¿Qué aconteció el 28 de octubre en la Tierra Media creada por J.R.R. Tolkien? Podéis descubrirlo aquí.

Seguimos con nuestra sección ‘Hoy en la Tierra Media’ con un día en el que unos viajeros regresaron a una famosa posada donde intercambiaron todo tipo de noticias con su dueño. Para evitar posibles malentendidos recordamos que todas estas fechas se corresponden con el Calendario de la Comarca o con otros calendarios de la Tierra Media (como el Cómputo del Rey o el Cómputo de los Senescales) y no con el calendario gregoriano (ver nota), y que todas ellas proceden de libros y textos de J.R.R. Tolkien como ‘El Hobbit‘, ‘El Señor de los Anillos‘ (incluidos los Apéndices), los ‘Cuentos inconclusos‘ o los Manuscritos Marquette, y de otros libros de estudiosos de la obra del Profesor como el ‘Atlas de la Tierra Media‘ de Karen Wynn Fonstad, ‘El Señor de los Anillos. Guía de Lectura‘ de Wayne G. Hammond y Christina Scull, y ‘The History of The Hobbit‘ de John D. Rateliff.

Esto fue lo que pasó en la Tierra Media el 28 de octubre, o el 28 de Crudo invierno según el Calendario de la Comarca.

 

Año 3019 de la Tercera Edad del Sol:

* Gandalf, Frodo, Merry, Pippin y Sam llegan a Bree por la tarde. Pasan la noche en El Poney Pisador e intercambian noticias con Cebadilla Mantecona.

* Sam se reencuentra con Bill.

 

(Pinchad en las noticias para verlas a mayor resolución)

(Bree, por la artista británica Jody Sargent)

“Así fue como hacia el final de un atardecer lluvioso y borrascoso de los últimos días de octubre, los cinco jinetes remontaron la cuesta sinuosa y llegaron a la Puerta Meriodional de Bree. Estaba cerrada; y la lluvia les azotaba las caras y en el cielo crepuscular las nubes bajas se perseguían. Y los corazones se les encogieron, porque habían esperado una recepción más calurosa.

Cuando hubieron llamado varias veces, apareció por fin el Guardián, y vieron que llevaba un pesado garrote; los observó con temor y desconfianza; pero cuando reconoció a Gandalf, y notó que quienes lo acompañaban eran hobbits, a pesar de los extraños atavíos, se le iluminó el semblante y les dio la bienvenida.

—¡Entrad! —dijo, quitando los cerrojos—. No nos quedemos charlando aquí, con este frío y esta lluvia; una verdadera noche de rufianes, pero el viejo Cebadilla sin duda os recibirá con gusto en El Poney, y allí oiréis todo cuanto hay para oír, y mucho más.”

(El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 7: Rumbo a casa).

 

(Gandalf, Frodo, Sam, Merry, Pippin y Cebadilla Mantecona en Bree, por el artista italiano Francesco Amadio)

“Lo instalaron en un sillón junto al fuego, y Gandalf se sentó del otro lado del hogar, y los hobbits en sillas bajas entre uno y otro; y entonces hablaron durante muchas medias horas, e intercambiaron todas aquellas noticias que el señor Mantecona quiso saber o comunicar. La mayor parte de las cosas que tenían para contarle dejaban simplemente pasmado de asombro al posadero, y superaban todo lo que él podía imaginar, y provocaban escasos comentarios fuera de: —No me diga —y el señor Mantecona lo repetía una y otra vez como si dudara de sus propios oídos—. No me diga, señor Bolsón ¿o era señor Sotomonte? Estoy tan confundido. ¡No me digas, Gandalf! ¡Increíble! ¡Quién lo hubiera pensado, en nuestros tiempos!

Pero él, por su parte, habló largo y tendido. Las cosas distaban de andar bien, contó. Los negocios no sólo no prosperaban; eran un verdadero desastre.

—Ya ningún forastero se acerca a Bree —dijo—. Y las gentes de por aquí se quedan en casa casi todo el tiempo, y a puertas trancadas. La culpa de todo la tienen esos recién llegados y esos vagabundos que empezaron a aparecer por el Camino Verde el año pasado, como ustedes recordarán; pero más tarde vinieron más. Algunos eran pobres infelices que huían de la desgracia; pero la mayoría eran hombres malvados, ladrones y dañinos. Y aquí mismo, en Bree, hubo disturbios, disturbios graves. Y tuvimos una verdadera refriega, y a alguna gente la mataron, ¡la mataron muerta! Si quieren creerme.”

(El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 7: Rumbo a casa).

 

El Rey Elessar, según Fabio Leone

(El Rey Elessar, por el artista italiano Fabio Leone)

“—Me imagino que sí —dijo Gandalf—. En casi todos los países ha habido disturbios en estos tiempos, graves disturbios. Pero ¡alégrate, Cebadilla! Has estado en un tris de verte envuelto en problemas muy serios, y me hace feliz saber que no te han tocado más de cerca. Pero se aproximan tiempos mejores. Mejores quizá que todos aquéllos de que tienes memoria. Los Montaraces han vuelto. Nosotros mismos hemos regresado con ellos. Y hay de nuevo un rey, Cebadilla. Y pronto se ocupará de esta región.

‘Entonces se abrirá nuevamente el Camino Verde, y los mensajeros del rey vendrán al norte, y habrá un tránsito constante y las criaturas malignas serán expulsadas de las regiones desiertas. En verdad, con el paso del tiempo, los eriales dejarán de ser eriales, y donde antes hubo desiertos y tierras incultas habrá gentes y praderas.

El Señor Mantecona sacudió la cabeza.

—Que haya un poco de gente decente y respetable en los caminos, no hará mal a nadie —dijo—. Pero no queremos más chusma ni rufianes. Y no queremos más intrusos en Bree, ni cerca de Bree. Queremos que nos dejen en paz. No quiero ver acampar por aquí e instalarse por allá a toda una multitud de extranjeros que vienen a echar a perder nuestro país.

—Te dejarán en paz, Cebadilla —dijo Gandalf—. Hay espacio suficiente para varios reinos, entre el Isen y el Aguada Gris, o a lo largo de las costas meridionales del Brandivino, sin que nadie venga a habitar a menos de varias jornadas de cabalgata de Bree.”

(El Señor de los Anillos. El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 7: Rumbo a casa).

 

(Sam y Bill, por la artista estadounidense Emily Austin)

“—Así lo espero, en verdad —dijo Mantecona—. Bueno, ha sido la charla más agradable que he tenido en un mes de días lunes. Y no negaré que esta noche dormiré más tranquilo y con el corazón aliviado. Ustedes me han traído en verdad muchas cosas en que pensar, pero lo postergaré hasta mañana. Estoy listo para acostarme, y no dudo que también ustedes se irán a dormir de buena gana. ¡Eh, Nob! —llamó, mientras iba hacia la puerta—. ¡Nob, camastrón!

‘—¡Nob! —se dijo en seguida, palmeándose la frente—. ¿Qué me recuerda esto?

—No otra carta de la que se ha olvidado, espero, señor Mantecona —dijo Merry.

—Por favor, por favor, señor Brandigamo, ¡no venga a recordármelo! Pero ahí tiene, me cortó el pensamiento. ¿Dónde estaba? Nob, caballerizas… Ah, eso era. Tengo aquí algo que les pertenece. Si se acuerdan de Bill Helechal y el robo de los caballos: el poney que ustedes le compraron, está aquí. Volvió solo, sí. Pero por dónde anduvo, ustedes lo sabrán mejor que yo. Parecía un perro viejo, y estaba flaco como una caña, pero vivo. Nob lo ha cuidado.

—¡Qué! ¡Mi Bill! —exclamó Sam—. Bueno, diga lo que diga el Tío, nací con buena estrella. ¡Otro deseo que se cumple! ¿Dónde está? —Y no quiso irse a la cama antes de haber visitado a Bill en el establo.”

(El Señor de los Anillos: El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 7: Rumbo a casa).

 

(*) Nota importante: Aunque el Calendario de la Comarca no coincide con el calendario Gregoriano (hay una diferencia de 10 u 11 días entre uno y otro dependiendo del día en el que se celebre el solsticio de verano), hemos decidido publicar los acontecimientos según su fecha original y no adaptar las fechas a nuestro calendario (de hacerlo, el 25 de marzo del Calendario de la Comarca sería nuestro 14 ó 15 de marzo). Nos parece lo más lógico no solo para evitar confusiones sino para mantener la coherencia con el hecho de celebrar el Día Internacional de Leer a Tolkien el 25 de marzo (fecha en la que se derrotó a Sauron) y el Día Hobbit el 22 de septiembre (fecha de los cumpleaños de Bilbo y Frodo).

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