Perfil Básico

Nombre

narmorne

Fecha de nacimiento:

1900-11-22

Ficha de Personaje

Nombre del Personaje

vuelo rapido

Raza

elfo-vampiro-nigromante

Lugar de la Tierra Media

bosque negro

Descripción del Personaje

De una edad de 328 años, alto y con el pelo grisaceo ideal para camuflarse entre las sombras, su mirada es azul metalico cuando se enfada, tiene unas poderosas alas de 2 metros de envergadura cada una que las recoge envolviendo su cuerpo, no lleva armadura y solo porta unos pantalones con un cinturon de donde cuelga una vaina para envainar su espada nirdeileth, una cimitarra poderosa de mithril encontrada en lugares sin nombre en los muchos viajes que hizo y que ahora no recuerda, su mano diestra y las extrañas tecnicas de combate que no sabe de donde aprendio le hace un enemigo letal y agilmente temible, a veces porta un arco y en su carcaj porta flechas con venenos que el mismo confecciona pero no para matar sino para inmovilizar

Historia del Personaje

Era una noche hermosa, las estrellas alumbraban como pequeñas lamparas radiantes de calor y de luz, la luna se alzaba esbelta entre el manto de estrellas que le rodeaba, mi corazón estaba sumido en la paz y tranquilidad del reino de Lothlórien, de repente escuché un canto, un canto de una bella elfa, era un canto hermoso, mis pensamientos se trasladaron a la época de los árboles cuando estos se alzaban impetuosos en el horizonete y alumbraban todos los rincones de Valinor.
Empecé a buscar ese hermoso canto, más sonaba por todas partes y era imposible averiguar de donde venía, durante muchas noches en el mismo lugar y a la misma hora sonaba ese canto y yo siempre estaba alli para escucharlo y nunca descubría quien se ocultaba detrás de esa hermosa voz.
Llegó una noche en que entre las sombras de los mallorns vi una luz, una luz que hemergía de un cuerpo radiante, esbelto y noble, me acerqué y cual fué mi sorpresa que empezó a cantar y esa voz era la misma que durante largas noches me quedaba anonadado escuchándola, nos cruzamos las miradas y antes siquiera de haber pronunciado una palabra, nos besamos, nos fundimos en un beso cálido y lleno de amor, amor del bueno, de ese en que se queda un lazo para siempre y nuestros pensamientos se vuelven en uno, en ese momento percibí una gran tristeza en su cuerpo y noté como mis pensamientos fluían por su sangre y como los suyos por la mía. Durante largas noches paseábamos bajo la luz de las estrellas y la contemplaba maravillado y escuchaba su hermosa voz que me cantaba para mí, pero mi sino no era quedarme en lórien y contemplarla, los dos sabíamos que tenía que partir, tenía que partir hacia la guerra, Dol guldur estaba muy próxima y la guerra del anillo se acercaba, el gran golpe estaba a punto de llegar y nuestros corazones se separarían durante un tiempo.
La última noche llegó y ella me cantó una canción de despedida:

Las olas hoy ya no suenan igual,
La briza marina ya no canta más,
Tus ilusiones te hicieron soñar,
Con el amor de un humano mortal,
En alta mar tu amor se enriquecio,
Con las galomas de aquel pescador
Llena sus redes, demuestras pasión,
Pero su rumbo se despanecio,
Su faena termino, y al puerto deslumbro,
Ni los prejuicios ni razon, solo llantos y dolor.
Sientes que no… puedes gritar,
Caen de tus ojos lagrimas de sal,
Un desinteres que enteraras,
Con tus recuerdos, en el fondo del mar.
Vuelves mar adentro, solo hay soledad,
Ni algas ni corales te pueden consolar,
Cuantas tus penas a una estrella de mar,
Poder caminar seria tu libertad,
La marea te arrastro y tu eterno amor se hundió,
Y un caballito de mar te consuela sin cesar…
Sientes que no… puedes gritar,
Caen de tus ojos lagrimas de sal,
Un desinteres que enteraras,
Con tus recuerdos, en el fondo del mar.
Sientes que no… puedes gritar,
Caen de tus ojos lagrimas de sal,
Un desinteres que enteraras,
Con tus recuerdos, en el fondo del mar.

Tras la canción la abrazé y la besé, cogiéndome de las manos, me habló:

-Tu eres mi vida, si tu mueres mi vida en este mundo también morirá, mas no puedo hacer nada en el campo de batallla, pero si puedo protegerte, acepta mi luz, te entrego lo más preciado en mi vida, te entrego mi joya ilma cale, en ella está la luz de las estrellas, con ella te entrego mi corazón, te protegerá y te sanará aquellas heridas profundas y envenedadas- se quitó la joya de su cuello y me la puso en mis manos.
-Miro en tus ojos y veo temor, miedo por la muerte de tu amado, en estos momentos voy a hacer una promesa, mi vida te pertenece igual que mi corazón, más ningun arma ni ningún ser viviente me matará mientras tu vivas, siempre permaneceré cerca tuya y nunca te dejaré, mi cuerpo va a la batalla pero mi corazón se queda aquií, junto a ti- la cogi de las manos y recogi la ilma cale, me la colgué y la noche mas triste de mi vida asi acabó, marchándome hacia las fronteras para luchar y con la imagen de mi amada llorando en el horizonte con la luz de las estrellas como fondo.

La lucha fue larga y muchas vidas se perdieron, más gracias a la joya que mi amada me dio pude salvar mi vida, volví en un día oscuro y triste, ese día no era motivo de alegría los pocos elfos que quedaban habían muerto en la sangrienta batalla y la mayoría de los que sobrevivieron decidieron irse hacia as tierras imperecederas, a atravesar el mar, yo no sería uno de ellos, mi lugar estaba en la tierra media luchando contra las fuerzas del mar, se lo intenté explicar a Cale, mi dulce amada, ella no era diestra con la espada ni con el arco pero tenía poderes de curación y del agua, juntos combatiríamos contra los orcos, pero éramos muy pocos, solo dos no podían cambiar el mundo pero si ayudar a cambiarlo de una forma indirecta.

Nos casamos en una linda mañana de primavera cerca de Caras Galadon, la ceremonia fue privada y muy poca gente vino, solamente aquellos seres queridos que sobrevivieron a la batalla y que todavía no se habían marchado, tras el combite decidimos marcharnos lejos y dejar este lugar que estaba destinado a apagarse, más tendríamos que ir a un sitio cerca de las huestes del mal. Partimos sin rumbo y solo con un mapa de la parte sur de la tierra media, en principio nos dirigiríamos hacia el sur, siguiendo la margen del anduin.

Una noche al lado de la hoguera miré el mapa y calculando y pensando mucho coincidimos en que ithilien sería el mejor lugar donde pasar el resto de nuestra vida, era un lugar tranquilo y el que estaba mas cerca de los orcos y sureños, era un enclave ideal, donde podíamos pasar desapercibidos a la vista del hombre y el que más se asemejaba a nuestro antiguo hogar.

Construímos una pequeña casa en ithilien y la utilizamos como almacen de provisiones, tambien para dormir despues de los largos días de viaje y lucha. Conbatimos en el sur, en el norte, en el este y el oeste, fuímos conocidos como el ilma y el morne, la luz y la oscuridad, yo atacaba desde la oscuridad mientras que calelos sorprendía con poderosos ehchizos de fuego y de luz.
Desde aquel día y hasta entonces nuestras vidas han servido para luchar y para intentar acabar con el mal que siempre estará presente pero que ya no perjudica a los inocentes.

FIN