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Durante el estreno de la segunda temporada de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder, pudimos presenciar en el último episodio la aparición de un Gran Águila en Númenor. Estas criaturas son una constante en las obras de Tolkien, y en este artículo contaremos todo sobre ellas.

Las Grandes Águilas surgieron antes del despertar de los elfos. Según una conversación mostrada en El Silmarillion, el Vala Manwë (señor del aire y los vientos) le reveló a la Valië Yavanna (señora de la tierra y la naturaleza) que, durante la Música de los Ainur, sus cánticos se habían elevado juntos, simbolizando una creación que realizarían en conjunto. Esta creación serían estas majestuosas aves gigantes, pertenecientes a la especie de los animales (kelvar), pero en cuyo interior habitaban espíritus bienaventurados venidos de lejos (posiblemente maiar).

Los Valar les enseñaron a hablar y las elevaron a un nivel superior para, posteriormente, enviarlas a Beleriand y la Tierra Media como vasallas, vigías y mensajeras de Manwë, además de darles la misión de ayudar a elfos y hombres en la lucha contra Morgoth. Vivían muchos años, hasta el punto de no saberse si eran inmortales (lo cual es probable si habitaban maiar en sus cuerpos).

Durante la Primera Edad del Sol, las águilas se agruparon en torno a Thorondor, rey de todas ellas y la más grande en tamaño (su envergadura era de 55 metros con las alas extendidas). Anidaban en las cimas de Crissaegrim, en el sur de las Montañas Circundantes. Estas montañas rodeaban el valle de Tumladen, donde se encontraba la ciudad de Gondolin. Las águilas se aliaron con el rey Turgon y protegían la ciudad de espías enemigos, mientras vigilaban el valle del Sirion y actuaban como mensajeras.

Thorondor realizó grandes hazañas, como ayudar a Fingon a rescatar a Maedhros de su cautiverio a manos de Morgoth en Thangorodrim (donde se dice que anidó temporalmente), o rescatar el cadáver del rey Fingolfin tras morir en combate singular contra Morgoth al final de la Dagor Bragollach. Además de rescatar el cuerpo del difunto rey, Thorondor hirió el rostro del Señor Oscuro, dejando una cicatriz en su rostro. Más adelante, también participaría, junto con dos águilas (se cree que pudieron ser Gwaihir y Landroval), en el rescate de Beren y Lúthien durante su huida de Angband.

Tras la caída de la ciudad de Gondolin a manos de Morgoth, Thorondor y las águilas ayudarían a rescatar a los supervivientes y, durante la Guerra de la Cólera, pelearían contra las hordas de balrogs y dragones. En esta batalla, Thorondor lucharía junto a Eärendil el Marinero contra el mismísimo Ancalagon el Negro; después de esto, no volvió a saberse de esta águila. Se dice que regresó a Valinor con algunas de sus súbditas.

 

En la Segunda Edad del Sol, se sabe que en el Meneltarma (la montaña más alta de Númenor) solo podían aproximarse estas aves. Se dice que, si alguien se acercaba, tres de ellas aparecían sobre tres rocas que había en la cúspide. Durante la celebración númenóreana de las Tres Oraciones, las águilas no se posaban y volaban en círculos sobre el pueblo. Los númenóreanos las llamaban «Los Testigos de Manwë» y, desde los tiempos de Elros hasta los de Tar-Ancalimon, anidó una pareja en un nido sobre la cúspide de la torre del palacio real de Armenelos, viviendo de la generosidad del rey.

Cuando se acercó la condena de Númenor debido a su corrupción, algunos afirmaban ver, entre nubes tormentosas, a las águilas de Manwë volar hacia ellos desde el Occidente en formación de guerra, interpretando esto como un signo de la ira de los Valar.

Anidadas allí desde presumiblemente la Segunda Edad, durante la Tercera Edad del Sol sabemos que las águilas se instalaron sobre las Montañas Nubladas. Tendrían un papel activo ayudando en múltiples ocasiones a Radagast y a Gandalf en su misión de combatir a Sauron. Como en el año 2941 de la Tercera Edad, cuando acudieron al rescate del mago gris y la compañía de Thorin Escudo de Roble de los orcos, durante los acontecimientos de El Hobbit. Esto ocurrió ya que el Señor de las Águilas era amigo de Gandalf desde que el mago le curara una herida de una flecha.

También destacar la participación de las águilas durante la Batalla de los Cinco Ejércitos, la cual ayudaron a ganar, tras lo cual el Señor de las Águilas recibiría una corona de oro como regalo de Dáin Pie de Hierro, con quien haría un juramento de amistad.

Durante los acontecimientos de El Señor de los Anillos, Gwaihir, el Señor de los Vientos, no solo rescató a Gandalf del cautiverio que sufría a manos de Saruman en la cima de Orthanc, sino que también rescató el cuerpo del mago de la cima de Zirak-Zigil tras derrotar al Balrog, llevándolo a Lothlórien. No queda claro en los textos de Tolkien si Gwaihir era el Señor de las Águilas mencionado en El Hobbit, un sucesor o un simple águila más. Aunque se da por hecho entre el fandom que si que era este Señor de las Águilas.

Cumpliría la misión de su ancestro Thorondor en el desafío final contra Sauron, haciendo las águilas su aparición final en la Batalla del Morannon el 25 de marzo del 3019 de la Tercera Edad, combatiendo junto a los pueblos libres de la Tierra Media en la Puerta Negra. Tras la destrucción del Anillo Único, Gwaihir llevaría a Gandalf por tercera y última vez como pasajero hacia las lomas del Monte del Destino para rescatar a Frodo y Sam  de la lava. Su hermano Landroval y su amigo Meneldor fueron sus acompañantes en esta misión.

Se desconocen más datos sobre ellas en la Cuarta Edad del Sol, aunque se dice que fueron evolucionando y menguando hasta ser las águilas que conocemos hoy día.

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