Helkanor – Posada La Yegua Desbocada
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lordnazgul9.
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23/11/2014 at 23:06 #345396
BattosayParticipantBattoin ni siquiera se giró para responder a quién le había hablado. Negó con la mano y siguió corriendo, si paraba ahora iba a ser una preciosa estatua de hielo. Quizás hasta le dedicasen una plaza en Candur.
Corrió y corrió.
23/11/2014 at 23:50 #345398
TurinhorParticipantAlgo le llamó la atención, la espada que llevaba le sonaba. La había visto antes…Ah ya se acordaba. Era igual a la espada de Ririan…¿Significaba eso que Ririan había caído en combate y ese hombre le había cogido la espada? Iba a seguirlo cuando cayó en la cuenta de que no podía dejar el cargamento de Nír sin vigilancia. A lo mejor el enano también había muerto. En ese caso no habría nadie más apropiado que él mismo para heredar sus cosas pensó.
-Bueno, primero voy a asegurarme cómo ha resultado la batalla y luego ya decidiré qué hacer-
El cerdo de Nír apareció tras una esquina, y Baelim le enganchó la carreta y se dirigió a la posada. Entró en la posada de donde provenían varias voces y una vez dentro se encontró con Nír y Ririan vivos. Este último parecía completamente conmocionado y furioso. También reconoció a la elfa del árbol y al mago con el que habló en Framburgo. Le dedicó un saludo con la cabeza.-Un gran trabajo hemos hecho esta noche. Deberían invitarnos a todos a una jarra por haber salvado el pueblo Jajajaja-
Ririan no parecía nada contento. Baelim dedujo que el hombre que acababa de ver le había robado su querida espada, pero prefirió no decir nada por el momento. Quería sacarle el máximo partido a la situación. Aun no sabía cuánto estaría dispuesto el hombre semidesnudo a pagarle por su silencio. Luego lo buscaría.
La elfa y Nír estaban interrogando a un orco que quedaba vivo. Baelim se acercó a ellos. Quería saber porqué los orcos estaban por esos lugares.
23/11/2014 at 23:52 #345399
lordnazgul9ParticipantNír se compadeció del hombre, pero sabía que ninguna de sus armas, ni siquiera las de mithril, podría contentarlo y ser más valiosa para él que Roulon.
Viendo que el combate ya se desvanecía y los orcos se dispersaban en retirada, encogió su hacha y se la colgó en la espalda. Baldric ya había aparecido.
-Si quiere, señor posadero, puedo contratar a un equipo de enanos para que le reparen la puerta, las ventanas y las mesas-ofreció Nír.
-¿Qué fue a buscar el hombre que por alguna razón habla lengua enana?-le preguntó Nír a Yaiwen, que era la única que examinaba al orco, junto con él. En ese momento llegó Baelim que se estacionó enfrente de la posada, y que al parecer se había cruzado con Battoin.
El orco capturado gorjeaba y trató de huir, pero Yaiwen le presionó el pecho con el madero que Battoin había soltado. Esperando a que Yaiwen, que se notaba sospechosamente nerviosa, le contestara, Nír tomó una flecha de su aljaba y se acercó al orco.
-Tú, criatura inmunda, ¿vienes del Monte Gundabad? Habla o venderé tus cosas como exclusividades. O si quieres mejor terminas como tu compañero, el megaterio ese de ahí-amenazó el enano, señalando al berserker muerto, y apuntándole al orco capturado en el cuello con la flecha.
24/11/2014 at 0:23 #345401
NeumeModeratorIba a preguntarle al orco, pero alguien la empujó y quitó de en medio. Se trataba de aquel montaraz que ya había descubierto que su espada no aparecería por ningún lado.
Battoin inteligentemente, decidió irse, pero habría querido preguntarle a dónde de esa guisa y con el frío que hacía. Además, no estaba claro que el lugar estuviera despejado de orcos. Le siguió con la mirada y le pareció que tomaba la dirección de su casa. “No se atreverá” pensó ella.
Entonces Rírian le preguntó directamente a ella. Negó con la cabeza. -Tal vez la haya cogido un orco, ya sabemos lo dados que son a saquear.
El humano se echó a llorar mezcla de rabia e impotencia, pero las palabras que había dicho la impactaron. No sabía por qué, pero sentía pena. Parecía un objeto importante para él con gran valor sentimental, y a ella no le interesaba esa clase de valor. De pronto tuvo dudas de seguir adelante con su plan.
-“¿Qué fue a buscar el hombre que por alguna razón habla lengua enana?” -le preguntó el enano.
No esperaba que él también le preguntara por Battoin. Estaba claro que no había sido nada discreto en su marcha, o no entendía nada… En ese momento el orco estaba tratando de huir.
Yaiwen le golpeó con la madera en el pecho y luego le puso el pie en el cuello e hizo algo de presión.Nír le estaba interrogando. El orco admitió que venía del Monte Gundabad.
En ese momento Yaiwen se dirigió al enano. – Preguntadle quién les dirigía y qué intenciones tenían. Estoy segura que le sacaréis algo más de información. Yo tengo que ir a mi casa, quiero comprobar que no hayan merodeado por allí. Además, me parece que Battoin, por quien me preguntabais antes, ha ido a mi casa precisamente. Necesitaba algunas ropas. Aquí no tiene nada, no encuentra las suyas y está muerto de frío. Imaginaos, le da vergüenza continuar en ese estado… semi desnudo ya me entendéis. Le dije que yo tenía algunas en mi casa. Regresaré en cuanto pueda.
La medio elfa soltó el pie y Nír se encargó a partir de ese momento de sujetarle. Yaiwen se abrochó la capa, recogió el arco y el carcaj vacío y arrancó la daga de la frente del orco que había matado en la ventana. Lo limpió sobre el hombro del propio orco. Aquella sangre negruzca le daba asco.
Puso rumbo a su casa. Veía claramente las pisadas sobre la nieve y algunos orcos muertos en el camino. “¡En qué momento le enseñé el camino a mi hogar!. Espero que no vuelva a quitarme nada esta vez o verá mi lado más desagradable”
Cuando llegó sintió que había alguien allí. Sacó la daga por si acaso no era Battoin. Oía ruidos en el baño, cerró la puerta que seguía con alguna bisagra rota y se dirigió con sigilo hacia allí.
-Veo que le estáis cogiendo el gusto a eso de daros baños, pero en casas ajenas… Por favor, no os levantéis.
La espada estaba en el suelo, al lado de la bañera.
-Sabéis -continuó ella, -creo que voy a devolvérsela.
-¿Cómo decís? – pregunto Battoin que no salía de su asombro.
-Sí, lo sé, pero me ha dado pena. Deberíais haberle visto la cara, y sus palabras. Es un arma familiar y no sé… el hacha del enano vale más. El bastón de aquel hombre incluso. ¿Os habéis fijado en él? es realmente interesante. Puedo cogerla, bajar a la posada y decir que se la encontré a un orco… por ejemplo…24/11/2014 at 19:23 #345469
NELLAParticipantCuando Kira salió de la posada escuchó maravillada una música que provenía de cerca, ¿Quien tocaba música élfica en medio de una batalla? se adelantó un poco hacía donde todavía estaba la lucha y lo vio… ¡Un bardo subido en una carreta!… ¿De donde había salido? … desde luego tenía que reconocer que Candur era una aldea curiosa.
Unos metros mas adelante en dirección a la plaza se veían unos grandes destellos en el cielo corrió hacia allí y vio al personaje de vestiduras moradas… Entonces se trataba de un Mago ya no cabía duda, sería uno de los Istari que llegaron procedentes de las tierras de los Valar, su amigo Elfo la había hablado de ellos. Comprobó que ya no quedaban orcos en las cercanías, el poder del Mago estaba acabando con ellos.
Volvió hacia la posada y cuando ya estaba a unos pasos escuchó los gemidos de un hombre… era Rírian el Montaraz, se le veía desesperado al parecer había extraviado su espada en el combate.
Entró tras el a la posada y eso era un desastre estaba todo patas arriba, en ese momento salía Yaiwen, también ahí había terminado la lucha. Nír estaba sobre un orco herido interrogándole.Se acercó a Rírian.. -¿Por que estáis tan abatido?.. ¿No encontráis vuestra espada?.. Puedo ayudaros a buscarla… quizás esté debajo de algún cadáver hay muchos fuera y también de Huargos.. no puede haber ido muy lejos…
24/11/2014 at 20:19 #345478
JRM-008ParticipantRírian estaba observando al suelo, sumido en sus tormentosos pensamientos, cuando Kira le habló:
-¿Por que estáis tan abatido?.. ¿No encontráis vuestra espada?.. Puedo ayudaros a buscarla… quizás esté debajo de algún cadáver hay muchos fuera y también de Huargos.. no puede haber ido muy lejos…
Rírian se giró y se encogió de hombros.
– Podríamos intentarlo, sí, y de paso limpiar el pueblo de cadáveres.
Entonces se subió a una mesa y gritó:
– ¡Atención todos! Una espada de suma importancia para mí se ha extraviado, y necesito encontrarla. Quien la encuentra obtendrá una recompensa, se lo aseguro. Y deberíamos limpiar el pueblo de cadáveres, así que Kira y yo dirigiremos una batida de limpieza hasta el final del pueblo. Formad una hoguera para quemar a los orcos, los candurianos fallecidos se llevarán a sus respectivas familias y ellas decidirán que hacer con sus cuerpos.
Acto seguido caminó hacia afuera, seguido de Kira y de los pueblerinos dispuestos a ayudar.24/11/2014 at 22:20 #345484
BattosayParticipantEntre el azul por el frío y el rojo ira, Battoin estaba adquiriendo un tono morado maia que asustaba.
– ¿Ahora os da un ataque de honradez? – hizo un amago de levantarse, pero antes de sacar el cuello, volvió a meterse en el baño. – Ya, claro, la señora ladrona tiene conciencia. Un montaraz echa una lagrimita y ya es un santo al que no se puede robar ¡Achús! – el estornudo retumbó en la casa. – ¡Oh!, haced lo que queráis.
Miró a la elfa. Por una vez parecía sincera y le miraba decepcionada.
– ¡Mierda! – bufó – Echad un par de leños más al fuego y os acompañaré cuando vuelva a notarme todos mis miembros. ¿No tendréis alguna ropa por ahí? – la miró de arriba a abajo – Obviamente no de la vuestra, creo que no usamos la misma talla. Aunque seguro que estaría monísimo ¡Achús!
Esperaba no haber cogido un resfriado.
24/11/2014 at 23:24 #345503
NeumeModerator-A Eru gracias que no tenemos la misma talla ¿no os parece? Iré a buscaros algunas ropas que creo os valdrán.
-¿También las habéis robado? –preguntó Battoin con sonrisa maliciosa
-No. No tengo por costumbre robar cosas que no me sean útiles. Son de mi hermano, de alguna de sus visitas, así que más vale que la cuidéis y me la devolváis – le advirtió. – Y por otro lado… ¿Cómo pensabais secaros? ¿Al aire, no? – preguntó burlonamente. Abrió un armario pequeño y sacó una toalla limpia, aunque las tenía más grandes, escogió una de tamaño mediano, solo por fastidiarle. Se la dejó apoyada en el borde de la bañera.-Echaré algo más de madera, pero básicamente porque me quiero dar yo también un baño, así que nos os relajéis demasiado que tenemos prisa.
Al cabo de un par de minutos trajo un pantalón verde oscuro, una camisa blanca y calzado. No tenía capa, así que le tocaría esperar a llegar a la posada y recuperar la suya, si es que la encontraba.
Llegó el turno de Yaiwen. Agradeció enormemente el agua caliente aunque lamentaba no poder quedarse un buen rato dentro. La herida del antebrazo le escocía un poco con el agua así que cuando se secó, se puso una gasa encima para que no se infectara. Escogió un vestido sencillo de color gris claro, se calzó las botas negras y bajó al salón. Battoin ya la estaba esperando. Salieron en dirección a la posada.Yaiwen cargaba con la espada, esperaba dar con Rírian allí y explicarle que se la había encontrado a un orco muerto y que creía que podía ser la suya. Sin embargo, en la posada no estaba. Le preguntó a Baldric y éste le dijo que había salido a buscarla y que ofrecía una recompensa. Yaiwen y Battoin se miraron.
-Está bien Baldric, saldremos a buscarle, si regresara dile por favor que creemos tener su espada.
25/11/2014 at 19:21 #345563
NELLAParticipantLas primeras luces del amanecer se confundían con el resplandor de la gran hoguera que habían encendido los Candurianos para deshacerse de los cadáveres de los Orcos, eran muchos, pero los de los wuargos los congelarían para tener provisión de carne en el invierno, que ya estaba a las puertas, Battoin había asegurado que su carne era comestible y buena cuando trajo a la posada las dos patas que cortó al wargo que los atacó en el camino.
Kira ayudó a Rírian a buscar su espada, pero no habían encontrado ni rastro de ella, eso sí, hicieron buen acopio de otro tipo de armas como cimitarras, puñales, dagas…. Kira se quedó con una daga pues no tenía y pensó que no le vendría mal… esas tierras no eran nada seguras.
Rírian estaba de muy mal humor y desesperado por encontrar su espada… ya estaba pensando que alguien la había robado y eso no ayudaba nada a tranquilizarle.
Volvieron a la posada y pidieron un desayuno… estaban exhaustos25/11/2014 at 20:32 #345569
JRM-008ParticipantDespués de pasar horas buscando a Roulon, Kira y Rírian habían ido a la posada (Que ahora presentaba mucho mejor aspecto) a desayunar. Se sentaron y entonces Rírian carraspeo.
– Esto… gracias por ayudarme, ha sido un acto muy amable por tu parte, y…
Rírian no logró terminar porque entonces Baldric el posadero se acercó a el y le contó que Battoin y una tal Yaiwen (la elfa, supuso) habían encontrado a Roulon y que le estaban buscando.
Rírian se levantó de un salto y sin decirle nada a Kira y corrió afuera, buscándoles desesperadamente Corrió por las calles nevadas y varias veces estuvo a punto de caer, y entonces les vio, y también vio a su querida Roulon. Se acercó a ellos a todo correr.
– ¡La habéis encontrado! ¡Mil gracias! ¿Dónde estaba?25/11/2014 at 21:25 #345571
lordnazgul9ParticipantCuando Kira y Rírian regresaron a la posada, Nír ya había ayudado a clavar un par de mesas y reparar la puerta. Lamentablemente el enano no vendía vidrios ni marcos para ventanas. Mientras iba por el carro iba recogiendo armas que le pertenecían a su cargamento y que probablemente se las había dado a los hombres antes del ataque. Al final recuperó bastante parte de su mercancía inicial, que el carro parecía saqueado de lo vacío que estaba de armas y herramientas.
Nír estaba sentado en una mesa fumando cuando Baldric le dio la noticia a Rírian, de que Yaiwen y Battoin creían tener su espada. Se aseguró de que todavía tuviera en su posesión su hacha y su arco. Sobretodo el hacha, que valía más que casi todo el resto de su mercancía, el carro y el cerdo juntos. No se iba a separar de ellos, menos en Candur y cerca de gente deshonesta.
-El orco que habían capturado está muerto-le dijo a Kira. -Se negó a hablar, aunque lo tenía amenazado con una flecha. Al final balbuceó algo sobre el Monte Gundabad y una Corona de Hierro-Kira arqueó una ceja. -Era tan miserable que al final pidió que lo dejara morir, y lo hice con gusto. Entonces revisé sus ropas de cuero y hueso, y sí, llevaba marcada en blanco una corona de puntas en el pecho.
Rírian partió a la carrera a buscar su espada.
-Esperaré que regrese con su arma y comparamos resultados-susurró a Kira, aunque ella no sabía que los dos estaban compitiendo en batalla.
25/11/2014 at 23:18 #345610
NeumeModeratorSe dieron la vuelta cuando escucharon el grito de alegría.
“-¡La habéis encontrado! ¡Mil gracias! ¿Dónde estaba?-”-Sí, fuimos a buscarte a la Posada de la Yegua Desbocada, pero no estabas. Veo que Baldric te dio el recado. Nos comentó que estabas tan desesperado que incluso ibas a dar una recompensa – añadió Yaiwen quien no quería dejar pasar la oportunidad de comprobar si realmente era cierto. -Aquí la tenéis – dijo entregándosela al montaraz. -Se la encontré a un orco muerto de camino a mi casa -dijo señalando la dirección. – No estaba segura si sería la vuestra pues no me había fijado bien en ella antes, pero la quise conservar para preguntaros más tarde.
25/11/2014 at 23:49 #345615
TurinhorParticipantBaelim salió de la posada en pos de Ririan. Era el momento de buscar al hombre que se llevó la espada. Pero no hizo falta buscar mucho porque ya estaba de vuelta con la elfa, y se pararon a hablar con Ririan.
“-¡La habéis encontrado! ¡Mil gracias! ¿Dónde estaba?-”
-Sí, fuimos a buscarte a la Posada de la Yegua Desbocada, pero no estabas. Veo que Baldric te dio el recado. Nos comentó que estabas tan desesperado que incluso ibas a dar una recompensa. Aquí la tenéis. Se la encontré a un orco muerto de camino a mi casa. No estaba segura si sería la vuestra pues no me había fijado bien en ella antes, pero la quise conservar para preguntaros más tarde.
Baelim se sonrió ante la mentira. La elfa no sabía que él había visto a su acompañante intentando robar esa espada. Estaba colocado detrás de Ririan, de modo que este no lo veía, pero el presunto ladrón (Battoin) sí se percató de la presencia de Baelim y se dio cuenta de que su coartada peligraba. Su rostro reflejaba inquietud.
Baelim decidió esperar a ver si Ririan les daba una recompensa. De esa forma podría chantajear al ladrón. Disimuladamente Baelim hizo un gesto de cerrarse los labios, dando a entender a Battoin que no lo iba a delatar…por el momento.26/11/2014 at 19:43 #345706
NELLAParticipantEsperaré que regrese con su arma y comparamos resultados-susurró a Kira
-¿A que os referís con comparar resultados?, no os entiendo -preguntó Kira a Nír- El Enano estaba fumando en una hermosa pipa y parecía satisfecho. Reflexionó sobre lo que le había contado acerca de la corona de hierro… ¿quien podía llevar esa corona en la tierra media y tener orcos a su servicio?. Un escalofrío de temor le recorrió el cuerpo, pero trató de apartarlo de su mente.
-Espero que Rírian recupere su espada, le tiene mucho aprecio, y también espero que su hallazgo le cambie el humor.
-Por cierto Señor Nír… ¿Visteis unos relámpagos morados en el fragor de la batalla? no se si llegasteis a verlo pero provenían de la vara de un misterioso viajero que se aloja aquí en la posada. Me muero por saber algo mas de él… vos no lo conoceréis?..26/11/2014 at 20:37 #345719
JRM-008ParticipantCuando Rírian cogió a Roulon, la desenvainó y la punta se colocó a unos centímetros de la nariz de la elfa.
– No sé como agradecéroslo, y sí ofrecí una recompensa, pero para aquellos que la encontrasen, no que la devolvieran, querida señora.
Rírian se rió.
– Oh sí, buscaba a Roulon, y entonces vi a Battoin con un extraño bulto consigo, pero fingí no haberme percatado. Entonces, Battoin se va corriendo y le pregunto a la elfa si la ha visto, y ella afirma que no.
Ambos parecían sorprendidos, y Rírian giró a Roulon sobre sí misma.
– Luego monté el numerito (aunque la verdad mi dolor era sincero) y casualmente tras decir que ofrezco una recompensa, milagrosamente la encontráis. Curioso, muy curioso. La verdad, no sé que pensar ¿vos tenéis alguna idea de que ha podido pasar, señor?
Dijo, girándose hacia la persona que había detectado detrás suya. Estaba furioso con ambos y apretó el mango de Roulon con fuerza.
– Sois unos mentirosos y unos ladrones, y en mi tierra eso se castiga con la muerte. Os queríais aprovechar de mí, pero me temo que os habéis caído con todo el equipo.-suspiró- Casi me apetece haceros pagar por vuestra desfachatez.- dijo mientras acercaba el filo de Roulon al cuello d la elfa- Pero estoy cansado y sangriento, pero os advierto que la próxima vez me intentéis engañar, lo pagaréis caro.
Y acto seguido, envainó a Roulon y se marchó con largas zancadas, apartando al hombre con fuerza y casi hacerlo caer sobre la nieve. Estaba disgustado, creía que hasta podía rehacer su vida en Helkanor, hacer amigos, pero salvo Nír (y puede que Kira), estaba solo en aquel cruel mundo.
– Pues me da igual, sobreviviré. -
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