En este libro encontramos tres partes diferenciadas aunque relacionadas entre sí. Un ensayo sobre los cuentos de hadas, el cuento ‘Hoja, de Niggle‘ y un poema llamado ‘Mitopoeia‘ donde J.R.R. Tolkien defiende la belleza y sabiduría que hay encerrada en los mitos…
En el ensayo Tolkien defiende los cuentos de hadas como algo supremo y noble rebatiendo las opiniones de aquellos que ven en ellos meros relatos infantiles sin valor alguno. Rehace la errónea concepción actual que tenemos sobre los cuentos de hadas, redescubre su origen como fuente de la subcreación humana, rechaza la visión infantil que envuelve estos cuentos muchas veces manipulados para poder disfrutar de “un final feliz”, y una vez recuperada su esencia los ensalza como Arte Subcreador y los dota de unos valores que nunca debieron perder: la Renovación, o descubrir las cosas cotidianas vistas desde un punto diferente al habitual; la Evasión, o redescubrir el mundo más allá de los muros de la prisión que es nuestra vida, más allá de la muerte que es nuestro destino: y el Consuelo pues aunque los cuentos de hadas nos pueden hablar de tristeza y fracaso rechazan la completa derrota final y nos proporcionan una visión fugaz de la Alegría.
