
- Categoría: Un Viaje Inesperado
- Etiquetas: Andrew Lesnie, Cate Blanchett, Christopher Lee, criticas, el anillo único, El Hobbit, Howard Shore, Ian McKellen, James Nesbitt, Ken Stott, Martin Freeman, peliculas, Peter Jackson, Richard Armitage, Un Viaje Inesperado
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Hace poco más de una hora que salía del pase de prensa de El Hobbit: Un Viaje Inesperado en un centrico cine madrileño y ahora os traigo mi crítica de la película de Peter Jackson, una crítica libre de SPOILERS, en la que no se desvela nada de la trama.
Han pasado cinco años desde que se anunciara oficialmente la producción de las películas de El Hobbit. Y al igual que Bilbo, todos los aficionados emprendimos entonces un viaje, un viaje muy esperado pero que no iba a estar exento de incertidumbre, contratiempos y peligros. Como nuestro querido Bilbo, la producción fue sorteando todos los inconvenientes que surgían a su paso, sobreponiéndose a todas las dificultades inimaginables: retrasos en el rodaje, problemas de financiación, abandono de su director, protestas sindicales, incidentes en el rodaje… Pero el viaje ha concluido, y por fin, tras cinco años de espera, aquí tenemos el resultado. Aunque quizás sería más apropiado decir que el viaje solo acaba de comenzar.
La primera etapa de nuestro viaje ha quedado atrás y el resultado es muy satisfactorio. No hay que temer a las comparaciones entre El Hobbit: Un Viaje Inesperado y La Comunidad del Anillo, o cualquiera de las películas de la trilogía de El Señor de los Anillos. Pero tampoco hay que buscarlas, porque sencillamente no son posibles. Son historias diferentes, con un tono y una vocación distintas en su misma concepción. Pero todos aquellos que disfrutaron hace once años en el cine volverán a hacerlo con El Hobbit: Un Viaje Inesperado. A nivel cinematográfico, todo lo que funcionaba bien en la trilogía anterior mantiene el mismo nivel de excelencia: la fotografía de Andrew Lesnie, la música de Howard Shore, los decorados y caracterización de los personajes. Todo ello supera el examen con nota. Y los que teníais dudas con la música de Shore al escucharla por primera vez, cuando veáis la película, veréis que todo encaja, que la música acompaña a la perfección a la historia en cada momento porque es una parte más integrada de la narración. Pero lo más importante es que Peter Jackson consigue mantener el espíritu de la Tierra Media, el espíritu de la obra de Tolkien, vivo en la pantalla.
Y si las principales virtudes de El Señor de los Anillos se han mantenido, también hay que admitir que se ha ganado en mucho aspectos. Uno de los más evidentes es el aspecto técnico y visual, los magos de Weta Digital se han vuelto a superar. Es una mejora obvia, pero al fin y al cabo los efectos visuales solo son un medio para conseguir un fin, un recurso al servicio de la historia. El aspecto más importante en el que El Hobbit ha ganado con respecto a El Señor de los Anillos es en la interpretación. El nivel de los actores ha subido muchos enteros. Martin Freeman simplemente borda a Bilbo, cómo va evolucionando de ser un Hobbit que vive cómodo y sin preocupaciones hasta ser el personaje al que todos buscan, hasta descubrir esa faceta suya que desconocía y que nadie, excepto Gandalf, era capaz de ver. La mayoría esperábamos una gran interpretación de Freeman, y no nos ha defraudado. Y quien sorprende, porque quizás casi nadie le conocíamos, es Richard Armitage, que hace suyo el papel de Thorin. Noble y orgulloso, su presencia impone desde el primer momento que aparece en pantalla, y no creo que nadie discuta que es la auténtica revelación de la película (a Freeman ya le conocíamos). A muchos también les sorprenderá Ken Stott como Balin, aunque a mi no porque ya había visto a este actor, este secundario de oro del cine británico, en películas como The Boxer. Del resto de los Enanos, destaca James Nesbitt, y aunque el resto cumple perfectamente, la mayoría quedan difuminados en la historia. Obviamente, no vamos a descubrir a los actores que repiten de El Señor de los Anillos. Ver a Ian McKellen siempre es un auténtico gustazo, y disfrutar de las pequeñas apariciones de Cate Blanchett o Christopher Lee es un lujo. Os recomiendo encarecidamente ver la película en versión original, porque el doblaje, por bueno que sea, jamás hará justicia a actores como McKellen (y eso que Pepe Mediavilla es un excelente doblador), Freeman, Armitage o Lee.
Pero El Hobbit: Un Viaje Inesperado no es perfecta, y hay cosas que no terminan de encajar. El humor no es una de ellas. Para los que temíais que la película fuese una sucesión de payasadas hay que decir que la mayoría de los momentos cómicos de la película se han visto en los trailers y spots de televisión. Quizás el que peor sale parado en este aspecto es Radagast el Pardo, un personaje que no termina de encajar en la película. También hay algún añadido de Jackson que parece metido con calzador y que habrá que ver cómo se desarrolla en La Desolación de Smaug y en Partida y Regreso. En cambio por ejemplo la escena del Concilio Blanco es magistral, en la que se refleja las reticencias y dudas de algunos de sus miembros, especialmente Saruman, ante las advertencias de Gandalf.
Y si a estas alturas os estabais maravillando por leer una crítica de El Hobbit: Un Viaje Inesperado en la que no se hiciera una sola mención del 3D HFR, siento deciros que os voy a decepcionar. Aunque solo haré eso, mencionarlo, porque Warner Bros España ha proyectado la película en 3D, y no en 3D HFR, con lo cual no he podido ver el nuevo y revolucionario formato.
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53 Responses to ¡Ya hemos visto El Hobbit: Un Viaje Inesperado! Crítica de Aragorn_II