Un niño mas en un inhospito paraje de las heladas montañas de Angmar. Nacido en una de las muchas tribus de Numenoreanos Oscuros, que luchaban contra los trols y orcos de las montañas por tener una esperanza de alcanzar la gloria de un reino perdido. En general habia sido criado para el arte de la guerra, pues era necesario para sobrevivir en un ambiente plagado de wargos y enemigos en las sombras, pero le encantaba explorar por su cuenta, y poco a poco adquirio amor por las tierras salvajes, e incluso por las criaturas temibles para sus hermanos. Las entendia de cierta forma y sabia que requeria mostrar fuerza para no ser devorado, pero vio que las criaturas eran mucho mas leales al final que cualquier otro ser. Llego a volverse amigo de los wargos, e incluso se entendia muy bien con uno, a quien llamo Morgobain.

El tiempo paso, el niño crecio, y la sombra se cirnio sobre las montañas de Angmar, ahora mucho mas que antes. Entre los hombres habia surguido un ente oscuro, de maldad pura, y este empezo a ganar reclutas y criaturas para su estandarte: El rey Brujo de Angmar lo llamaron.
La mayoria de los numenoreanos oscuros se inclinaron ante la corona de hierro, pero Khalmarad deseaba seguir en las tierras salvajes, asi que se escondio, junto con Morgobain, aunque los demas wargos habian ido tambien a la guerra.

Evitando a los siervos del Rey Brujo se oculto por mucho, hasta que llegaron unos hechiceros, entrenados en la misma torre de hechiceria. El cazador, ahora era cazado, aunque como fiera acorralada lucho bravamente, pero al final, un hechizo lo sumio en un letargo del sueño de sombras. Su voluntad era ahora la de la Corona de Hierro.