¿Queréis saber qué ocurrió en la Tierra Media creada por nuestro querido y admirado J.R.R. Tolkien el 24 de Noviembre? ¡Os lo contamos a continuación!

Seguimos un día más con la sección ‘Hoy en la Tierra Media’ con una jornada triste en la que se libró una batalla decisiva pero terrible, que nadie había esperado y en la que murieron un Rey y sus sobrinos. Queremos aclarar que todas las fechas de esta sección se corresponden con el Calendario de la Comarca o con el Cómputo del Rey (ver nota), y que todas ellas están sacadas de El Hobbit, El Señor de los Anillos (y sus Apéndices), los Cuentos Inconclusos y el Atlas de la Tierra Media de Karen Wynn Fonstad.

Como es habitual acompañamos estos eventos con citas de los libros del Profesor y con ilustraciones de distintos artistas.

Sin más silación, esto fue lo que pasó en la Tierra Media el 24 de Noviembre.

 

Año 2941 de la Tercera Edad del Sol:

* Dáin y los Enanos de las Colinas de Hierro llegan a la Montaña Solitaria.

* Gandalf alerta de la llegada de los Trasgos y los Wargos y se libra la Batalla de los Cinco Ejércitos.

* Bolgo, Thorin, Fili y Kili mueren en la batalla.

 

(Pinchad en las imágenes para verlas a mayor resolución)

(Los Enanos de las Colinas de Hierro llegan a la Montaña Solitaria, según el artista neerlandés Henning Janssen)

“Era aún temprano cuando se oyó un grito en el campamento. Llegaron mensajeros a informar que una hueste de Enanos había aparecido en la estribación oriental de la Montaña y que ahora se apresuraba hacia Valle. Dáin había venido. Había corrido toda la noche, y de este modo había llegado sobre ellos más pronto de lo que había esperado. Todos los Enanos de la tropa estaban ataviados con cotas de malla de acero que les llegaban a las rodillas; y unas calzas de metal fino y flexible, tejido con un procedimiento secreto que sólo la gente de Dáin conocía, les cubrían las piernas. Los Enanos son sumamente fuertes para su talla, pero la mayoría de estos eran fuertes aun entre los Enanos, En las batallas empuñaban pesados azadones que se manejaban con las dos manos; además, todos tenían al costado una espada ancha y corta, y un escudo redondo les colgaba de las espaldas. Llevaban las barbas partidas y trenzadas, sujetas al cinturón. Las viseras eran de hierro, lo mismo que el calzado; y las caras eran todas sombrías.”

(El Hobbit, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

(Dáin, Gandalf, Bardo y Thranduil, según el artista británico Stephen Walsh)

“Este fue el plan que preparó junto con el Rey Elfo y Bardo; y con Dáin, pues el señor Enano ya se les había unido: los Trasgos eran enemigos de todos, y cualquier otra disputa fue en seguida olvidada. No tenían más esperanza que la de atraer a los Trasgos al valle entre los brazos de la Montaña; y ampararse en las grandes estribaciones del Sur y el Este. Aun de este modo correrían peligro, si los Trasgos alcanzaban a invadir la Montaña, atacándolos entonces desde atrás y arriba; pero no había tiempo para preparar otros planes o para pedir alguna ayuda.”

(El Hobbit, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

(Batalla de los Cinco Ejércitos, según el artista inglés Alan Lee)

“Los Elfos fueron los primeros en cargar. Tenían por los Trasgos un odio amargo y frío. Las lanzas y espadas brillaban en la oscuridad con un helado reflejo, tan mortal era la rabia de las manos que las esgrimían. Tan pronto como la horda de los enemigos aumentó en el valle, les lanzaron una lluvia de flechas, y todas resplandecían como azuzadas por el fuego. Detrás de las flechas, un millar de lanceros bajó de un salto y embistió. Los chillidos eran ensordecedores. Las rocas se tiñeron de negro con la sangre de los Trasgos.”

(El Hobbit, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

(Thorin sale a la batalla, según el artista neerlandés Henning Janssen)

“De súbito se oyó un clamor, y desde la Puerta llamó una trompeta. ¡Habían olvidado a Thorin! Parte del muro, movido por palancas, se desplomó hacia afuera cayendo con estrépito en la laguna. El Rey bajo la Montaña apareció en el umbral, y sus compañeros lo siguieron. Las capas y capuchones habían desaparecido; llevaban brillantes armaduras y una luz roja les brillaba en los ojos. El gran Enano centelleaba en la oscuridad como oro en un fuego mortecino.

Los Trasgos arrojaron rocas desde lo alto; pero los Enanos siguieron adelante, saltaron hasta el pie de la cascada y corrieron a la batalla. Lobos y jinetes caían o huían ante ellos. Thorin manejaba el hacha con mandobles poderosos, y nada parecía lastimarlo.

—¡A mí! ¡A mí! ¡Elfos y Hombres! ¡A mí! ¡Oh, pueblo mío! —gritaba, y la voz resonaba como una trompa en el valle.”

(El Hobbit, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

(La última resistencia de Thorin, según el artista estadounidense Lucas Graciano)

“Thorin se volvió a la derecha contra la guardia personal de Bolgo. Pero no alcanzó a atravesar las primeras filas.

Ya tras él yacían muchos Hombres y muchos Enanos, y muchos hermosos Elfos que aún tendrían que haber vivido largos años, felices en el bosque. Y a medida que el valle se abría, la marcha de Thorin era cada vez más lenta. Los Enanos eran pocos, y nadie guardaba los flancos. Pronto los atacantes fueron atacados y se vieron encerrados en un gran círculo, cercados todo alrededor por Trasgos y lobos que volvían a la carga. La guardia personal de Bolgo cayó aullando sobre ellos, introduciéndose entre los Tnanos como olas que golpean acantilados de arena. Los otros Enanos no podían ayudarlos, pues el asalto desde la Montaña se renovaba con redoblada fuerza, y Hombres y Elfos eran batidos lentamente a ambos lados.”

(El Hobbit, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

(Defensa de la Colina del Cuervo, según Adam Lane)

“A todo esto, Bilbo miraba con aflicción. Se había instalado en la Colina del Cuervo, entre los Elfos, en parte porque quizá allí era posible escapar, y en parte (el lado Tuk de la mente de Bilbo) porque si iban a mantener una última posición desesperada, quería defender al Rey Elfo. También Gandalf estaba allí de algún modo, sentado en el suelo, como meditando, preparando quizá un último soplo de magia antes del fin.”

(El Hobbit, capítulo 17: Las nubes estallan).

 

(La Batalla de los Cinco Ejércitos, según el artista estadounidense Matthew Stewart)

“En aquella última hora el propio Beorn había aparecido; nadie sabía cómo o de dónde. Llegó solo, en forma de oso; y con la cólera parecía ahora más grande de talla, casi un gigante.

El rugir de la voz de Beorn era como tambores y cañones; y se abría paso echando a los lados lobos y Trasgos como si fueran pajas y plumas. Cayó sobre la retaguardia, y como un trueno irrumpió en el círculo. Los Enanos se mantenían firmes en una colina baja y redonda. Entonces Beorn se agachó y recogió a Thorin, que había caído atravesado por las lanzas, y lo llevó fuera del combate.”

(El Hobbit, capítulo 18: El viaje de vuelta).

 

(La muerte de Thorin, según el artista estadounidense Darrell K. Sweet)

“Allí efectivamente yacía Thorin Escudo de Roble, herido de muchas heridas, y la armadura abollada y el hacha mellada estaban junto a él en el suelo. Alzó los ojos cuando Bilbo se le acercó.

—Adiós, buen ladrón —dijo— Parto ahora hacia los salones de espera a sentarme al lado de mis padres, hasta que el mundo sea renovado. Ya que hoy dejo todo el oro y la plata, y voy a donde tienen poco valor, deseo partir en amistad contigo, y me retracto de mis palabras y hechos ante la Puerta.

Bilbo hincó una rodilla, ahogado por la pena. —¡Adiós, Rey bajo la Montaña! —dijo—. Es esta una amarga aventura, si ha de terminar así; y ni una montaña de oro podría enmendarla. Con todo, me alegro de haber compartido tus peligros: esto ha sido más de lo que cualquier Bolsón hubiera podido merecer.

—¡No! —dijo Thorin—. Hay en ti muchas virtudes que tú mismo ignoras, hijo del bondadoso Oeste. Algo de coraje y algo de sabiduría, mezclados con mesura. Si muchos de nosotros dieran más valor a la comida, la alegría y las canciones que al oro atesorado, este sería un mundo más feliz. Pero triste o alegre, ahora he de abandonarlo. ¡Adiós!”

(El Hobbit, capítulo 18: El viaje de vuelta).

 

(*) Nota importante: Aunque el Calendario de la Comarca no coincide con el calendario Gregoriano (hay una diferencia de 10 u 11 días entre uno y otro dependiendo del día en el que se celebre el solsticio de verano), hemos decidido publicar los acontecimientos según su fecha original y no adaptar las fechas a nuestro calendario (de hacerlo, el 25 de Marzo del Calendario de la Comarca sería nuestro 14 ó 15 de Marzo). Nos parece lo más lógico no solo para evitar confusiones sino para mantener la coherencia con el hecho de celebrar el Día Internacional de Leer a Tolkien el 25 de Marzo (fecha en la que se derrotó a Sauron) y el Día Hobbit el 22 de Septiembre (fecha de los cumpleaños de Bilbo y Frodo).

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