Perfil Básico

Nombre

Radagast_III

Fecha de nacimiento:

1900-01-17

Ficha de Personaje

Nombre del Personaje

rAdElLoKoEmmalioth

Raza

Medio Elfo

Lugar de la Tierra Media

Fangorn

Descripción del Personaje

Emmalioth es alto, y muy delgado. Su cara revela unos rasgos suaves, redondeados. Su pelo es alborotado, lo lleva a medio camino entre largo y corto, y es de color negro. Sus ojos son marrones, pero delatan una cierta tonalidad almendrada. Va vestido con una túnica con capucha de color pardo, símbolo de su orden.

Historia del Personaje

De los pocos Maias que quedaron en la TM tras ser desterrado el Señor Oscuro, Radagast fue uno de ellos. Desde su llegada a ésta, este Istari se interesó por los seres vivos que la poblaban, y tras la caida de Sauron, su interés le hizo permanecer en la tierra. Instaurado como rey, Elessar pemitió a Radagast vagar por sus reinos alegremente, hasta el punto en que el propio Radagast encontró seguidores y aprendices entre los pobladores de la TM en la última edad, llegando a formar una escuela.

De ésta escuela surgirían grandes sanadores, naturalistas y sabios conocedores de las criaturas vivientes, de los cuales el más célebre resultaría ser uno de sus aprendices más apegados: Emmalioth.

De madre elfa y padre humano, Emmalioth nació pocos días despues de la caida del Señor Oscuro. Por influencia de su madre vivió en todo momento en contacto con la naturaleza, a la que llegó a apreciar enormemente. Pasó toda la infancia en el reino élfico del bosque negro, con su madre, y al cumplir la mayoría de edad, se embarcó con su padre en un viaje para conocer las tierras del rey Aragorn, heredero de Isildur.

Fue entonces cuando entró en contacto con la escuela de Radagast. Al volver su padre al bosque negro, se separaron, y Emmalioth quedó bajo la custodia de uno de los más importantes representantes de la escuela del Istari, cuyo nombre fue olvidado, y sustituido por el de Radagast II.

Pronto Emmalioth demostraría sus grandes aptitudes para el trato con los animales, la herbología, y cualquier otro asunto relacionado con la naturaleza. Destacó desde el primer momento ante sus compañeros aprendices, y en apenas 10 años equiparó en conocimientos a su maestro. En ese momento, éste decidió presentar a Emmalioth ante el maestro fundador de la escuela.

El propio Radagast tomó entonces a Emmalioth como aprendiz, y le enseñó secretos hasta entonces nunca revelados. Emmalioth abrió su mente a un mundo nuevo y maravilloso, en el que una enorme y poderosa conciencia colectiva establecía un equilibrio incorruptible entre todos los seres vivos. Emmalioth aprendió y comprendió del mundo cosas que a los demás se escapaban.

Dicen que durante los 23 años que emmalioth viajó con Radagast enloqueció de forma irreversible. A su regreso al bosque negro, el ya conocido como Radagast III se reencontró con su anciano padre y su radiante madre, y nada pareció lo mismo. Su madre percibió el enorme pozo de sabiduría que su hijo guardaba en su interior, y comprendió que lo había perdido para siempre tal y como era antes. Aquella noche fue la última vez que se vieron. Cenando juntos, a la luz de las estrellas, Emmalioth, ahora Radagast III, reveló a su madre parte de la sabiduría obtenida en su místico viaje de 33 años, y ella comprendió que su hijo necesitaba marcharse. Liberado al fin de el vínculo familiar, Emmalioth partió para continuar con la escuela a la que se había unido.

Durante años mostró a decenas de aprendices los caminos de la naturaleza, abriendo sus mentes a una nueva forma de consciencia. De su rama de la escuela se dice que la mitad de los alumnos salían locos. De él, aun se comenta que no distingue la realidad.

Su tendencia a quedarse traspuesto, a perder la noción del tiempo, a hablar solo… han acabado por valerle su fama de loco. Hay quien dice, sin embargo, que rAdElLoKo, como se le conoció finalmente, no está tan loco como todos piensan. Se rumorea que en sus manos está una verdad inmensa, tan grande que ninguna mente mortal puede soportarla sin perder la cordura (ya que fue un Maia quién se la enseñó). Y se comenta que esta verdad da paso a un inmenso poder, el poder de la vida, uno de los mayores misterios de la realidad.