Perfil Básico

Nombre

AldarionYarkhan

Fecha de nacimiento:

1900-03-16

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http://www.youtube.com/user/AldarionYarkhan

Ficha de Personaje

Nombre del Personaje

el mägo-dragón

Raza

Mägo-Dragón

Lugar de la Tierra Media

Nuevo Númenor

Descripción del Personaje

Alto, de anchos y fuertes hombros, brazos y piernas bien torneados, de complexion a medio camino entre atletica y fuerte, rojos salpicados de negro son sus ojos, vestigio e indicador de que el "humano" guarda algo antinatural en su ser…el espiritu de un dragon, forma que puede tomar, resultado de la union espiritual y corporal de un dragon rojo y uno negro poco antes de la ancestral Batalla de la Colera. Ademas de ser su verdadera forma, es la apariencia que lleva al combate cuando el adversario lo merece…el dragon es de un negro ligeramente rojizo, con unas marcas como rojas llamas alrededor de sus ojos tambien rojos….sus zarpas, lo ultimo que ven sus mas temibles enemigos, estan constantemente manchadas de sangre debido a la maldicion de la que fue objeto por parte de los demas dragones, quienes le dieron el sobrenombre de Yarkhan, el dragon de sangre: sus zarpas quedarian rojas por siempre por haber derramado la sangre de sus hermanos dragones….conozcamos pues su historia….

Historia del Personaje

Todo comenzó con la creación de los dragones por parte de Melkor, también llamado Morgoth Bauglir. El vala, después de crear dicha raza quiso crear a los mejores paladines entre sus dragones, habían de ser estos los mas fuertes, voraces y poderosos, aquellos cuya magia pudiera hacer temblar los mismos cimientos de Taniquetil. Asi pues, al igual que hizo antes con lobos para crear a Carcharot, cogió la nidada de Ancalagon el Negro y una Roja y alimentó a las crías con carne inmortal de los elfos noldor que capturaba, incluso asesinó a balrogs y espíritus menores para saciar el hambre voraz de las crías de dragón…

Los años pasaban, y con ellos crecían la fuerza, la magia y el tamaño de la camada escogida por Melkor, y en ella destacaron 3 dragones, uno rojo, otro negro y un ultimo, inusualmente, blanco. A estos tres cogió Melkor y les ordeno matar y devorar a sus hermanos, cosa que hicieron con gran placer el rojo y el negro pero a lo que se negó el blanco. Los tres hermanos, a pesar de dejarse llevar por sus mas salvajes instintos, se tenían en gran estima entre ellos, incluso podría decirse que había algo parecido al amor entre ellos, razón por la que el rojo y el negro, ante la negativa del blanco de matar a sus hermanos decidieron dar cuenta ellos solos del mandato de Melkor y luego mentir y decir que los tres habían colaborado…

Melkor, el mas grande de los vala se enteró de la negativa del blanco y del intento de traición del negro y el rojo, ante lo cual determino que el blanco debía morir. Balrogs y dragones fueron llamados para asesinar al dragón blanco, pero fueron frenados por la acometida tremendamente salvaje del rojo y el negro. Cayeron muchos dragones y balrogs aquel dia solo por intentar acercarse al blanco, el cual hacia tiempo que utilizaba secretamente su magia para salvaguardarse a si mismo en vez de para dañar a los demás; pero Melkor al ver la traición de los tres por culpa de uno solo y la perdida de tantos dragones y balrogs que el mismo tomo cartas en el asunto, se personó en las cumbres borrascosas en las que tenia lugar la batalla para finalizarla de una vez por todas. Al ver la oscura figura que avanzaba hacia ellos, el rojo y el negro supieron que los tres estaban perdidos, pero el negro, el mas astuto de los tres, determinó que uno de ellos, el blanco, podía y debía vivir, sin acertar a decir por qué supo que ese dragón debía sobrevivir, así que instó al blanco a irse mientras el Señor Oscuro se acercaba.
El blanco, deshecho de dolor, terminó haciendo caso al negro y huyo, dejando a sus dos hermanos luchando a muerte contra las huestes de Melkor.

Morgoth llega a la cima de la montaña en la cual, el dragón rojo y el negro, con múltiples heridas, algunas de gravedad, aun se alzan orgullosos en el centro de una vorágine de sangre, llamas y cuerpos socarrados por sus fuerzas, habilidades y poderes. Somete al rojo con su sola mirada, pero el negro aun parece resistir….con un golpe de su cruel martillo Grond en el pecho del negro este se desploma semi-asfixiado mientras su hermano no puede hacer otra cosa que contemplar la escena…(«si solo fuésemos un poco mas poderosos…» claman sus mentes a la vez…)
El Señor Oscuro los encierra en los infiernos de Angband por más de medio milenio, donde nacieron, donde crecieron, donde mataron por vez primera, y donde de nuevo tienen que luchar para sobrevivir pero ahora en un estado lamentable….

Mas ambos sobreviven, se alimentan de los nuevos dragones que nacen, curan sus heridas y se hacen más y más fuertes y poderosos…y a la misma vez aumenta su odio hacia el ser que les dio prácticamente la vida, que les dio de comer de su mano, que les hizo luchar, que les instó a matar incluso a su hermano blanco, hacia el ser inmortal que les ha sumido en el tormento de sangre en el que se han convertido sus vidas…

Otro año mas de su tormento acababa para empezar otro nuevo cuando, de repente, un enorme temblor resuena en la prisión, la puerta de los infiernos se abre y deja paso a un monstruoso y enorme dragón, Ancalagon el Negro, el padre de ambos, mas viejo y fuerte que ellos… Sin previo aviso, el viejo y experto dragón se lanza a por los dos dragones… La lucha acaba rápido, ni siquiera la magia o la fuerza combinadas de los hermanos pueden contra la fortaleza viviente que es su padre. El Poderoso Negro se marcha de los infiernos, a los que había bajado por orden de Melkor para poner fin a la rebelión de los hermanos, dejándolos medio muertos, destrozados, a merced de los nuevos y voraces dragones de la prisión, quienes, viendo debilidad en los que se habían convertido en sus sanguinarios señores empiezan a pensar en cobrarse justa venganza. Los hermanos, hermanados ahora y siempre en pensamiento, solo tienen un objetivo en este momento: sobrevivir.
El negro, mas poderoso en cuanto a magia, menos en cuanto a fuerza, que no en cuanto a fiereza, se alza trabajosamente sobre sus patas traseras y con un extraño hálito de magia, con una bocanada inexplicable de ardiente magia envuelve su cuerpo y el de su hermano, ambos moribundos…
Un fulgor blanco ilumina los infiernos, cegando a cuantos lo habitan, un estallido y luego silencio….
En medio de los cegados dragones menores ha aparecido un dragón, sustituyendo a los hermanos, que misteriosamente han desaparecido…

Este dragón es algo nuevo… sus zarpas son mas largas que las de cualquier dragón nunca visto y no parecen naturales sino de puro metal infernal… las escamas parecen del mismo material que los cimientos de la tierra con los que Morgoth forjó su nefasto martillo Grond… puede notarse un aura de magia y electricidad alrededor de este nuevo dragón… sus fauces hambrientas revelan unos colmillos que harían temblar al poderoso Carcharoth… sus alas, enormes y fuertes parecen capaces de aguantar el peor de los tornados… su majestuosidad es solo comparable a la fuerza que delata la fuerte y recia musculatura de su cuerpo y cola, capaz de atravesar la mas dura de las corazas de Arda, merced al filo que hay en su punta, cual la mas afilada de las lanzas de los noldor…

A la par que nace este nuevo dragón, los Valar llegan a Angband para desatar su Cólera, por lo que todas las huestes de Melkor son convocadas, orcos, balrogs criaturas innombrables y también dragones…

Al abrirse las puertas infernales, los dragones salen despavoridos del infierno para enfrentarse a los Valar y sus huestes y para huir del nuevo dragón que ha nacido ante ellos y que nada mas nacer ha matado a 100 de ellos en menos de un suspiro…

El nuevo dragón sale por una de las cimas de Thangorodrim y ve a su anciano padre luchando contra un barco capaz de surcar los cielos y que porta una deslumbrante y pura estrella, contra la cual el negro Ancalagon no puede hacer otra cosa que retirarse. Sediento de venganza el dragón vuela persiguiendo a Ancalagon, el cual ya no parece tan enorme al lado del que le persigue, sino mas bien al contrario…

El nuevo dragón alcanza a Ancalagon por la cola y se trepa a su lomo hasta alcanzar con sus cortantes garras-cuchillas el cuello del viejo Negro… de un mordisco rompe el cuello y con sus garras arranca las alas al viejo Negro, que cae a tierra en una lluvia de sangre negra… El resto de dragones al ver la caída de su mayor líder se lanzan en conjunto a vengar su muerte, pero el nuevo dragón es inmune al fuego, las garras y la cola de sus congéneres… se ha convertido en algo mas… mientras los dragones intentan hacer el mas mínimo daño al dragón negro-rojizo, los valar se internan en Angband para apresar al Señor Oscuro…

Los dragones que quedan vivos de la lucha contra el negro-rojizo huyen despavoridos al sentir la mirada de los pocos valar que no se han adentrado en Angband, cuando lleguen a sus futuras moradas pensaran en el nuevo ser que les venció, y junto a las almas de los dragones muertos entonaran en la lengua de los dragones el maleficio que teñirá por siempre de rojo sangre las zarpas y las fauces del dragón negro-rojizo, y mas importante, le darán un nombre, Yarkhan, que sera temido y maldecido por todos aquellos que sirven a Melkor y que escuchen o conozcan ese nombre.

El joven y nuevo dragón, Yarkhan, al contemplar a los valar mirándolo no se amilanó, les plantó cara, soltó su rabia en el mas terrorífico de los rugidos, capaz de competir en fuerza y volumen con el Valaröma, el cuerno de Oromë el Cazador, mas cuando los valar y los elfos allí reunidos quisieron enfrentarse a Yarkhan, algo nuevo y extraño volvió a pasar…

Eru, que todo lo ve, y que escuchó la Música de principio a fin y que sabe las cosas que fueron, son y serán, contemplo la historia de los tres hermanos dragones, y vio que había una razón por la cual los dos dragones se habían enfrentado y sobrevivido a la ira de Melkor y a su mejor campeón, esa razón era un sentimiento…

El dragón Yarkhan desapareció ante la vista de todos los allí reunidos, valar, elfos, hombres y cuantos allí había, todos quedaron enmudecidos y mas tarde debatirían sobre que paso aquel día, pero eso solo lo han llegado a saber muy pocos… hasta nuestros días.

Eru, en su voluntad inescrutable, acogió el alma y el cuerpo del joven dragón y los transformó, los remoldeó de forma que adquirieran la forma que Yarkhan deseara, siempre y cuando, Yarkhan descubriese su verdadero nombre… en el éter se encontró con alguien por quien había dado tanto, por quien habría dado mas incluso si hubiese sido necesario… tanta blancura….

Un joven y atlético pero fuerte humano se despierta en el bosque de Lothlórien, junto a una joven y tierna mujer con picudas orejas de las que se adivina sangre elfa, si no mágica, con un vestido también élfico blanco como la mas pura de las perlas… el joven no sabe por que, pero el estar junto a esta extraña y blanca elfa le tranquiliza, le reconforta, como si hubiese esperado toda una vida para verla de nuevo… así pues el joven vuelve a sumirse, tranquilo, en un relajado sueño para ser despertado mas tarde por un elfo que ríe alegre al encontrarse un humano que según la cuenta de los humanos no contaría apenas 19 primaveras dormido al pie de un árbol gigantesco, pero cuyos ojos rojos moteados de negro parecen mas viejos, signo inequívoco ademas de que una fuerte magia corre por sus jóvenes venas, magia que el elfo le ayudara a controlar con el tiempo. Desde ese momento el elfo Le dará el nombre de Aldarion, hijo de los arboles, ya que el joven solo recuerda despertar bajo el árbol pero no quien es ni de donde viene, cosa que habrá de averiguar, si quiere volver a ser quien fue, mas aun, si quiere volver a ver la blancura de la joven elfa que vio antes pero que ya no descansa junto a el bajo el árbol…

Muchos eones pasaran, pues el joven no es un humano cualquiera desde luego, tiene el espíritu del dragón Yarkhan en su interior, solo que dormido, aletargado, esperando que el joven pronuncie su nombre completo, nombre que despertara de nuevo al dragón que habita en el y que le permitirá llevar a cabo cualquier hazaña que se le ponga por delante con éxito…

Eru contempla de nuevo la historia del joven mago-dragón, la que fue, la que es y la que será, pero en vez de ocupar su mirada las imágenes de sangre, dolor y muerte, El escoge un instante, una imagen vista por dos seres al mismo tiempo, por dos jóvenes dragones que observan a un tercero, que es blanco, y lee en tan oscuros y despiadados corazones un sentimiento mas arrebatador que cualquiera, por el cual han llegado a cometer las mayores atrocidades, por el cual estaban tan hermanados que se hicieron uno gracias a la magia, el sentimiento que aun late en el corazón del joven mägo-dragón y que le llevara a la mas impresionante de las aventuras, la búsqueda de su hermana perdida, la dragona blanca que huyó gracias a el/ellos de Morgoth, la joven elfa vestida de blanco que dormía junto a el bajo el árbol…la búsqueda de su amor…