En las profundidades de Angband, en los extensos laboratorios donde la ciencia era mezclada por el oscurantismo; los primeros alquimistas y futuros científicos se formaban siempre a orden del gran Melkor.

Buscaban los venenos más poderosos, los metales más fuertes y por sobre todo, reclutaban nuevas criaturas (aberraciones creadas por sus propias manos) para el Ejercito Negro.

Así fue que surgió la poderosa Kú, una hermosa elfa atrapada en el cuerpo de una araña. Nadie sabe con certeza cual fue el horrible proceso el cual desemboco en su creación, pero Melkor estaba orgulloso de lo obtenido y ya soñaba con un ejército entero de arañas capaces de empuñar un arma y envenenar con sus tenazas a los enemigos.

Pero no todo salio tan bien. Kú aún no lograba de despegarse de su parte elfa, y sabía que algo estaba mal. Y huyó de Angband. Mató a sus tutores y escapó por uno de los miles de túneles que conducían a la superficie.
Y buscó, para encontrar su verdadero origen y el porque de su existencia…