¡Hola! Hoy soñé la muerte de Legolas. Siendo uno de mis personajes favoritos, cuando desperté no pude volver a dormir… No pude evitar buscar por internet si existía alguna mención respecto a esto, así encontré este post y esta página, a la cual me sumé para poder compartirles mi sueño. Lo escribo en forma de cuentito así les es más ameno, y seguro agregue detalles y datos de color que no estaban en el sueño real.

También para aquellos que deseen agrego la música que sonaba en el sueño https://www.youtube.com/watch?v=lgVM6HFFj28 Encontré este video que tenía la letra traducida y hasta podría encontrarse una conexión: <i>“Este no es el final, es el comienzo. No puedes fallas ahora. Si no confías en nada más, confía en esto.”</i>

El paisaje era rocoso, árido, la oscuridad lo había invadido todo. No sabían si era de día o de noche, ya habían olvidado cómo el sol entibaba sus rostros. Un olor fétido impregnaba el lugar, la sangre de diferentes razas se mezclaba en el suelo. Gimli y Legolas combatian a sus enemigos trepando rocas, dando volteretas, asestando golpes. Un ejército de hombres y un ejército de orcos se enfrentaban en un paso estrecho.

Aragorn, que se encontraba metros adelante de sus compañeros, intentó recobrar el aliento mientras veía a los orcos sobrevivientes retirarse a gran velocidad. La batalla había terminado. Aragorn caminó en dirección a Gimli con su espada chorreando sangre negra, esquivando los cuerpos sin vida que se hallaban tendidos en el suelo. Miró a su alrededor y extrañado preguntó al enano:

   –  ¿Y Legolas?

Lo habían perdido de vista en la batalla. Se separaron y algo preocupados comenzaron a buscarlo.   

  –  ¡Legolas! ¡Legolas! – se oía en el aire.

De pronto Aragorn lo encontró. Detrás de una gruesa raíz de árbol el elfo se arrastraba herido. Su amigo corrió a ayudarlo. Lo ayudó a recostarse, tenía el rostro lastimado, su respiración era entrecortada y sus heridas graves. Nadie sabe cuáles fueron sus últimas palabras, ni la breve conversación que mantuvo con Aragorn en esos instantes, ni en qué lengua se pronunciaron.

Luego de un instante Gimli se encontró con esa desdichada imágen. Legolas simplemente le dedicó una sonrisa y con un último aliento cerró sus ojos. Los de sus amigos se llenaron de lágrimas. ¿Quién iba a decir que Gimli, hijo de Glóin, iba a llorar la muerte de un elfo?

Cuando su sangre regó la tierra unas raíces grisáceo-celete de material rocoso emergieron y rodearon sus piernas. Al rozarlo, el cuerpo del elfo se convirtió en piedra, inmortalizando la figura del hijo de Thranduil. Así murió Legolas, el príncipe gris de los elfos del Reino del Bosque.

La última oración resonó en mi cabeza como si en verdad estuviera leyendo en ese instante el libro de El Señor de los Anillos, y me preguntaba por qué en la película no habían puesto esta escena y lo habían dejado vivir en las tres películas, siendo que verdaderamente moría. No puedo explicar lo de gris, tal vez por algo de Gandalf el gris, o simplemente por el color de piedra que tomó. Desperté y estuve un buen rato (tal vez horas) pensando en todo esto, hasta que en un breve lapso de tiempo el sueño continuó. Ya con otra música, que no pude encontrar pero se cuál es, una de esas que aparecen en momentos de acción en la película.

La estatua de piedra de Legolas se partió.

Aragorn y Gimli transitaban el bosque. De pronto ruidos de cascos de caballos los pusieron alerta. El ejército enemigo les pisaba los talones. Apresuraron el paso, pero no era suficiente, por más rápido que corrieran los iban a alcanzar. Cercanos a un río Aragon desenvainó su espada mientras que Gimli sujetó con fuerza su hacha. De pronto silencio. Estaban ahí. Ante un movimiento de arbustos Aragorn atacó y luego de un entrechocar de espadas se encontró amenazando con la hoja de su espada al cuello de un elfo. Aragon lo observó incrédulo, era Legolas, no había rasgo de las heridas y parecía reflejar más luz que de costumbre. Un ejército de los suyos lo acompañaba, quienes encapuchados apuntaban con sus flechas al que mantenía acorralado a su líder. Aragorn bajó la espada aún sin comprender y recibió a su amigo. Lo mismo hizo Gimli.

Legolas montó su caballo con rapidez y de un aventón subió también al enano. Parecía haber adquirido mayor fuerza. Así fueron tras la esperanza de derrotar a sus enemigos y conseguir la destrucción del anillo único.

Recuerdo que cuando leí el capítulo De la ruina de Beleriand y la caída de Fingolfin, soñé esa misma noche que era Maedhros e intentaba (no sé por qué) robar los Silmarils a Finwë. XD

Lo peor de todo era que todos eran rubios y ni se distinguían. jajajajajajaja

Fue bastante penoso el sueño y aún lo recuerdo…

Hay a veces que sueño que estoy en Erebor y me paseo por los alrededores. Nada más.