Perfil Básico

Nombre

Avaesse

Fecha de nacimiento:

1900-07-11

Ficha de Personaje

Nombre del Personaje

Moreyar

Raza

Semielfo Vampiro

Lugar de la Tierra Media

Donde me llevan mis pasos malditos…

Descripción del Personaje

Criado en el este alberga un profundo odio hacia los sicarios de Morgoth. Su sangre semielfa lo sume en dudas sobre su propia identidad, hijo de una elfa Avari y un Harad, niguna de sus parientes lejanos del oeste confia en él. Es mercenario y ha llegado al oeste hullendo de las fuerzas del nuevo señor oscuro Sauron. Su piel es oscura, es alto y sus ojos son amarillos, demasiado penetrantes. Aunque odia a las fuerzas de Sauron es un mercenario y según el precio puede que cambie de bando. Su pelo es ondulado y rubio extrañamente porque toda su familia tanto humana como elfa lo tenia oscuro.

Historia del Personaje

La familia de su padre hullo del sur, en Harad de donde eran originarios, y llegó a la cuna de la vida en Cuivenen y Hildorien, rechazado por su pueblo al no querer seguir a Sauron. Conoció allí a una elfa Avari, de la familia de Eöl, los elfos oscuros, que había vivido con su familia en Hildorien desde edades incontables, antes de la salida del sol y la luna. Vivieron en armonia pero con desconfianza hasta que por casualidades del destino se unieron. Vino al mundo entonces Avaesse Moreyar, (Sin nombre, Sangre oscura). Vivió durante unos cien años allí, asistió a la muerte de su padre por la edad. Cincuenta años despues los sicarios de Sauron arrasaron el lugar, su madre y toda su familia calló muerta y partieron a la morada de los Feanturi. Él consiguió escapar y partió hacia el Oeste, trabajó como mercenario en la ciudad del valle, y trabó amistad con elfos del bosque negro, pero su piel oscura lo delataba como harad y sus ojos amarillos, no agradaban a la gente, muy pocos eran sus amigos. Se dispone ahora a ir hacia el oeste otra vez y cruzar las montañas de la niebla hacia Rivendel, ha oido que podría trabajar con los montaraces del norte en su lucha contra Sauron pero en calidad de mercenario. Para ello le han encargado que hable con el señor Elrond.
Tras pasar por Rivendel y hablar con tal noble señor, Elrond le indica que siga el camino del Este-Oeste y llegue a la posada del Poney pisador en Bree donde lo esperará un montaraz con el que acordará el precio. Su viaje continua sin interrupciones y llega a Bree sin ningún problema de por medio, no ha sido atacado durante el camino, Avaesse empieza pues a dudar de su nueva suerte, "las cosas nunca iban tan bien". Al llegar a Bree tiene problemas para entrar pues su aspecto no provocaba confianza, y el paso al pueblo le fue denegado, así pues se dedica a merodear por los alrrededores y cuando ya había encontrado una forma de entrar una mano se le acercó por atrás. Rápidamente y con unos movimientos atleticos rodeo a su descubridor y sin que este supiera como su daga estaba en su cuello y Avaesse estaba a su espalda. Apenas un segundo antes de que se decidiera a cortarle el cuello el descubridor solo dijo dos palabras:" Varda, Avari". Así pues Moreyar dejo suelo a tal hombre y lo miró a la cara, era un montaraz del norte, las arrugas cruzaban su frente y el miedo no aparecía en sus ojos. al fin Moreyar habló: Has invocado a la señora de mi gente y a mi raza, supongo que eres un amigo, o eso quieres tu que suponga, te daré la opción de hablar, quién eres y que haces es lo que quiero saber, date prisa, tengo una cita.
-Soy Halbóre, primo del capitán de los dunedain del norte, y lo que hago aquí es encontrarte y hablar de cierto trato, ¿puedo continuar hablando?
-Puedes, pero no onfio en tí.
-Se me ha enviado aquí para esperarte, nos habían hablado de tu aspecto- miró sin ningun temor esos ojos amarillos y contuvo la mirada- por lo que supusimos que no te dejarían entrar a Bree, esta gente es muy desconfiada y temerosa, y gracias a eso han podido seguir vivos. Si te apetece podemos ir a la puerta, los montaraces tampoco les gustamos pero confian en nosotros y no nos negaran el paso.
-Como quieras, ya veré si puedo fiarme de tí mas adelante, no me convences, así que camina delante.
Halbóre accedió con un asentimiento de cabeza y empezó a caminar.
Avaesse se sentía desorientado, no se había encontrado nunca con esta clase de hombres, eran como él hace mucho tiempo, cuando peleaba por las causas justas junto a su familia. Olvidó tales pensamientos, ahora era otro el que luchaba, ya no tenía nada que perder, pero ese hombre…. si como el pensaba todos los de su raza eran así, es que eran en verdad descendientes de los elfos que vieron la luz de los árboles, esos que desconfiaban de él, los pocos que quedaban en la Tierra Media.
Estaban llegando a la puerta, y Halbóre se dió la vuelta y le habló: Quitate la capucha, si has de volver por aquí es mejor que recuerden tu aspecto, y esos ojos son dificil de olvidar.
Moreyar asintio no sin remordimientos por acceder a las órdenes de otro. Preo quería pasar una noche en una cama comoda, pues sabia lo que la vida de montaraz en estos dias le iba a proporcionar: un suelo duro y con espinas. No pudo sino soltar una carcajada ante tales pensamientos, pero su risa era fria y ardiente, como el hielo y la furia, y Halborése asustó por momentos, lo miró como a un loco, y continuó hasta la puerta negando con la cabeza.
_¿Qué quieren y de donde vienen?- gritó el guardián de la puerta.
-Somos montaraces y venimos a pasar una noche en El Poney Pisador, a Descansar de nuestro largo viaje, ¿podemos pasar?
El guardia miró a los ojos de montaraz que ya conocía de anterioridad y luego a los de Avaesse que lo miró como quien mira a un gusano.
-Podeis pasar, pero no formeis jaleo, estos dias los ánimos están muy alterados en Bree. Intentad no molestar a nadie- esto último lo dijo mirando a Avaesse de reojo.
Los dos pasaron y como antes Avaesse le indicó que caminara delante.
Al poco de caminar se encontraban bajo la enseña del Poney Pisador.
Halbore y Avaesse pasaron esa noche tranquilos, hablaron de sus tratos y descansaron todo lo que pueden descansar los que siempre siemten el peligro en sus venas.
A la mañana siguiente partieron hacia el norte donde cerca de Fornost se encontraba uno de los campamentos de los Dunedain, Avaesse ya hablaba ligeramente y con confianza a Halbore, habia mirado en su alma y habia descubierto sabiduria en su alma.
Tras pasar el bosque de Chet una sensacion de agobio les habia entrado en el cuerpo, un peligro que no era visible y sabian que estaba ahi.
– ¿Sabes que nos estan siguiendo, verdad?- pregunto Avaesse
– Si pero no podemos dejar de caminar, si nos paramos ahora nos atacará, conozco muy bien los peligros de esta zona, y estaremos mejor en cuanto lleguemos al campamento, pero falta un día de marcha si fueramos corriendo y aunque tu podrías pues eres semielfo yo caeria rendido por muy fuerte que sea, debemos seguir andando aunque creo que nho pasaremos una buena noche.
– Si y ya esta anocheciendo, me sentiria mejor si estuviese en la posada de el tal Mantecona escuchando sus historias y estupideces.
– Yo tambien aunque no hay que fiarse de lo que dice por la boca y fijarse en lo que dice con la mente, Mantecona guarda mucho dentro de su cerebro aunque no lo utiliza.
– Bueno dejemos el tema no podemos volver, y prefiero estar en silencio para estar atento.
Halbore asintio con la cabeza y siguieron caminando. La noche se hizo a su alrrededor y ningun ruido la perturvaba, pero el peligro seguia ahi. Aunque estaban cansados seguian caminando pues sabían que era mejor llegar cuanto antes, pero el peligro les asalto antes…
Un aullido lleno de odio surco la noche y otros dos les siguieron, Halbore levanto la cabeza pálido.
– ¡Por los Valar! Son licantropos del antiguo enemigo y son tres, con uno solo ya habriamos perdido la batalla, tenemos que huir amigo es la unica esperanza, no se puede nada contra esas bestias si solo somos dos, criaturas de Morgoth, ¡nos destrozarán!
– ¿Huir? nunca he huido de una batalla ademas lo más probable es que nos alcancen, están demasiado cerca.
– No soy yo quien te de a elegir, pero he visto y he luchado contra esas criaturas y se que la unica esperanza es huir, si quieres salvaguardar tu honor quedate aquí y lucha pero morirás, yo me voy soy un dunedain pero no un necio, salva tu vida o muere como quieras, pero no dependemos del otro.
Asi mismo Halbore salio corriendo y hullo hacia el norte en busca de su gente, y Avaesse se quedó solo pensando como enfrentarse a tales bestias y que los humanos eran unos covardes, al menos estos, su padre se habría quedado.
No tubo mucho tiempo para pensar, dos de los licántropos salieron a la luz y empezaron a correr hacia Moreyar, el cual saco su espada y corrio en el sentido contrario, al chocar la lucha fue rapida y fria, uno de los licantroposataco a Moreyar de frente y cayo herido en el cuello por un golpe certero de Avaesse, sus ojos eran fuego pero el segundo licantropo no se amedrento y lo ataco cayendole encima, rodaron por el camino y a Avaesse se le cayo la espada, el licantropo lo mordia en el hombro y su dolor era terrible peroo alcanzo a sacar una de sus dagas y clavarsela en la espalda tantas veces que al final el licantropo cayo muerto desangrado.
Se levanto entonces malherido Avaesse y fue a buscar su espada, su brazo derecho le caia dolorido y sin fuerzas por la mordedura en el hombro.
– No era para tanto Halbore gimio, las he pasado peores..
Se oyo un gruñido a su espalda y Levanto justo la espada en el momento en que las garras del tercer licantrop cortaron las arterias de su cuello a la vez que caia atravesado.
Avaesse cayo al suelo tapandose la herida con las manos, no dejaba de sabngrar y empezaba a verlo todo borroso, sabia cual era el final, lo habia añorado y añoraba ver a los suyos. Finalmente un ultimo suspiro salio de su cuerpo y quedó abandonado en un camino de la tierra media.
Su espiritu salio de su cuerpo y ni siquiera se fijó en el habia un camino que resplandecia mas que el sol a sus pies y asombrosamente veia a mas gente recorriendolo pero pasaban muy rapidamente, al poner su pie entre la luz del camino sintio un impulso tremendo, su cuerpo relucia y se encontraba en una sala enorme, alli un jurado le miraba como esperando su llegada.
– El ultimo – dijo un ser indescriptible fuerte y justo y oscuro, su nombre era Mandos y Avaesse habia oido de el por su madre, miró alrededor y encontro mas de esos seres eran bellos y ancianos sus ojos eran sabios, alli se encontraba Manwë sulimo que habia bajado de taniquetil, Varda elentari, Un ser con cara furiosay de piel aul, Ulmo señor de los mares, Se encontraba en Gran cazador de quien más habia oido hablar, Oromë, Nienna derramando lagrimas incesante, Aule y Yavanna. Pero había mas seres en la sala, vio alli el alma de un Elfo furioso y cansado, Tambien vio el alma de su madre y quiso ir a abrazarla, pero no se podía mover, los espiritus de la familia de su madre estaba ahi, vio a un elfo muy parecido al furioso, pero este tenia la mirada clara y tranquila, muchos elfos que no conocia estaban a su alrededor. al fin Mandos habló
– Eres el ultimo de tu estirpe que llega a esta sala y auí se han reunido los tuyos parahacer un trato contigo, pues tu destino no ha sido decidido aún segun los deseos de Eru
– y Eru nos ha hablado para que de demos a decidir sobre que clase de alma has de tener y cual es tu destino- dijo Manwe
– Pero eso aún no esta decidido Avaesse- dijo Varda
– He aquí la pregunta ¿Sabes quien es tu Familia? ¿sabes quienes son los que te velan?
Avaesse se sintio confuso pero no pudo esperar a responder, miró a su madre pero tenia la cabeza agachada y asi todos los que conocia- Mi madre esta presente y con ella mia abuelos, la familia de mi padre es Haradrim y ha ido mas allá de estas fronteras de Arda, pues todavia estamos aquí en los Grandes salones.
– Cierto es todo lo que dicen, con tu madre esta sentada toda tu familia y digo toda, lo que quizas no sabes es que pende sobre ti una maldición y por ello nos hemos reunido, ¿Ves a aquel elfo, qa quien justamente has tildado de furioso en tu pensamiento? Es Feanor, seguramente has oido hablar de su maldicion ¿cierto?
– Sí, pero..
– y quien esta sentado a su lado es Curufin, su hijo, y al Lado de Este, el elfo a quien se parece pero tiene paz en sus ojos Es Celebrimbor de Acebeda, el que desterro la maldicion en lo que pudo, e hizo los anillos de poder, a su lado esta su hijoy a ese si lo recuerdas, ese hijo es tu abuelo, el padre de tu madre, enjendrado en el este mmientras Celebrimbor huia de las huestes de Sauron, y a su lado esta tu madre y ahora estas aqui tu. Pues bien seamos claros, has sido convocado ante mis salones para una misión, tu vida en la tierra media no ha acabado he dicho. y Si acaba o si partes de ella en un barco deberas elegirlo cuando estés de vuelta, serás enviado de nuevo , tu cuerpo sanara, y tu mision será recuperar un objeto, Este objeto se guarda en Barad- dur y solo si Sauron Cae podras recuperarlo y traerlo de vuelta. Hablamos de uno de los Palantir, El palantir de Minas Ithil,Robado por Sauron y creado por tu antecesor Feanor, asi pues por el destino te ha tocado continuar con la maldicion de los hijos de Feanor y con ella continuaras, solo si recuperas el Palantir podras elegir entre la muerte de los hombres y seguir a tu padre y la vida de los Eldar y acompañara tu madre, y asimismo retiraras la maldicion sobre los Noldor que partieron hacia Oriente. Tu familia ha decidido por ti, tiene esperanza en tus actos y en tu fuerza, y aunque tu familia goze de mal nombre sigues siendo descendiente del elfo mas fuerte que ha pisado Arda, maldito pero el más fuerte. Tu señor Oromë ha rogado por ti, presente ante nosotros está Aule el señor de tu familia, y Varda Señora de los Avari, pero tu eres un luchador y un cazador, el te hablara en tus sueños y te aconsejara en tu camino, gozas de su proteccion, ¿tienes algo que decir?
– ¿No tengo derecho a elegir nada? ¿ acaso tengo que sufrir mas de lo que he sufrido por los actos de otros? Suron sigue asesinando en la tierra media y muy poca ayuda habeis enviado, os desentendeis de el igual que siempre os desentendeis de los problemas,¡Que seamos los hijos de Eru los que lo arreglemos todo! pues bien si no tengo nada que decir ahora maldigo yo a los Valar a todos los Ainur y a todos los que no pensaron en los daños para los suyos, si he de volver mandadme ya a la tierra media a recupearar un objeto ¿para que? para que los elfos de mi familia, para que los valar y los maiar puedan observar como se pudre el mundo desde aqui y lamentarse? ¿para eso? vosotros lo dejasteis a la suerte, conozco las historias, no aceptasteis ningunos a los hombres y me enorgullezco de ser uno de ellos al menos en parte, les temiais todos, y lo unico que temian los hombres era no saber nada y se arrodillaron ante vosotros buscando respuestas y las negasteis y cuando nos enfurecimos y os atacamos nos destruisteis, pues bien si no hay mas decisones que tomar mandadme ya a un cuerpo maldito a soportar las fatigas de la vida porque otros quieren disfrutarlas. He dicho.
Los Valar meditaron esas palabras durante mucho tiempo y si en ellas habia o no razon no dijeron nada pero Avaesse fue devuelto a la tierra media de inmediato y alli su cuerpo estaba curado de las heridas que le causaron una muerte infructuosa. allí desperto y volvio a maldecirlos a todos.