Crítica de ‘Tolkien‘, la película dirigida por Dome Karukoski y protagonizada por Nicholas Hoult y Lily Collins que narra la juventud de J.R.R. Tolkien.

Después de más cinco años, el viaje de la película ‘Tolkien’ llega finalmente a su conclusión con su estreno en cines. Ha sido un periplo arduo y no exento de obstáculos desde que el proyecto se anunció allá por el mes de noviembre de 2013. Es apropiado hablar del viaje de esta película, no solo porque en la obra de Tolkien tengamos muchos ejemplos de personajes que emprenden viajes oscuros y llenos de peligros, sino porque la propia obra de Dome Karukoski propone al espectador más de un viaje.

Atención, esta crítica contiene SPOILERS de la película (no sobre la biografía de Tolkien, sino sobre la película en sí). Si no queréis que os destripen nada, recomiendo que no sigáis leyendo.

Antes de comenzar a analizar la película en sí, me gustaría aclarar un detalle, y es que no existe biopic, o film que narre un acontecimiento histórico, que sea completamente exacto y fidedigno respecto de los hechos reales que aborda. En todos los proyectos se toman licencias creativas y se modifican los eventos con fines narrativos (por supuesto también hay casos en los que directamente se cometen errores). Rara vez se comenta esto en la crítica de una película, pues lo que generalmente se analiza es su calidad cinematográfica, pero este caso es especial. Es especial porque el comentario más repetido cada vez que había noticias del rodaje de ‘Tolkien’, o se publicaba un tráiler o se difundían nuevas imágenes, era este: “ojalá hagan justifica al Profesor”. Por ello, como alguien que admira la obra del Profesor y le tiene un gran cariño, resulta complicado analizar la película desde un punto de vista puramente cinematográfico sin estar influenciado por su fidelidad (o falta de ella) hacia la vida del Profesor.

(Pinchad en las imágenes para verlas a mayor resolución)

(Nicholas Hoult en ‘Tolkien‘. Fotografía de David Appleby. Imagen © 20th Century Fox)

Aclarada esta cuestión, he de decir que ‘Tolkien’ es una película correcta, sin grandes deméritos, pero tampoco sin grandes virtudes, como la mayoría de biopics que produce la industria cinematográfica. Técnicamente es una producción cuidada, aunque el único aspecto que realmente sobresale en ocasiones es la banda sonora compuesta por Thomas Newman (que podéis escuchar íntegramente en Spotify), especialmente en los temas de inspiración élfica. Hay que reconocer el trabajo y el mérito de Newman, pues logra transmitir una sensación de magia y misterio a través de sus composiciones, y lo hace alejándose de la música de Howard Shore  (y reconozcámoslo, uno de los elementos más distinguibles cinematográficamente hablando del mundo Tolkien es la música de Shore). En el aspecto visual, especialmente en las escenas más crudas de guerra, la película está claramente influenciada por las películas de Peter Jackson (el parecido en muchas escenas del Somme con el Mordor de ‘El Señor de los Anillos’ es innegable).

Narrativamente, la película está articulada a través de la guerra. O mejor dicho, a través de un viaje, la búsqueda que emprende un febril Tolkien acompañado de un fiel soldado raso llamado Sam para encontrar a su amigo G.B. Smith en medio del caos y el horror de las trincheras del Somme. Se trata de una decisión arriesgada por parte de los guionistas, ya que encadenan toda la trama a dicha búsqueda. Y es que en lugar de desarrollar la historia linealmente (con excepción del inicio, pues parece norma en todo biopic comenzar con un flashforward) a medida que se va narrando la historia del joven Tolkien, la película salta al futuro y regresa al barro de las trincheras y a la búsqueda del teniente Tolkien y su fiel Sam. Estos saltos acaban por resultar molestos, y sin duda la película habría ganado si la historia se hubiera desarrollado de forma lineal.

(Derek Jacobi y Nicholas Hoult en ‘Tolkien’. Imagen de Fox Searchlight)

La película trata de tocar todas las facetas de la juventud de Tolkien, excepto la religiosa (únicamente representada por una de las objeciones que pone el padre Francis a la relación de Ronald con Edith), aunque no llega a profundizar en ninguna de ellas. Sin duda hay muchas escenas que se quedaron en la sala de montaje que quizá hubieran enriquecido la película, pero eso es algo que nunca sabremos. Te quedas con la sensación de que la película ha intentado abarcar demasiado, o de que se encuentra en una encrucijada sin saber qué camino tomar. Por un lado, la historia de un joven brillante y sus amigos a los que una guerra sinsentido acaba arrebatándoles (con la excepción de Tolkien) el futuro prometedor que tenían ante sí. Y por otro, la historia de amor de dos huérfanos que deben superar numerosos impedimentos para poder ser felices. El primer camino está mejor desarrollado que el segundo, y tristemente la historia de Ronald y Edith resulta a veces artificial. Paradójicamente, la película deja fuera algunos elementos de la auténtica relación de Edith y Ronald que podrían haber apuntalado mejor el guion, además de aportar un toque más dramático y romántico. Interpretativamente Hoult y Collins defienden sus papeles (ella mejor que él), aunque  el guion no les aporta mucho material con el que trabajar ni Dome Karukoski ha sabido sacar nada más de ellos.

Sobra decir que la gran apuesta narrativa de los guionistas está claramente inspirada en el viaje de Frodo y Samsagaz desde que se separan de la Compañía. Los roles se mantienen, pues el amo atormentado por una carga pesada que socava su mente y el fiel sirviente son aquí un oficial enfermo que delira por la fiebre y un soldado raso leal, dispuesto a seguir hasta el fin a su oficial y a hacer cualquier cosa por protegerle. La película está plagada de referencias y guiños que la mayoría de tolkiendili sabrán reconocer, y en muchos casos apreciar (como que el cuento que les lee Mabel a los pequeños Ronald y Hilary sea una versión de la historia de Sigurd y el dragón), aunque no todas son acertadas. La más desafortunada es la referencia hecha a un anillo mágico cuando Edith y Ronald acuden a una función de ‘El oro del Rin’, la primera de las cuatro óperas que componen el ciclo de ‘El anillo de los Nibelungos’. Bien es conocido el rechazo que sentía Tolkien a cualquier comparación en este sentido.

(Nicholas Hoult y Lily Collins en ‘Tolkien‘. Imagen de Fox Searchlight)

Llegados a este punto, retomo la pregunta que nos hacíamos muchos tolkiendili. ¿La película hace justicia a Tolkien? Desgraciadamente, no. La película está articulada narrativamente en torno a una invención. Tolkien nunca emprendió un viaje temerario para buscar a G.B. Smith en las trincheras, y de hecho, Smith murió después de que Tolkien regresara a Inglaterra. La cinta se toma demasiadas libertades creativas, cambia drásticamente la cronología de muchos acontecimientos de la vida de Tolkien, y omite otros. Algunos omisiones, como la faceta literaria de Tolkien, se deben sin duda a problemas de derechos (ni siquiera en las explicaciones finales de la película se mencionan los nombres Beren y Lúthien), aunque otras están menos claras. Como ya he dicho, la película omite la cuestión religiosa, aspecto delicado donde los haya, y también pasa de puntillas sobre el momento más espinoso de la relación de Ronald y Edith: el compromiso de Edith con George Field y su posterior ruptura ante la insistencia de Ronald. Asimismo se omite la exigencia de Ronald de que Edith se convirtiera al catolicismo para poder casarse.

No quería acabar esta crítica sin mencionar las llamativas similitudes entre ‘Tolkien’ y el mediometraje ‘Tolkien’s Road’ (que podéis ver en YouTube subtitulado en español. Ambas obras mezclan realidad con ficción, en ambas se da una importancia especial a la muerte de G.B. Smith (en ambas se lee la famosa carta que Smith le envió a Tolkien en plena contienda), y de hecho en ambas no es hasta que Tolkien supera su pérdida cuando es capaz de volver a escribir. Incluso las dos terminan exactamente igual.

Como reflexión final, decir que ‘Tolkienes una película correcta y entretenida, que no destaca ni para bien ni para mal, y que te deja la sensación de ser una gran oportunidad desperdiciada. En cualquier caso, para aquellos que quieran conocer más sobre la vida del Profesor, les recomiendo la lectura de libros como ‘J.R.R. Tolkien: Una biografía’, de Humphrey Carpenter o ‘Tolkien y la Gran Guerra’, de John Garth, además de ‘Las cartas de J.R.R. Tolkien’.

Tolkien‘ se estrena este jueves 13 de junio en Chile y Colombia, y el viernes 14 de junio en España y México.

Imágenes relacionadas:

Esta noticia fue publicada en Películas y etiquetada con , , , , , , . Anota el permalink.

Comentarios

3 Responses to Crítica de la película ‘Tolkien’ de Aragorn_II