
- Categoría: Mundo Tolkien
- Etiquetas: Año 2941 de la Tercera Edad, Año 3019 de la Tercera Edad, El Señor de los Anillos, Guerra del Anillo, Hoy en la Tierra Media, JRR Tolkien, La Búsqueda de Erebor, libros
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A continuación podéis descubrir lo que pasó el 3 de noviembre en la Tierra Media, el universo fantástico creado por J.R.R. Tolkien.
Proseguimos con nuestra sección ‘Hoy en la Tierra Media’ con una jornada en la que dos ejércitos aliados llegaron a las ruinas de una antigua ciudad, en la que se libró la última batalla de la Guerra del Anillo y en la que dos miserables seres encontraron su final. Para evitar posibles malentendidos recordamos que todas estas fechas se corresponden con el Calendario de la Comarca o con otros calendarios de la Tierra Media (como el Cómputo del Rey o el Cómputo de los Senescales) y no con el calendario gregoriano (ver nota), y que todas proceden de ‘El Hobbit‘, ‘El Señor de los Anillos‘ (incluidos los Apéndices), los ‘Cuentos inconclusos‘ o los Manuscritos Marquette de J.R.R. Tolkien, y de otros libros de estudiosos de la obra del Profesor como el ‘Atlas de la Tierra Media‘ de Karen Wynn Fonstad, ‘El Señor de los Anillos. Guía de Lectura‘ de Wayne G. Hammond y Christina Scull, y ‘The History of The Hobbit‘ de John D. Rateliff.
Sucesos que acompañamos con extractos de los libros del Profesor y con ilustraciones de distintos artistas, aunque no siempre hallamos imágenes que representen los momentos que mencionamos o que reflejen fielmente las descripciones de Tolkien.
Esto fue lo que pasó en la Tierra Media el 3 de noviembre, o el 3 de Blotmath según el Calendario de la Comarca.
Año 2941 de la Tercera Edad del Sol:
* Los Elfos y los Hombres llegan a Valle (ver nota 2).
(Pinchad en las imágenes para verlas a mayor resolución)
(Ruinas de Valle, por la artista australiana Katherine Anne)
“Llegó una noche en la que de pronto aparecieron muchas luces, como de fuegos y antorchas, lejos hacia el sur en Valle.
—¡Han llegado! —anunció Balin—. Y el campamento es grande de veras. Tienen que haber entrado en el valle a lo largo de las riberas del río, ocultándose en el crepúsculo.”
(‘El Hobbit‘, capítulo 15: El encuentro de las nubes).
Año 3019 de la Tercera Edad del Sol:
* De madrugada, el Granjero Coto les cuenta a Frodo, Merry y Pippin todo lo sucedido en la Comarca desde su partida.
* Se libra la Batalla de Delagua.
* Los hobbits vencen a los bandidos.
* Tras la batalla los hobbits se dirigen a Bolsón Cerrado para enfrentarse a Zarquino.
* Gríma asesina a Saruman, y los hobbits lo matan cuando intentaba huir.
* Fin de la Guerra del Anillo.
(Lobelia desafía a los rufianes de Zarquino, por el artista canadiense John Howe)
“Ya no hay más tranquilidad en Hobbiton, ni siquiera de noche. Y tiran inmundicias adrede; han infestado todo el curso inferior de El Agua, y ya empiezan a bajar al Brandivino. Si lo que se proponen es convertir la Comarca en un desierto, no podían haber buscado un camino mejor. Yo no creo que el tonto del Granujo esté detrás de todo. Para mí, que es Zarquino.
—¡Claro que sí! —interrumpió Tom el joven—. Si hasta a la propia madre del Granujo se la llevaron, a esa vieja Lobelia, y aunque nadie la podía ver ni en pintura, él al menos la quería. Alguna gente de Hobbiton estaba allí y vio lo que pasó. Ella viene bajando por el camino con su viejo paraguas. Unos cuantos bandidos van en sentido contrario con un carro.
‘«¿Se puede saber a dónde van?» ella dice.
‘«A Bolsón Cerrado» ellos dicen.
‘«¿A hacer qué?» ella dice.
‘«A construir barracones para Zarquino» ellos dicen.
‘«¿Con el permiso de quién?» ella dice.
‘«De Zarquino» ellos dicen. «¡Así que quítate del medio, vieja bruja!»
‘«¡Zarquino les voy a dar yo, ladrones sucios, rufianes!» ella dice, y arriba con el paraguas contra el Jefe, casi el doble de altura. Y se la llevaron. A la rastra hasta las Celdas, y a su edad… Se han llevado a otros a quienes en verdad echamos de menos, claro, pero no es posible negarlo: ella mostró más coraje que muchos.”
(‘El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 8: El saneamiento de la Comarca).
(Batalla de Delagua, por el artista inglés Michael Herring)
“Pero los Tuk llegaron más pronto. Aparecieron al poco rato, un centenar, y venían en formación, desde Alforzada y las Colinas Verdes con Pippin a la cabeza. Merry contaba ya con una hobbitería fornida y lo bastante numerosa como para enfrentar a los bandidos. Los batidores informaron que la pandilla se mantenía unida. Sabían que la población rural en pleno se había sublevado, y no cabía duda de que venían decididos a sofocar sin miramientos el foco mismo de la rebelión, en Delagua. Pero por crueles y despiadados que fueran, no había entre ellos un jefe experto en las artes de la guerra, y avanzaban sin tomar precauciones. Merry elaboró rápidamente sus planes.
Los bandidos llegaron pisoteando ruidosamente por el Camino del Este, y sin detenerse tomaron el Camino de Delagua, que por un trecho trepaba entre barrancas altas coronadas de setos bajos. Al doblar un recodo, a unas doscientas yardas del camino principal, se toparon con una poderosa barricada levantada con viejos carretones puestos boca abajo. Tuvieron que detenerse. En el mismo momento se dieron cuenta de que los setos que flanqueaban el camino por ambos lados estaban atestados de hobbits. Y detrás de ellos, varios hobbits empujaban otros carretones que habían mantenido ocultos en un campo, cerrándoles de este modo la salida.”
(‘El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 8: El saneamiento de la Comarca).
(Batalla de Delagua, por el artista estadounidense Jeff Porter)
“Una veintena intentó escapar abalanzándose contra las carretas. Seis cayeron muertos, pero los restantes lograron huir, matando a dos hobbits, y luego se dispersaron campo traviesa en dirección al Bosque Cerrado. Otros dos cayeron mientras corrían. Merry lanzó un potente toque de cuerno, y otros le respondieron a la distancia.
—No irán muy lejos —dijo Pippin—. Todos estos campos están llenos de cazadores hobbits.
Atrás, los hombres atrapados en el sendero, trataban de escalar la barricada y las barrancas, y los hobbits tuvieron que matar a unos cuantos, con las flechas o con las hachas. Pero algunos de los más vigorosos y más encarnizados consiguieron salir por el oeste, y más decididos ahora a matar que a escapar, atacaron ferozmente. Varios hobbits cayeron, y los restantes empezaban a flaquear, cuando Merry y Pippin, que se encontraban en el flanco este, irrumpieron de improviso y se lanzaron contra los rufianes. Merry mató con sus propias manos al cabecilla, un bruto corpulento de mirada torcida que parecía un orco gigantesco. Luego replegó sus fuerzas, encerrando a los últimos remanentes de la pandilla en un amplio círculo de arqueros.
Al fin la batalla terminó. Casi setenta bandidos yacían sin vida en el campo, y doce habían sido tomados prisioneros. Entre los hobbits hubo diecinueve muertos y unos treinta heridos.”
(‘El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 8: El saneamiento de la Comarca).
(Saneamiento de la Comarca, por el artista francés Eric Faure-Brac)
“Se pusieron en camino, a pie. Frodo, Sam, Merry y Pippin encabezaban la marcha. Fue una de las horas más tristes en la vida de los hobbits. Allí, delante de ellos, se erguía la gran chimenea; y a medida que se acercaban a la vieja aldea en la margen opuesta de El Agua, entre la doble hilera de sórdidas casas nuevas que flanqueaban el camino, veían el nuevo molino en toda su hostil y sucia fealdad: una gran construcción de ladrillos a horcajadas sobre las dos orillas del río, cuyas aguas emponzoñaba con efluvios humeantes y pestilentes. Y a lo largo del Camino de Delagua, todos los árboles habían sido talados.
Un nudo se les cerró en la garganta cuando atravesaron el puente y miraron hacia la Colina. Ni aun la visión de Sam en el Espejo los había preparado para ese momento. La Vieja Alquería de la orilla occidental había sido demolida y reemplazada por hileras de cobertizos alquitranados. Todos los castaños habían desaparecido. Las barrancas y los setos estaban destrozados. Grandes carretones inundaban en desorden un campo castigado y arrasado. Bolsón de Tirada era una bostezante cantera de arena y piedra triturada. Más arriba, Bolsón Cerrado se ocultaba detrás de unas barracas.
—¡Lo han derribado! —gritó Sam—. ¡Han derribado el Árbol de la Fiesta! —Señaló el lugar donde se había alzado el árbol a cuya sombra Bilbo había pronunciado el Discurso de Despedida.”
(‘El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 8: El saneamiento de la Comarca).
(Saruman como Zarquino, por el artista italiano Fabio Leone)
“—¡Esto es peor que Mordor! —dijo Sam—. Mucho peor, en un sentido. Duele en carne viva, como quien dice; pues es parte de nosotros, y la recordamos como era antes.
—Sí, esto es Mordor —dijo Frodo—. Una de sus obras. Saruman creía estar trabajando para él mismo, pero en realidad no hacía más que servir a Mordor. Y lo mismo hacían aquellos a quienes Saruman engañó, como Lotho.
Merry echó en torno una mirada de consternación y repugnancia. —¡Salgamos de aquí! —dijo—. De haber sabido todo el mal que ha causado, le habría cerrado el gaznate con mi tabaquera.
—¡No lo dudo, no lo dudo! Pero no lo hiciste, de modo que ahora puedo darte la bienvenida. —De pie, en la puerta, estaba Saruman en persona, bien alimentado y satisfecho de sí mismo. Los ojos le chisporroteaban, divertidos y maliciosos.
La luz se hizo de súbito en la mente de Frodo. — ¡Zarquino! —exclamó.
Saruman se echó a reír. —De modo que ya has oído mi nombre ¿eh? Así, creo, me llamaban en Isengard todos mis súbditos. Una prueba de afecto, sin duda. Pero parece que no esperabas verme aquí.
—No por cierto —dijo Frodo—. Pero podía haberlo imaginado. Un poco de maldad mezquina. Gandalf me advirtió que aún eras capaz de eso.”
(‘El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 8: El saneamiento de la Comarca).
(Saruman y Frodo en Hobbiton, por la artista sueca Inger Edelfeldt)
“Saruman se volvió como si fuera a partir, y Lengua de Serpiente lo siguió, arrastrándose. Pero en el momento en que Saruman pasaba junto a Frodo un puñal le centelleó en la mano, y lanzó una rápida estocada. La hoja rebotó contra la oculta cota de malla, y se quebró, con un golpe seco. Una docena de hobbits, con Sam a la cabeza, se abalanzaron con un grito y derribaron al villano.
—¡No, Sam! —dijo Frodo—. No lo mates, ni aun ahora. No me ha herido. En todo caso, no deseo verlo morir de esta manera inicua. En un tiempo fue grande, de una noble raza, contra la que nunca nos hubiéramos atrevido a levantar las manos. Ha caído, y devolverle la paz y la salud no está a nuestro alcance; mas yo le perdonaría la vida, con la esperanza de que algún día pueda recobrarlas.
Saruman se levantó y clavó los ojos en Frodo. Tenía una mirada extraña, mezcla de admiración, respeto y odio.
—Has crecido, Mediano —dijo—. Sí, has crecido mucho. Eres sabio, y cruel. Me has privado de la dulzura de mi venganza, y en adelante mi vida será un camino de amargura, sabiendo que la debo a tu clemencia. ¡La odio tanto como te odio a ti! Bien, me voy, y no te atormentaré más. Mas no esperes de mí que te desee salud y una vida larga. No tendrás ni una ni otra. Pero eso no es obra mía. Yo sólo te lo auguro.”
(‘El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 8: El saneamiento de la Comarca).
(La muerte de Saruman, por el artista estadounidense Derek Hand)
“—Entonces, yo se lo diré —dijo Saruman—. Serpiente mató a vuestro Jefe, mis pobres amiguitos, a vuestro buen pequeño patrón. ¿No es verdad, Serpiente? Lo apuñaló mientras dormía, creo. Lo enterró, espero; aunque últimamente Serpiente ha pasado mucha hambre. No, Serpiente no es bueno en realidad. Mejor será que lo dejéis en mis manos.
En los ojos rojos de Lengua de Serpiente apareció una mirada de odio salvaje. —Tú me dijiste que lo hiciera —siseó.
Saruman lanzó una carcajada. —Y tú haces lo que Zarquino te dice, siempre, ¿verdad, Serpiente? Pues bien, ahora te dice: ¡sigúeme! —Y mientras el otro se arrastraba, le lanzó un puntapié a la cara y echó a andar. Pero algo se quebró en ese instante. Lengua de Serpiente se irguió de pronto, y sacó un puñal que llevaba escondido; gruñendo como un perro saltó sobre la espalda de Saruman, y tirándole la cabeza hacia atrás, le hundió la hoja en la garganta; luego, con un aullido, echó a correr sendero abajo. Antes que Frodo pudiera recobrarse ni pronunciar una sola palabra, tres arcos hobbits silbaron en el aire, y Lengua de Serpiente se desplomó sin vida.
Ante el espanto de todos, alrededor del cadáver de Saruman se formó una niebla gris, que subió lentamente a gran altura como el humo de una hoguera, mientras una figura pálida y amortajada asomaba sobre la Colina. Vaciló un instante, de cara al poniente; pero una ráfaga de viento sopló desde el oeste, y la figura se dobló, y con un suspiro se deshizo en nada.”
(‘El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 8: El saneamiento de la Comarca).
(*) Nota importante: Aunque el Calendario de la Comarca no coincide con el calendario Gregoriano (hay una diferencia de 10 u 11 días entre uno y otro dependiendo del día en el que se celebre el solsticio de verano), hemos decidido publicar los acontecimientos según su fecha original y no adaptar las fechas a nuestro calendario (de hacerlo, el 25 de marzo del Calendario de la Comarca sería nuestro 14 ó 15 de marzo). Nos parece lo más lógico no solo para evitar confusiones sino para mantener la coherencia con el hecho de celebrar el Día Internacional de Leer a Tolkien el 25 de marzo (fecha en la que se derrotó a Sauron) y el Día Hobbit el 22 de septiembre (fecha de los cumpleaños de Bilbo y Frodo).
(*) Nota 2: A diferencia de lo que ocurre con ‘El Señor de los Anillos‘, no hay una cronología completa de los acontecimientos de ‘El Hobbit‘. En los libros de Tolkien apenas se dan unas pocas fechas (que Gandalf visitó a Bilbo el 25 de abril, que Gandalf, Bilbo y los enanos partieron de Rivendel el Día de Año Medio, que Bilbo y los enanos llegaron a Esgaroth el 22 de septiembre y que Bilbo volvió a Bolsón Cerrado el 22 de junio). La cronología que seguimos es una aproximación que se basa principalmente en esas fechas, en las fechas del intento de Tolkien de crear una cronología en su revisión de ‘El Hobbit‘ y aportadas por John D. Rateliff en su libro ‘The History of The Hobbit‘, en la narración del libro y en la cronología realizada por Karen Wynn Fonstad (una cronología basada únicamente en una estimación del tiempo que le llevó a la compañía recorrer las distancias entre unos puntos y otros).