Perfil Básico
Nombre | Baghash_el_Isengardo |
Ficha de Personaje
Raza | Uruk-hai |
Lugar de la Tierra Media | Isengard |
Descripción del Personaje | "… una inmensa mole de color negro se destacó entre la banda de uruks. Era un monstruo inmenso, de siete pies y medio de altura al menos, ya que aventajaba en más de una cabeza a sus compañeros. Unos ojos pequeños y rojos, tras unos párpados rasgados, escondían un espíritu maléfico. Su boca era una cueva oscura, poblada de grandes dientes verdosos y azotada por un aliento fétido. El cabello largo le caía por una espalda infinita que se perdía en la altura. Su faz se coronaba por tres manos, que en su rostro parecían de niños, desde el mentón prominente hacia los pómulos, y una tercera que desde la frente bajaba hacia los ojos. Colgaba de su cuello un cinturón grueso de cuero que sostenía en torno a su espalda una espada. En verdad era la espada más grande que en mi vida había visto: tan alta como un hombre, con una hoja aplanada y tan ancha como dos palmos. Un mandoble, al fin, con la que cualquier hombre hubiese jadeado ya no al manejarla, sino al portarla. No obstante, no era ningún arma necesaria para intimidar. Este orco, como digo, era una bestia feroz, de un aspecto terrible, fuerte como un dios y poderoso como una pesadilla. Un ser, en definitiva, que causaba pavor por materializar el peor miedo de los hombres. Una criatura destructora y capaz, y un adversario temible para la vida misma." |
Historia del Personaje | La Tierra Media vio campar en las últimas décadas de la Tercera Edad a una bestia formidable. Una máquina de matar que amaba su cometido y su destino. Había sido alimentado desde que vio las mazmorras de Isengard con carne humana, y desde entonces persiguió a su enemigo no declarado: el hombre. Precedía a las batallas como un fantasma, siempre en vanguardia. Era el estandarte vivo de la Mano Blanca, que con su sola presencia infundía el miedo en los ejércitos enemigos. Era especialmente habitual en los vados del Isen, donde no pocas almas fueron víctimas de sus fauces inmisericordes. Componía compañías por sí mismo, al ser un monstruo de gran talla, un uruk como una torre. Sin embargo, la disciplina a menudo corregía este ansia, haciéndole pelear en equipo, valiéndose de su fuerza para lograr grandes hazañas. Una de estas fue la muerte de Éomund en 3002 TE. Cuando la banda de uruk-hai en la cual se encontraba topó con el mariscal de los Rohirrim. Los domadores de caballos combatieron con valentía, defendiéndose con presteza. Pero el valor tornóse desesperación cuando Baghâsh se abalanzó sobre el caballo de Éomund, derribándolo y aprisionándolo bajo el peso quebrantador de Baghâsh. Éomund no tuvo esperanza alguna de supervivencia, y sus camaradas hubieron de contemplar, impotentes, el tétrico espectáculo de ver al yerno del rey siendo devorado vivo por aquel horrible orco. Desde aquel momento, Baghâsh comenzó a decorarse con los huesos de Éomund, mientras en su piel negra dibujaba la historia de sus hazañas en un enorme tatuaje. En las grandes batalla de la Tercera Edad en las que participó, como la de los Vados del Isen o Cuernavilla, fue designado por Saruman como portaestandarte. El estandarte de la Mano Blanca, reservada para el más valiente de los insegardos, no cayó en manos de los hombres ni siquiera después de la Guerra del Anillo. Tras la destrucción del Anillo Único, se popularizó en las regiones montañosas de Gondor y Rohan la historia de un demonio que habitaba las cumbres de las Montañas Blancas, que forzaba a muchos a buscar sendas más seguras para preservar sus vidas. Tal vez huyesen de Baghâsh, el isengardo… |