Historia del Personaje |
Smaug destruia la ciudad del lago, pero ignoro una estrella que comenzo a brillar en el cielo, Elenmir Heleaina, prediciendo lo que iba a suceder. El dragón se precipito hacia Bardo y su arco chasqueó, la estrella brillo mas intensamente y la flecha negra se perdió en el pecho del dragón. Solo los eldar mas viejos conocen la historia de esta estrella:
Elenmir es un elfo que nació en Valinor. Pertenecía la familia de los Noldor, y tuvo el honor de recibir las enseñanzas de los Valar y los Maiar. Pero de la persona que mas aprendió Elenmir fue de Galadriel, fue la persona mas cercana que tuvo y la que mejor lo comprendía, le tenia una gran admiración y la amaba como a una madre. Elenmir era mucho mas joven que ella. Y Galadriel veía en la luz de sus ojos una gran bondad y ternura, por eso decidió instruirlo por los caminos de la luz, ya que Elenmir era muy inocente pero de carácter fuerte, y gracias a ella Elenmir no cometió el error de los Noldor en la matanza de sus hermanos. Cuando Galadriel marcho hacia la Tierra Media, Elenmir se fue con ella porque había escuchado sobré ese lugar y quería conocerlo. Siempre estaba donde vivía Galadriel, y tuvo muchas batallas en Beleriand y Doriath, sobre todo. Cuando vivió en Doriath creo una espada, Featarya, era larga y brillante, con una hoja de un metal hermoso y desconocido, era capaz de atrvesar un arbol, y tenia runas elficas gravadas que se iluminaban cuando habia enemigos cerca, pero su luz no era enceguesedora, pero muy hermosa, su vaina tambien tenia esas iscripciones, era una vaina mágica, la espada que se guarda en esa vaina jamás estará sucia ni desafilada. También creó un arco, Rilcúceleb, era grande y muy libiano, tenia una gran alcanse y su tanza, era un hermoso hilo de plata. En la Tercera Edad de Sol vivió en el reino de Lórien. Pero por mas que amaba ese bosque, no le gustaba el encierro, por eso decidió explorar toda la Tierra Media. Se despidió de Gladriel y ella le dijo:
-Encontraras muchas aventuras y demasiados peligros, que podrian llevarte a tu fin, pero encontraras muchas victorisa y grandes aliados, van a ser los aliados mas inesperados por lo que tu daras tu vida. Y tendrás que ser humilde porque tus hazañas llegarán mucho más alla de tu vida, pero muy pocos te recordarán y sabrán lo que has hecho por ellos. Pero yo siempre te recordare y te querre como siempre lo he hecho, por eso quiero darte este presente, -saca de sus manos una hermosa joya de cristal- Gondlín, joya sagrada de los Ainur, tambien conocida como Estrella de Cristal, para que te guie en los senderos oscuros. Por eso, ahora a ti Elenmir, te llamo Heleaina, el guerrero de la Luz. Y puedes volver cuando se te plazca, aqui siempre te resiviremos con los brazos abiertos.
Y asi Elenmir se despidió de su Dama, quien le regaló una hermosa capa de terciopelo tejido por ella, y él se llevó en el corazon la última vista de esos hermosos árboles que tanto amaba.
Elenmir era como un espíritu recorriendo los campos, los valles y montañas, ya que siempre iva invisible para los ojos de los demás. Muy pocas veces se mostraba, pero cuando encontraba un grupo de orcos sin dudar se hacia ver y transmitia una gran luminosidad con ayuda de Gondlín que aturdia a los orcos y les impedia atacarlo, y el con su espada Featarya atacaba con total ferosidad. Por lo general, ningún orco sobrevivia, ya que con su exelente arco y su gran punteria nadie podia escapar de él.
Pero Elenmir no le interesaba cazar orcos. Lo que más le importaba eran los animales y las plantas. Podia comunicarse con ellos y se ayudaban mutuamente. Elenmir formo a ser parte de su familia (algo que no cualquiera puede, inclusive los elfos) y se alimentaba de raices y frutos.
Elenmir cuidaba a las plantas y animales, y estos a su vez lo advertian del peligro. Aunque, gracias a la piedra que le regalo Galadriel, sus armas, su poder y sabiduria, era como un fantasma invensible para los orcos.
Sin embargo una noche, corrió un gran peligro. El venia corriendo hasta que encontró un campamento orco, eran demasiados, y tambien traian a un troll. Sin embargo algo desperto la furia de Elenmir, los orcos estaban cazando animales y talaban arboles, fue tanto el enojo de Elenmir hasta tal punto en el que Gondlín brilló mas fuerte que nunca, el color de su luz cambiaba constantemente, pero todos esos colores eran fuertes e intensos. Sin embargo, su luz no llego a todos los orcos y comenzaron a atacarlos con flechas. Elenmir pudo resistir todos los ataques y con Rilcúceleb atacaba a los que no les afectaban la luz. pero al poco tiempo se quedo sin flechas y comenzo a tacar con Featarya, pero no pudo seguir mucho tiempo de esa forma. Busco respuesta, se metio en lo mas profundo de su corazón, la luna llena se estaba asomando, entonces Elenmir le habló a Tilion, guardian Maia de la luna.
-¡Oh, Tilion!, necesito tu ayuda, no puedo contra todos estos orcos, no puedes atacarlos desde arriba para ayudarme.
y una voz interior le respondio
-¡No!, estoy demasiado lejos para tener un ataque preciso.
En ese momento Elenmir perdió sus esperanzas. Pero Tilion volvio a decir.
-Pero puedo prestarte mi arco…
En ese momento Rilcúceleb se hizo de plata, y tenia flechas, infinitas flechas de plata. La luna brillo tan intensa que llamó la atencion de los orcos, entoces de esta forma Elenmir mató con facilidad al Troll y a muchos orcos, la mayoria escaparon, porque tanto la luna como Gondlín comenzaron a brillar cada vez mas, y asi Elenmir salió victorioso.
Pero esta no fue la mejor hazaña. Una noche venia caminando por el norte, encontró un pequeño castillo destuido, era muy viejo. Elenmir entró, sintio una prensencia maligna, cuando vio el castillo por dentro estaba todo quemado y mal tratado, y entonces comprendió, en este castillo habitaba un dragón, y salio del castillo apresuradamente. El dragón despertó y percibió a Elenmir, hace mucho que no tenia una aventura y fue en busqueda del intruso. El dragón se interpuso en el camino de Elenmir, no lo podia ver, pero recordemos que los dragones tienen un muy buen olfato.
-¿Que tenemos aquí? -dijo el dragón- un pequenio ladron en mi castillo. ¡Muestrate cobarde!
Elenmir se mostro, levanto la mirada con orgullo y sin temor, sin importarle la diferencia del tamaño.
-Pero si solo eres un insecto -dijo el dagón, y comenzo a mirar fijamente en sus ojos para hipnotizarlo.
-Eres poderoso y sabio dragón -respondio Elenmir- pero mi mente es mas poderosa que la tuya, y del mismo modo Elenmir comenzo a mirarlo a los ojos.
El dargón vió que prendian fuegos en los ojos de Elenmir, y asustado se hecho para atras. Entonces comprendio que le habian hecho una pequela ilusión. El dragón furioso se arrebato hacia su contrincante. Elenmir le disparo con su arco pero las flechas se quebraban al golpear a dragón, entonces veloz se escabullo por debajo del dragón, pero esto lo golpeo con su cola haciendo volar a una gran distancia.
-Jajaja! -se burlo el dragón- tus flechas jamas podran lastimarme.
Elenmir se levanta dolorido, miro al cielo y dijo unas palabras en elfico. El dragón al no comprender lo que decia se desespero y volvio a arrebatarlo. En ese momento la luna Llena comenzó a brillar intensamente, Ricúlceleb volvió a transformarce en plata al igual que sus flechas, y comenzo a atacar al dragón. El dragón recibio furtes daños en el cuello y el pecho, las heridas no solo le dolian sino que tambien le ardian, pero esto no fue suficiente para detenerlo. Elenmir lo ataco en las patas y el dragon callo de dolor, y fue cuando aprovecho para atcarlo, desenbaino a Featarya y le undió la hoja en el entrecejo, y el dragón rigió tan fuertemente que se escucho a varios quilometros, y asi murió.
Elenmir entró al castillo y la atmosfera estaba contaminada. Se quedo algun tiempo para purificar el castillo y en pocos dias la tierra vilvió a dar frutos. Elenmir encontró el tesoro del dragón, tomo parte de ese tesoro y comenzo a explorar el lugar. A pocos quilometros encontro un pequeño pueblo de hombres, eran todos pobres y sus recursos eran excasos, vivian atemorisados por el dragón pero no tenian las suficientes recerbas como para mudarse a otro lugar. Elenmir se presento ante ellos, todo el pueblo quedaron sorpendidos y fasinados.
-Yo soy Heleaina, hace pocos dias he matado al dragón del castillo abandonado y aqui hay parte de su tesoro. la mayor parte esta dentro del castillo ya esta purificado del mal del dragón y puede volver a ser reconstruido y habitado.
Los hombres quedaron muy complacidos con el elfo y quicieron regalarle una gran parte del tesoro, pero Elenmir no acepto ya que las joyas y el oro no le llamaban la atención. La unica joya que tenia importancia para él es Gondlín, ya que le daba el poder que necesitaba y porque fue el regalo de su dama Galadriel.
En una noche oscura, al sur del bosque negro, Elenmir caminaba rodeando el bosque hasta que se encuentra con un grupo bastante numeroso de orcos, pero Elenmir se mantuvo oculto, porque un Nazgul venia a la cabeza de aquel ejercito. Aunque Elenmir se mantenia invisible, el Nazgul montado en su caballo negro y maltratado, lo persivio y Elenmir se apresuro adentro del bosque escapando entre los arboles, y el jinete negro lo seguia de tras. Entonces el elfo comprendió que no podia seguir escapando y tendria que enfrentar al espectro, aunque le costara la vida. Gondlín brilló intensamente y el Nazgul se detuvo. Elenmir miro fijo a los ojos del cabello, y con dulzura le dijo.
-pobre alma desdichada, yo te libero del dolor y la oscuridad.
El caballo, autrdido, tiro al Nazgul y corrió adentrandose a lo profundo del bosque, murió a los pocos metros, ya que el alma de la criatura no pudo soportar tanto dolor probocado por las sombras.
El Nazgul, furioso, desenbaino su espada y hablo en la lengua negra de mordor, la luz de Elenmir disminullo y el espectro lanzo un chillido y atacó a Elenmir que resistio bastante tiempo, pero una hoja de Mogul se undio en su bientre, y aturdido calló al suelo. El Nazgul estuvo apunto de darle el golpe final, pero Elenmir se desbaneción.
Elenmir murió, y su espiritu viajo por toda la Tierra Media. Bueno, en realidad las cosas no cambiaron mucho, siguio caminando invisible a los ojos de todos, pero ahora Elenmir ya no tiene un cuerpo fisico, y ya era un verdadero espiritu. Todavia habla con las plantas y animales, y sigue atacando a los ojos cuando se los encuentra, pero no puede acercarse a un Nazgul, porque su espiritu se debilita y siente una gran punzada en la boca del estomago. Sin embargo Gondlín ascendió a los cielo, con parte del Alma de Elenmir, y se ubicó al lado de la Luna, y desde ahi Elenmir y Tilion fueron mas amigos que nunca.
Frodo suspiró y se durmió casi antes que Sam hubiese dicho esto. Luchando con su propio cansancio, Sam tomó la mano de Frodo; y así permaneció, en silencio, hasta que cayó la noche. Luego, para mantenerse despierto, se deslizó fuera del escondite y miró en torno. A lo lejos, sobre los Ephel Dúath en el oeste, el cielo nocturno era aún pálido y lívido. Allá, asomando entre las nubes por encima de un peñasco sombrío en lo alto de los montes, Sam vio de pronto una estrella blanca que titilaba. Tanta belleza, contemplada desde aquella tierra desolada e inhóspita, le llegó al corazón, y la esperanza renació en él. Porque frío y nítido como una saeta lo traspasó el pensamiento de que la Sombra era al fin y al cabo una cosa pequeña y transitoria, y que había algo que ella nunca alcanzaría: la luz, y una belleza muy alta. Era Elenmir Heleaina, cuando las demas luces se extinguieron, brillando fogosamente entre las sombras de Mordor.
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