Siendo su madre una princesa elfa (y oscura) y su padre un mago, Ninde recibió desde siempre una educación basada en los saberes que cualquier elfa medio maga debe conocer y dominar. En esta educación se incluyeron, como no, las habilidades propios de una guerrera. Sin embargo, cuando terminó su primera educación, Ninde se percató de que ella era una elfa pacifista, incapaz de matar a nadie ni a nada (incluidos los orcos!). Por ello, se apartó de su pueblo y familia a los que tanto amaba, porque no quería que la viesen como la oveja negra. Desde entonces vaga sin rumbo fijo por los bosques de la Tierra Media, esperando haber si algún día reina la paz en el mundo que ella conoce.