
- Categoría: Mundo Tolkien
- Etiquetas: Año 3021 de la Tercera Edad, El Señor de los Anillos, Hoy en la Tierra Media, JRR Tolkien, La Búsqueda del Anillo, libros
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A continuación podéis leer los importantes acontecimientos que tuvieron lugar el 29 de septiembre en la Tierra Media creada por J.R.R. Tolkien.
Proseguimos con la sección ‘Hoy en la Tierra Media’ con una jornada en la que un hobbit despertó en el interior de un lugar terrible y tuvo que defenderse de una criatura ancestral y maligna, en la que el Señor rescató a cuatro nuevos amigos y los acompañó por un tiempo en su viaje, en la que cuatro viajeros llegaron a una ciudad extraña donde conocieron a un curioso posadero y a un montaraz, y en la que una compañía llegó a los puertos para zarpar de la Tierra Media.
Queremos insistir en que todas estas fechas se corresponden con el Calendario de la Comarca o con otros calendarios de la Tierra Media (como el Cómputo del Rey) y no con el calendario gregoriano (ver nota), y que todas proceden de ‘El Hobbit‘, ‘El Señor de los Anillos‘ (incluidos los Apéndices) y los ‘Cuentos inconclusos‘ de J.R.R. Tolkien, y de otros libros de estudiosos tolkiendili como el ‘Atlas de la Tierra Media‘ de Karen Wynn Fonstad, ‘El Señor de los Anillos: Guía de lectura‘ de Wayne G. Hammond y Christina Scull, y ‘The History of The Hobbit‘ de John D. Rateliff.
Como es nuestra costumbre acompañamos todos estos acontecimientos con citas de los libros de Tolkien y con ilustraciones y dibujos de distintos artistas, aunque no siempre damos con imágenes que representen los momentos a los que nos referimos o que sean completamente fieles a la obra del Profesor.
Esto fue lo que pasó en la Tierra Media el 29 de septiembre (o el 29 de Halimath según el Calendario de la Comarca).
Año 3018 de la Tercera Edad del Sol:
* Frodo despierta en el túmulo y ataca a uno de los Tumularios.
* Tom Bombadil rescata a los hobbits de los Tumularios, les da armas y les devuelve a sus ponis.
* Los hobbits se despiden de Tom Bombadil y llegan a Bree por la noche, y pasan la noche en la posada de El Poney Pisador.
* Frodo se pone el Anillo por segunda vez.
* Los hobbits conocen a Aragorn.
* Cebadilla Mantecona entrega a Frodo la carta de Gandalf.
* Merry advierte la presencia de uno de los Nazgûl.
* Gandalf visita al Tío.
(Pinchad en las imágenes para verlas a mayor resolución)
(Frodo en el túmulo, según el artista italiano Andrea Piparo)
“Allí un brazo largo caminaba a tientas apoyándose en los dedos y venía hacia Sam, que estaba más cerca, y hacia la empuñadura de la espada puesta sobre él.
Al principio Frodo tuvo la impresión de que el encantamiento lo había transformado de veras en piedra. En seguida sintió un deseo furioso de escapar. Se preguntó hasta qué punto, si se ponía el Anillo, el Tumulario dejaría de verlo, y si encontraría entonces un modo de escapar. Se vio a sí mismo corriendo por la hierba, lamentándose por Merry y Sam y Pippin, pero libre y con vida. Gandalf mismo admitiría que no había otra cosa que hacer.
Pero el coraje que había despertado en él era ahora demasiado fuerte: no podía abandonar a sus amigos con tanta facilidad. Titubeó, la mano tanteando el bolsillo, y en seguida luchó de nuevo consigo mismo, mientras el brazo continuaba avanzando. De pronto ya no dudó, y echando mano a una espada corta que había junto a él, se arrodilló inclinándose sobre los cuerpos de sus compañeros. Alzó la espada y la descargó con fuerza sobre el brazo, cerca de la muñeca; la mano se desprendió, pero el arma voló en pedazos hasta la empuñadura. Hubo un grito penetrante y la luz se apagó. Un gruñido resonó en la oscuridad.”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 8: Niebla en las Quebradas de los Túmulos).
(Tom Bombadil rescata a los Hobbits de los Tumularios, según la artista croata Romana Kendelic)
“—¡Oh, Tom Bombadil! —y al pronunciar el nombre la voz se le hizo más fuerte, y se alzó animada y plena. y en el recinto oscuro se oyó como un eco de trompetas y tambores.
¡Oh, Tom Bombadil, Tom Bombadilló!
Por el agua y el bosque y la colina, las cañas y el sauce,
por el fuego y el sol y la luna, ¡escucha ahora y óyenos!
¡Ven, Tom Bombadil, pues nuestro apuro está muy cerca!
Hubo un repentino y profundo silencio, y Frodo alcanzó a oír los latidos de su propio corazón. Al cabo de un rato largo y lento, le llegó claramente, pero de muy lejos, como a través de la tierra o unas gruesas paredes, una voz que respondía cantando.
El viejo Tom Bombadil es un sujeto sencillo,
de chaqueta azul brillante y zapatos amarillos.
Nadie lo ha atrapado nunca, Tom Bombadil es el amo:
sus canciones son más fuertes, y sus pasos son más rápidos.
Se oyó un ruido atronador, como de piedras que caen rodando, y de pronto la luz entró a raudales, luz verdadera, la pura luz del día. Una abertura baja parecida a una puerta apareció en el extremo de la cámara, más allá de los pies de Frodo; y allí estaba la cabeza de Tom (con sombrero, pluma y el resto), recortada en la luz roja del sol que se alzaba detrás.”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 8: Niebla en las Quebradas de los Túmulos).
(Tom Bombadil, según el artista italiano Francesco Amadio)
“—Los viejos puñales son bastante largos para los hobbits, y pueden llevarlos como espadas —dijo Tom—. Las hojas afiladas son convenientes si la gente de la Comarca camina hacia el este, el sur o lejos en la oscuridad y el peligro.
Luego les dijo que estas hojas habían sido forjadas mucho tiempo atrás por los Hombres de Oesternesse; eran enemigos del Señor Oscuro, pero habían sido vencidos por el malvado rey de Carn Dûm en la Tierra de Angmar.
—Muy pocos los recuerdan —murmuró Tom—, pero algunos andan todavía por el mundo, hijos de reyes olvidados que marchan en soledad, protegiendo del mal a los incautos.”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 8: Niebla en las Quebradas de los Túmulos).
(Tom Bombadil y los hobbits dejan las Quebradas de los Túmulos, según la artista alemana Anke Katrin Eißmann)
“—Los consejos de Tom os serán útiles hasta que el día termine. Luego tendréis que fiaros de vuestra propia buena suerte. A cuatro millas del camino encontraréis una aldea: Bree, al pie de la colina de Bree, cuyas puertas miran al oeste. Allí encontraréis una vieja posada, El Poney Pisador; Cebadilla Mantecona es el afortunado propietario. Podréis pasar allí la noche, y luego la mañana os pondrá otra vez en camino. ¡Valor, pero cuidado! ¡Ánimo en los corazones, y no dejéis escapar la buena fortuna!
Los hobbits le rogaron que los acompañase al menos hasta la posada y que bebiera con ellos una vez más, pero Tom se rió y rehusó diciendo:
Las tierras de Tom terminan aquí; no traspasará las fronteras.
Tiene que ocuparse de su casa, ¡y Baya de Oro está esperando!
Luego se volvió, arrojó al aire el sombrero, saltó sobre el lomo de Terronillo, y se fue barranca arriba cantando en el crepúsculo.”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 8: Niebla en las Quebradas de los Túmulos).
(Bajo la enseña del Poney Pisador, según el artista canadiense Ted Nasmith)
“Aun desde afuera la casa tenía un aspecto agradable, para ojos familiarizados con estos edificios. La fachada miraba al camino, y las dos alas iban hacia atrás apoyándose en parte en tierras socavadas en la falda de la loma, de modo que las ventanas del segundo piso de atrás se encontraban al nivel del suelo. Una amplia arcada conducía a un patio entre las dos alas, y bajo esa arcada a la izquierda había una puerta grande sobre unos pocos y anchos escalones. La puerta estaba abierta, y derramaba luz. Sobre la arcada había un farol, y debajo se balanceaba un tablero con una figura: un poney blanco encabritado. Encima de la puerta se leía en letras blancas: EL PONEY PISADOR DE CEBADILLA MANTECONA. En las ventanas más bajas se veía luz detrás de espesas cortinas.
Mientras titubeaban allí en la oscuridad, alguien comenzó a entonar adentro una alegre canción, y unas voces entusiastas se alzaron en coro. Los hobbits prestaron atención un momento a este sonido alentador, y desmontaron. La canción terminó y hubo una explosión de aplausos y risas.”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 9: Bajo la enseña del Poney Pisador).
(Cebadilla Mantecona, según el artista estadounidense Owen William Weber)
“Frodo abría la marcha y casi se llevó por delante a un hombre bajo, gordo, calvo y de cara roja. Tenía puesto un delantal blanco, e iba de una puerta a otra llevando una bandeja de jarros llenos hasta el borde.
—Podríamos… —comenzó Frodo.
—¡Medio minuto, por favor! —gritó el hombre volviendo la cabeza, y desapareció en una babel de voces y nubes de humo. Un momento después estaba de vuelta, secándose las manos en el delantal.
—¡Buenos días, pequeño señor! —dijo saludando con una reverencia—. ¿En qué podría servirlo?
—Necesitamos cama para cuatro y albergue para cinco poneys, si es posible. ¿Es usted el señor Mantecona?
—¡Sí, señor! Cebadilla es mi nombre. ¡Cebadilla Mantecona para servirlos! ¿Vienen de la Comarca, eh? —dijo, y de pronto se palmeó la frente, como tratando de recordar—. ¡Hobbits! —exclamó—. ¿Qué me recuerda esto? ¿Pueden decirme cómo se llaman ustedes, señores?
—El señor Tuk y el señor Brandigamo —le respondió Frodo—, y éste es Sam Gamyi. Mi nombre es Sotomonte.”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 9: Bajo la enseña del Poney Pisador).
(Trancos, según el artista estadounidense Matthew Stewart)
“De pronto Frodo notó que un hombre de rostro extraño, curtido por la intemperie, sentado a la sombra cerca de la pared, escuchaba también con atención la charla de los hobbits. Tenía un tazón delante de él, y fumaba una pipa de caño largo, curiosamente esculpida. Las piernas extendidas mostraban unas botas de cuero blando, que le calzaban bien, pero que habían sido muy usadas y estaban ahora cubiertas de barro. Un manto pesado, de color verde oliva, manchado por muchos viajes, le envolvía ajustadamente el cuerpo, y a pesar del calor que había en el cuarto llevaba una capucha que le ensombrecía la cara; sin embargo, se le alcanzaba a ver el brillo de los ojos, mientras observaba a los hobbits.
—¿Quién es? —susurró Frodo cuando tuvo cerca al señor Mantecona—. No recuerdo que usted nos haya presentado.
—¿Él? —respondió el posadero en voz baja, apuntando con un ojo y sin volver la cabeza—. No lo sé muy bien. Es uno de esos que van de un lado a otro. Montaraces, los llamamos. Habla raras veces, aunque sabe contar una buena historia cuando tiene ganas. Desaparece durante un mes, o un año, y se presenta aquí de nuevo. Se fue y vino muchas veces en la primavera pasada, pero no lo veía desde hace tiempo. El nombre verdadero nunca lo oí, pero por aquí se le conoce como Trancos.”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 9: Bajo la enseña del Poney Pisador).
(El Poney Pisador, según el artista español Tomás Hijo)
“Hicieron tomar una jarra más a Frodo, que recomenzó la canción, y muchos se le unieron, pues la melodía era muy conocida, y se les había pegado la letra. Le tocó a Frodo entonces sentirse satisfecho de sí mismo. Zapateaba sobre la mesa y cuando llegó por segunda vez a la vaca salta por encima de la luna, dio un salto en el aire demasiado vigoroso. Frodo cayó, bum, sobre una bandeja repleta de jarros, resbaló, y fue a parar bajo la mesa con un estruendo, un alboroto y un golpe sordo. Todos abrieron la boca preparados para reír, y se quedaron petrificados en un silencio sin aliento, pues el cantor ya no estaba allí. ¡Había desaparecido como si hubiera pasado directamente a través del piso de la sala sin dejar ni la huella de un agujero!”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 9: Bajo la enseña del Poney Pisador).
(Gandalf, según el artista galés Stephen Graham Walsh)
“Frodo examinó cuidadosamente el sello antes de romperlo. Parecía ser el de Gandalf. Dentro, escrito con la vigorosa pero elegante letra del mago, había el siguiente mensaje:
El Poney Pisador, Bree. Día de Año Medio 1418 de la Comarca.
Querido Frodo:
Me han llegado malas noticias. He departir inmediatamente. Harás bien en dejar la Comarca antes de fines de julio, como máximo. Regresaré tan pronto como pueda, y te seguiré, si descubro que te has ido. Déjame aquí un mensaje, si pasas por Bree. Puedes confiar en el posadero (Mantecona). Quizás encuentres en el camino a un amigo mío: un Hombre, delgado, oscuro, alto, que algunos llaman Trancos. Conoce nuestro asunto y te ayudará. Marcha hacia Rivendel. Espero que allí nos encontremos de nuevo. Si no voy, Elrond te avisará.
Tuyo, deprisa
Gandalf.
PS. ¡No vuelvas a usarlo, por ninguna razón! ¡No viajes de noche!
PPS. Asegúrate de que es el verdadero Trancos. Hay mucha gente extraña en los caminos. El verdadero nombre de Trancos es Aragorn.”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 10: Trancos).
(Aragorn y los Hobbits, según los hermanos Greg y Tim Hildebrandt)
“Pippin cerró la boca, pero Sam no se acobardaba y continuaba mirando a Trancos de mala manera.
—¿Cómo sabemos que es usted el Trancos de que habla Gandalf? —preguntó—. Nunca mencionó a Gandalf, hasta la aparición de la carta. Quizá sea un espía que interpreta un papel, por qué no, tratando de que lo acompañemos. Quizá se deshizo del verdadero Trancos y tomó sus ropas. ¿Qué me responde?
—Que eres un individuo audaz —dijo Trancos—, pero temo que mi única respuesta, Sam Gamyi, es ésta. Si yo hubiese matado al verdadero Trancos, podría matarte a ti. Y ya lo hubiera hecho, sin tanta charla. Si quisiera el Anillo, podría tenerlo… ¡ahora!
Trancos se incorporó, y de pronto pareció más alto. Le brillaba una luz en los ojos, penetrante e imperatoria. Echando atrás la capa, apoyó la mano en la empuñadura de una espada que le colgaba a un costado. Los hobbits no se atrevieron a moverse. Sam se quedó mirándolo, boquiabierto.
—Pero soy por fortuna el verdadero Trancos —dijo, mirándolos, el rostro suavizado por una repentina sonrisa—. Soy Aragorn hijo de Arathorn, y si por la vida o por la muerte puedo salvaros, así lo haré.”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 10: Trancos).
(Nazgûl, según el artista británico Mike Nash)
“Merry entró precipitadamente, seguido por Nob. Cerró de prisa la puerta, y se apoyó contra ella. Estaba sin aliento. Los otros lo observaron alarmados, antes que él dijera, jadeando:
—¡Los he visto, Frodo! ¡Los he visto! ¡Jinetes Negros!
—¡Jinetes Negros! —gritó Frodo—. ¿Dónde?
—Aquí. En la aldea. Estuve adentro una hora. Luego, como no volvías, salí a dar un paseo. De regreso me detuve justo fuera de la luz de la lámpara, a mirar las estrellas. De pronto me estremecí y sentí que algo horrible se arrastraba cerca de mí, algo así como una sombra más espesa entre las sombras del camino, al borde del círculo de la luz. En seguida se deslizó a la oscuridad sin hacer ningún ruido. No vi ningún caballo.”
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Primero, capítulo 10: Trancos).
(Hamfast ‘El Tío’ Gamyi, según el artista español Mikel Janin)
“Llegué a Hobbiton y Frodo ya había partido, pero cambié unas palabras con el viejo Gamyi. Demasiadas palabras y pocas pertinentes. Tenía mucho que decirme de los defectos que afligían a los nuevos propietarios de Bolsón Cerrado.
«No soporto los cambios —dijo—, no a mi edad, y menos aún los cambios para peor. Cambios para peor», repitió varias veces.
«Peor es fea palabra —le contesté—, y espero que no vivas para verlo.»
Pero entre toda esta charla alcancé a oír al fin que Frodo había dejado Hobbiton una semana antes, y que un Jinete Negro había visitado la loma esa misma noche. Me alejé al galope, asustado.“
(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Segundo, capítulo 2: El Concilio de Elrond).
Año 3021 de la Tercera Edad del Sol:
* Frodo, Sam, Merry, Pippin, Bilbo, Galadriel y Elrond llegan a los Puertos Grises donde se encuentran con Gandalf. Frodo, Bilbo y los Guardianes de los Tres Anillos de los Elfos se hacen a la mar.
* Fin de la Tercera Edad del Sol.
(Los Puertos Grises, según el artista canadiense Ted Nasmith)
“Entonces Círdan los condujo a los Puertos, y un navio blanco se mecía en las aguas, y en el muelle, junto a un gran caballo gris, se erguía una figura toda vestida de blanco que los esperaba. Y cuando se volvió y se acercó a ellos, Frodo advirtió que Gandalf llevaba en la mano, ahora abiertamente, el Tercer Anillo, Narya el Grande, y la piedra engarzada en él era roja como el fuego. Entonces aquellos que se disponían a hacerse a la Mar se regocijaron, porque supieron que Gandalf partiría también.
Pero Sam tenía el corazón acongojado, y le parecía que si la separación iba a ser amarga, más triste aún sería el solitario camino de regreso. Pero mientras aún seguían allí de pie, y los Elfos ya subían a bordo, y la nave estaba casi pronta para zarpar, Pippin y Merry llegaron, a galope tendido. Y Pippin reía en medio de las lágrimas.
—Ya una vez intentaste tendernos un lazo, y te falló, Frodo. Esta vez estuviste a punto de conseguirlo, pero te ha fallado de nuevo. Sin embargo, no ha sido Sam quien te traicionó esta vez, ¡sino el propio Gandalf!
—Sí —dijo Gandalf— porque es mejor que sean tres los que regresen, y no uno solo. Bien, aquí, queridos amigos, a la orilla del Mar, termina por fin nuestra comunidad en la Tierra Media. ¡Id en paz! No os diré: no lloréis; porque no todas las lágrimas son malas.“
(‘El Señor de los Anillos: El retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 9: Los Puertos Grises).
(*) Nota importante: Aunque el Calendario de la Comarca no coincide con el calendario Gregoriano (hay una diferencia de 10 u 11 días entre uno y otro dependiendo del día en el que se celebre el solsticio de verano), hemos decidido publicar los acontecimientos según su fecha original y no adaptar las fechas a nuestro calendario (de hacerlo, el 25 de marzo del Calendario de la Comarca sería nuestro 14 ó 15 de marzo). Nos parece lo más lógico no solo para evitar confusiones sino para mantener la coherencia con el hecho de celebrar el Día Internacional de Leer a Tolkien el 25 de marzo (fecha en la que se derrotó a Sauron) y el Día Hobbit el 22 de septiembre (fecha de los cumpleaños de Bilbo y Frodo).