Perfil Básico

Nombre

Vardarion

Fecha de nacimiento:

1900-04-13

Ficha de Personaje

Nombre del Personaje

Isilion

Raza

Elda

Lugar de la Tierra Media

En Tirion

Historia del Personaje

Genealogía de Vardarion Isilion

Vardarion Isilion es hermano de Súrmanwë. Su padre, Noldo, se llamaba Curumor, y su madre, Vanya, se llama Aldalómë.
Su abuelo paterno era Menelquár y su abuela paterna, Olóma; ambos era Noldor. Su abuelo materno se llamaba Silmórë y su abuela materna, Lotindis; los dos eran Vanyar. La hermana de esta era Indis, esposa del Rey Supremo de los Noldor Finwë, y madre de Fingolfin y Finarfin. Ambas, Lotindis e Indis eran hijas de Nasar, Vanya, quien a su vez era hermano del Rey Supremo de todos los Elfos, Ingwë.

Orígenes

El origen de la familia materna de Vardarion se remonta al Despertar de los Elfos con la figura de Nasar, un elfo Vanya cuyo rubio pelo presentaba un matiz rojizo muy peculiar. Era un elfo de buena planta pero de un temperato impetuoso, cayendo muchas veces en la cólera. Antes del Gran Viaje a Valinor se enamoró perdidamente de una elfa Vanya, con quien tuvo a sus dos únicas hijas: Indis la Bella y Lotindis la Roja, pues mientras que la primogénita había heredado el dorado pelo de su madre, la segunda había conservado el matiz rúbeo de su padre. Sin embargo Nasar jamás ha revelado el nombre de su madre, y quien intenta sonsacarlo solo recibe como respuesta un silencio lleno de dolor y amargura; sin embargo se sospecha que su esposa pudo ser raptada por Morgoth en Cuiviénen y solo Eru sabe a que horribles torturas fue sometida.
También la familia paterna se remonta a esta época con Menelquár y Olóma. El primero era un Noldo orgulloso pero sincero, aunque profesaba una gran lealtad hacia su raza, y la segunda tenía un carácter recio pero, a la vez, era muy generosa y compasiva. Ambos se conocieron en las orillas del lago, en un principio, y esto lo cuentan ellos mismos, no se llevaban nada bien, siempre estaban peleando por cualquier motivo, hasta que un día tuvieron una experiencia que los unió para siempre: estaba Olóma paseando por el bosque que había cerca del lago cuando sintió un ruido detrás de ella, se giró y pudo ver como se acercaba un hombre negro montado en un caballo, iba en su dirección; ella se asustó y salió corriendo, pero por cada paso que daba el jinete recortaba la distancia, y cuando ya casi se le echaba encima, sintió que alguien la cogía por las axilas y la levantaban sin esfuerzo, Olóma estaba asustada e intentó resistirse a su captor pero este se puso el dedo en los labios, pidiéndole silencio y al punto lo reconoció, era Menelquár; estuvieron un rato hasta que no se oía nada, bajaron y se dirigieron al lago, y allí, tras reponerse del susto, sintieron como surgía la chispa entre ellos, estando unidos desde entonces para siempre.

De Cuiviénen a Valinor

La historia de los elfos habla de como el Vala Oromë se encontró por casualidad con los elfos, siendo algo fundamental. Muchas veces lo ha contado Nasar por petición de la gente.

"Era un día como otro cualquiera en la Noche Estrellada. Nos encontrábamos en la orilla del lago, cantando a las luminosas estrellas, tan hermosas como la primera vez que las vimos. De pronto un ruido se oyó de la profundidad del bosque, un ruido que conocíamos demasiado bien para nuestro, el Jinete Oscuro había vuelto. Nos quedamos en silencio, paralizados, jamás se había acercado tanto al lago. Y, de pronto, una figura salió de la espesura, un jinete. Los cantos cesaron súbitamente. Hubo un momento de confusión, empezaron los gritos, algunos huyeron nada más verlo, perdiéndose en el bosque; otros nos quedamos clavados en el sitio, sin poder mover ni un músculo. Sin embargo, nos llevó un segundo ver que no era el mismo Jinete Oscuro que rodaba por los bosques, porque en su rostro estaba la luz de las estrellas. Su aspecto era imponente, espléndido y terrible. También nos llamó la atención su extraordinario caballo, del color de la nieve, y el cuerno que llevaba prendido en su cinturón, delicadamente trabajado. Habló en un idioma que entonces no parecía incomprensible, en valarin. Se adelantó Ingwë, que no parecía en absoluto asustado, más bien sus ojos brillaban al verlo, y habló al Jinete:
– Saludos, forastero. Somos el pueblo de los quendi, los que hablan. Mi nombre es Ingwë. ¿Tendreis la cortesía de decirnos quienes sois?
El Jinete miraba con ojos brillantes a Ingwë, pero también al resto, asombrado, pero con mucha alegría en su rostro, como si hubiera recibido un regalo inesperado.
– Yo soy el vala Oromë; y en nombre de lo Ainur os saludo a todos vosotros. Os estábamos esperando."

La llegada del Vala rompió la tranquilidad de los quendi, sumamente sorprendidos. Hubo algunos que huyeron al verlo, al pensar que era el Jinete Oscuro, pero otros se sintieron fascinados por él, al ver en su rostro la Luz de Amán. Entre ellos estaban Ingwë y Nasar, Menelquár y Olóma, Elwë y Olwë, y Finwë.