¿Qué importantes hechos tuvieron lugar el 13 de noviembre en la Tierra Media de J.R.R. Tolkien? ¡Podéis leerlo aquí!

Continuamos con la sección ‘Hoy en la Tierra Media’ con una jornada en la que se libró una batalla inesperada en la que las fuerzas de la oscuridad fueron derrotadas, en la que murieron importantes personajes y en la que se forjó una sorprendente alianza. Para evitar malentendidos nos gustaría recordar que todas estas fechas se corresponden con el Calendario de la Comarca o con otros calendarios de la Tierra Media (como el Cómputo del Rey) y no con el calendario gregoriano (ver nota), y que todas proceden de distintos libros y textos de J.R.R. Tolkien como ‘El Hobbit‘, ‘El Señor de los Anillos‘ (incluidos los Apéndices), los ‘Cuentos inconclusos‘ o los Manuscritos Marquette, y de otros libros de estudiosos de la obra del Profesor como el ‘Atlas de la Tierra Media‘ de Karen Wynn Fonstad, ‘El Señor de los Anillos. Guía de Lectura‘ de Wayne G. Hammond y Christina Scull, y ‘The History of The Hobbit‘ de John D. Rateliff.

Acontecimientos que acompañamos con pasajes de la obra de Tolkien y con dibujos e ilustraciones de diferentes artistas, aunque no en todos los casos encontramos imágenes que representen fielmente lo escrito por el Profesor.

Esto fue lo que pasó en la Tierra Media el 13 de noviembre, o el 13 de Blotmath según el Calendario de la Comarca.

 

Año 2941 de la Tercera Edad del Sol:

* Dáin y los enanos de las Colinas de Hierro llegan a la Montaña Solitaria (ver nota 2).

* Gandalf alerta de la llegada de los trasgos y los wargos.

* Se libra la Batalla de los Cinco Ejércitos.

* Muertes de Bolgo, Thorin, Fili y Kili.

 

(Pinchad en las imágenes para verlas a mayor resolución)

Los enanos de las Colinas de Hierro llegan a la Montaña Solitaria, según Henning Janssen

(Los enanos de las Colinas de Hierro llegan a la Montaña Solitaria, por el artista neerlandés Henning Janssen)

“Llegaron mensajeros a informar que una hueste de enanos había aparecido en la estribación oriental de la Montaña y que ahora se apresuraba hacia Valle. Dáin había venido. Había corrido toda la noche, y de este modo habían llegado sobre ellos más pronto de lo que habían esperado. Todos los enanos de la tropa estaban ataviados con cotas de malla de acero que les llegaban a las rodillas; y unas calzas de metal fino y flexible, tejido con un procedimiento secreto que sólo la gente de Dáin conocía, les cubrían las piernas. Los enanos son sumamente fuertes para su talla, pero la mayoría de éstos eran fuertes aun entre los enanos. En las batallas empuñaban pesados azadones que se manejaban con las dos manos; además, todos tenían al costado una espada ancha y corta, y un escudo redondo les colgaba en la espalda. Llevaban la barba partida y trenzada, sujeta al cinturón. Las viseras eran de hierro, lo mismo que el calzado; y las caras eran todas sombrías.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

Las nubes estallan, según Michael Hague

(Las nubes estallan, por el artista estadounidense Michael Hague)

“¡Pero todavía más pronto, una sombra creció con terrible rapidez! Una nube negra cubrió el cielo. El trueno invernal rodó en un viento huracanado, rugió y retumbó en la Montaña y relampagueó en la cima. Y por debajo del trueno se pudo ver otra oscuridad, que se adelantaba en un torbellino, pero esta oscuridad no llegó con el viento; llegó desde el Norte, como una inmensa nube de pájaros, tan densa que no había luz entre las alas.

—¡Deteneos! —gritó Gandalf, que apareció de repente y esperó de pie y solo, con los brazos levantados, entre los enanos que venían y las filas que los aguardaban—. ¡Deteneos! —dijo con voz de trueno, y la vara se le encendió con una luz súbita como el rayo—. ¡El terror ha caído sobre vosotros! ¡Ay! Ha llegado más rápido de lo que yo había supuesto. ¡Los trasgos están sobre vosotros!”

(‘El Hobbit‘, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

(Dáin, Gandalf, Bardo y Thranduil, por el artista galés Stephen Graham Walsh)

“Éste fue el plan que preparó junto con el Rey Elfo y Bardo; y con Dáin, pues el señor enano ya se les había unido: los trasgos eran enemigos de todos, y cualquier otra disputa fue en seguida olvidada. No tenían más esperanza que la de atraer a los trasgos al valle entre los brazos de la Montaña, y ampararse en las grandes estribaciones del sur y el este. Aun de este modo correrían peligro, si los trasgos alcanzaban a invadir la Montaña, atacándolos entonces desde atrás y arriba; pero no había tiempo para preparar otros planes o para pedir alguna ayuda.

Pronto pasó el trueno, rodando hacia el sudeste; pero la nube de murciélagos se acercó, volando bajo por encima de la Montaña, y se agitó sobre ellos, tapándoles la luz y asustándolos.

—¡A la Montaña! —les gritó Bardo—. ¡Pronto, a la Montaña! ¡Tomemos posiciones mientras todavía hay tiempo!

En la estribación sur, en la parte más baja de la falda y entre las rocas, se situaron los Elfos; en la del este, los Hombres y los Enanos. Pero Bardo y algunos de los elfos y hombres más ágiles escalaron la cima de la loma occidental para echar un vistazo al norte.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

El Anillo, según Magali Villeneuve

(El Anillo, por la artista francesa Magali Villeneuve)

“Fue una batalla terrible. Bilbo no había pasado nunca por una experiencia tan espantosa, y que luego odiara tanto, y esto es como decir que por ninguna otra cosa se sintió tan orgulloso, hasta tal punto que fue para él durante mucho tiempo un tema de charla favorito, aunque no tuvo en ella un papel muy importante. En verdad puedo decir que muy pronto se puso el anillo y desapareció de la vista, aunque no de todo peligro.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

La Batalla de los Cinco Ejércitos, según el artista inglés Alan Lee

(La Batalla de los Cinco Ejércitos, por el artista inglés Alan Lee)

“Los elfos fueron los primeros en cargar. Tenían por los trasgos un odio amargo y frío. Las lanzas y espadas brillaban en la oscuridad con un helado reflejo, tan mortal era la rabia de las manos que las esgrimían. Tan pronto como la horda de los enemigos aumentó en el valle, les lanzaron una lluvia de flechas, y todas resplandecían como azuzadas por el fuego. Detrás de las flechas, un millar de lanceros bajó de un salto y embistió. Los chillidos eran ensordecedores. Las rocas se tiñeron de negro con la sangre de los trasgos.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

(Guardia personal de Bolgo, por el artista francés Aurelien Hubert)

“Unos trasgos habían escalado la Montaña por la otra parte, y muchos ya estaban sobre la Puerta, en la ladera, y otros corrían temerariamente hacia abajo, sin hacer caso de los que caían chillando al precipicio, para atacar las estribaciones desde encima. A cada una de estas estribaciones se podía llegar por caminos que descendían de la masa central de la Montaña; los defensores eran pocos y no podrían cerrarles el paso durante mucho tiempo. La esperanza de victoria se había desvanecido del todo. Sólo habían logrado contener la primera embestida de la marea negra.

El día avanzó. Otra vez los trasgos se reunieron en el valle. Luego vino una horda de wargos, brillantes y negros como cuervos, y con ellos la guardia personal de Bolgo, trasgos de enorme talla, con cimitarras de acero. Pronto llegaría la verdadera oscuridad, en un cielo tormentoso; mientras, los murciélagos revoloteaban aún alrededor de la cabeza y los oídos de hombres y elfos, o se precipitaban como vampiros sobre la gente caída.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

Thorin sale a la batalla, según el artista español Edu Rodríguez

(Thorin sale a la batalla, por el artista español Edu Rodríguez)

“De súbito se oyó un clamor, y desde la Puerta llamó una trompeta. ¡Habían olvidado a Thorin! Parte del muro, movido por palancas, se desplomó hacia afuera cayendo con estrépito en la laguna. El Rey bajo la Montaña apareció en el umbral, y sus compañeros lo siguieron. Las capas y capuchones habían desaparecido; llevaban brillantes armaduras y una luz roja les brillaba en los ojos. El gran enano centelleaba en la oscuridad como oro en un fuego mortecino.

Los trasgos arrojaron rocas desde lo alto; pero los enanos siguieron adelante, saltaron hasta el pie de la cascada y corrieron a la batalla. Lobos y jinetes caían o huían ante ellos. Thorin manejaba el hacha con mandobles poderosos, y nada parecía lastimarlo.

—¡A mí! ¡A mí! ¡Elfos y hombres! ¡A mí! ¡Oh, pueblo mío! —gritaba, y la voz resonaba como una trompa en el valle.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

(La última resistencia de Thorin, por el artista estadounidense Lucas Graciano)

“Una vez más los trasgos fueron rechazados al valle, y allí se amontonaron hasta que Valle fue un sitio horrible y oscurecido por cadáveres. Los wargos se dispersaron y Thorin se volvió a la derecha contra la guardia personal de Bolgo. Pero no alcanzó a atravesar las primeras filas.

Ya tras él yacían muchos hombres y muchos enanos, y muchos hermosos elfos que aún tendrían que haber vivido largos años, felices en el bosque. Y a medida que el valle se abría, la marcha de Thorin era cada vez más lenta. Los enanos eran pocos, y nadie guardaba los flancos. Pronto los atacantes fueron atacados y se vieron encerrados en un gran círculo, cercados todo alrededor por trasgos y lobos que volvían a la carga. La guardia personal de Bolgo cayó aullando sobre ellos, introduciéndose entre los enanos como olas que golpean acantilados de arena. Los otros enanos no podían ayudarlos, pues el asalto desde la Montaña se renovaba con redoblada fuerza, y hombres y elfos eran batidos lentamente a ambos lados.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

Defensa de la Colina del Cuervo, según Adam Lane

(Defensa de la Colina del Cuervo, por Adam Lane)

“A todo esto, Bilbo miraba con aflicción. Se había instalado en la Colina del Cuervo, entre los elfos, en parte porque quizás allí era posible escapar, y en parte (el lado Tuk de la mente de Bilbo) porque si iban a mantener una última posición desesperada, quería defender al Rey Elfo. También Gandalf estaba allí de algún modo, sentado en el suelo, como meditando, preparando quizá un último soplo de magia antes del fin.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

Las Águilas en batalla, según John Howe

(Las Águilas en batalla, por el artista canadiense John Howe)

“—¡Las Águilas! ¡Las Águilas! —vociferó—. ¡Vienen las Águilas!

Los ojos de Bilbo rara vez se equivocaban. Las Águilas venían con el viento, hilera tras hilera, en una hueste tan numerosa que todos los aguileros del norte parecían haberse reunido allí,

—¡Las Águilas! ¡Las Águilas! —gritaba Bilbo, saltando y moviendo los brazos. Si los elfos no podían verlo, al menos podían oírlo. Pronto ellos gritaron también, y los ecos corrieron por el valle. Muchos ojos expectantes miraron arriba, aunque aún nada se podía ver, excepto desde las estribaciones meridionales de la Montaña.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

La Batalla de los Cinco Ejércitos, según Justin Gerard

(La Batalla de los Cinco Ejércitos, por el artista estadounidense Justin Gerard)

“Pero aun incluyendo a las Águilas, los trasgos los superaban en número. En aquella última hora el propio Beorn había aparecido; nadie sabía cómo o de dónde. Había llegado solo, en forma de oso; y con la cólera parecía ahora más grande de talla, casi un gigante.

El rugir de la voz de Beorn era como tambores y cañones; y se abría paso echando a los lados lobos y trasgos como si fueran pajas y plumas. Cayó sobre la retaguardia, y como un trueno irrumpió en el círculo. Los enanos se mantenían firmes en una colina baja y redonda. Entonces Beorn se agachó y recogió a Thorin, que había caído atravesado por las lanzas, y lo llevó fuera del combate.

Retornó en seguida, con una cólera redoblada, de modo que nada podía contenerlo y ninguna arma parecía hacerle mella. Dispersó a la guardia, arrojó al propio Bolgo al suelo, y lo aplastó.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 18: El viaje de vuelta).

 

Kili y Fili, según grzegoszwu

(Kili y Fili, por el artista polaco Grzegorz Wlazło)

“De los doce compañeros de Thorin, quedaban diez. Fili y Kili habían caído defendiéndolo con el cuerpo y los escudos, pues era el hermano mayor de la madre de ellos.”

(‘El Hobbit‘, capítulo 18: El viaje de vuelta).

 

(La muerte de Thorin, por el artista estadounidense Darrell K. Sweet)

“Allí efectivamente yacía Thorin Escudo de Roble, herido de muchas heridas, y la armadura abollada y el hacha mellada estaban junto a él en el suelo. Alzó los ojos cuando Bilbo se le acercó.

—Adiós, buen ladrón —dijo—. Parto ahora hacia los salones de espera a sentarme al lado de mis padres, hasta que el mundo sea renovado. Ya que hoy dejo todo el oro y la plata, y voy a donde tienen poco valor, deseo partir en amistad contigo, y me retracto de mis palabras y hechos ante la Puerta.

Bilbo hincó una rodilla, ahogado por la pena.

—¡Adiós, Rey bajo la Montaña! —dijo—. Es ésta una amarga aventura, si ha de terminar así; y ni una montaña de oro podría enmendarla. Con todo, me alegro de haber compartido tus peligros: ha sido más de lo que cualquier Bolsón hubiera podido merecer.

—¡No! —dijo Thorin—. Hay en ti muchas virtudes que tú mismo ignoras, hijo del bondadoso Oeste. Algo de coraje y algo de sabiduría, mezclados con mesura. Si muchos de nosotros dieran más valor a la comida, la alegría y las canciones que al oro atesorado, éste sería un mundo más feliz. Pero triste o alegre, ahora he de abandonarlo. ¡Adiós!“

(‘El Hobbit‘, capítulo 18: El viaje de vuelta).

 

(*) Nota importante: Aunque el Calendario de la Comarca no coincide con el calendario Gregoriano (hay una diferencia de 10 u 11 días entre uno y otro dependiendo del día en el que se celebre el solsticio de verano), hemos decidido publicar los acontecimientos según su fecha original y no adaptar las fechas a nuestro calendario (de hacerlo, el 25 de marzo del Calendario de la Comarca sería nuestro 14 ó 15 de marzo). Nos parece lo más lógico no solo para evitar confusiones sino para mantener la coherencia con el hecho de celebrar el Día Internacional de Leer a Tolkien el 25 de marzo (fecha en la que se derrotó a Sauron) y el Día Hobbit el 22 de septiembre (fecha de los cumpleaños de Bilbo y Frodo).
 

(*) Nota 2: A diferencia de lo que ocurre con ‘El Señor de los Anillos‘, no hay una cronología completa de los acontecimientos de ‘El Hobbit‘. En los libros de Tolkien apenas se dan unas pocas fechas (que Gandalf visitó a Bilbo el 25 de abril, que Gandalf, Bilbo y los enanos partieron de Rivendel el Día de Año Medio, que Bilbo y los enanos llegaron a Esgaroth el 22 de septiembre y que Bilbo volvió a Bolsón Cerrado el 22 de junio). La cronología que seguimos es una aproximación que se basa principalmente en esas fechas, en las fechas del intento de Tolkien de crear una cronología en su revisión de ‘El Hobbit‘ y aportadas por John D. Rateliff en su libro ‘The History of The Hobbit‘, en la narración del libro y en la cronología realizada por Karen Wynn Fonstad (una cronología basada únicamente en una estimación del tiempo que le llevó a la compañía recorrer las distancias entre unos puntos y otros).

Imágenes relacionadas:

Esta noticia fue publicada en Mundo Tolkien y etiquetada con Año 2941 de la Tercera Edad, El Hobbit, Hoy en la Tierra Media, JRR Tolkien, La Búsqueda de Erebor, libros. Anota el permalink.

Deja una respuesta