibil-dûm, pero antes de llegar, deberíamos desviarnos hacia el este, al amparo de las faldas de las montañas, para encontrar un viejo camino que usaban los antepasados de los enanos de Kibil. El sendero de la piedra, lo llamaban. Un mojón de piedra, con forma de hacha, situado en el camino principal hacia Kibil señala el inicio de ese sendero. Desde ahí, el sendero se interna en las montañas, ascendiendo primero y descendiendo luego… -Dejó de hablar unos instantes- ¡Estoy seguro de que va a ser una gran aventura! -añadió esbozando una sonrisa.
-¿Falta mucho todavía?-
— Yo aún diría más, ¿hay alguna posada hasta allí? Es que con este frío no creo que sea muy agradable hacer de campo.
El caballo dio un relincho desganado, no parecía entusiasmado con el viaje
— Qué poco ánimo, caballito. Parece como si no quisieras venir. Venga muchacho, ánimo.
Volvió a relinchar.
– ¿Qué pasa, chico?
Relincho.
— Venga, hombre, ¿qué tienes?
Bufido.
A Battoin se le encendió la bombilla. Aflojó la correa de la silla, girando alrededor de la grupa del animal y quedando entre sus patas.
— Vaya, hombre. Ahora hasta me pasa con los animales — se dio impulso y volvió a su posición original. — Resulta que es una caballa.
La yegua volvió a resoplar sin entusiasmo alguno, avanzaba con paso distraído y con la vista perdida.
— Vaya montura alegre me he agenciado.
15/04/2015 at 19:50 #354825
NELLAParticipantAtaúlfo es más original, ¿cuantos animales conocéis que se llamen Sombra? Unos cuantos, seguro, pero, Ataúlfo… Ninguno, ¿a que sí? — se quedó pensando un momento. — Lo que me recuerda que tengo que ponerle un nombre al mío. ¿Cómo podría llamarle?
-¡Por cierto sí es más original!- Río Kira -¿Acaso se trata de un nombre de la lengua secreta de los Enanos?- Añadió mirando a Battoin sin poder contener la risa.
Vaya, hombre. Ahora hasta me pasa con los animales — se dio impulso y volvió a su posición original. — Resulta que es una caballa.
-¡Es una Yegua!- dijo Kira -¡Genial!… podéis llamarla Ataulfa… suena muy.. ¡Original!
16/04/2015 at 7:19 #354828
Fenix-OscuroParticipantAiwë había estado haciendo los preparativos para volver a Candur, ya no había nada interesante en Framburgo de lo que pudiera sacar provecho, su misión con Baelim estaba finalizada, ahora era hora de volver a «casa», solo, como siempre, como vagan los magos. Repasó mentalmente todo lo que llevaba en sus bolsos, por fortuna, había enseñado a su caballo, Peludo, a comunicarse con las aves, bastó que Aiwë le enviase un mensaje y este galopó hasta el paradero del mago. Por obras del destino o de quien sabe, pasó lo más inesperado y loco, se encontró con sus viejos «amigos» de Candur, rápidamente el mago tomó su vara y conjuró una neblina que lo cubría y esperó a que se acercara el gentío, al escuchar voces y a algunos murmurar cosas como «-¿Pero que demonios es eso?» «-¡Santo Eru!» fue ahí cuando el mago hizo su presentación impactando a todos que miraban la neblina desconcertados.
Le pareció oír que algunos se alistaban para atacarle, así que soltó una carcajada que dejó sordos a todos e incluso algunos de los caballos quisieron darse la vuelta, disipó la niebla y la figura del mago apareció ante ellos, aunque algo diferente a como la recordaban, llevaba por primera vez, la melena suelta y a la vista, un sombrero de punta de color lavanda, una capa morada, y el resto del atuendo de color violeta. Pero como era de costumbre, llevaba el rostro semi oculto, y no podían ver sus ojos.
-¡Salve! buena gente ¿Qué hacéis tan lejos de casa? -se detuvo un momento a contemplar los rostros y vio varias caras desconocidas- ¡Por Yavanna! Me he perdido de mucho desde que me quedé en Framburgo… Si no es mucha intromisión y suponiendo que no vais en una misión ultra secreta y peligrosa… ¿Queréis decirme que Balrogs hacéis en estos pasajes? -arqueó una ceja observando a la extraña sureña, claramente no se parecía en nada a la joven Kira, luego se volvió hacia la muchacha que había estado prisionera junto a él- ¡Kira! Me alegro de verte de nuevo, ni siquiera te di las gracias por el pago de la cena en aquella posada, permítete retribuírtelo -le ofreció una moneda de plata- Gracias.
16/04/2015 at 13:06 #354831
NarradorParticipant¿no os parece mucho un tercio para vos? Si el tesoro es abundante no vais a tener dónde transportarlo, y si es escaso quedaríais como egoísta si no repartieseis… aunque es cierto que “la noche es oscura y alberga horrores”
Las últimas palabras la dejaron intrigada y con una extraña sensación en el cuerpo.
-Bueno, -comenzó a decir tras unos segundos – el enano tiene una carreta que seguro me prestaría amablemente. Un colgante no se puede dividir, sería una forma de desperdiciar algo que seguramente sea hermoso.
Por la expresión de la elfa no pudo imaginar si esa respuesta la había dejado satisfecha.
Por detrás seguían debatiendo sobre los caballos.
`Ataúlfo…Ataúlfa qué mal gusto, en mi tierra les habrían cortado la lengua por llamarle así´, pensó Zamîn.
Algunos empezaban a preguntar por la distancia que restaba, pero ella sabía que aun estaban lejos y tampoco creía que hubiese una posada confortable. Iba metida en sus propios pensamientos cuando una ligera y repentina niebla se había levantado frente a ellos. Cuando se despejó vio una figura de morado bastante peculiar y el gesto de sus compañeros de expedición se relajó.
-¿Y este quién es, es de fiar? – le susurró a Yaiwen que iba a su lado.
16/04/2015 at 19:01 #354834
NeumeModerator-el enano tiene una carreta que seguro me prestaría amablemente. Un colgante no se puede dividir, sería una forma de desperdiciar algo que seguramente sea hermoso.
-Hmmmm– Es todo lo que había pronunciado la elfa haciendo un movimiento de cabeza. “Por tu bonita cara te la va a prestar. No conoces a los enanos, y tampoco merecerías una pieza hecha por elfos”. Yaiwen la miraba fingiendo una leve sonrisa.
Aún tenía algunos mechones húmedos por la nieve. Battoin se comportaba como un niño pequeño en muchas ocasiones, pero qué podía esperarse de un humano criado en una cueva por enanos. Además, aunque los humanos vivían menos y se suponía que maduraban antes, a lo largo de los años, Yaiwen había descubierto que no siempre era así.
Pensando en todo esto se dio cuenta que no sabía dónde había crecido Battoin. No sabía el lugar exacto. Tal vez lo había comentado en la noche anterior y simplemente ella no lo recordaba.
Volteó la cabeza y le vio bastante más atrás cabeza abajo sobre el caballo.
– Resulta que es una caballa.
Yaiwen se dirigió a Calatar y Faerin.
-El pobre no distingue machos de hembras… de ninguna especie. Pregúntenle ya verán, ya – Los caballeros rieron asombrados.
Entonces sintió algo, pero cuando guió su mirada hasta el lugar de dónde le parecía provenir el sonido no vio nada, tan solo un reflejo violeta y a continuación apareció la neblina. Los caballos se inquietaron un poco y todos pararon alerta. Entonces la niebla se disipó y vieron a Aiwë.
Yaiwen agarró las riendas con una mano y la otra la apoyó en la cadera.
-¿Y este quién es, es de fiar? – le susurró
-Depende, ¿cómo de fiar puede llegar a ser un mago? –le respondió.
La cara de Zamîn revelaba desconcierto.
-Sí, un mago, querida. Si hasta lleva un sombrero de pico. Le conocimos hace unos días en Candur – pero la cazatesoros ya no le prestaba mucha atención. Ahora parecía entusiasmada.
16/04/2015 at 22:00 #354847
Elfo_NegroParticipantSiempre le había gustado caminar, cabalgar sintiendo el viento en la cara: se sentía bien (aunque un resto de ominosos presentimientos seguía agarrándose a sus entrañas). Pero de momento no quería preocuparse de eso, quería aprovechar el viaje para entablar conversación con alguno de esos curiosos personajes.
Se acercó al grupo, el caballo tenía un trote blando y pesado, saludó cortésmente a Battoin, que ya había conocido en la posada, a una medio elfa i a una humana.
No había tenido tiempo apenas de ir más allá (apenas se habían presentado) que de la simple cortesía, cuando vió aparecer a un ser que no se esperaba, al menos no a esas alturas del camino -¡Vaya!- dijo para sí mismo -un maia. Esto promete ser más interesante de lo que pensaba,… quizá más molesto de lo que me gustaría-16/04/2015 at 22:35 #354848
BattosayParticipantBattoin observó como Aiwë hacía su entrada. Tomó nota para usarlo la próxima vez que tuviera ocasión. El mago sabía cómo montar un espectáculo.
De repente notó algo en su interior. Algo que no había sentido en años.
— ¿Lo habéis notado? He sentido una conmoción. Ha sido como si millones de voces gritasen de júbilo y luego…
17/04/2015 at 19:11 #354852
NELLAParticipantEl extraño personaje que se había unido a ellos, junto a su perro, adelantó su montura hacia ellos para saludarles. Kira se iba a presentar cuando una niebla repentina les hizo aminorar la marcha, algún caballo se asustó y retrocedió en el camino
-¡Salve! buena gente ¿Qué hacéis tan lejos de casa?
Kira se acercó para ver mas de cerca a la figura que había salido de la niebla y les hablaba. La voz le resultaba ligeramente familiar
¡Kira! Me alegro de verte de nuevo, ni siquiera te di las gracias por el pago de la cena en aquella posada, permítete retribuírtelo -le ofreció una moneda de plata- Gracias.
-¡¡Aiwë!!- gritó Kira. Acababa de reconocer al mago, no había duda, era Aiwë El Morado.
-Yo también me alegro de veros, pero… ¿queréis ofenderme?… no tenéis que retribuirme nada, soy yo mas bien quien debe daros las gracias, de no haber sido por vos aún estaría sangrando por mis heridas. -Guardaos esa moneda ¡Por Eru!. Además el pago se hizo con el botín del coliseo de Framburgo, no me debeis nada.Los demás miraban la escena extrañados sobre todo los que no le conocían
-¿Y vos?..¿Que hacéis por estos parajes?
18/04/2015 at 15:16 #354854
NarradorParticipant-Sí, un mago, querida. Si hasta lleva un sombrero de pico. Le conocimos hace unos días en Candur – pero la cazatesoros ya no le prestaba mucha atención. Ahora parecía entusiasmada.
— ¿Un mago? ¿De verdad? — dijo conteniendo la emoción.
Se le quedó mirando con creciente admiración. Los magos eran seres de leyenda, salidos de los cuentos que contaban a los niños, no esperaba encontrarse uno jamás. Notaba cómo tenblaba de excitación, aquello era casi tan excitante cómo encontrar un tesoro.
Acercó su caballo y se le quedó mirando. Lentamente alzó la mano hacia él, llevando su dedo índice hacia su mejilla dándole un par de golpecitos.
— Jijijiji, es de verdad.
Miró a su sombrero y se lo cogió.
— ¿Hay algo dentro? ¿Podéis sacar…? No sé, ¿un conejo? — preguntó ilusionada.
De un salto se montó en el caballo del mago tras él, le puso el gorro delante de las narices y volvió a preguntarle.
— Venga, sacad algo. ¡Vengaaaaaa!
18/04/2015 at 23:04 #354858
NeumeModerator-¿un mago? ¿de verdad?
-Sí, o un brujo, vete a saber…
Yaiwen vio como le tocaba la mejilla al mago. Cuando le quitó el sombrero la medio-elfa rompió a reír. Aquello era realmente cómico y Zamîn muy ingenua.
Se fijó en el hombre misterioso. Observaba a Aiwë con curiosidad, pero no parecía tan impresionado. Battoin y él habían intercambiado un saludo, parecía que se conocían, pero no le había mencionado en ningún momento. Ya le preguntaría más adelante.
-Señorita, deje en paz al mago. No es buena idea tocarles los… sombreros.
19/04/2015 at 8:16 #354859
Fenix-OscuroParticipant-¡¡Aiwë!!- gritó Kira. Acababa de reconocer al mago, no había duda, era Aiwë El Morado.
-Yo también me alegro de veros, pero… ¿queréis ofenderme?… no tenéis que retribuirme nada, soy yo mas bien quien debe daros las gracias, de no haber sido por vos aún estaría sangrando por mis heridas. -Guardaos esa moneda ¡Por Eru!. Además el pago se hizo con el botín del coliseo de Framburgo, no me debeis nada.-Oh bueno, ¡mil disculpas! Pues, he regresado de unos viajes, ya sabes, siempre en busca de cosas nuevas, tenía asuntos pendientes… no importa ya, ¡me alegra mucho verte saludable!
De pronto se sintió incómodo viendo como todos los ojos se posaba en él, se disponía a saludar al resto, mas la extraña sureña se le acercó y le coqueteó, pero Aiwë no se inmutó, solo inquirió suavemente
-Jovencita, devuélvemelo, por favor
-Pero yo quiero que saques algo del sombrerillo, anda, anda, ¡por favor!Entonces escuchó a la medio elfa interviniendo a su favor
-Señorita, deje en paz al mago. No es buena idea tocarles los… sombreros.Eso sí lo había sorprendido un poco, pero era de esperarse, él y ella no tenían una relación muy amistosa que se diga. Y seguro no querría más conflictos con él. La joven parecía molesta e insistió, ya comenzaba a hartar al mago, pero no quería mostrarse cascarrabias como siempre, debía mantener la diplomacia si quería respuestas. <<No me digas que no te lo advertí…>> -pensó el mago para sus adentros. Sin que la joven supiese como, y con una gracia casi divina, Aiwë extendió su mano y le quitó el sombrero a la sureña, que inmovilizada, lo miraba atónita
-¿Qué? ¿Qué me ha pasado?
-Nada, solamente le he quitado el sombrero de sus manosNegó todo obviamente, no haría ningún acto de poder divino o de su grandeza ante desconocidos ni por placer, luego miró a Yaiwen, estaba seguro que sus ojos de elfa debieron ver que la chica estuvo paralizada unos instantes, pero para el resto de los presentes, ignorantes y simples humanos, no distinguieron nada.
Cuando iba a saludar a Batoín y a Rírian, rozó a un hombre que le puso los pelos de punta, como un gato que reconoce el peligro,iba acompañado de un extraño perro, tan raro como su dueño, Aiwë disimuló su nerviosismo lo mejor que pudo, <<¿Quién es este hombre? ¿Y por qué me incomoda tanto? Será mejor que lo mantenga vigilado, no parece un simple humano>> siguió avanzando y saludó al joven que tenía complejo de enano
-Señor Chicho… perdone, ¿Battoín? -le extendió la mano- que bueno verlo jovial como siempre -le hizo una guiñada que el muchacho no entendió -Espero que esté disponible para ayudar a un pobre vagabundo en apuros, ¡Oh admirable y honorable caballero! -terminó en burla recordando como el «Gran Battoín» había huido de la posada, dejando la deuda al resto. Siguió hasta Rírian- Creo que es mejor ir con ustedes -susurró para que nadie más oyera- No es por ser grosero, pero siempre terminas en mis manos y no para saludarme.Miró al resto, no los conocía, se limitó a decirles un «Saludos» y luego preguntó si deseaban su compañía, podía serles útil, además le pareció raro el que fueran en grupo hacia esa dirección, tenía curiosidad pero la ocultó, podía robar información y enterarse más tarde. De momento esperaba conocer a los nuevos «compañeros» y entablar alguna que otra conversación con sus ya conocidos «amigos». Se quedó ensimismado, jugando con su melena púrpura.
19/04/2015 at 12:35 #354861
Dain-IParticipantLa compañía se detuvo, Berilack intrigado por la parada, se puso de pie encima del carro, una niebla había cerrado el paso y de ella apareció un hombre encima de un caballo. «¡Vaya espectáculo!». pensó el hobbit.
-¡Salve! buena gente ¿Qué hacéis tan lejos de casa?- el hombre parecía amable, llevaba un sombreo picudo, una capa morado y el rostro semioculto.
Zamín se le acercó entusiasmada, al parecer era un mago. Berilack se bajó del carromato y se acercó al mago, Zamín empezó a «coquetear» con el mago y le quitó el sombrero, entonces el mago levantó las manos y se lo arrebató. El hobbit dio un paso atrás, impresionado.
El hobbit se acercó intentando no dejar ver su nerviosismo y le saludó.
-¡Saludos señor mago- Hizo una profunda reverencia-¡Soy Berilack Bolge, de la Comarca!. Es un placer conocerle y, una pregunta¿Usted también hace fuegos artificiales como el mago que suele venir a la Comarca de vez en cuando?. -
AuthorMensajes
You must be logged in to reply to this topic.