Quint, de Ain’t it Cool News, ha publicado su quinto artículo desde el rodaje en exteriores de las películas de El Hobbit dirigidas por Peter Jackson, y nos describe una escena entre Thorin Escudo de Roble y Gandalf.

Tenía mucha razón Quint cuando decía al finalizar su cuarto informe del rodaje de El Hobbit que el siguiente, el quinto, no tardaría en llegar. Y así ha sido, porque solo cuatro días después aquí lo tenemos, un nuevo articulo de Ain’t It Cool News desde el set de rodaje de las dos películas dirigidas por Peter Jackson. Al igual que el anterior, este quinto reportaje está escrito desde la localización de Mangaotaki Rocks, una popular y remota zona de escalada en roca de Nueva Zelanda. Localización que recordemos sirvió para rodar algunas tomas de exteriores del Bosque de los Trolls, y también para una escena entre Gandalf y Radagast el Pardo. Pero en esta ocasión, la escena que nos cuenta Quint, al parecer tiene como principal protagonista a Thorin Escudo de Roble (Richard Armitage).

Como siempre, os dejamos con un resumen tarducido del nuevo artículo de AICN.

Quint comienza su artículo hablando de las dificultades de rodar en exteriores, debido al clima y los constantes cambios de luz principalmente, además de muchos otros inconvenientes que hacen la filmación cualquier cosa menos rápida. Algo muy diferente a rodar en estudio, donde todas las condiciones están controladas por el director. Es por eso que rodar una escena dramática en exteriores tiene tanto mérito, y le da a la película más fantástica un sentido y un trasfondo de realidad que no se puede obtener rodando en un estudio. Por ello, Quint confiesa que es un auténtico placer ver uno de los días de rodaje en exteriores de El Hobbit.

La escena en cuestión que nos relata Quint tiene como protagonistas a Thorin y Gandalf, y cómo las consultas amistosas que le hace el Enano al Mago acaban siendo un poco tensas. En esta ocasión se rodaba con muchos primeros planos, a diferencia de en los días anteriores, ya que en esta escena la atención está en la tensión dramática y no en el paisaje. No obstante, la escena tiene una gran introducción al estilo de El Señor de los Anillos. Y es que aún hay mucha Nueva Zelanda por ver con Bilbo, los 13 Enanos y el doble de altura de Ian McKellen cabalgando sobre caballos y ponis.

En el set había dos grúas gigantes para capturar la acción, una para filmar al grupo mientras cabalga y la otra situada de tal manera para filmarles mientras pasan y ver después hacia dónde se dirigen.

En la escena, el día se acerca a su fin, y mientras los demás quieren acampar, Gandalf insiste en que deben seguir adelante y buscar el consejo de Elrond en Rivendel. Esta es la primera ocasión en la que Quint tiene la oportunidad de ver realmente a Richard Armitage en la piel de Thorin, al que describe como un “Enano muy testarudo” y “un líder nato”, pero del que se acaba preguntando si será lo suficientemente inteligente como para escuchar el consejo de Gandalf. Siempre según Quint, en esta escena, Thorin es un hombre roto, ya que se siente dividido entre el resentimiento hacia los Elfos (a los que culpa de haber traicionado a sus antepasados por no haber hecho nada cuando necesitaron su ayuda) y el gran respeto que siente por Gandalf.

Sin duda, dada la importancia de la escena, se requería una interpretación completa de los dos actores, y por lo tanto Ian McKellen debía estar presente. Y lo estaba, sobre una plataforma a varios pies del suelo, eso sí. Jackson rodó la mayoría de la escena a base de planos medios y planos por encima del hombro de los actores, por lo que en principio las toms no requerirían ningún retoque digital.

Según Quint, Armitage hizo una gran interpretación, y en su rostro se veía la determinación de alquien que ha tomado una decisión. Gandalf por su parte le urgía a buscar la ayuda de Elrond, por el bien de la búsqueda. Armitage, en vez de ser como un general con cara de piedra, sopesa sus opciones, y en muchos casos reaccionando a las palabras de Gandalf, no en su propio diálogo. Esto, siempre según Quint, le da al personaje una gran profundidad. Está seguro de que Armitage quería interpretar a Thorin con obstinación, pero lo hace de tal manera que consigue mostrar verdadera emoción.

Según admite Quint, una de las cosas que más se había preguntado sobre la adaptación de El Hobbit era cómo iban a manejar las desapariciones de Gandalf, que en el libro siempre parecía abandonar a Bilbo y los Enanos en los peores momentos posibles. Sin embargo, Quint no cree que se tenga esa sensación en las películas, ya que entre otras cosas tendremos una idea mucho más clara de los por qués de las ausencias de Gandalf en la historia y lo que hace en ese tiempo.

En este caso, la partida de Gandalf resulta muy emotiva y abierta, mientras Bilbo y los Enanos se quedan ahí, preocupados, especialmente Bilbo, por perder al Mago, y preguntándose si volverán a verle o no.

Estando en esta localización llegó el cumpleaños de Peter Jackson [el pasado 31 de Octubre]. El cineasta neozelandés llegó a trabajar tranquilamente, hasta que los Enanos le sorprendieron con un regalo… un calendario en el que aparecía cada Enano en una posición inapropiada. Como un calendario de bomberos, solo que en vez de bomberos había Enanos en las posturas más ridículas imaginables de portadas de novelas románticas.

Quint termina su artículo prometiéndonos que el siguiente será desde la sagrada tierra de los Maorí.

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