Helkanor – Viaje al Sur
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Elfo_Negro.
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01/11/2015 at 23:34 #359794
TurinhorParticipant-si estamos todos listos y preparados… ya podemos partir-
*Narración*
El variopinto grupo salió de Candur dirección suroeste, hacia el paso de las Ered Mithrim. No era el único camino que cruzaba las montañas pero sí el menos escarpado, aunque tendrían que pasar peligrosamente cerca del monte Gungabad.
La niebla matutina se cernía sobre los campos escarchados que rodeaban Candur. Recorrieron las primeras leguas, y conforme avanzaban la niebla se volvió más densa. Los escasos ánimos con los que habían comenzado el viaje se enfriaron todavía más, y durante un buen rato solo se escucharon las pisadas de los viajeros y sus monturas sobre las piedras del camino.
Cuando empezó a disiparse la niebla ya llevaban muchas horas caminando y solo se habían parado para que los animales abrevaran en un riachuelo que cruzaba el sendero. En ese momento pudieron ver que se encontraban en medio de la fría tundra de Helkanor. El paisaje que los rodeaba era desolador y bello por igual. La tierra helada se alternaba con trazos de hierba oscura, resistente al frío y dura al contacto con el pie. Un alce que pastaba tranquilamente observó al grupo con curiosidad cuando pasaron por delante de él.
Empezó a anochecer. Allí en el norte la puesta y salida del sol son lentas, y en otoño parece que está anocheciendo la mayor parte del día, pero debían buscar un sitio para pasar la noche. Unas elevaciones rocosas del terreno fue lo mejor que encontraron. No eran muy altas pero lo suficiente para que pudieran cobijarse del frío viento.
03/11/2015 at 19:50 #359859
NELLAParticipantCuando empezó a oscurecer hicieron un alto para descansar y pasar la noche bajo unas pequeñas lomas cubiertas de brezo, el color morado de la planta destacaba en el blanco de la nieve, que por suerte no era muy espesa. No había sido una jornada muy alegre, por así decir, los viajeros habían cabalgado en silencio bajo una fría niebla que calaba hasta los huesos, a pesar de las capas y las pieles que portaban.
Kira agradeció la parada, pues estaba cansada de cabalgar todo el día. Tenía el pelo húmedo debido a la niebla y se le pegaba al rostro. -Lo mejor sería encender un fuego- pensó.
Dejó a Nube pastando en los arbustos y se dirigió a los demás, que ya estaban preparándose para el descanso.
-¿Que os parece si encendemos un fuego?- Preguntó a sus compañeros. -Quizás el Señor Berilack podría prepararnos una cena caliente en una de sus marmitas- Añadió dirigiéndose al mediano con una sonrisa.04/11/2015 at 22:03 #359875
Elfo_NegroParticipantLa propuesta de Kira pareció gustar a más de uno, ahora sólo hacía falta que el hobbit también estuviera de acuerdo.
El camino había sido duro y muy frio. El grupo había aguantado bien, eran gente curtida, lo que para esa gente era algo habitual, para más de un gondoriano con ínfulas de aventurero se hubiera convertido en una pesadilla atroz.
Nadie parecía tener muchas ganas de hablar, primero se imponía comer algo caliente, quizá acompañado con un poco de vino, luego, lugo quizá a la lumbre de una pobre hoguera, las sonrisas reaparecerían en el rostro de todos.
Dulvak tenía ganas de cantar algo, pero se contuvo, al menos hasta que hubiera un fuego ante el que frotarse las manos: no quería que pensaran que estaba chiflado.06/11/2015 at 0:01 #359904
pablouyParticipantEl frìo hacía temblar sus manos, las cuales frotaba para mantener calientes, cuando bajó del caballo para montar tienda junto a una de las lomas. Los demás estaban con poco humor parecia ya que casi ni hablaban, quizas por el frio, quizas por el cansancio o por que no, quizas por ambas cosas.
¿Que os parece si encendemos un fuego?
Las palabras de Kira rompieron el silencio y Beregond creyó que a mas de uno le haría bien ponerse en movimiento para combatir el frio.
– En cuanto termine de armar la tienda me pondré a buscar leña en los alrededores aunque temo no encontrar mucha. También creí ver no muy lejos una madriguera de lo que parecían ser liebres, aprovecharé la luz de la luna para cazar algunas si tengo suerte.- dijo mientras descargaba las pieles.
– Traigo conmigo mas pieles de las que necesito, si alguno quiere puede tomar cualquiera de estas- y tiro unas pieles de oso negro junto con las otras – o si el frio les molesta demasiado usar incluso mi tienda – dijo mirando al hobbit que parecìa ser el que mayor molestia tenía.Dicho esto tomó su arco y algunas pocas flechas que pudiera llevar a mano, usaría el carcaj para cargar mas leña si podía; y se dirigió hacia una colina no muy lejos del camino que habían tomado donde creía estaban las liebres.
08/11/2015 at 20:14 #359967
JRM-008ParticipantRírian se desmontó de su corcel, cansado, hambriento y con frío. Tras estirarse escuchó hablar a Beregond:
En cuanto termine de armar la tienda me pondré a buscar leña en los alrededores aunque temo no encontrar mucha. También creí ver no muy lejos una madriguera de lo que parecían ser liebres, aprovecharé la luz de la luna para cazar algunas si tengo suerte.
Podría ayudarle… Pensó Rírian. No quería estar quieto y pasando frío, y cuando vio que el montaraz se marchaba, se levantó de un salto, se ató el arco a la espalda y corrió tras él antes de que le perdiera de vista.
– ¡Espera, voy contigo!
Cuando le alcanzó, se ajustó a su ritmo y tras unos segundos de silencio, decidió romper el hielo.
– Supongo que serás un experto cazando ¿Me equivoco? Hace mucho que yo no cazo en el bosque, desde antes de que…- recordó la última vez que se fue de caza con su padre, unas horas antes de que les atacasen los orcos, y tragó saliva para borrar el recuerdo.11/11/2015 at 16:10 #360022
pablouyParticipant¡Espera, voy contigo!
Beregond giró y vio llegar a Rírian con un arco para acompañarlo – «Mejor»- pensó -«mas manos para cazar son mas piezas que traer»
Supongo que serás un experto cazando ¿Me equivoco? Hace mucho que yo no cazo en el bosque, desde antes de que…
Notó una sombra en los ojos del hombre, algun dolor lo estaba atormentando.
– Tranquilo amigo- le dijo apoyando su mano en el hombro de Rírian -no se si soy un experto cazando, pero malo supongo que no soy, ya que es lo que hago para comer desde hace años. Si sé que cazar siempre me ayudó a despejar mi mente de problemas o preocupaciones y creo que esta vez te servirá a tí, aparte si cazabas en el bosque, aquí que hay poca vegetación te será mucho mas fácil.-Miró de nuevo hacia la colina, estaban muy cerca y podía ver unas liebres grises cerca de su madriguera.
-¿Ves las liebres en la colina?- le dijo señalándola -¿Que te parece si hacemos una competencia? Probemos la destreza nuestra con el arco, quien les atine de mayor distancia no tendrá que cargar con la leña ¿vamos?.-11/11/2015 at 19:40 #360050
JRM-008Participant-¿Ves las liebres en la colina?- le dijo señalándola -¿Que te parece si hacemos una competencia? Probemos la destreza nuestra con el arco, quien les atine de mayor distancia no tendrá que cargar con la leña ¿vamos?.
Rírian sonrió, puede que aquel chico no fuese tan indiferente como pensaba.
– De acuerdo…- y acto seguido sacó el arco y disparó contra una de las liebres. La flecha pasó unos centímetros por encima del animal, haciendo que este se asustase y saliese corriendo.
El montaraz gruñó y corrió tras el animal hasta el bosque.
Un árbol partido cortaba el camino, y Rírian se deslizo debajo de este con facilidad, mientras Beregond le seguía de cerca. Volvió a disparar y la flecha se incrustó en el tronco de un árbol.
Corrió más deprisa y tras apuntar de nuevo, logró alcanzar a la liebre. Al segundo Beregond le alcanzó, y Rírian sonrió.
– Calculo que serán unos diez metros. Veamos si puedes mejorarlo.- dijo jadeando.11/11/2015 at 22:39 #360051
TurinhorParticipantBeregond y Rírian habían ido a buscar la cena.
-¿Que os parece si encendemos un fuego?-
Baelim no esperó ni un segundo y se encaminó a los alrededores del cerro para buscar algo de leña. Se dio cuenta de que el viento que había disipado la niebla se notaba ahora mucho más cuando salía de la protección natural que ofrecían las elevaciones bajo las que habían acampado. Como la existencia de árboles, y por tanto de leña, era escasa en la Tundra de Helkanor se tuvo que apañar con recoger hierbajos secos. Fue y volvió al campamento varias veces con todos los hierbajos que podía abarcar con los brazos, y le pidió ayuda a su primo que estaba fumando vagamente sobre una piedra. Al final entre los dos pudieron reunir un buen montón para quemar durante la noche.
-¿Alguien tiene pedernal?, el mío lo perdí hace tiempo en Framburgo. Si nadie tiene deberíamos ir a buscar antes de que nos quedemos sin luz.
12/11/2015 at 1:54 #360053
lordnazgul9Participant-Eso no creo que sea necesario, mi amigo-dijo Nír. -Acá está mi mechero artesanal, estuve arreglándolo un tiempito antes de salir de Candur, creo que aún es capaz de encender fuego. Aunque coincido que alguien tendrá que buscarse pronto un pedernal, por si acaso.
Nír consiguió un poco de yesca cerca de un arbusto y la encendió con el mechero. En cuestión de momentos el grupo ya tenía una fogata abundante.
El enano se abrochó el abrigo y se sentó frente a la creciente fogata. Mientras volvían los humanos de la caza, Nír se sentó a trenzarse las barbas y atárselas a su cinturón. Sacó su pipa de un bolsillo y se dispuso a fumarla relajadamente mientras llegaba la comida.
12/11/2015 at 20:00 #360065
NELLAParticipantCon una sonrisa en el rostro, Kira, vio alejarse a Beregond y a Rírian que corría tras el. -«Dos hijos de Númenor»- pensó. Aunque uno del desaparecido reino del norte y el otro del reino del sur, como ella. Siempre había existido una vieja rivalidad entre los dos reinos que Kira nunca llegó a entender. -«Confío en que se hagan buenos amigos»- Se dijo.
Baelim, el bardo que se había unido a ellos en Candur estaba buscando algo de leña seca para el fuego y Kira se apresuró a colocar unas piedras en círculo para acomodarla.-¿Alguien tiene pedernal?, el mío lo perdí hace tiempo en Framburgo. Si nadie tiene deberíamos ir a buscar antes de que nos quedemos sin luz.
Kira empezó a buscar en la bolsa que había pertenecido a Zamîn, la caza tesoros, pues recordaba haber visto una piedra entre sus cosas.
Eso no creo que sea necesario, mi amigo-dijo Nír. -Acá está mi mechero artesanal, estuve arreglándolo un tiempito antes de salir de Candur, creo que aún es capaz de encender fuego. Aunque coincido que alguien tendrá que buscarse pronto un pedernal, por si acaso.
El Enano sacó su famoso mechero, que Kira ya le había visto utilizar en otras ocasiones, y en unos segundos la yesca empezó a arder con alegría, tras lo cual, guardó el pedernal en la bolsa para otra ocasión. Se acercó al fuego con una de sus bolsas de la que extrajo una hogaza de pan y queso, que había traído de Candur, junto con un odre, que le había llenado de vino el bueno de Baldric, el posadero.
Ofreció a los demás que ya estaban sentándose al calor de la hoguera.-Esto nos reconfortará hasta que regresen Rírian y Beregond con la cena-12/11/2015 at 23:50 #360067
lordnazgul9ParticipantEl enano dejó de arreglarse para aceptar la comida de entrada que le ofrecía la señorita Kira, por lo menos hasta que volvieran los dos humanos con un par de sabrosas liebres. El pan milagrosamente aún no se había endurecido durante el viaje. Parece que la señorita traía unas bolsas bastante bien hechas. En una de esas debería preguntarle por la elaboración, podría integrar un par de esas al inventario de su tienda.
Nír no se tomó tiempo para saborear el trozo de pan y queso, zampándoselo en momentos y llenándose la barba y el abrigo de migas.
-Creo que aún podríamos surtir un poco más esta comida-dijo Nír.
El enano subió a su carreta, donde sus víveres y equipo de supervivencia estaban casi escondidos bajo los tesoros que había traído y que destacaban incluso entre su mercancía de la tienda. Nír revisó sus bolsas por alguno que otro vegetal. Nír dejó una olla frente al fuego. Encontró unas papas y se dispuso a pelarlas.
-¿Alguno de ustedes me puede conseguir un poco de agua en una fuente?-preguntó el enano.
Mientras esperaba respuesta, dejó las papas peladas envueltas en una manta (no vaya a ser que Brof despertara y fuera a por ellas) y comenzó a armar un espiedo. No veía cuándo llegaba la hora en que Rírian y Beregond volvieran con las presas.
15/11/2015 at 0:45 #360132
pablouyParticipant«¿Solo diez metros? Amigo, realmente estas fuera de forma» pensó mientras apuntaba hacia una liebre a treinta metros. Respiró profundo y soltó la cuerda; la flecha voló directa al cuerpo del animal matándola en el acto.
-Creo que he ganado- dijo sonriendo a Rírian -Aunque no es una victoria justa, ya que tu blanco estaba en movimiento mientras que el mio estaba comiendo. Dejémoslo en un empate hasta que encontremos blancos de la misma característica para los dos.-
Se mantuvieron cazando un rato más hasta que la noche ya había consumido el cielo por completo, por suerte habían mas liebres de las que Beregond creía por lo que si el apetito del grupo no era voraz, podrían guardar alguna para el viaje.
Mientras cazaban Beregond aprovechaba a recoger toda la leña seca que encontrara y la cargaba en su carcaj, el frío era fuerte y debían de mantener el fuego el mayor tiempo posible en la noche.-Bueno amigo, creo que hemos tenido una buena caza por hoy pero debemos volver, la noche ya ha caido y poco podremos hacer.- dijo mientras ataba algunas piezas cazadas a su cinto – Aparte prometimos traer la cena y si nos demoramos más no creo que nos reciban con buena cara, mira – dijo señalando hacia donde debía estar el resto del grupo ya que la luz de un fuego brillaba en medio de la oscuridad – ya han encendido el fuego.-
21/11/2015 at 12:25 #360286
TurinhorParticipant-¿Alguno de ustedes me puede conseguir un poco de agua en una fuente?-
Nír consiguió encender el fuego con un extraño artilugio. “Un invento de enanos seguro”.
-Ya voy yo.- Los demás parecían bastante cansados, pero a Baelim aún le quedaba energía para ir a por agua.
En el camino no habían visto ningún riachuelo en las proximidades. Así que intentó subirse al montículo bajo el que estaban acampados para otear las cercanías en busca de un indicio de agua. Entonces reparó en lo extraño de esa elevación, y las otras que se veían. Estaban en medio de una llanura, pero aquellos cerros se erguían de forma misteriosa desafiando a los fríos vientos. En la cima donde se encontraba, el viento silbaba de manera escalofriante entre los pedruscos que la coronaban. La disposición de esos pedruscos tampoco parecía normal. Todos eran más o menos de una vara de altura y formaban un círculo.
Baelim quiso probar una cosa. Se colocó entre las piedras y sacó su flauta. La colocó en posición para que el cierzo pudiera arrancarle unas notas, pero lo único que consiguió fue que la flauta desafinara. Echó otro vistazo curioso a las rocas de la cima antes de bajar con los demás. Desde arriba no había visto rastro de agua y ya no era seguro alejarse mucho porque la noche estaba cayendo.
Volvió con el cubo sin rellenar. Se tendrían que conformar con comer las patatas crudas o guardarlas para una mejor ocasión.
26/11/2015 at 15:27 #360781
Elfo_NegroParticipantDe manera extremadamente diligente todos se pusieron a hacer algo. En nada, ese paramo helado, se empezó a parecer a un campamento: unos montaban algún refugio rudimentario, otros buscaban leña o preparaban la comida que, unos terceros, estaban cazando… y Baelin regresó con el cubo de agua… bueno, con un cubo sin agua balanceándose en su mano.
Había marchado hacia el sur, perdiéndose sobre unas pequeñas elevaciones que se extendían paralelas al camino apenas dibujado que deberían tomar a la jornada siguiente.
Pequeñas elevaciones en una llanura helada, sí, eran algo fuera de lo común pero la orografía de la Tierra Media era lo suficientemente rica y variada como para no extrañarse de algo así. Sin embargo algo se alteraba en el interior de Dulvak, un sentimiento antiguo: al principio fue como una simple intuición, luego, se transformó en algo parecido a una apremiante llamada de socorro oída en la lejanía, y acabó convirtiéndose en algo pegajoso y oscuro que ahoga la mente y que, sin duda, es malvado. De repente esas sensaciones abstractas y de difícil descripción, se solaparon en su mente con la visión de los montículos que se difuminaban en la bruma helada y de los que acababa de bajar Baelin, montículos a los qué, ahora comprobava, se sumavan otros, diseminados cerca de ahí, un poco más al norte de su campamento, demasiado lejos para haber reparado en ellos siendo, como eran, tan insignificantes. Pero ahí estaban esos característicos túmulos, en cierto modo, rodeándoles.Dió un respingo y dijo con voz apremiante –¡Cuidado señores! hemos elegido un mal, muy mal lugar para acampar-
07/12/2015 at 17:37 #361239
NELLAParticipantLa noche ya era cerrada cuando Baelin regresó con el cubo vacío, al parecer no había encontrado ningún arroyo, pero eso tampoco era preocupante, allí tenían nieve de sobra para fundir un poco en la hoguera y poner a hervir las papas que ya había pelado Nir. Sus ánimos se habían repuesto gracias al fuego y al vino de Baldric y ahora charlaban alegremente mientras esperaban a los cazadores con sus presas.
–¡Cuidado señores! hemos elegido un mal, muy mal lugar para acampar-
Kira alzó la vista para mirar a Dulvak. La alarma que denotaba su voz la hizo levantarse y acercarse a él, también vio alarma en su rostro, por lo demás tan sereno.
-¿Que ocurre Dulvak?- Preguntó Kira -¿Que te inquieta de este lugar?- Añadio, mirando nerviosa a su alrededor.
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