Ayer se lanzó el tráiler de El Señor de los Anillos: La Guerra de los Rohirrim, una película de anime dirigida por Kenji Kamiyama, que cuenta con la colaboración de Peter Jackson y Philippa Boyens. La película narrará la vida del rey Helm Manomartillo desde la perspectiva de su hija Hera.

En este artículo, te contamos todo lo que sabemos sobre el protagonista, considerado por Tolkien como el más importante de todos los reyes de Rohan entre Eorl el Joven y Théoden Ednew.

Helm nació en Edoras durante el reinado de su bisabuelo Goldwine, en el año 2691 de la Tercera Edad del Sol. Hijo de Gram y de una mujer cuyo nombre se desconoce, tenía una hermana llamada Hild. Durante el gobierno de su padre, Helm contrajo matrimonio con una mujer cuyo nombre tampoco conocemos, y tuvo tres hijos: Haleth, Háma y una dama de nombre desconocido (que en la película se llamará Hera). También tuvo un sobrino llamado Fréaláf.

Durante los reinados de su abuelo Déor (quien ascendió al trono cuando Helm tenía 8 años) y de su padre Gram (que sucedió a Déor cuando Helm tenía 27 años), los pueblos dunlendinos (montañeses expulsados de Rohan por el rey Aldor y enemigos declarados de los rohirrim) intentaban reclamar “sus tierras” y se dedicaban a realizar incursiones a lo largo del Folde Oeste. En el año 2710 de la Tercera Edad, llegaron a ocupar el Anillo de Isengard, sin que ninguno de los dos reyes pudiera desalojarlos.

Rey Helm (doblado por Brian Cox) – El Señor de los Anillos. La Guerra de los Rohirrim (2024)

En el año 2741 de la Tercera Edad, falleció el rey Gram. Esto llevó a Helm, a sus 50 años, a asumir el trono del Castillo Dorado, convirtiéndose en el octavo rey de Rohan. Helm fue un hombre extremadamente fuerte, con una valentía que rozaba la temeridad. La primera década de su reinado transcurrió en paz, sin incidentes destacables.

Durante su reinado, vivió Freca, un hombre gordo, de cabellos oscuros, muy rico y poderoso. Este hombre afirmaba ser descendiente del quinto rey de Rohan, llamado Freáwine. Sin embargo, su cabello negro hacía que muchos sospecharan que sus ancestros no eran rohirrim, sino dunlendinos, ya que los habitantes de sus tierras eran de origen mixto. Estos rumores no impidieron que Freca tuviera un asiento en el consejo real, al que acudía cuando le parecía oportuno, no cuando era requerido.

Freca mantuvo dicho puesto hasta el año 2754 de la Tercera Edad, cuando acudió a Edoras con un batallón de soldados y una pretensión: casar a su hijo Wulf con la hija del rey. Helm rechazó la oferta, burlándose de la gordura de Freca. Entre las risas de los presentes, Freca no solo insultó al rey, llamándolo viejo, sino que le lanzó una amenaza velada, insinuando que caería de rodillas por no seguir su consejo.

Helm dejó pasar el incidente hasta que finalizó el consejo, momento en que obligó a Freca a salir a las afueras de Edoras y, tras unas palabras, le asestó un puñetazo que acabó con su vida. Tras esto, el rey no solo se ganó el sobrenombre de “Manomartillo”, sino que proclamó a Wulf y sus parientes como enemigos del reino. Estos huyeron a las Tierras Brunas (hogar de los dunlendinos) y prepararon su venganza.

Helm tumba a Freca – El Señor de los Anillos. La Guerra de los Rohirrim (2024)

Cuatro años después, en el 2758 de la Tercera Edad, Wulf aprovechó un ataque de los orientales al este del reino para invadir Rohan junto a los dunlendinos y sus aliados, mientras flotas corsarias invadían el sur de Gondor, impidiendo que pudieran enviar ayuda. Helm fue a la batalla, pero su ejército sufrió una derrota en los Vados del Isen, lo que lo obligó a replegarse junto a sus supervivientes a la fortaleza de Cuernavilla. Los dunlendinos pusieron la fortaleza bajo asedio, y Helm y su hijo Háma quedaron aislados.

Wulf, mientras tanto, prosiguió su invasión, capturando Edoras y dando muerte a Haleth, el hijo primogénito del rey. El rebelde se estableció en Meduseld y se autoproclamó rey, matando y esclavizando a los rohirrim que pudo. Solo un puñado de supervivientes, comandados por Fréaláf, se refugiaron en El Sagrario.

Tras la invasión dunlendina y durante el asedio de Cuernavilla, llegó el Largo Invierno, que sepultó a Rohan bajo la nieve durante cinco meses, haciendo sufrir tanto a invasores como a invadidos por igual, acosados por el frío y la hambruna. Ante la desesperación, y contra el consejo de su padre, Háma comandó un grupo de hombres fuera de la fortaleza para conseguir alimentos después del día de Año Nuevo del 2759 de la Tercera Edad. Todos se perdieron en la nieve y nunca regresaron.

Helm, devorado por el hambre y la pena, se volvió más peligroso que nunca y comenzó a hacer incursiones fuera de la fortaleza. Solo, vestido de blanco y precedido por el sonido de su cuerno, se adentraba en los campamentos de los dunlendinos y mataba a muchos con sus manos desnudas.

Esto sembró el pánico entre el enemigo, que decía que Helm no portaba armas y que las armas no podían dañarlo, además de que se alimentaba de los caídos si no encontraba comida. Tal era el miedo que, cada vez que sonaba el enorme cuerno de Helm, los dunlendinos huían despavoridos por el valle.

Esto terminó cuando, una noche a principios del 2759 de la Tercera Edad, el rey Helm no regresó. Fue encontrado a la mañana siguiente por sus soldados, muerto a los 68 años, congelado como una figura de hielo, de pie sobre la empalizada. Nunca se doblaron sus rodillas, como Freca le había vaticinado, y se dice que su cuerno seguía sonando y que el fantasma de Helm continuaba matando enemigos mediante el miedo.

La furia de Helm en la nieve – El Señor de los Anillos. La Guerra de los Rohirrim (2024)

Cuando el invierno cedió, su sobrino Fréaláf descendió sobre Edoras, reconquistándola y dando muerte a Wulf el usurpador. Posteriormente, con la ayuda de Gondor, recuperó Rohan e Isengard, devolviendo a los dunlendinos a las colinas. Fréaláf fue coronado rey, siendo el primero de la Segunda Línea y Helm el último de la Primera. Durante su coronación, apareció Saruman el Blanco y se le concedió la custodia de Isengard para proteger el reino.

El cuerpo de Helm fue sepultado en los montículos de los reyes de Edoras, y sobre el suyo el symbelminë crecía más abundante y denso que en ningún otro, dando la apariencia de estar siempre nevado.

El valle de Cuernavilla fue renombrado como el Abismo de Helm, y el temor a su leyenda perduró hasta el punto de aterrorizar y causar la derrota del enemigo siglos después, cuando resonó por última vez su cuerno en la Batalla del Abismo de Helm.

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