Perfil Básico

Nombre

Thauld

Fecha de nacimiento:

1900-11-19

Ficha de Personaje

Nombre del Personaje

Gwaith-hîm

Raza

Naugrim

Lugar de la Tierra Media

Khazâd-gwaith

Descripción del Personaje

Largas y cobrizas son sus melenas y su barba, aunque los años a despejado la parte alta de su cabeza. Thauld mide dos metros largos y es extremadamente formino. Su mirada dorada es encendida como el fuego, llama de una venganza aún por terminar.

Historia del Personaje

Muchas leyendas que se divulgan a lo largo de Arda nacieron en la primera edad del mundo, cuando este era aún joven y sobre él se forjaban los hechos que marcarían su futuro. Esta es la historia que narra los sucesos que acontecieron en la morada enana de Khazâd-gwaith y como sus consecuencias llegaron a influir en los designios del destino. Al llegar al trono Quiim, gracias al cumplimiento del sucio trabajo que le había designado a su ahijado Gîlloth y que había terminado con la trágica muerte del antiguo monarca a manos de éste, designó a su ahijado un último trabajo, recuperar para su corona las legendarias minas situadas en el bosque de Lomenor. Acompañado por sus hermanos Dwaöf y Thauld, Gîlloth emprendió el viaje con una gran compañía formada por los mejores guerreros del reino.

Tras recorrer los bosques que separaban a la compañía de su objetivo con los únicos obstáculos que provocaban los ataques de enormes arañas, Gîlloth, Thauld y Dwaöf llegaron a las montañas. Tras inspeccionar las cavernas no encontraron tal número de riquezas, pero cierto era que bajo aquella montaña brotaba el más bello metal que ninguno de los tres había contemplado jamás; semejante a la plata su brillo iluminaba las galerías en lo más profundo de la montaña, un brillo casi vivo que deslumbraba las mentes de la compañía enana. Eufóricos los enanos comenzaron a construir un pequeño asentamiento a las afueras de las minas mientras que descargaban allí la mayor parte de los víveres de los carros para poder trasportar en ellos el producto de una pequeña extracción. Hubieron partido los carros, los trabajos en la construcción prosiguieron hasta el noveno día, cuando el bosque despertó de su letargo y los enanos se toparon con una amenaza que jamás se hubieran podido esperar, el bosque se había alzado y arremetía con sus nudosas ramas las construcciones enanas y a los propios enanos. Atemorizados huyeron hacia las profundidades de la montaña mientras cortaban centenares de gruesas ramas en su retirada. Muchas habían sido las bajas y muchos más eran los heridos, pero muy lejos estaban los enanos de darse por vencidos, pues eran aún un extenso número, y bajo la montaña los tres capitanes comenzaron a trazar los planes.

Con la llegada del nuevo día los enanos al ver el bosque de nuevo en calma prosiguió con los trabajos. Tan solo pasaron unas cuantas horas cuando el bosque volvió a arremeter contra sus invasores, sin embargo esta vez los enanos estaban preparados, habían esperado ese momento durante todo el día. Los ents cayeron presas de las trampas de fuego que los enanos habían preparado mientras que intentaban alcanzar las fortificaciones enanas. Aquellos enanos que tras el derrumbe de su refugio quedaban expuesto al enfrentamiento directo se lanzaban en una batalla suicida contra los guardianes del bosque. Pronto centenares de enanos luchaban cuerpo a cuerpo contra los ents blandiendo sus ridículas hachas.

Horas largas pasaron de dura batalla, cuando todo acabo el campo de batalla presentaba un lamentable escenario. Los cuerpos de vida de enanos y ents se distribuían a lo largo y ancho, solo entre los cadáveres tres cuerpos habían conseguido salvar la vida, los tres hermanos enanos. Desconsolados por las perdidas saciaron su sed y cansancio en un estanque cercano. Cuando a la mañana siguiente despertaron sus cuerpos habían crecido considerablemente, sorprendidos por aquel hecho creyeron encontrar en aquellas aguas la causa de dicha transformación.

Muchos días pasaron hasta que se restablecieron las comunicaciones con el reino de Khazâd-gwaith y las carretas cargadas de mineros para explotar la mina llegaron a las montañas. Junto a un gran cargamento del precioso metal los tres hermanos llegaron bajo la mirada de expectación que sus enormes cuerpos causaban entre lo suyos. Cada uno de los hermanos media mas de dos metros, cada uno de los cuales estaba recubiertos por espesa musculatura.

Al llegar a casa los tres hermanos pidieron audiencia con el rey y exigieron el gobierno de una de las tres ciudades del reino para cada uno de los hermanos por haberlos engañado. El astuto rey accedió pero antes de que los tres hermanos se marcharan habló – creo que no os doy todo lo que os debo y también os ofreceré el martillo de Myor -. Los tres hermanos contemplaron con creciente avaricia la inmensa belleza de aquel enorme martillo de guerra. Fue por ello que cuando el rey enano dispuso que uno de los hermanos guardara tal regalo, los hermanos se pelearon hasta que solo uno de ellos, Thauld, quedó en pie. Al ver que su plan había funcionado el astuto rey llamo a la guardia, pero Thauld envuelto en la ira atacó al rey, acabando con él y arrebatándole de sus moribundos manos el gran martillo. Con la guardia tras él, Thauld recorrió las salas del reino enano hasta que por una de sus cavernas consiguió escapar. Atrás quedaba lo que una vez había sido su hogar y con las manos aún empapadas por la sangre de sus hermanos contemplo aquel maravilloso martillo. Avergonzado por sus actos y por los de su codicioso pueblo, juro venganza contra los suyos.