Warner Bros ha roto el embargo y ha aparecido un verdadero aluvión de críticas de La Desolación de Smaug en los medios de información cinematográfica más prestigiosos, y os contamos qué es lo que dicen sobre la segunda película de la trilogía de El Hobbit.

Ayer publicamos las primeras críticas de La Desolación de Smaug que habían aparecido en diversos blogs más o menos serios, y aunque en líneas generales no eran muy profundas, sí servían para hacernos una idea aproximada de lo que nos íbamos a encontrar cuando Warner Bros rompiera el embargo que pesaba sobre las críticas de la segunda película de El Hobbit. Y por fin, ayer por la noche, el embargo se rompió, aunque estaba previsto que durara hasta mañana domingo 8 de Diciembre. Liberados de sus ataduras, los principales medios de información cinematográfica ya han publicado sus críticas sobre la película de Peter Jackson. Y aunque hay decenas de ellas, nosotros hemos seleccionado las de algunos de los medios más importantes: The Hollywood Reporter, Variety, Empire, Coming Soon, y también, la primera crítica Tolkiendil publicada en The One Ring.

No las podemos traducir íntegras, pero sí os haremos un completo resumen de cada una de ellas, empezando por la crítica de The Hollywood Reporter escrita por Todd McCarthy, cuyo titular lo dice todo: «Peligro y acción sin frenos en la mejorada sección central de la saga de la Tierra Media». «Casi todo en El Hobbit: La Desolación de Smaug representa una mejora sobre la primera entrega de la adaptación de tres partes de Peter Jackson de la querida creación de JRR Tolkien«. El artículo comienza hablandod e la «bendición» que supone no tener que presentar a los personajes en esta ocasión, y apunta a que el viaje de Bilbo y los Enanos «se convierte esta vez en el centro de la cuestión, haciéndolo lleno de peligro, huídas como las de un parque de atracciones y el valor de una pequeña persona. Para Jackson y Warner Bros es otra película». Aunque en la primera entrega exhibió una «fidelidad casi cobarde» al libro, en esta segunda película «Jackson consigue introducir el drama desde el primer momento con un sentido de la narración que posee una energía y un propósito claro». Sin embargo, resalta que hacia el final de la película Jackson «se deja llevar por su perenne tendencia hacia los excesos» y que tiene problemas en saber «cuándo es suficiente». «Pero durante la mayor parte del tiempo mueve la historia episódica con una velocidad razonable» mientras «sirve suficientes luchas», «y melodramas llenos de acción para una saga de película a la antigua o un videojuego moderno».

Continúa explicando que la película se centra casi exclusivamente en el viaje de Bilbo y los Enanos, un viaje lleno de peligros («incluso más de los que existen en el libro»), aunque el mayor de todos es Smaug, «un enorme dragón que vive en las profundas entrañas de la Montaña Solitaria». El artículo continúa hablando que aunque Jackson, Walsh y Boyens han introducido mucho material adicional de los Apéndices de El Señor de los Anillos también han añadido a la larga lista de personajes a Legolas y a Tauriel, «una atractiva arquera deseada por Legolas pero que se muestra interesada por Kili». «Las figuras de mujeres de acción y las subtramas románticas no eran cosa de Tolkien, por lo que el reconocimiento de la atracción sexual representa un paso radical en ese aspecto». El artículo continúa hablando sobre el desarrollo de la historia, asegurando que en algunos casos se mitiga el suspense y la sensación de peligro, ya que a excepción de una herida los Enanos escapan constantemente de los gigantescos Orcos, que caen como en una galería de tiro. «Como un arco simbólico a la credibilidad podrías pensar que algunos Enanos podrían ser sacrificados, pero no, todos están encantadores».

El artículo prosigue afirmando que con la marcha de Gandalf para ocuparse de otros asuntos, y que Bilbo podría recoger el testigo del protagonismo, algo que hace a veces. «A tientas, Bilbo acepta poco a poco la llamada a la grandeza que Gandalf ha depositado en él». Aunque en el tramo central de la película se queda a un lado para proporcionar tiempo no solo a Legolas y a Tauriel, sino también a una «significante escala» en la Ciudad del Lago, un lugar dominado por el Gobernadoral que interpreta Stephen Fry de forma «vibrantemente Dickensiana». De Smaug dice que al igual que algunos villanos de James Bond que hablan demasiado en lugar de liquidar a 007, «Smaug parece enamorado de su propia voz», una buena voz «pero con una profundidad muy poco natural y muy modificada electrónicamente para poder disfrutar puramente de las amenazadoras lecturas del actor [Cumberbatch]». «El final es un auténtico cliffchanger», para cuya resolución habrá que esperar al 17 de Diciembre de 2014. «Visualmente, el predominio del CGI en la mayoría de las escenas no solo es coherente con la entrega anterior sino con las películas de El Señor de los Anillos«, y también afirma que algunos de los «cuidadosamente calibrados movimientos de cámara parecen que han sido generados por un programa de ordenador [algo que se demuestra que es cierto, como se ve en el decimotercer videoblog de El Hobbit]. Por último, acaba asegurando que las imágenes a 48 fotogramas por segundo han sido tratadas de forma adecuada en esta ocasión.

La siguiente es la crítica de Variety, escrita por Justin Chang, cuyo titular también es bastante claro. «Después de un accidentado comienzo con Un Viaje Inesperado, la trilogía de El Hobbit de Peter Jackson encuentra su paso en este segundo capítulo mucho más emocionante y decidido». El artículo comienza criticando a la primera película, «por fin la saga se pone en plena marcha con El Hobbit: La Desolación de Smaug, el segundo capítulo igualmente enorme pero mucho más decidido» en la nueva trilogía de Jackson. «Esta aventura llena de acción se beneficia de la embriagadora sensación de avance hacia delante y un flujo constante de las mejoradas sensaciones 3D que culmina con un largo enfrentamiento con un dragón escupe-fuego«. No obstante, la «monumental empresa de Jackson aún parece excesivo a veces». El artículo continúa hablando de las similitudes y diferencias entre las sagas de El Hobbit y El Señor de los Anillos, y afirma que la «diferencia fundamental entre ambas sagas puede ser tan simple, e instructiva, como comparar las historias que cuentan. Mientras que las películas de El Señor de los Anillos parecían tan puras, vitales y heroicas como la propia misión de la Compañía, esta precuela de tres partes parece más una misión de mercenarios a medida que alargan la sencilla historia de Tolkien de un grupo de Enanos que buscan reclarmar su fortuna perdida. El tema del bien y el mal está mucho más en juego, a veces de manera sobrecogedora, pero incluso los más firmes puristas de Tolkien podrán sentir que están en un viaje excesivamente alargado a un destino inevitablemente menos emocionante».

«Aún así, La Desolación de Smaug representa una gran mejora sobre su predecesora simplemente con la virtud de recoger más momentos memorables en la narración», e «inmediatamente la película muestra un ritmo más vivo y un mayor sentido de urgencia». El autor continúa diciendo que la principal innvoación en la estructura de la historia es la introducción de la Búsqueda de Erebor, que empieza con un prólogo que muestra el primer encuentro entre Gandalf y Thorin, en el que estos aliados forzosos idean un plan para recuperar la poderosa Piedra del Arca y reclamar el reino perdido de los Enanos de las garras de Smaug. Más adelante continúa hablando de la trama, y dice que la lucha con las Arañas «es una escena tan visceralmente espeluznante (especialmente en 3D) que hace que la lucha de Frodo con Ella-laraña en El Retorno del Rey parezca un juego en la Comarca». El artículo continúa hablando sobre los añadidos de Legolas y Tauriel, algo que sin duda molestará a los puristas de Tolkien, aunque «el problema no es que Jackson se haya atrevido a alterar el sagrado texto de Tolkien sino que lo ha hecho con un efecto relativamente menor, aunque la inclusión de estos personajes está destinada a aumentar el dramatismo y fomentar un sentido de continuidad con las películas de El Señor de los Anillos, los beneficios emocionales son mínimos». En términos de acción, el autor destaca especialmente la huída en los barriles, una «secuencia de emoción sostenida orquestada con una exhuberancia algo mareante de película de serie-B que le da un aspecto vintage».

El artículo continúa avanzando en la trama, hasta que llega «un punto en el que La Desolación de Smaug se convierte en un verdadero tratado sobre las distintas facciones geopolíticas de la Tierra Media. los Elfos con su hostil actitud aislacionista; los humanos de la Ciudad del Lago con su deseo de prosperidad, democracia y un gobierno ético; y los Enanos con su anhelo de un hogar ancestral antaño glorioso». Algo que para el crítico es algo «pesado y no especialmente conmovedor» pero «necesario» para preparar lo que nos espera en Partida y Regreso. Pero la conexión más importante entre esta aventura y las siguientes es «el propio Hobbit, especialmente su creciente fascinación hacia el misterioso artefecto que encontró en Un Viaje Inesperado. Incluso en estas primeras etapas, la insidiosa atracción del Anillo es inconfundible, y Freeman permite que se deslicen unos pequeños matices oscuros en su encantadora interpretación de Bilbo Bolsón». El viaje alcanza su pico de suspense cuando Bilbo se encuentra cara a cara con el imponente Smaug, aunque su confrontación y monólogos interminables disipan la tensión de camino al cliffchanger final». La crítica continúa alabando la producción de Jackson, la música de Howard Shore, el trabajo del equipo del Diseñador de Producción Dan Hennah, y por supuesto la labor del equipo de Weta Digital. También elogia la fotografía de Andrew Lesnie, y el acabado 3D de la película, aunque señala que hay algunos momentos en los que molesta mucho. No dice nada del 3D HFR, ya que este crítico asistió a un pase en 24 fotogramas por segundo.

La siguiente crítica es la de Empire, escrita por Nick de Semlyen. El artículo comienza hablando de la escena de la huída en los barriles, secuencia a la que llama el «Donkey Kong de Jackson» y que «no es tanto una secuencia de acción como un incesante choque de lunáticos gags basados en barriles». Continúa diciendo que Un Viaje Inesperado parecía un poco inconsistente, algo que «remedia La Desolación de Smaug. Impredecible, urgente y una película mucho más satisfactoria». No obstante, destaca que es una pena que a Beorn «se le deje atrás antes de que hayamos tenido realmente la oportunidad de saborear su marca de intensidad bestial, igual que con las ramas alucinógenas del Bosque Negro». El artículo continúa señalando que uno de los problemas de la primera película es que pasaba por algunos lugares ya conocidos, algo que no pasa en La Desolación de Smaug. «Aquí puedes sentir el alivio de Jackson por tener nuevos mundos en los que jugar. «El bosque dominado por los Elfos Silvanos tiene belleza al filo de la amenaza además de la que da Lee Pace«, del que dice que está genial como Thranduil. Pero los más «destacables» son la Ciudad del Lago y Erebor, diferentes pero «igualmente alucinantes en términos de diseño de producción». En ambos casos alaba el trabajo del equipo de dirección artístia y Weta Digital para crear ambos escenarios.

La crítica prosigue diciendo que a medida que Bilbo y los Enanos se acerca a su destino, la película empieza a estar más ocupada, «dividiendo al grupo en dos e interconectando estas líneas con Gandalf, que está alrededor de las ruinas de Dol Guldur». Al crítico parece que no le termina de convencer la subtrama de Dol Guldur, y afirma que se podría argumentar que un mayor tiempo en pantalla de los Enanos habría sido más útil, «que la mayoría permanecen anónimos». De hecho, aparte de Thorin, «cuya fachada de nobleza está empezando a desmoronarse, dejando al descubierto sus motivos más básicos», al único al que le dan más atención es a Kili. Y en ese sentido vuelven a hablar del triángulo amoroso entre Kili, Legolas y Tauriel, aunque el crítico reconoce que «podría haber sido más dramático si Kili no fuera el Enano más similar a un Elfo». De Tauriel asegura que «encaja perfectamente en este mundo» y mata a algunos Orcos «de forma agradablemente brutal». Sobre el resto de nuevos personajes también destaca que Stephen Fry y Ryan Gage «dan buena sordidez» en sus breves apariciones, y que Luke Evans «sorprende» como el héroe Bardo. «Pero como era predecible, de los nuevos personajes el más destacado es la bestia del título», y alaba la interpretación de Cumberbatch. «Ya hemos visto a muchos dragones en pantalla, pero ninguno con tanta personalidad. Smaug es una creación sorprendentemente bien ejecutada, alternando entre la arrogancia, la indolencia y la rabia mientras utiliza su lengua bífica para intentar encontrar a Bilbo. Y una vez que lo hace, la película se lanza a pleno gas a una media hora final inmensa que amenaza con derribar la propia montaña. Una vez más es Jackson en lo más alto. Dios sabe qué tiene guardado para la tercera parte.

El veredicto final de la crítica es bastante claro. «La Tierra Media ha recuperado de nuevo su magnetismo. Una gran mejora en la entrega anterior, esta lleva a nuestros aventureros a territorio desconocido y ofrece espectáculo por toneladas. Y en caso de que os lo preguntéis, sí, alguien se las arregla para decir el título como diálogo». [Algo que ya sabíamos, ya que es una frase que dice Balin en el tercer trailer].

La siguiente crítica es la de Coming Soon, escrita por Scott Chitwood, y cuyo titular es el siguiente: «Si te gustó la primera película de El Hobbit, disfrutarás con El Hobbit: La Desolación de Smaug. Siento como si estuvieran a la par la una con la otra. Vale la pena verla en pantalla grande para ver a Smaug en toda su terrible gloria». La película incluye «algunas grandes escenas de acción y al impresionante Smaug, pero el cliffchanger del final podría dejar al público frustrado por tener que esperar un año para la conclusión de la trilogía».

Esta crítica es distinta, ya que diferencia lo que funciona y lo que no funciona en la película, empezando obviamente por lo que sí funciona. Empieza diciendo que ya tiene claro que el tono de estas películas es más cómico que el de la trilogía anterior, asi que reconoce que ya sabe lo que se puede esperar de ellas, y que ya solo queda disfrutar de la historia. Continúa diciendo que El Hobbit siempre fue su libro favorito de la obra de Tolkien, «sobre todo por el encuentro de Bilbo con Smaug»», y que siempre le han gustado los dragones en el cine, asi que reconoce que tenía grandes expectativas con las películas pero que no salió decepcionado. «El juego del gato y el ratón con el dragón es el momento culminante de la película y es como jugar al escondite con Godzilla. Benedict Cumberbatch pone voz perfectamente al petulante Smaug y a su ego superior». «Esta secuela ofrece un par de secuencias memorables», y destaca especialmente la huída en los barriles, y menciona en concreto a Legolas y a una «lucha implacable y prolongada con el líder Orco al final de la historia. Es genial ver al elegante y compuesto Elfo que encuentra a la horma de su zapato en la brutalidad y poder absoluto del Orco, especialmente porque suele despacharlos con relativa facilidad».

Del resto de personajes nuevos dice que solo destacan Bardo, Tauriel y Thranduil. De Bardo dice que es «un noble pícaro con un secreto y que está preparado para recuperar su honor», y de Evans dice que «hace un buen trabajo en el papel, aunque el centro de atención son Bilbo y los Enanos». También elogia la «notable» interpretación que Pace hace de Thranduil, arrogante y aislacionista, pero que el actor consigue deslizar sutilmente un trasfondo de miedo en el personaje. Y de Tauriel dice que el personaje «encaja bien» en la película a pesar de la controversia creada a su alrededor. «Lilly hace a una Elfa agradable y añade una pizca de triángulo amoroso entre ella, Legolas y Kili. Para mi es un añadido bienvenido». Y por último, entre las cosas que funcionan, acaba destacando el 3D de la película, y reconoce que aunque no la ha visto en 3D HFR, no piensa perdérsela en ese formato.

Y sobre lo que no funciona, empieza hablando del final, y asegura que a la gente le encantará o lo odiará, porque «la película termina abruptamente en un gran cliffchanger», y pronostica que habrá «gemidos de frustración» en los cines. Otra de las cosas que no le gustó es la trama de Dol Guldur, que para los que han visto El Señor de los Anillos se puede hacer «bastante repetitiva» y que «no ayuda a avanzar la historia principal de la Búsqueda de los Enanos». Por último asegura que buena parte de la narración de la historia es un tanto repetitiva. «Solo cuando el grupo finalmente llega a la Montaña Solitaria y encuentran a Smaug sentimos que nos aventuramos en territorio nuevo». «Empiezo a pensar que dividir una única novela en tres películas ha sido un poco excesivo», pero confía en que cuando se vean las tres películas completas la saga funcionará.

La última crítica que recogemos es una crítica Tolkiendil, hecha por Quickbeam en The One Ring, cuyo interrogante titular resume lo que nos hemos preguntado todos: «El Gran Cisma: ¿El Espléndido Smaug divide a los fans? o Hobbit Versión 2.0: Jackson lo hace de forma diferente».

La crítica comienza hablando de cómo ha sido la espera hasta La Desolación de Smaug, de la que dice que es una película «emocionante» y que «tiene todas las características de una película de Peter Jackson, repleta con secuencias de acción enérgicas y criaturas y lugares magníficamente realizados que solo el cine puede proporcionar adecuadamente a nuestros sentidos». Continúa avisando a los más puristas de la obra de Tolkien de las «grandes desviaciones» de La Desolación de Smaug respecto al libro original, pero que a pesar de ello «es una película muy agradable y divertida que alucinará al público con una narración bien elaborada. Por turnos tiene un ritmo frenético, aterrador, divertido y magnífico». Pero reconoce que cuando llegan los títulos de crédito la película no se parece al libro. Admite que esto es algo que hay que mencionar en primer lugar por los «esfuerzos laboriosos» por mantenerse fiel al libro en Un Viaje Inesperado, y que en líneas generales en la trilogía de El Señor de los Anillos «fue un esfuerzo concentrado para (sobre todo) honrar» el libro original. Y que aunque es verdad que hay momentos en los que las películas se alejaban bastante de Tolkien, «lo que pasa en La Desolación de Smaug descarrila completamente, especialmente en su tercer acto». Aunque reconoce que la primera película contiene grandes momentos especialmente pensados para los aficionados. También admite que aunque conocía la cita de Jackson en la que dijo que ‘estaba disfrutando desviándose del libro’, le ha sorprendido la magnitud de los cambios. «Estas cosas ‘realmente’ se desvían» de la obra de Tolkien. Además encontró «algunas cosas repetidos que vimos en El Señor de los Anillos» que le hicieron pensar.

¿»Qué es lo mejor de la segunda entrega de El Hobbit? Un guion lleno de incidentes y granes personajes. Un prólogo inicial que hace que quieras volver a leer los Apéndices de El Señor de los Anillos. La mano confiada del Montador y el Director mientras llevan a estos personajes a un peligro aún mayor. Interpretaciones fabulosas de muchos de los nuevos actores (especialmente Luke Evans como Bardo, Stephen Fry como el Gobernador de Esgaroth y el regreso de Orlando Bloom, que de hecho parece más robusto). Una aparición muy bueno y en última instancia demasiado breve de Mikael Persbrandt como Beorn». También destaca las escenas de la lucha con las Arañas y la huída en los barriles. «Especialmente interesantes son Dol Guldur, el Palacio del Rey Elfo y ciertamente los decorados de la Ciudad del Lago». También reconoce que hay «mucho que disfrutar» en los aspectos técnicos: la dirección de fotografía, la música, los efectos visuales, el diseño de sonido. Elogia especialmente la «atmósfera del palacio de Thranduil» y las diferencias entre cómo viven los Enanos bajo tierra y cómo lo hacen los Elfos. «Estos son los grandes placeres estéticos que se puedan saborear»,

Pero por supuesto, por encima de todo está Smaug. «La experiencia cinematográfica de Smaug es inolvidable. Su aterciopelada y suave voz proporcionada por Benedict Cumberbatch es deliciosa. Somos testigos del mayor ego creado por Tolkien, y luego vemos a Martin Freeman caminando alrededor del tesoro del dragón como un pequeño ratón. Aún así Bilbo tiene muchas agallas y por eso lo queremos. De nuevo, cuando no está en pantalla quieres que vuelva». También apunta que el nivel de diálogo de los Enanos es muy similar al de Un Viaje Inesperado, y que la mayoría de frases son de Thorin, Balin y Bofur. Y desvela una pequeña gran incógnita: Bombur tampoco tiene frases en esta película, aunque tiene un par de «momentos brillantes». Sobre Tauriel cree que es un buen añadido a la historia, y en general admite que tras el estreno de la película habrá un gran debate entre los aficionados (no solo por Tauriel obviamente), pero que si «puedes relajarte y disfrutar del viaje, estarás bien. Los cineastas nos llevan con confianza a un territorio desconocido aún dentro de la Tierra Media. ¿Hasta qué punto estás dispuesto a ir en este desvío inesperado?». Y sin duda dice algo con lo que estoy bastante de acuerdo, que «La Desolación de Smaug es la prueba de fuego que separará a los fans de los libros de los fans de las películas de forma más clara que cualquier otra cosa». «Los aficionados casuales al cine abrazarán esta película rigurosamente. Es pan comido para ellos». En cambio, reconoce que los fans que esperen una adaptación más fiel del libro, podrían tener una respuesta diferente. Admite que disfrutó de todo lo que vio hasta cierto punto, aunque en algunos momentos los cambios en la historia le distrajeron, algo que cree que era inevitable dado su «profunda involucración con Tolkien» desde que era joven. En cierta forma dice que tiene dos opiniones sobre La Desolación de Smaug. Por un lado su lado Sméagol disfrutó con las grandes secuencias de acción, pero con las muchas desviaciones de los últimos 20 minutos le sale su lado Gollum. Se pregunta cómo podría terminar la tercera película, y reconoce que «es posible cualquier cosa».

Hasta aquí llega nuestro resumen de las críticas aparecidas sobre La Desolación de Smaug. Hay muchas más, pero no podemos traducirlas todas, solo una pequeña parte de ellas.

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