Perfil Básico

Nombre

Teore

Fecha de nacimiento:

1900-08-28

Ficha de Personaje

Nombre del Personaje

Ireth Ahafire

Raza

humana/ser oscuro

Lugar de la Tierra Media

Rohan

Descripción del Personaje

De tez morena. Cabello largo y extremadamente liso, del mismo color de sus ojos almendrados, miel encina, casi negros. Unas pestañas espesas enmarcan sus iris.
Posee una espada del oscuro color de las piedras que yacen en los ríos llamada Glamcatil, que maneja como si fuese una extensión de su brazo y dos dagas que pertenecieron a su padre adoptivo. Es extremadamente veloz en sus movimientos y posee una agilidad que la permite pasar desapercibida si así lo desea. En el calor del combate, su mirada se vuelve terrible y toma un color ocre, semejante al de las hojas que caen bajo el peso del otoño. Entonces el miedo recorre el cuerpo de sus enemigos, incapaces de soportar la visión de sus ojos. Aquellos que lo han conseguido, nunca los han olvidado.

Historia del Personaje

De dónde viene nadie lo sabe, pues fue encontrada en las afueras de una pequeña aldea de Rohan y acogida, como hija propia, por Arthalion, hombre honrado de corazón recto, gran maestro en el noble arte de la forja de hierro, y su esposa Harawen. Teore la llamaron, mas su nombre real era Ireth.

Atraída por las armas, aprendió el oficio de su padre, por quien sentía un profundo amor, y a edad temprana descubrió otra de sus grandes pasiones, la lucha, para la que comprobó que estaba bien capacitada.

Su origen incierto, sus exóticos rasgos, nada usuales entre las mujeres de esas tierras, y su carácter solitario infundieron temor y desconfianza entre los vecinos. Pronto tejieron con mentiras y cuentos un manto de misterio en torno a Ireth, y no pocas veces se sintió excluida por el resto del pueblo. Sin embargo, como alumna aventajada que era, aprendió a vivir con ello, consciente de que era diferente e interiormente satisfecha de serlo.

A pesar de todo, felices fueron los días que pasó en Rohan, pues tenía una familia que la quería y a la que pronto supo querer y sentir como suya propia, aunque Arthalion nunca le ocultó su verdadera historia.
Al cumplir los 13 años, comenzaron a acaecerle cosas extraordinarias y asombrosos fueron los cambios que experimentó.
El primero de ellos sucedió cuando trabajando en una espada se hizo un corte en la mano. A penas tuvo tiempo de observar atónita una sangre negra como la noche que brotó por un instante de la herida antes de desaparecer como si no hubiese habido daño alguno. Nada de esto contó a Arthalion.

No menos prodigioso fue descubrir como iba ganando agilidad y velocidad en sus movimientos, hasta el punto de lograr aparecer en los sitios sin que nadie la sintiese llegar. Por supuesto, estas apariciones inesperadas no contribuyeron a calmar los rumores acerca de Ireth y las gentes de Rohan se sentían cada vez más inquietas ante su presencia.

Pero sin duda, lo que más agitación sembró en todos los corazones fueron aquellas extrañas visiones que no podía comprender, y que la asaltaban sin previo aviso. Con el paso del tiempo, y a medida que crecía en sabiduría y madurez, pudo esclarecer que le desvelaban detalles de su procedencia y en ocasiones le hablaban de los días por venir.
Mas nada le mostraron de la aciaga hora en que su vida sería desfigurada como el metal bajo el mazo, y el mundo dejaría de ser aquel lugar cálido, bello y tranquilo en el que fue hallada…