
- Categoría: Los Anillos de Poder (1ª Temporada)
- Etiquetas: Amazon Prime, Los Anillos de Poder, serie de televisión
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«El pasado miércoles 31 de agosto tuvimos la oportunidad de asistir al pase especial de los dos primeros episodios de la nueva serie de Amazon «El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder».
La proyección se llevó a cabo en los cines Filmax Gran Vía de L’Hospitalet del Llobregat (Barcelona). Poco antes de llegar tuvimos que apremiar el paso, pues nos sorprendió una inesperada tormenta de verano, quizás a modo de augurio de lo que nos íbamos a encontrar…
Pequeño apunte antes de empezar: como lectores de Tolkien y tras haber visto los primeros tráileres de la serie, estábamos aterrados cual hobbits huyendo de los Espectros del Anillo. Ya desde el mismo anuncio de la serie, los productores se encargaron de anunciar su futura Tierra Media como una adaptación fiel y respetuosa con el Legendarium del Profesor. Se desvaneció toda esperanza en el momento en el que se anunció que la serie no poseía ni los derechos de El Silmarillion ni de Los Cuentos Inconclusos, aunque sí los de los Apéndices de El Señor de los Anillos, que, aunque cuentan a modo de resumen los acontecimientos previos y presentes de la Segunda Edad del Sol, tiempo en el que se desarrolla la serie, dejan atrás muchísimos eventos. Quizás pecamos de exceso de expectativas, pero creemos que estaba justificado tras aquella primera imagen de Valinor con los árboles de Yavanna iluminando desde el horizonte. Sabíamos que teníamos que afrontar Los Anillos de Poder con otra perspectiva, pero, aun así, no es fácil dejar de lado todos los conocimientos adquiridos tras tantas relecturas de las obras de Tolkien.
Por fin llegamos al cine y nos dirigimos raudos a la sala 1, donde un puesto avanzando nos esperaba con un inesperada pero grata sorpresa de bienvenida que haría las delicias de cualquier hobbit: palomitas y bebidas para acompañar la velada. Una vez dentro, y tras localizar nuestros asientos, aprovechamos para saludar a algunos compañeros de la STE y otros tolkiendilis que, como nosotros, esperaban el inicio del pase con impaciencia. De repente, las luces se fueron atenuando, dando comienzo al inicio de la proyección…
Todo empezó con el prólogo de Valinor, donde vimos a una niña Galadriel siendo consolada por su hermano Finrod. Una escena bastante emotiva que da paso a introducirnos en la historia de la Edad de los Árboles: Hablaron sobre Morgoth y Sauron, el juramento y posterior viaje de los elfos a la Tierra Media y la gran batalla que allí tuvo lugar. Fue impresionante, de veras que lo fue, y tenemos que admitir que estábamos realmente emocionados con lo que estábamos viendo, pero finalmente eso se acabó. Cuando entramos en la historia de Galadriel buscando a Sauron por el lejano Forodwaith, fuimos devueltos a la realidad, como por un mazazo del propio Sauron, y el resto del primer capítulo fue una amalgama de emociones y una lucha interna con cada nueva incoherencia respecto a los libros.
Seguíamos aún con Galadriel cuando mentalmente volvimos al prólogo y empezamos a echar en falta los derechos de El Silmarillon, como la ausencia de tantísimos personajes y acontecimientos importantes como los Valar (aunque harían un guiño a Aulë más adelante), las disputas de Fëanor con su hermano Fingolfin, la Matanza de Alqualondë, El Grito de Morgoth frente a Ungoliant y el viaje por el Helcaraxë. Se nos hizo rara la unión de todas las batallas de Beleriand en una sola, con grandes ausentes como Ancalagon el Negro, Glaurung o los Balrogs (aunque quizás nos pareció verlos de fondo). Y hablando de Beleriand, pusieron hasta un mapa erróneo que no se correspondía con el de la época, imaginamos que por falta de derechos.
Nos chocó mucho la relación de Gil-galad con Galadriel, a quien trata como a una soldado más, olvidando su nobleza y linaje, no dándole el respeto que merece su propia tía, hija de Finarfin y nieta de Finwë. Además, pese a ser el Rey, se le dan excesivos poderes a Gil-galad, como poder elegir quien tiene el honor de volver a Valinor, politizando de alguna manera ese derecho de los elfos de volver a las Tierras Imperecederas.
Hacía el final del primer capítulo, con las tramas originales de los hobbits (pelosos) encontrando al «Hombre del Meteorito» y de Arondir, guardián de las tierras del sur, empezamos a dejarnos llevar por la escenografía y su increíble banda sonora (que nos pareció de diez) y fuimos poco a poco sumergiéndonos y disfrutando de las diferentes historias abiertas en la narrativa. Y esto hay que aplaudirlo; audiovisualmente no tuvimos ni la más mínima queja y, en nuestra opinión, estamos ante una de las mejores series de fantasía que se han hecho para televisión (pese a estar en un cine en esos momentos) junto a Juego de Tronos y La Casa del Dragón.
En el segundo capítulo nos conquistaron Durin y su pueblo, y disfrutamos de las maravillas de Khazad‐dûm (Moria). Eso sí, parece que los papeles de Elrond y Celebrimbor estén intercambiados en relación a su amistad con los enanos y echamos muy en falta al personaje de Narvi, quien junto a Celebrimbor, construyen la puerta Oeste del reino enano.
También profundizamos en la trama de Arondir y vimos con gran interés como el mal poco a poco va despertando en las tierras del sur. Personajes como Bronwyn, la sanadora del pueblo, quien caza al primer orco de la serie, o Theo y Halbrand, quienes posiblemente tengan madera para convertirse en Nazgûl a futuro.
Al terminar salimos del cine con cierta incertidumbre sobre nuestra experiencia, pero pudimos tener una idea clara sobre los derroteros por donde apunta la serie. Si como puristas valoramos Los Anillos de Poder como una adaptación de los acontecimientos escritos por Tolkien, la serie suspende con creces. Esto es así y nos apena muchísimo que no se respete el canon, ya que aun dejando de lado las tramas inventadas, las ya conocidas están llenas de incoherencias y libertinajes, omitiendo muchísimos personajes importantes de La Segunda Edad. Quizás hubiera sido mejor contar una historia diferente de la que sí tuvieran derechos…
No obstante, si en cambio conseguimos olvidarnos de los libros y tratamos la serie, como un «universo paralelo con una base común», que es la Tierra Media, pero con rumbos totalmente diferentes al más puro Multiverso Marvel, esta otra historia «nunca contada por Tolkien» puede ser disfrutable e incluso interesante y, como mínimo, la vamos a poder disfrutar en el apartado audiovisual donde más sobresale ya que se nota que está creada para gustar a las grandes masas. En resumen, decepcionados, por un lado, pero a la vez curiosos y con ganas de más.
Esta sería pues nuestra experiencia con los Anillos de Poder, esperamos con ansias ver como continúa. Por último, agradecer a El Anillo Único la oportunidad de asistir a este pase especial (gracias majos) y a Amazon por organizarlo.
Sin más, que disfrutéis muchísimo la serie. Namárië.»
Este artículo ha sido escrito por el Equipo de «El Grito de Morgoth«.
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