Perfil Básico

Nombre

Galandul

Fecha de nacimiento:

1900-02-14

Ficha de Personaje

Nombre del Personaje

Anim Seratil

Raza

Elfo

Lugar de la Tierra Media

Imladris

Descripción del Personaje

Elfo de cabello dorado y largo, el cual lleva suelto por detrás de las orejas.Sus ojos son grises, cambian al gris azulado cuando se avecinan malos tiempos o el tiempo cambia bruscamente.

La característica que le hace diferente a los demás sin duda son sus ojos, unos espejos que auguran cambios que puede que no sean demasiado buenos.

Normalmente es un elfo callado. Apenas llama la atención entre sus iguales. Existen momentos para él, la mayoría en que la soledad se diría que es su forma de vivir, ver, escuchar y callar. Aunque hay veces en que sin duda preferiría que sus familiares estuvieran junto a él. Aún así, ama los libros, y su arco es para él un método de liberación, que aunque no tiene ningún poder en especial, es uno de sus imprescindibles métodos de evasión y de ocio, por lo que además es un gran arquero.

Adora el color blanco, el gris y el azul, por eso la mayoría de sus ropas tienen ambos colores o all menos uno de ellos. La mayoría de las veces viste ropas que intercambian el gris y el blanco y lleva también una capa que pertenece a su familia de color gris y emblema azul y blanco.

No es de hacer amigos fácilmente, porque le gusta la soledad. Aunque nunca le negará el saludo a nadie y sin duda quienes le conocen diría que si se le da conversación puede encontrar en él un amigo, aunque claro estos son pocos.

Todavía no ha desarrollado ningún poder especial ni a necesitado descubrir sus dones, ya que nunca se ha enfrentado a ninguna situación extrema de peligro. Pero sin duda tenerle como arquero puede suponer un seguro de vida.

Historia del Personaje

Galandul Anim nace en el año 3181 de la Segunda Edad del Sol. Su padre Xeretul Anim y su madre Klaniul Seratil tuvieron otros dos varones más antes de que naciera Galandul. Los padres de Galandul servían como consejeros en Imladris. Ambos desempeñaban su trabajo la mayoria de veces fuera de Rivendel por lo que Galandul nunca tuvo una estructura fija de familia, aunque tenía bien claro que sus padres les amaban a él y a sus otros dos hermanos Jerisil y Rualimil.

Estos dos se dedicaban al estudio de la historia de los elfos en Rivendel y las diferentes direcciones que tomaron las familias que ya no se encontraban allí. Esto les servía también para conocer mucha tierra, ya que eran enviados a las tierras donde sus estudios detallaban donde se encontraban las familias que una vez habitaron Imladris. De uno de sus viajes en busca de la familia Generil Protulis llegaron hasta Erech, una tierra extraña para encontrar a esta familia de elfos, por las características de ésta. Al encontrarles allí y darles noticias de su vieja ciudad y de sus gentes, la familia Generil llegó a emocionarse y les obsequió con un libro que había pertenecido a su familia durante siglos y un arco de plata fina con diferentes talladuras a lo largo del arco, que decia databa de la gran batalla, les dijo que debido a que no habían tenido descendencia y que no quisiera que esta gran arma que había ayudado tanto a los elfos se perdierá entre alguna raza desconsiderada. Ellos aceptaron el regalo y tras pasar la noche en el hogar de esta familia volvieron a Rivendel donde esperaba la llegada de sus hermanos Galandul.

A su llegada Galandul les recibio con una enorme sonrisa, ya que por fin había cumplido la edad que su padre le dijo en que podía abandonar Imladris y decidir que haría con su destino, con su futuro. Su decisión había sido tomada tras mucho recapacitar, y tras muchos años de estudios y entrenamiento había decidido la marcha por toda la costa hasta pasar de largo las Tierras de Mordor y llegar hasta las Montañas de Anduin y de alli llegar hasta las cercanías del río Poros, un lugar donde los elfos no se encuentran muy cómodos debido a la situación donde se encuentra y la casi inexistencia de los elfos allí, donde llegaría a la casa de sus tios Xarutil y Matirul donde recibiría otro nivel de estudios, táctica y entrenamiento superior para poder volver a Rivendel algún día convirtiendose en uno de sus fieles protectores. Tras comunicar todo esto a sus hermanos y ellos con algún gesto de incompresión por querer cruzar toda la costa y todos los peligros que ello conlleva le sonrieron. Los tres juntos se ocuparon de equipar al caballo de Galandul, Merial, y le confiaron tres cosas, 500 flechas, la capa de la familia y el tan apreciado regalo que habían recibido de la familia Generil. Galandul les prometió que volvería algún día convertido en un miembro de la familia del cual sentirse orgulloso. Tras equipar el caballo con diferentes plantas, comida y algo de pan élfico dijo adios a su querida ciudad, Rivendel.

Llegó a la costa sin problemas en menos de 9 días una vez en las tierras de Enedwaith, donde empezo a sentir el cansancio por un viaje que en principio le habia resultado rápido y sin ninguna incidencia, pero era ahora donde sabría que podría empezar a tener problemas. Tras un día y medio llego hasta orillas del río Isen se bajo de su caballo para poder beber agua y descansar un rato cuando observo al otro lado del río a tres personas que parecía que estaban discutiendo, al principio no le dio ninguna importancia, pero entonces escuchó lo que parecía un grito de mujer dentro del grupo y volvió a fijarse bien la mujer se encontraba en el suelo y los otros dos hombres empezaron a pelearse. Decidió volver a montar su caballo y empezó a cruzar el río al trote cuando vió que uno de los hombres cogió una piedra del río y le golpeó al otro en la cabeza una vez llegando a la otroa parte del río vió que el hombre era de complexión fuerte y justo antes de este rematara a la mujer y al hombre que se encontraban tendidos saltó del caballo al río para coger una piedra y cuando el gran hombre levanto sobre su cabeza la gran piedra con la que iba a golpear a los dos humanos del suelo una piedra se estrelló en su cabeza haciendole retroceder unos metros. Su piedra cayó en su pies y quedó lastimado por lo que que se precipitó al suelo. Entonces llegó hasta él Galandul y tras ver que los dos humanos seguían vivos le ato al otro hombre. Una vez recuperados los dos humanos, le contaron la historia y al parecer el gran hombre atado resultó ser un bandido que acechaba a la gente que cruzaba el río. Entonces Galandul les acompañó hasta el publo de Nimraids donde fue detenido.

Galandul continuó su viaje hasta llegar a Anfalas y de ahí tras cruzar el río Ringlo hasta Belfalas. Desde Belfalas hasta las Montañas de Anduin solo restaban unos 4 días donde por fin estaría en casa de sus tios.

Una vez llegó allí y tras muchos saludos y un par de días de descanso comenzó su duro entrenamiento. Su tio le obligaba a recorrer corriendo varias millas todos los días cargando en sus brazos sacos con arena, para así fortalecer sus brazos. Su tia en cambio por las noches le sacaba fuera de casa para que leyera sobre historia y usos de objetos mágicos, de está forma su sabiduría aumentaría y su vista se agilizaría.

Tras varias semanas de entranamiento físico y mental, llegaba la ansiada hora de la técnica con el arco y dos dagas élficas que su tio le regalo cuando llegó. Primero comenzó con el arco, tarea que el creía dominada, pero su tio le demostró con una prueba que nada en la Tierra Media podía ser dominado completamente. Su tio le propuso una prueba en la que Galandul debía atravesar una fruta mientras caía del árbol, Galandul aceptó y sonrió esperando a que la fruta cayera, y así pasaron horas y su tio se fue a cenar y Galandul seguía aguardando a que ese fruto cayera del árbol y el tiempo seguía pasando, entonces Galandul se durmió y por la mañana cuando despertó no entendia lo que había pasado, todos los frutos del árbol se encontraban en el suelo. Entonces llegó su tio y le explicó que a veces no hay que quedarse esperando a que pase algo sino que hay que provocar que pase y en ese momento es cuando hay que ser certero. Fue entonces cuando Galandul entendió que él debería haber actuado de alguna forma de la cual el fruto cayera.

Galandul se fue haciendo más ágil y sus armas y él parecían uno en los entrenamientos. Su habilidad con el arco era ignata, era capaz de acertar cualquier blanco con cualquier oposición hacia él. Su tío también le enseñó como utilizar las valiosas dagas que le había regalado, ya que en algún momento podían serle de gran ayuda.

Así pasó un año, un día cabalgando solitario, Galandul pareció oír una discusión a gritos a varias millas de su situación y se apresuró a ver que era lo que pasaba. Entonces hubo un silencio y justo cuando Galandul pareció perder el rastro se oyó un grito ronco. Galandul salió disparado con Merial, su caballo, en dirección al grito, fue entonces cuando vió a hombre tumbado en el suelo, él cual estaba degollado, Galandul bajó del caballo para ver al hombre, entonces ya en el suelo elevó la cabeza y observó a dos sombras que huían por medio del bosque, entonces no dudó. Se pusó en pie sacó su arco y cogió dos flechas. Parecía una estupidez, ya que era un tiro a ciegas, las sombras se habían detenido tras unos altos arbustos. Entonces Galandul cargó la primera flecha y muy concentrado se quedó callado, esperando algo, fue entonces cuando uno de esos seres piso una pequeña paja, la cual produció un chasquido, Galandul rápidamente disparó y antes de que acabara el sonido de la paja quebrandose atraveso la cabeza de una de las sombras entonces la otra salió corriendo, pero fue alcanzado por la segunda de las flechas. Tras los disparos se acercó y fue su sorpresa encontrarse a dos malditos orcos, tan repugnantes que daba grima sólo mirarles.

Tras enterrar al hombre Galandul volvió a casa de sus tíos y les contó todo lo que había pasado. Entonces supó que era lo que tenía que hacer, aquella imagen del hombre se le quedó tan grabada que no podía desprenderse de ella. Después Galandul les comunicó a sus tíos la intención de llegar hasta la costa implantando justicia y ayudando a quién le necesitase. A sus tíos no les quedaba otra cosa que aceptar la decisión de su sobrino.

Tras muchos meses cabalgando, tras algunas victorias y ayudas proporcionadas a la gente llegó hasta el río Ninrûth, zona muy peligrosa y cargada de seres malignos consiguió llegar hasta el golfo donde desemboca. Alli se reunió con un viejo primo de su madre, Jeruil, al cual explico su causa y le pidió ayuda, pero su edad ya avanzaba no le permitía el lujo de recorrer tantas millas ayudando a gente, ya que la hora de su muerte llegaría pronto. Pero éste le comentó que un viejo amigo suyo que había conocido en Imladris tenía un grupo que compartía su causa, su conocido era Eärondûr, con él cual había luchado en Eregion. Jeruil le dice que en la ciudad de Telda Minya Eärondûr y su grupo se reunen en una taberna llamada El Sauce Etílico, y que allí podría unirse a ellos para hacer honor a su causa. Galandul acepta la idea de su primo y comienza la marcha hasta Telda Minya. Dos días más tarde y tras varios cruces con algún orco consigue llegar de una pieza hasta la ciudad, alli pregunta por la situación de la taberna y hombre se la indica gustosamente indicandole que debe dirigirse hacia el puerto.

Cuando llega se encuentra ante un edificio de roca y madera, de dos pisos. Es entonces cuando Galandul se siente un poco más lleno espiritualmente al saber que otras personas comparten su causa y también que tras cruzar esa puerta su vida se llenará de aventuras, riesgos y otras muchas sensaciones, pero que estará acompañado de un grupo de amigos.

Entonces decide entrar y y según entra a la taberna observa a mucha gente dentro de ella hablando, bebiendo y comiendo. Todos estaban en un clima de paz y sosiego como si en este lugar del mundo no existiria nada capaz de pertubar el buen ambiente que invadia la taberna. Galandul tras pasar varias horas sentado decide pedir una habitación y se instala en ella. La primera noche en Telda Minya fue buena para él y decidió que al día siguiente debía buscar a algun responsable militar del territorio para poder unirse a su causa. El sol de la mañana fulmina la oscuridad y con los primeros rayos de sol Galandul se levanta y tras una ducha y un desayuno rápido marcha en busca de respuestas. Tras acabar su desayuno pregunta al taberneo donde podria encontrar alguna casa militar en la ciudad y él gustosamente le enseña un mapa de la ciudad y la situación del edificio que buscaba.

Tras salir de la taberna el elfo se dirige hacia el edificio, por la calle hay familias de paseo, tiendas, más tabernas e incluso algún mesón donde frecuentaban las mujeres de vida alegre. Tras un tiempo de caminata, llega hasta la fachada del edificio deseado y decide entrar. Traspasa la puerta y se encuentra a una mujer sentada tras una mesa, parece que podria ser una secretaria, aunque lleva un traje de la milicia. Galandul le preguntaba que donde se tendria que presentar al capitan general de la milicia, para poder entrar a formar parte de ella, pero ella le responde que sólo hay que rellenar un formulario para hacerlo. Tras recoger el formulario lo rellena detenida y minuciosamente y se lo vuelve a entregar. Desde entonces pasa media hora hasta que la secretaria comprueba todo y tras sellarlo le ofrece nueva vestimenta y una cimitarra. Entonces Galandul le vuelve a preguntar si seria posible contactar con el capitán, pero ella le dice que Jeckyl está ocupado hasta mañana en una campaña belica frente a los nurnitas. El elfo decide volver a la taberna y alli consume el resto del día.

Al dia siguiente consigue una cita con Ian Jeckyl y el elfo le explica de donde viene y quien le envia. Unos días más tarde el elfo está en su primera campaña que se carácteriza por ser un fracaso. Al parecer los oponentes contubieron el primer ataque del Concilio y luego arremetieron contra ellos con un gran número de soldados guiados por odio y sed de venganza. Herido, Galandul y otros tantos más deciden volver a la capital. Tras varias muertes y algunos logros personales el elfo consigue ascender de categorias y tiene a su mando a un pequeño grupo de soldados. El elfo ponía todas sus ganas en las batallas, pero estaba claro, con sólo unos meses de instrucción militar y otros pocos en batallas no había adquirido la capacidad estratégica que se tardaba en conseguir años y que sus oponentes tenían.

Como antes he mencionado la capacidad estratégica del joven elfo era mínima por no decir nula y tras perder en una sangrienta batalla a orillas del mar, de forma más precisa, cerca de la desembocadura del río Randir, Galandul pierde a todo su grupo de soldados y él cae de nuevo herido. Tras llegar casi moribundo hasta la ciudad de Losselen Tirion y curarse de sus heridas físicas, no de las mentales, decide tomarse tras un año y medio en la milicia un pequeño tiempo de recapacitación y meditación fuera de guerras y conflictos, aunque siempre con la idea de volver a las ordenes de su capitán, Ian Jeckyl.

Galandul toma un barco hacia Hecilondë y desde allí empieza una pequeña peregrinación que acabaría en tierras nurnitas para sorpresa de él mismo.Pero antes de ello salió de Hecilondë con un amigo que buscaba algo en la capital de Telpe. En el trayecto caminando por el frondoso bosque que separa el territorio nurnita del de la orden de Telpe se encontraron a un comerciante que venía de Narmelost, capital nurnita, los tres comieron ese día juntos y el comerciante se dirigía hacia Osto Telemna, la capital de Telpe, es ahí donde el camino de Galandul y Oshirian se separa. El comerciante recomendo con ironía al elfo que si lo que buscaba era paz que fuera a Narmelost, que la gente no era amable, pero que por poco precio había mujeres bellas, en especial dijo una elfa en un taberna de la capital, su nombre era Inglin. Tras despedirse cada uno se fue por su camino. Pero el elfo ya conocia ese nombre, antes de unirse al Concilio la primera y la segunda tarde cabalgando se encontro a Inglin y pronto se empezaron a conocer hasta que tras una batalla perdida con los nurnitas y los posteriores acuerdos en una de las campañas en que nurnitas y hombres del Concilio luchaban juntos, ya habían entablado una buena amistad y puede que hasta algo más.

Ya en tierras nurnitas el elfo llega hasta la resguardada por los ríos, Narmelost, la capital. La imagen exterior de la ciudad nunca se le borraria de la memoria, ya que estaba rodeada de un enorme río de lava con varios puentes que permitían el acceso a la ciudad. Una vez en el núcleo de la ciudad, el elfo, se encuentra calles oscuras, polvorientas y con un cierto olor a azufre emitido por el río de lava que funcionaba a modo de foso. Con ganas de huir de ese fatal olor capaz de producir dolor tras estar cierto tiempo expuesto a él decide entrar a la primera taberna que vio, Las Grietas Libertinas.

Tras el grito de un borracho la puerta de la taberna se abre, para dar entrada al elfo de pelo dorado, alto y vestido de blanco.

-Aiya.¿Es aqui donde suele residir la bella elfa Inglin?-pregunta el elfo sin afan de ofender a nadie y de una manera muy respetuosa.

Inglin mira al elfo, sus ojos lo recorren friamente buscando algun indicio de como pudiera ser, pero sus ojos nada concreto le dicen. Tratando de parecer lo más tranquila posible dice con ironía:

– Ha tenido suerte el elfo esta noche, estoy a tu disponibilidad para lo que desee, siempre y cuando pueda brindarselo. Por cierto, ¿Que lo ha traido a este cruel lugar?- los bellos ojos del elfo esplandecian ante el fuego que amenizaba la tarde.

– Una vieja amiga, supongo- rie el elfo.

Largo rato estuvieron los elfos hablando, mientras la taberna se vaciaba y el silencio invadía cada recodo del salon sus cuerpos se juntaban cada vez mas, sellando una union que seria la causante de cambios en la vida de ambos.

A la mañana siguiente Galandul estaba solo en la habitación, sin mas tardar se vistio y bajo a la sala principal de las grietas. El elfo se sento en una mesa mientras esperaba que la elfa terminara de hablar, cuando finalmente la mujer partio del lugar Inglin se acerco a Galandul, la charla no duro mucho, pues en ese momento Dellise Yestariel interrumpio la charla questionando sobre la procedencia del elfo. En ese momento la elfa se aparto de esa mesa, dejando a Galandul solo con la maia, pero antes de que pudiera reaccionar, una humana se interpuso entre ellos, excusándose con que debia hablar con el. Esto no hizo mas que provocar que la maia usando su poder la mostro su cara más ruda y mandó detener a los dos nuevos extranjeros, tanto Galandul como Haradriel fueron conducidos a las mazmorras. Duro fue el tiempo que paso sumido en la oscuridad, pues alli no habia consuelo posible, ni la compnia de la humana era razon de alegria. Alli el tiempo pasaba lentamente, mientras la mente se llenaba de recuerdos de verdes prados y limpios manantiales, lo cual hacia mas dura la experiencia. Sentia el respirar de la humana que estaba a su lado, desconocia que razones eran las que la llevaban a permanecer a su lado, quiso hablar, pero ninguna palabra salio de su boca, se encontraba en un estado de total incociencia.

Una y otra vez volvia a su pensamiento la imagen de la mujer, esos ojos llenos de furia, le recordaba en cierto aspecto a Inglin, pero no ella, era diferente, pero en algun rincon de su ser, se encontraba esa maldad, ese rencor hacia valla a saber que cosa. Pero debia concentrarse en hablar con ella, al fin y al cabo esa era la unica razón aparente por la cual habia ido alli, pero no estaba seguro de que esa razón fuera creible para todos los demás.

Varios días fue torturado y un día amaneció en una habitación, no lograba recordar nada de lo sucedido y encontro sentada cerca de la cama a una elfa que parecía que se encargaba de sus cuidados, era la misma Inglin. Muchos días fueron necesarios casi hasta llegar a la desesperación para la elfa. Tras varios meses Galandul ya se encontraba mucho mejor y podía recordar muchas de las cosas allí sucedidas, el tiempo tambien incremento la relacion con Inglin, que sin duda suponia que existia algo entre ambos.

Galandul una vez recuperado y aliviado decidio salir de Narmelost para volver a su casa en Telda Minya, ya que el elfo aunque habia alargado su visita sólo se encontraba de paso. La despedida entre los elfos fue por lo menos melancólica por el afecto que existia, aunque ellos sabian que volverian a verse. Con esto Galandul partió.

Una vez llegado a su ciudad tras atravesar varios pasos fronterizos y tener algun que otro altercado con las comunidades vecinas por saber de donde venia, el elfo fue a encontrarse con sus viejos amigos. Tras llegar a su casa e instalarse fue al cuartel, allí estaban, pero algo había cambiado. El elfo al entrar por la puerta había notado las miradas clavadas en él, con un aire de desprecio, no sabía como, pero creía que se habian enterado de su estancia en Nurn y para ellos no era muy agradable. Galandul creia que ellos pensaban que podia haber contado alguna confidencia del Concilio que podria ser perjudicial para ellos, y no se equivocaba en mucho.

Muchos militantes del Concilio pensaban que podia haber pasado informacion a cambio de su liberación y eso supuso que el elfo fuera persona de poca confianza para ellos, todo esto se traducia en el campo de batalla, ya que nadie queria luchar cerca del elfo. Pasaron semanas y Galandul tras dar miles de explicaciones seguia en la misma situacion anterior, pero pronto terminaria, o eso era lo que creian algunos militantes.

Un dia, en el campo de batalla, se desarrollaba una intensaba batalla frente a Telpe, cuando unos militantes del Concilio habian decidido acabar con las inseguridades tendiendo una trampa al elfo, para que callera en la batalla y así tener la escusa de que Telpe había acabado con él. Todo estaba preparado, tenian la posicion de Galandul, pero él se imagino algo, ya que esta vez habia un mayor numero de soldados a su cargo. El elfo estaba mas atento a su alrededor que a los enemigos cuando entonces un enano del concilio saco su hacha corta, algo raro situados a mas de 3 millas del enemigo, y se lanzo contra el elfo que se encontraba preparado con su cimitarra y al salto del enano le siguio un espadazo del elfo que le rebano el cuello. Entonces dos mas le asaltaron a puñetazos y sin saber como el elfo llego a una de sus dagas y consiguió clavarla primero en el pecho de uno y seguido en el segundo, los 4 integrantes mas del grupo hulleron. Tras verse acorralado por Telpe y traicionado por ciertos supuestos amigos, Galandul decidió exiliarse, ya que no le quedaba nada en ningun sitio, mejor casi en ningun sitio, por lo que tras tres meses de vuelta en tierras del Concilio volvió a Narmelost, donde pueda que obtenga su venganza por la traición.

((( Continuará )))