Esto podemos verlo desde dos puntos de vista.

Punto de vista prosaico, aburrido y probablemente cierto. Tolkien quiere crear un mundo fantástico medieval. Punto pelota. El mundo se queda así per secula seculorum, pase el tiempo que pase, ya que es condición necesaria para la historia. El hecho de que no haya ninguna explicación sobre esto en la obra (que yo sepa), lo corrobora aún más. Es de esas cosas que tienes que asumes a la hora de ponerte a leer cualquier libro.

Punto de vista friki fan, de intentar razonar lo inrazonable, pero mucho más divertido.

La concepción de ciencia/tecnología es la misma que teníamos nosotros durante la Edad Antigua y la Edad Media. La ciencia es una rama del saber que se trabaja únicamente con el cerebro, esto es, yo suelto mi idea medianamente razonada/razonable y su validez o no, depende mi habilidad para encontrar explicaciones a la misma que convenzan a los incrédulos. Pero mediante palabras.

Idem para tecnología, aka artesanía. Una disciplina en la que se usan las manos y se vale de habilidad y experiencia, vía prueba-error, de quién la cultive.

Dos cosas que en ningún momento se relacionan. ¿Teneís la imagen de ambos personajes en la cabeza? ¿Se parecen en algo? ¿A que no? Pues ahí tenemos el primer escollo a la aparición de la tecnología en el mundo de Tolkien, la completa separación entre ciencia y tecnología en su universo. Para temas más simples, un artesano podrá llevar a cabo ciertas innovaciones, pero se necesita ciencia básica para poder llevar más allá muchas cosas.

Por otro lado, la idea imperante en el mundo de Tolkien, si os fijáis es “todo lo pasado es mejor”. Todo lo que se podía hacer/saber/descubrir, ya se hizo. Por lo que no tiene sentido investigar por tu cuenta, es mejor dedicarte a leer manuscritos antiguos que ahí está la respuesta (esto no tiene nada que ver con que en el libro que estoy leyendo ahora, Navegante Solar, pase esto, que ya se lo leí a Asimov en La Fundación). El problema, claro está, es que hay cosas por hacer/saber/descubrir y nadie se lo plantea.

En el mundo de Tolkien no hay nadie que se le haya ocurrido la idea feliz (a lo Francis Bacon) de decir que, “oye, lo antiguo está bien, pero hay muchas cosas por descubrir, así que vamos a ponernos nosotros las pilas y usar la cabeza un poco”. Por otro lado, a nadie se le ocurrió hacer como a Galileo y, en lugar de soltar una idea y adaptar el mundo a ella, ponerse medir lo que está ocurriendo y, después, intentar explicarlo. Tal vez por que en la Tierra Media siempre puedes decir, “esto es voluntad de los dioses” y se puede demostrar que así ha sido 😛

Y, como decía antes, la ciencia se tenía como actividad puramente intelectual, sin excesiva aplicación práctica (quizás se salve la forja de los anillos, pero también es verdad que a Celebrimbor se le recuerda como artesano y no como sabio). Me juego lo que sea a que en casa de un científico de la Tierra Media pasaría como con Hertz. El bueno de Hertz descubrió la ondas electromagnéticas. ¿Su opinión sobre ellas?

No tiene utilidad alguna […] es sólo un experimento que demuestra que el Maestro Maxwell tenía razón – simplemente tenemos estas misteriosas ondas electromagnéticas que no podemos ver a simple vista. Pero están ahí.

U otra frase del mismo sobre lo mismo:

No creo que las ondas que he descubierto tengan ninguna aplicación práctica.

En la Tierra Media no hay ningún Edison, ningún Tesla, ningún Marconi (este con pinzas), que cojan los grandes descubrimientos y les den un uso para el común de los mortales.

En resumen, se vive en una sociedad anclada en que todo se ha hecho ya y es inútil intentar mejorarlo y que, a la vez, no ha dado el paso de dejar la ciencia como actividad puramente teórica para aplicarla al mundo real.

Como véis, he sido breve y conciso XDDDD