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Científicos de la Universidad de Florida han bautizado a una nueva especie de cocodrilo que vivió hace unos 60 millones de años como Anthracosuchus Balrogus en honor a los Balrogs creados por el Profesor JRR Tolkien en su Legendarium.
Los ‘Balrogs’ existen, o al menos existieron hace unos 60 millones de años, aunque no eran los aterradores demonios de fuego descritos por nuestro querido Profesor en su obra. Y no, tampoco tenían alas. Nuestro compañero @Battosay nos informa que en el blog Science, Paper & Robots recogen un nuevo estudio de un grupo de científicos de la Universidad de Florida en la prestigiosa publicación Historial Biology, Diario Internacional de Paleobiología, en el que se menciona a una nueva especie de cocodrilo llamada Anthracosuchus Balrogus.
El Anthracosuchus Balrogus era un crocodiliforme dirosáurido de casi 5 metros de largo y de unos 400 kilos de peso que vivió a mediados de la época del Paleoceno (hace 58-60 millones de años) en lo que actualmente es Colombia. En la Formación Cerrejón, situada al noroeste de Colombia, se hallaron cuatro especímenes fósiles de esta especie con cráneos parciales. El Anthracosuchus Balrogus difiere de otros dirosáuridos por tener un hocico muy corto, cuencas oculares muy espaciadas con protuberancias óseas alrededor de estas, y escudos óseos que son gruesos y sin relieve.
Esta nueva especie se vio por primera vez hace dos años en un documental del Smithsonian Channel sobre la Titanoboa, una gigantesca pitón de casi 18 metros que también vivió en la misma época. Y es que los restos del Anthracosuchus Balrogus fueron desenterrados de la misma capa de roca que los de la Titanoboa en la Formación Cerrejón.
(Pinchad en la imagen para verla a mayor resolución)
«Rápidamente quedó claro que los cuatro especímenes fósiles eran distintos a cualquier especie de dirosáurido hallada. Todo el mundo piensa que los cococriles son fósiles vivos que han permanecido virtualmente sin cambios los últimos 250 millones de años. Pero lo que estamos encontrando en los registros fósiles es muy distinto», aseguró el doctor Alex Hastings, uno de los investigadores del departamento de ciencias geológicas de la Universidad de Florida.
Jonathan Block, coautor del estudio y conservador asociado del departamento de paleontología de vertebrados del Museo de Florida asegura que los crocodiliformes que vivían en el ecosistema de la Formación Cerrejón en la época del Paleoceno, donde las temperaturas eran más altas que las de hoy en día, crecieron enormemente. También afirma que el Anthracosuchus Balrogus vivió cerca de la Titanoboa. «De vez en cuando era probable que se produjera un encuentra entre un Anthracosuchus y una Titanoboa. La Titanoboa era el mayor depredador de la zona e intentaría comerse cualquier cosa que pudiera caber en su boca», señala Block.
El estudio de este grupo de investigadores de la Universidad de Florida puede leerse íntegro aquí (en inglés obviamente). El documental del Smithsonian Channel puede verse íntegro en su canal de YouTube, aunque desgraciadamente no se puede ver desde España ya que el vídeo está bloqueado en nuestro país.
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