Hijo de Harud, herrero del rey de Rohan. Nacio en Edoras. De pequeño solia jugar con el hijo del Rey, lo que supuso que una vez se convirtio en un Rohirrim fueran en numerosas misiones juntos, teniendo que desafiar numerosos peligros.

Defendio a su pueblo contra las invasiones orcas y fue nombrado protector del rey a causa de su coraje y su fuerza, demostrados en la Gran Batalla de Edoras, en la que la ciudad se vio asediada durante 27 dias y 27 noches por los trasgos con el fin de derrocar la Corona; como recompensa el Rey le obsequió con una de sus espadas, Argolas se llamaba.
Se caso con una de las sobrinas del rey, Liriel, con la que tuvo 2 hijos, Harud y Hanoth.

Como protector del rey fue enviado junto con otros 300 jinetes a Minas Tirith en una impotante misión con el fin de ayudarlos a recuperar Osgiliath que había sido capturada por lo orcos de Mordor. Fue uno de los mas temidos, pues su espada se hizo famosa por matar tantos orcos, y estos, cuando veian su reflejo intentaban escapar de sus mortales estocadas, que al final les acababa atravesando el cuello o los partia por la mitad. Fue tambien unos de los pocos que regreso con vida de Osgiliath y le fueron concedidos los mas grandes honores en Minas Tirith.
Al regresar al Edoras vio que esta estaba en gran parte incendiada, y esque, durante su ausencia, un gran numero de trasgos habia atacado la ciudad durante la noche, dias antes de su vuelta. Corrió a casa para ver si su familia estaba bien, pero encontro que estaba vacia, y al preguntar por ellos le dijeron que sus hijos estaban bien, pero que su mujer habia muerto salvandolos. Lloró por ella. Mas tarde el Rey habló con él y le dijo que le ayudaria en lo que quisiera, pues le tenia gran estima ya que era un gran guerrero y un fiel amigo. Le pidio que acojiera a sus hijos como hijos suyos, lo que el Rey aceptó de buen agrado y él partió a las llanuras de Rohan.

Durante largo tiempo intentó calmar su rabia y pena luchando contra todo aquel que fuera enemigo de los pueblos libres. Durante largo tiempo partió hacia el norte de la Tierra Media para ayudar a los montaraces a proteger las fronteras, y tambien se le vió por el sur ayudando a Gondor contra la gente rebelde del sur que amenazaba con atacar sus tierras.

Pasó largos años yendo de un lado a otro con el deber de ayudar a todo aquel que lo necesitara, y de vez en cuando iba a Edoras a visitar a sus hijos, de los que se sentía orgulloso al ver que se habían convertido en verdaderos hombres de Rohan y servian al Rey como él lo había servido. Pero no permanecía mucho tiempo allí, pues el dolor por la perdida de su mujer era demasido grande para él.

Condenado a una vida errante, lo unico que le queda son sus hijos y su libertad, y mientras pueda mantenerse sobre su caballo y pueda sostener su espada seguirá luchando por su pueblo y por la Tierra Media.