Todo empieza con un ataque de los uruk-hai de Isengard a su pueblo natal. El pueblo se enfrentó valerosamente a ellos pero los uruk-hai eran muy superiores por lo que tuvo que ir con su padre a refugiarse a las montañas, pero un virote certero de un ballestero uruk atraveso el corazón de su padre. Lleno de rabia cogió la espada de su padre y fue hacia el ballestero, pero al haber una cierta distancia el ballestero le propino un disparo que le hizo caer subitamente al suelo. El ballestero creyendole muerto se acercó hacia allí momento que aprovecho para darle un golpe mortal al uruk-hai. Sin saber que otra cosa hacer se dirigió hacia Edoras para contarle al rey Theoden lo que habia ocurrido. El rey Theoden agradecido le regalo un escudo que pertenecia a un hombre de su casa que murio en la batalla del asalto a Isdren ciudad de barbaros enemiga. Sin saber a donde ir solo se le ocurrio una cosa, buscaría gente que hubiera perdido todo lo que tuviera ante los uruk-hai y formarían un grupo de cazadores de Uruk. En el camino de vuelta a su pueblo se encontro con un anciano que le pidio ayuda sobre un tema muy delicado. El hombre tenía un problema con unos bandidos ya que estos le habian robado un callado mientras dormia y sin ese callado no podria llegar muy lejos. Estos bandidos se escondian en una cueva. Se acerco por la noche sigilosamente y encontro a los bandidos durmiendo. Lo mas silenciosamente posible les corto las cabezas a los bandidos y recogio el callado, que mas bien parecia una vara de forma muy extraña, y se la devolvio a su dueño. Su dueño le prometio que algun dia le ayudaria de una manera eficaz. Cuando llego a su pueblo se llevó una gran sorpresa. Descubrió que el anciano habia llegado antes y le habia buscado gente para unirsele en su caceria. A este grupo lo llamaron "Los cazadores de Uruks"