Ulkluk se levantó. Su vida habia transcurrido en las salas de entrenamientos de Isengard, como uno de los miles de esclavos de Saruman. Pero él odiaba a Saruman. Queria poner su cabeza en el suelo y aplastarla con sus botas de hierro. Y eso es lo que estuvo a punto de hacer…
Ulkluk vivía en uno de los mas profundos pozos. Noche tras noche tenia que impedir que los wargos lo devorasen o que sus compañeros le clavasen una lanza mientras dormía. Asi era la vida de un Uruk-hai de la Mano Blanca.Pero esa noche no. El Uruk trepó por las fisuras eludiendo los wargos que peleaban en camaras incrustadas en la pared. Se metió por el tunel que había descubierto y de este modo llegó al pasadizo que le permitiría entrar en Orthanc. Una vez estuvo en el sotano de la Torre, subió por las escaleras buscando sin cesar la habitacion del Mago Blanco. Aquella torre era enorme. Aun asi, finalmente lo encontró. Se subió a la cama de Saruman, y levantó el pie sobre su cara…
…Entonces Saruman abrió los ojos e hizo un movimiento con la mano. Ulkluk salió volando por la ventana. Como sobrevivió a aquella caida es algo que jamas comprenderá. Se deslizó velozmente por el aire hacia una de las enormes fisuras que servian de forja. Apoyó las botas de hierro en la rocosa pared frenandose con ellas y con los antebrazos de la armadura, disminuyendo asi la velocidad de su caida. Chispas de acero volaron en todas direcciones. Entonces se abrió la grieta y se precipitó sobre un enorme tanque de agua, que los herreros usaban para enfriar las armas al rojo. Nadó unos momentos y escapó de allí destrozando el recipiente de madera con un puñetado y un rugido. Se fue. De momento habia sobrevivido. Pero si alguna vez Saruman descubría que habia escapado a su destino, la tortura a la que sería sometido no tendria fin…