Tundra nacio en un antiguo templo que se esconde en una garganta brumosa en las montañas nubladas. Las sacerdotizas de este templo eran fieles servidoras de Yavanna y se encargaban del cuidado de la tierra y sus brotes. Sin embargo cuando Tundra rondaba la adolescencia el templo fue atacado por una enorme orda de orcos y las sacerdotizas fueron tomadas como esclavas o muertas. Tundra que pasaba mucho tiempo explorando lejanos parajes, se hallaba lejos en el momento del ataque y al volver y enterarse de lo ocurrido, entró en una gran oscuridad de angustia que la mantuvo vagando entre las montañas sin rumbo por mucho tiempo. Al fin despues de mucho andar llegó al bosque de lorien, donde fue atendida por por los elfos grises que le proporcionaron una felíz recuperación. Con ellos estubo durante un tiempo hasta que se sintio restablecida y decidió partir en busca de su destino perdido. Así empezó su larga travesía por la tierra media, dedicada a caminar de poblado en poblado, llevando a las gentes sus canciones e historias y curando heridos y enfermos con los conocimientos adquiridos en el templo de yavanna.