Carta de despedida a Pepe Mediavilla, el actor de doblaje que puso voz en castellano y catalán a Gandalf en las películas de ‘El Señor de los Anillos‘ y ‘El Hobbit‘.

Han pasado algo más de dos semanas desde que Pepe nos dejó, y somos muchos los que aún estamos aturdidos, porque para muchos Pepe no sólo era el actor de doblaje de Gandalf, era alguien especial, una persona que con su portentosa voz nos sumergía en la obra de J.R.R. Tolkien. Y para algunos, era también un amigo. Nuestro amigo Jon, o @johnstallone en la web, era una de esas personas que contaba a Pepe entre sus amigos, y que ha sentido dolorosamente su pérdida. A lo largo de los años Jon sirvió de nexo entre nosotros y Pepe, llegando a entrevistarle para El Anillo Único en más de una ocasión. Tras superar la incredulidad y el dolor de los primeros días, y tras pasar por una delicada situación personal, Jon ha escrito una carta para despedirse de su amigo.

 

Un último adiós

Cómo decir adiós a un amigo. Cómo te levantas día tras día sabiendo que ya no podrás charlar con él, ni escucharle nunca más. Es una herida que nunca te podrás curar, que irá contigo por siempre.

Mi amistad con Pepe Mediavilla comenzó de la forma más inesperada, una amistad que durará toda mi vida a pesar de su ausencia. Tras toparme con él en un foro en el que participábamos ambos, comenzamos a mensajearnos cada poco. Los mensajes con el pasar del tiempo iban en aumento, al igual que la amistad que se iba forjando entre nosotros. Hablábamos de todo tipo de cosas, pero en esas conversaciones, los temas que más tratábamos eran dos en concreto, dos temas que nos apasionaban a los dos: la obra de Tolkien y el doblaje. Encima, uno de los dos tenía el honor de trabajar en este oficio y de poner voz a uno de los personajes más queridos de la Tierra Media en sus adaptaciones para el cine. E imagino que sabéis quién de los dos era.

Enfrascados en las conversaciones una idea vino a mi mente. Pepe tenía un canal de YouTube donde nos solía deleitar con poesías o relatos recitados con ese portento de voz, pero no tenía ningún video recitando textos o poemas de nuestro querido Profesor. Pareció lógico proponerle lo evidente, que recitase alguno. Rápidamente aceptó, pidiéndome que le enviase textos y poemas para ponerse manos a la obra, dado que en lo referente a los libros no conocía mucho de la Tierra Media.

Publicó el primero, una selección aleatoria que le mandé: ‘Reflexiones de Gandalf‘, creo que lo tituló, y el resto ya es historia. El número de seguidores y visualizacones de su canal se disparó, por lo que la cosa tenía que continuar. Un auténtico placer el escuchar esos textos narrados por el maestro Mediavilla, y un honor el trabajar al menos enviándoselos. Todo esto nos supo a poco, nos teníamos que conocer en persona. Y la oportunidad llegó.

Aprovechando unos días que tenía disponibles a comienzos de un junio de 2014 si no recuerdo mal, le comenté que me pasaría por Barcelona, para poder reunirnos por fin. La reunión no decepcionó en absoluto. Conocer a Pepe fue un torbellino de emociones. Ya había podido comprobar por nuestros mensajes lo cercano y lo buena persona que era, pero al tenerle delante, mientras tomábamos un café, y al oírle hablar fue unas de las sensaciones más increíbles que he vivido. Esa voz que desde siempre me ha acompañado como a tantos en tantas películas, estaba ahí mismo, sentado conmigo. La voz en español de nuestro querido mago gris.

Para coronar más aquella experiencia pude presenciar en persona hacer lo que mejor sabía hacer: una invitación del mismísimo Pepe a verle doblar la Versión Extendida de la segunda parte de ‘El Hobbit‘. Qué privilegio fue aquello. Aún lo recuerdo, y una sonrisa se me dibuja en el rostro.

Aprovechados los días en Barcelona con Pepe al máximo, volví a casa, cual hobbit que regresa a su agujero tras emprender una aventura, y continué con mi vida. Los mensajes con el maestro continuaron por supuesto, pero ya no pudimos volver a coincidir juntos en persona de nuevo.

Y llegó el 19 de abril de 2018 con la fatídica noticia. La VOZ se había apagado para siempre. He empezado esta carta comentando que cómo dices adiós a un amigo, y la conclusión es que nunca puedes. Una amistad verdadera es para siempre, y para mí eso era Pepe. Eso y muchísimo más. “No diré no lloréis, pues no todas las lágrimas son amargas”, dijo una vez prestándole su voz a un personaje que partía mas allá, despidiéndose de sus amigos, pero diré que para mí en esta ocasión sí lo son. Desearía no tener que estar escribiendo esta carta y que estuviese en este mundo con nosotros, sin que se hubiese subido a ese barco en los Puertos Grises. Pero mi querido mago del doblaje ya partió. Y allá donde esté le deseo lo mejor. Siempre estará muy presente en mi vida, de una forma u otra, como siempre me acompañó desde la infancia su voz saliendo del televisor, aunque ahora también le escucharé en mis pensamientos y en mi interior. Una verdadera amistad no nos abandona jamás, pues siempre se queda un poco en nuestro interior.

A más ver, querido maestro.

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