¿Queréis conocer qué pasó el 6 de octubre en la Tierra Media de J.R.R. Tolkien? Podéis hacerlo a continuación.

Continuamos con nuestra sección ‘Hoy en la Tierra Media’ con una jornada en la que un grupo de viajeros llegó a las ruinas de una antigua atalaya situada en una posición estratégica clave donde recordaron historias de los Días Antiguos, y que por la noche fueron atacados por los sirvientes del Enemigo, en la que un hobbit se resintió de una vieja herida, y en la que un jardinero regresó a su hogar. Para evitar posibles malentendidos y confusiones queremos insistir en que todas estas fechas se corresponden únicamente con el Calendario de la Comarca o con otros calendarios de la Tierra Media (como el Cómputo del Rey o el Cómputo de los Senescales) y no con el calendario gregoriano (ver nota), y que todas ellas proceden de ‘El Hobbit‘, ‘El Señor de los Anillos‘ (incluidos los Apéndices), los ‘Cuentos inconclusos‘ y los Manuscritos Marquette de J.R.R. Tolkien, y también de libros de estudiosos tolkiendili como el ‘Atlas de la Tierra Media‘ de Karen Wynn Fonstad, ‘El Señor de los Anillos: Guía de lectura‘ de Wayne G. Hammond y Christina Scull, y ‘The History of The Hobbit‘ de John D. Rateliff.

Y como es nuestra costumbre acompañamos estos sucesos con citas de los libros de Tolkien y con dibujos e ilustraciones de diversos artistas, aunque no en todos los casos somos capaces de encontrar imágenes que representen con total fidelidad lo escrito por el Profesor.

Esto fue lo que pasó en la Tierra Media el 6 de octubre, o el 6 de Crudo invierno.

 

Año 3018 de la Tercera Edad del Sol:

* Aragorn y los hobbits llegan a la Cima de los Vientos por la tarde, y Aragorn encuentra la señal que había dejado Gandalf.

* Por la noche, cinco de los Nazgûl atacan el campamento de los hobbits.

* Frodo cede a la tentación y se pone el Anillo por tercera vez.

* El Rey Brujo hiere a Frodo en el hombro.

* Aragorn consigue ahuyentar a los Nazgûl.

 

(Pinchad en las imágenes para verlas a mayor resolución)

(Trancos y los hobbits se acercan a la Cima de los Vientos, por el artista inglés Joe Gilronan)

“El sendero corría de tal modo que parecía ocultarse a las miradas de cualquiera que se encontrara en las cimas vecinas o en las llanuras del oeste. Se hundía en los valles y bordeaba las estribaciones escarpadas, y cuando cruzaba terrenos más llanos y descubiertos tenía a los lados hileras de peñascos y piedras cortadas que ocultaban a los viajeros casi como una cerca.

—Me pregunto quién habrá hecho esta senda, y para qué —dijo Merry, mientras marchaban por una de estas avenidas, bordeada de piedras de tamaño insólito, apretadas unas contra otras—. No estoy seguro de que me guste. Me recuerda demasiado la región de los túmulos. ¿Hay túmulos en la Cima de los Vientos?

—No. No hay túmulos en la Cima de los Vientos, ni en ninguna de estas alturas —dijo Trancos—. Los Hombres del Oeste no vivían aquí, aunque en sus últimos días defendieron un tiempo estas colinas contra el mal que venía de Angmar. Este camino abastecía los fuertes a lo largo de los muros. Pero mucho antes, en los primeros tiempos del Reino del Norte, edificaron una torre de observación en lo más alto de la Cima de los Vientos, y la llamaron Amon Sûl. Fue incendiada y demolida, y nada queda de ella excepto un círculo de piedras desparramadas, como una tosca corona en la cabeza de la vieja colina. Sin embargo, en un tiempo fue alta y hermosa. Se dice que Elendil subió allí a observar la llegada de Gil-galad que venía del Oeste, en los días de la Ultima Alianza.”

(El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 11: Un cuchillo en la oscuridad).

 

(Gil-galad, por la artista alemana Jenny Dolfen)

«—¿Quién era Gil-galad? —preguntó Merry, pero Trancos no respondió, como perdido en sus propios pensamientos.

De pronto una voz baja murmuró:

Gil-galad era un rey de los Elfos;

los trovadores lamentaban la suerte

del último reino libre y hermoso

entre las montañas y el océano.

 

La espada del rey era larga, y afilada la lanza,

y el casco brillante se veía de lejos;

y en el escudo de plata se reflejaban

los astros innumerables de los campos del cielo.

 

Pero hace mucho tiempo se alejó a caballo,

y nadie sabe dónde habita ahora;

la estrella de Gil-galad cayó en las tinieblas

de Mordor, el país de las sombras.

Los otros se volvieron, estupefactos, pues la voz era la de Sam.«

(El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 11: Un cuchillo en la oscuridad).

 

Cima de los Vientos, según Titus Lunter

(Cima de los Vientos, por el artista neerlandés Titus Lunter)

“En el flanco occidental de la Cima de los Vientos encontraron un hueco abrigado, y en el fondo una concavidad con laderas tapizadas de hierba. Dejaron allí a Pippin y Sam con el poney, los bultos y el equipaje. Los otros tres continuaron la marcha. Al cabo de media hora de trabajosa ascensión, Trancos alcanzó la cima; Frodo y Merry llegaron detrás agotados y sin aliento. La última pendiente había sido escarpada y rocosa.

Encontraron arriba, como había dicho Trancos, un amplio círculo de piedras trabajadas, desmoronadas ahora o cubiertas por un pasto secular. Pero en el centro había una pila de piedras rotas, ennegrecidas como por el fuego. Alrededor el pasto había sido quemado hasta las raíces, y en todo el interior del anillo las hierbas estaban chamuscadas y resecas, como si las llamas hubieran barrido la cima de la colina; pero no había señal de criaturas vivientes.”

(El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 11: Un cuchillo en la oscuridad).

 

(Gandalf se enfrenta a los Nazgûl en la Cima de los Vientos, por el artista británico Theodore Edward Matthews)

“—¿Qué podrían significar, aun en el caso de que las hubiera hecho Gandalf?

—Diría —respondió Trancos— que representan G3, e indican que Gandalf estuvo aquí el 3 de octubre, esto es hace tres días. Pueden indicar también que tenía prisa y que el peligro no estaba lejos, de modo que no pudo escribir algo más largo o más claro, o no se atrevió. Si es así, hay que estar alerta.

—Quisiera tener la certeza de que fue él quien dejó estas marcas, aunque no sepamos su significado —dijo Frodo—. Sería un alivio saber que está en camino, delante o detrás de nosotros.

—Quizá —dijo Trancos—. Para mí, estuvo aquí y en peligro. Ha habido un fuego que quemó las hierbas, y me viene ahora a la memoria la luz que vimos hace tres días en el cielo del este. Sospecho que atacaron a Gandalf en esta misma cima, pero no podría decir con qué resultado. Ya no está aquí, y ahora tenemos que ocuparnos de nosotros mismos y encaminarnos a Rivendel del mejor modo posible.”

(El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 11: Un cuchillo en la oscuridad).

 

(Beren encuentra a Lúthien, por la artista rusa Helen Kei)

«—Sólo sé lo poco que me contó Gandalf —dijo Frodo lentamente—. Gil-galad fue el último de los grandes Reyes Elfos de la Tierra Media. Gil-galad significa Luz de las Estrellas en la lengua de los Elfos. junto con Elendil, el amigo de los Elfos, se encaminó al país de…

—¡No! —dijo Trancos interrumpiendo—. No creo que la historia haya de ser contada ahora, con los sirvientes del Enemigo a mano. Si alcanzamos a llegar a la casa de Elrond, podréis oírla allí, del principio hasta el fin.

—Entonces cuéntanos alguna otra historia de los viejos días —suplicó Sam—, una historia de los Elfos antes de la declinación. Me gustaría tanto oír más de los Elfos; parece que la oscuridad se cerrara sobre nosotros desde todos lados.

—Os contaré la historia de Tinúviel —dijo Trancos—. Resumida, pues es un cuento largo del que no se conoce el fin; y no hay nadie en estos días excepto Elrond que lo recuerde tal como lo contaban antaño. Es una historia hermosa, aunque triste, como todas las historias de la Tierra Media, y sin embargo quizá alivie vuestros corazones.»

(El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 11: Un cuchillo en la oscuridad).

 

(Los Nazgûl en la Cima de los Vientos, por el artista estadounidense Mark Kelso)

«—¡Acercaos todos al fuego, con las caras hacia afuera! —gritó Trancos—. ¡Tened listos los palos más largos!

Durante un tiempo en que apenas se atrevían a respirar estuvieron allí, alertas y en silencio, de espaldas a la hoguera, mirando las sombras que los rodeaban. Nada ocurrió. No había ningún ruido ni ningún movimiento en la noche. Frodo cambió de posición; tenía que romper el silencio, y gritar.

—¡Calla! —murmuró Trancos.

—¿Qué es eso? —jadeó Pippin al mismo tiempo.

Sobre el borde de la pequeña cañada, del lado opuesto a la colina, sintieron, más que vieron, que se alzaba una sombra, una sombra o más. Miraron con atención y les pareció que las sombras crecían. Pronto no hubo ninguna duda: tres o cuatro figuras altas estaban allí, de pie en la pendiente, mirándolos. Tan negras eran que parecían agujeros negros en la sombra oscura que los circundaba. Frodo creyó oír un débil siseo, como un aliento venenoso, y sintió que se le helaban los huesos. En seguida las sombras avanzaron lentamente.”

(El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 11: Un cuchillo en la oscuridad).

 

(Un cuchillo en la oscuridad, por el artista canadiense John Howe)

«Cerró los ojos y luchó un rato y al fin la resistencia se hizo insoportable, y tiró lentamente de la cadena y se deslizó el Anillo en el índice de la mano izquierda.

Inmediatamente, aunque todo lo demás continuó como antes, indistinto y sombrío, las sombras se hicieron terriblemente nítidas. Podía verlas ahora bajo las negras envolturas. Eran cinco figuras altas: dos de pie al borde de la concavidad, tres avanzando. En las caras blancas ardían unos ojos penetrantes y despiadados; bajo los mantos llevaban unas vestiduras largas y grises; yelmos de plata cubrían las cabelleras canosas, y las manos macilentas sostenían espadas de acero. Los ojos cayeron sobre Frodo y lo traspasaron, las figuras se precipitaron hacia él. Desesperado, Frodo sacó la espada, y le pareció que emitía una luz roja y vacilante, como un tizón encendido. Dos de las figuras se detuvieron. La tercera era más alta que las otras; tenía una cabellera brillante y larga, y sobre el yelmo llevaba una corona. En una mano sostenía una espada, y en la otra un cuchillo, y tanto el cuchillo como la mano resplandecían con una pálida luz. La forma acometió, echándose sobre Frodo.”

(El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 11: Un cuchillo en la oscuridad).

 

(Aragorn en la Cima de los Vientos, por el artista argentino Sebastian Giacobino)

“En ese momento Frodo se arrojó al suelo y se oyó gritar en voz alta: ‘¡O Elbereth! ¡Gilthoniel!’ Al mismo tiempo lanzó un golpe contra los pies del enemigo. Un grito agudo se elevó en la noche; y Frodo sintió un dolor, como si un dardo de hielo envenenado le hubiese traspasado el hombro izquierdo. En el mismo instante en que perdía el conocimiento, y como a través de un torbellino de niebla, alcanzó a ver a Trancos que salía saltando de la oscuridad, esgrimiendo un tizón ardiente en cada mano. Haciendo un último esfuerzo, Frodo dejó caer su espada, se sacó el Anillo del dedo y lo apretó en la mano derecha.”

(El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 11: Un cuchillo en la oscuridad).

 

Año 3019 de la Tercera Edad del Sol:

* Gandalf y los hobbits cruzan el Vado del Bruinen. Frodo vuelve a sentirse dolorido al cumplirse un año de la herida provocada por el Rey Brujo.

 

El Hermoso Valle de Rivendel, según Jef Murray

(El Hermoso Valle de Rivendel, por el artista estadounidense Jef Murray)

“En el Vado del Bruinen se había detenido como si temiera aventurarse a cruzar el agua, y sus compañeros notaron que por momentos parecía no verlos, ni a ellos ni al mundo de alrededor. Todo aquel día había estado silencioso. Era el seis de octubre.

—¿Te duele algo, Frodo? —le preguntó en voz baja Gandalf que cabalgaba junto a él.

—Bueno, sí —dijo Frodo—. Es el hombro. Me duele la herida, y me pesa el recuerdo de la oscuridad. Hoy se cumple un año.

—¡Ay! —dijo Gandalf—. Ciertas heridas nunca curan del todo.

—Temo que la mía sea una de ellas —dijo Frodo—. No hay un verdadero regreso. Aunque vuelva a la Comarca, no me parecerá la misma; porque yo no seré el mismo. Llevo en mí la herida de un puñal, la de un aguijón y la de unos dientes; y la de una larga y pesada carga. ¿Dónde encontraré reposo?

Gandalf no respondió.”

(El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 7: Rumbo a casa).

 

Año 3020 de la Tercera Edad del Sol:

* Frodo cae enfermo al cumplirse dos años de la herida causada por el Rey Brujo.

 

Frodo en Bolson Cerradoo, según AnotherStranger-me

(Frodo en Bolson Cerradoo, por una artista rusa conocida como AnotherStranger-me)

“Una noche Sam entró en el estudio y encontró a su amo muy extraño. Estaba palidísimo, con la mirada como perdida en cosas muy lejanas.

—¿Qué le pasa, señor Frodo? —dijo Sam.

—Estoy herido —respondió él—, herido; nunca curaré del todo.

Pero luego se levantó, y pareció que el malestar había desaparecido, y al otro día era de nuevo el Frodo de siempre. Sólo más tarde Sam reparó en la fecha: seis de octubre. Dos años antes, ese mismo día, se había hecho la oscuridad en la hondonada de la Cima de los Vientos.”

(El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 9: Los Puertos Grises).

 

Año 3021 de la Tercera Edad del Sol:

* Sam regresa a Hobbiton.

 

Sam y Rosita, según Ted Nasmith

(Sam y Rosita en Hobbiton, por el artista canadiense Ted Nasmith)

“Pero Sam tomó el camino de Delagua, y así volvió a casa por la Colina, cuando una vez más caía la tarde. Y llegó, y adentro ardía una luz amarilla; y la cena estaba pronta, y lo esperaban. Y Rosa lo recibió, y lo instaló en su sillón, y le sentó a la pequeña Elanor en las rodillas.

Sam respiró profundamente. —Bueno, estoy de vuelta —dijo.“

(El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 9: Los Puertos Grises).

 

(*) Nota importante: Aunque el Calendario de la Comarca no coincide con el calendario Gregoriano (hay una diferencia de 10 u 11 días entre uno y otro dependiendo del día en el que se celebre el solsticio de verano), hemos decidido publicar los acontecimientos según su fecha original y no adaptar las fechas a nuestro calendario (de hacerlo, el 25 de marzo del Calendario de la Comarca sería nuestro 14 ó 15 de marzo). Nos parece lo más lógico no solo para evitar confusiones sino para mantener la coherencia con el hecho de celebrar el Día Internacional de Leer a Tolkien el 25 de marzo (fecha en la que se derrotó a Sauron) y el Día Hobbit el 22 de septiembre (fecha de los cumpleaños de Bilbo y Frodo).

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