Helkanor – Torneo de Framburgo
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Turinhor.
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20/10/2014 at 15:12 #341078
Aragorn_IIParticipantAntes de escribir os recomendamos por favor que os leáis la información general y las normas de esta zona de rol. Muchas gracias 😉
Torneo de Framburgo
Puertas de Framburgo (Pinchad en ella para verla a mayor tamaño)
Fundada por Fram de los éothéod, esta ciudad fue casi abandonada cuando Eorl el Joven cabalgó en auxilio de Gondor. Con los siglos, muchos de los Hombres que vivían en los Altos Valles del Anduin y muchas gentes de la extraña Tierra Helada buscaron refugio tras sus murallas. Durante muchos años la ciudad vivió bajo la amenaza de los Orcos del Monte Gundabad, pero ahora que han sido casi exterminados en la lejana Montaña Solitaria, los habitantes de Framburgo pueden vivir en paz.
En los últimos dos años la ciudad se ha convertido en un importante paso entre el Sur y el Norte de la Tierra Media. En el exterior existe una explanada destinada a la celebración de justas y torneos entre todos aquellos que puedan pagar las monedas de la inscripción.
04/11/2014 at 22:42 #343666
BattosayParticipantBattoin llegó a la ciudad atraído por sus torneos, se había enterado que era una forma de hacer dinero fácil para aquellos que supieran manejar la espada. Esperaba que también se pudiera hacer dinero de otras formas aunque no fuera tan fácil.
En la explanada un enorme guerrero retaba a la multitud: «Aquel quien sea capaz de aguantar contra mí más de cinco minutos, recibirá esta bolsa de oro». Bolsa en la había la menos quinientas monendas. A su lado, por contra, estaban todas las que había conseguido ese día, en un cofre no precisamente pequeño. También las armas que exigía como precio a los vencidos.
– Seguro que tiene una chatarrería, no veo que otra cosa se podría hacer con tanto óxido.
Se entretuvo viendo unos cuantos combates. Todos iguales, los luchadores aguantaban un minuto o dos, pero ninguno de sus golpes eran capaces de superar la protección de la gran armadura que portaba el hombre. Éste apenas tenía que golpear un par de veces para acabar haciendo morder el polvo a sus rivales. Ese brazo podría tumbar a una vaca de un golpe (y dejar la carne magullada e inservible para la cena).
– ¿Quién se atreve a desafiarme? ¿Es que sois todos unos gallinas?
– Yo lo haré.La multitud de abrió en torno a él y entró en la explanada. Dejó sus bolsas y ropas de abrigo en el borde y recorrió la larga distancia que le separaba de su adversario a pecho descubierto y la espada enfundada.
– A ver si tengo suerte e impresiono a alguna chica que con este frío cuesta encontrar una ocasión para lucir pectorales – pensó.
– ¡Jajajajajajajajajaja! ¿Es una broma? ¿Pretendes luchar contra mí sin protección alguna? ¿Quién me pagará si te mato?
– Puedes quedarte con todo lo que haya en mis pertenencias.
– Bien, pues empecemos entonces.El guerrero levantó su maza, amenazante. En ese momento, Battoin salió corriendo en dirección opuesta. En menos de un segundo se encontraba a diez metros de su adversario.
– ¿Pero qué haces cobarde? ¡Pelea!
– ¿Pelear? Lo siento, pero tú nunca has dicho nada de pelear, has dicho que hay que aguantar. Pues esto hago yo, aguanto ^^Los siguientes cinco minutos pasaron a la historia como los más ridículos del torneo de Framburgo, con un hombre sin camisa corriendo en círculos a trote ligero y una mole de tonelaje no determinado jadeando detrás de él.
– ¡Tiempo! – gritó el juez del torneo.
Hicieron falta cinco guardias para retener a la mole el tiempo suficiente para que Battoin cobrase su premio y recogiese sus cosas. No podría pasar la noche en la ciudad, dudaba que su adversario aceptase la derrota con deportividad. Además, la lluvia de frutas y hortalizas que venía desde el público le hacía pensar que no habían disfrutado del espectáculo. Cogiendo al vuelo varias manzanas que tenían buena pinta, salió al trote de la ciudad con destino a Candur.
10/11/2014 at 19:12 #344370
TurinhorParticipantUna multitud se agrupaba a su alrededor. Ese día sí que estaba teniendo público. Pero no echaban todas las monedas que el esperaría en una situación similar. Entre los que observaban entusiasmados sus trucos de cartas había gente de todas las edades. Incluso los guerreros que acababan de luchar en los torneos se habían sumado al gentío. Entre estos últimos distinguió al enorme guerrero que aquella mañana había sido ridiculizado por un hombre que lo toreaba mientras él trataba de embestirle con su pesada armadura. Baelim se percató de que lo observaba con hostilidad. Había algo en su mirada que no le gustaba.
-Bah, estará enfadado con el mundo- se dijo. Y con gran habilidad se sacó el ratón que le había estado mordiendo el brazo de la manga aparentando que se lo sacaba de la boca. La mezcla de risas, gritos y aplausos que venían del público era ensordecedora. Y con una elegante reverencia Baelim finalizó la función del día.
Esa noche decidió que había ganado monedas de cobre suficientes como para ir al puesto de la cerveza a pasar una buena velada. Mientras degustaba una deliciosa pinta vio por el cristal de la jarra que se le acercaba el hombretón que lo había puesto nervioso en el show de aquella tarde con algunos compañeros.
-¡¡Este es el Mago que os dije!!- comunicó el hombre a sus amigos, que eran tan grandes y amenazantes como él.
-Perdone señor, pero no soy un mago. Lo que soy es un ilusionista, aparte de titiritero, bardo, músico, viajero, malabarista y más cosas-
-Conque Bardo eh?, Pues a ver si nos deleitas con alguna de tus baladas- dijo mientras hacía ademán de agarrar su exquisita y bien pagada cerveza. Se apresuró a ponerla fuera de alcance y dijo
-Será una moneda de plata si quieres disfrutar de una balada-
-¡Jajajajajaja!, ¿una moneda de plata para escuchar cantar a un embustero?
-Exactamente, pero comprendo que no estés en condiciones de pagar nada, ya que vi en la explanada como jugaba contigo el hombre sin armadura y cómo perdiste el dinero aparte de quedar como un estúpido. No te preocupes, no te cobraré nada-Un puño se acercó a su cara muy rápido y acto seguido estaba tirado de espaldas en el suelo, con un dolor intenso en el centro de la cara y la sangre manando de su nariz.
-¡Nadie me insulta!, ¡y menos una escoria como tú!-
Baelim estuvo tentado de sacar su daga y abrir un surco en la garganta de aquel hombre, pero enseguida se dio cuenta de que no podría escapar de sus amigos ni de los dos guardias que se habían acercado para ver qué ocurría.
-No te quiero volver a ver por aquí. Y si te quedas lo lamentaras- le amenazó su agresor.
Lo que pasó a continuación no se le olvidaría el resto de su vida.
11/11/2014 at 18:11 #344430
Fenix-OscuroParticipantAiwë no quería desperdiciar toda la tarde así que salió a recorrer otras zonas de Helkanor, hasta que llegó a hasta Framburgo… «Menudo coliseo» -pensó, como de costumbre inspeccionó el lugar más seguro para Peludo y luego sigió contemplando la zona, estaba cayendo la noche y no quería irse pues recién llegaba, así que investigó un poco y vio un pequeño puesto de cervezas y un par de gente amontonada.
Aiwë se acercó y observaba todo lo que sucedía, había bastante alboroto, al parecer una discusión…¡¡Este es el Mago que os dije!!- gruñió una voz
Aiwë paró las orejas y escuchaba cada palabra con minucioso detalle. Al parecer la cosa no pintaba bien.
-Exactamente, pero comprendo que no estés en condiciones de pagar nada, ya que vi en la explanada como jugaba contigo el hombre sin armadura y cómo perdiste el dinero aparte de quedar como un estúpido. No te preocupes, no te cobraré nada-
-¡Auch! Eso debió doler…- pensó el mago -Pero ahora sí que te la has liado, muchacho.
Acto seguido pasó lo que se temía, el joven estaba tirado en el piso, sangrando.-¡Nadie me insulta!, ¡y menos una escoria como tú!- el tipo estaba muy molesto y cada palabra salía más salvaje que la anterior -No te quiero volver a ver por aquí. Y si te quedas lo lamentaras-
-¡He! No tan deprisa compañero, ¿metiéndote con los más jóvenes?
-¿Y quien sois vos, wow un vagabundo vestido de violeta? -dijo el tipo con desprecio
-Já, ¿No que querías ver magos?
-¡Los magos no existen! ¡Son solo fantochadas que invent…- pero antes de que pudiera terminar la frase, el mago había aplastado su bastón en la jeta de su adversario.
-¡Escúchame, imbécil! -La voz del mago tronó en potencia y cólera, como una tormenta que está próxima a estallar en aguacero y relámpagos -Soy tan real como lo es él y como lo eres tú, ahora quiero que te disculpes con el joven, ¿Lo harás por las buenas o por las malas?
-¡No te dejes chantajear, golpealo también -murmuraron sus compañeros, pero callaron deprisa y rápidamente cambiaron su cara a horror cuando el mago los miró. No había duda, allí había algo divino, ningún mortal podría hacer cosas semejantes, no podían ver su rostro entre la oscuridad, solo veían 2 óvalos luminosos que relampagueaban, como emanando energía de su interior.
La voz del mago subía en potencia -¿Y bien?
El hombre estaba molesto y asustado pero cedió-Arrodíllate
-¡No te pas…!
-Arrodíllate, he dicho. -Contra su voluntad, el hombre se arrodilló y pidió disculpas a Baelim. -Espero eso te sirva para más adelante, «machito». -Esta última palabra la dijo con malicia y mirando al agresor con una sonrisa tétrica. Retiró su bastón de la cara del hombre y se giró hacía el muchacho que estaba tirado en el suelo, le extendió la mano esperando respuesta
-¿Necesitas ayuda con el sangrado?11/11/2014 at 19:03 #344434
TurinhorParticipant-Guau-pensó. Nunca había visto algo así. Un tipo con capucha y vestido de violeta había salido en su ayuda y le estaba dando una lección al hombre que lo derribó hace unos segundos.
-¿Necesitas ayuda con el sangrado?
Su voz parecía amable. Pero Baelim percibió que esa misma voz reflejaba un poder implacable. -¿Cómo había conseguido humillar a aquel gorila sin despeinarse siquiera?-
Conmocionado Baelim se agarró de su mano para darse impulso y se levantó.
-No, gracias, no es nada grave. Creo- Se secó la sangre con la manga y notó como unas cosquillas en su nariz. La herida causada por el golpe dejó de sangrar de golpe. El hombre de violeta lo miraba con una sonrisa misteriosa. Baelim nunca había creído en la magia de verdad ni en los magos que no fueran ilusionistas como él mismo. Pero los trucos que acababa de ver realizar a ese hombre no tenían nada que ver con sacarse un ratón vivo de la boca. El hombretón seguía arrodillado en el suelo y sus amigos habían escapado asustados.
-¿Co..Cómo has conseguido ahuyentarlos?-Las palabras no le salían con facilidad.
El arrodillado balbuceó una disculpa y Baelim le respondió.
-Tú,humm… páganos una cerveza y estaremos en paz- Y se sentó con su nuevo compañero en la mesa de la que había sido desalojado.
12/11/2014 at 5:58 #344512
Fenix-OscuroParticipantLa cara de Aiwë denotaba felicidad al darle su merecido a ese cobardica. Pero le preocupaba un poco aquel joven, su nariz no parecía muy saludable. Y tampoco tenía pinta de tener mucho dinero para acudir a un médico.
-No, gracias, no es nada grave. Creo- Se secó la sangre con la manga y notó como unas cosquillas en su nariz. La herida causada por el golpe dejó de sangrar de golpe. El hombre de violeta lo miraba con una sonrisa misteriosa. Baelim nunca había creído en la magia de verdad ni en los magos que no fueran ilusionistas como él mismo. Pero los trucos que acababa de ver realizar a ese hombre no tenían nada que ver con sacarse un ratón vivo de la boca. El hombretón seguía arrodillado en el suelo y sus amigos habían escapado asustados.
-Puedo ayudarte con eso, quizás si lo deseas, puedes acompañarme hasta mi carreta, debo tener algún preparado como para ti, o podemos ir a Candur y tratarte eso. No vaya que pesques alguna infección y ahí si la liarás feo.
-¿Co..Cómo has conseguido ahuyentarlos?-Las palabras no le salían con facilidad.
El mago lo miraba pensativo, en los ojos de aquel hombre veía más de lo que él se atrevería a contarle. En su rostro había huellas de desgracias y aventuras vividas tiempo atrás. Aiwë respondió
-Pareces un buen hombre… pero percibo en ti, poca fe y poca creencia en algo superior a nosotros.
El chico lo miraba atemorizado y un poco avergonzado. -¿Cómo domé a la bestia? Claramente no es el tipo de «magia» a la que estás acostumbrado. Fue algo muy sencillo para mí.- Pero se negaría a contar algo más, aunque era amable con la gente humilde, era mucho más receloso sobre sus orígenes. Y Baelim notó la majestuosidad de su voz. Una voz que era casi imposible contradecirla y mucho menos, desafiarla.Ambos miraron al hombre aún arrodillado y que oía y miraba temeroso a Aiwë entonces el muchacho habló
-Tú,humm… páganos una cerveza y estaremos en paz- Y se sentó con su nuevo compañero en la mesa de la que había sido desalojado.
-No te molestes, no suelo beber demasiado, pero está bien, te aceptaré una cerveza y de paso me cuentas más sobre ti y que te trae por Framburgo. -Aiwe tomó asiento aceptando la cerveza y mirando a su compañero, no había conversado con nadie desde su llegada a Helkanor.
12/11/2014 at 7:42 #344513
Fenix-OscuroParticipantLa cara de Aiwë denotaba felicidad al darle su merecido a ese cobardica. Pero le preocupaba un poco aquel joven, su nariz no parecía muy saludable. Y tampoco tenía pinta de tener mucho dinero para acudir a un médico.
No, gracias, no es nada grave. Creo- Se secó la sangre con la manga y notó como unas cosquillas en su nariz. La herida causada por el golpe dejó de sangrar de golpe. El hombre de violeta lo miraba con una sonrisa misteriosa. Baelim nunca había creído en la magia de verdad ni en los magos que no fueran ilusionistas como él mismo. Pero los trucos que acababa de ver realizar a ese hombre no tenían nada que ver con sacarse un ratón vivo de la boca. El hombretón seguía arrodillado en el suelo y sus amigos habían escapado asustados.
-Puedo ayudarte con eso, quizás si lo deseas, puedes acompañarme hasta mi carreta, debo tener algún preparado como para ti, o podemos ir a Candur y tratarte eso. No vaya que pesques alguna infección y ahí si la liarás feo.
-¿Co..Cómo has conseguido ahuyentarlos?-Las palabras no le salían con facilidad.
El mago lo miraba pensativo, en los ojos de aquel hombre veía más de lo que él se atrevería a contarle. En su rostro había huellas de desgracias y aventuras vividas tiempo atrás. Aiwë respondió
-Pareces un buen hombre… pero percibo en ti, poca fe y poca creencia en algo superior a nosotros.
El chico lo miraba atemorizado y un poco avergonzado. -¿Cómo domé a la bestia? Claramente no es el tipo de «magia» a la que estás acostumbrado. Fue algo muy sencillo para mí.- Pero se negaría a contar algo más, aunque era amable con la gente humilde, era mucho más receloso sobre sus orígenes. Y Baelim notó la majestuosidad de su voz. Una voz que era casi imposible contradecirla y mucho menos, desafiarla.
Ambos miraron al hombre aún arrodillado y que oía y miraba temeroso a Aiwë entonces el muchacho habló-Tú,humm… páganos una cerveza y estaremos en paz- Y se sentó con su nuevo compañero en la mesa de la que había sido desalojado.
-No te molestes, no suelo beber demasiado, pero está bien, te aceptaré una cerveza y de paso me cuentas más sobre ti y que te trae por Framburgo. -Aiwe tomó asiento aceptando la cerveza y mirando a su compañero, no había conversado con nadie desde su llegada a Helkanor.
12/11/2014 at 20:28 #344551
TurinhorParticipantLas jarras fueron llevadas a la mesa y Baelim comenzó su relato.
-Empecemos por el principio. Me llamo Baelim. A secas, o como quieras apellidarme. Como habrás averiguado soy fácilmente reconocible conque hagas una pequeña descripción de mi persona jejeje. Por mis venas corre sangre de la gente mediana. No sé si has oído hablar de ellos…Son una raza que habitan al oeste de las montañas nubladas. Gente tranquila y hospitalaria con los viajeros. Si alguna vez te acercas a esas tierras no dudes en quedarte para sus fiestas de solsticio de verano, y de comprar toda la hierba de la cuaderna del sur que puedas, es la mejor que he fumado jamás …pero bueno, sigamos con lo mío.- Bebió un gran trago de su jarra y prosiguió.- Desde muy joven anduve de aquí para allá con una troupe de artistas. Éramos cinco que no teníamos a nadie pero sí teníamos unas enormes ganas de vivir y descubrir. Juntos viajamos allá donde queríamos y vivimos muchas aventuras. Las canciones que inventamos y las mujeres que conquistamos no tienen número jajajaja. Con ellos aprendí todo lo que sé. Eran mi familia….y me la arrebataron.-
La cara de Baelim reflejó dolor al recordar aquellas imágenes. Habían pasado seis años y aún recordaba el olor fresco y húmedo del bosque y de la sangre.
-Digamos que descubrí cosas sobre mí mismo que nunca sospeché, y he vuelto a olvidarlas.- Sonrió con tristeza.- Y hasta aquí me han llevado mis pasos. Rio lo que veo y vivo como puedo. Bebió otro trago.-Ahora te toca presentarte. Debes de ser alguien especial. Esos trucos que acabas de hacer no son nada corrientes y desearía que me enseñases alguno.
13/11/2014 at 3:19 #344575
Fenix-OscuroParticipantAiwë escuchaba al hombre, aunque le daba la sensación de que estaba confundiendo amabilidad con confianza. Examinaba muy bien cada palabra que salía de la boca de aquel hombre.
-Conozco la raza de los medianos, aunque nunca he hablado ni tenido trato con ellos, quizás algún día pise sus tierras. En cuanto a lo de tu familia, lamento tu pérdida. -El mago sentía dolor en aquel rostro.
-Ahora te toca presentarte. Debes de ser alguien especial. Esos trucos que acabas de hacer no son nada corrientes y desearía que me enseñases alguno.
Bueno… en cuanto a mí, supongo que he de decirte algo… aunque tampoco puedo decir mucho, no se me es permitido hablar demasiado sobre mí. -Aiwë examinaba la mirada de su compañero, que estaba un poco ofendido porque no obtendría lo que buscaba.
-Mi nombre es Aiwë, y muchos me llaman Aiwë el Morado, por mis vestimentas y soy un mago, o bueno así nos llamáis vosotros. Soy un viajero, no tengo hogar fijo, voy de aquí para allá, estudiando y conociendo lugares nuevos, aunque no he participado en ningún evento importante de la Tierra Media, conozco muchas cosas que tú ni siquiera imaginas… -hizo una pausa y continuó- Lamentarás saber que estos «trucos» como tú los llamas, no los puedo enseñar. Busca la sabiduría, sí quieres aprender, busca la ignorancia si quieres fracasar.Aiwë miraba penetrantemente a su compañero -También llevo conmigo malos recuerdos y penas de de hechos que algunos ni recuerdan, pero yo no los olvido. ¿Por qué te defendí? Simple, no soporto las injusticias, y estoy muy seguro de que aquel hombre solo buscaba desquitarse con alguien.
El mago terminó su cerveza y miraba perdidamente al vacío. Como tratando de olvidar viejos tormentos y dolores vividos hace mucho.
13/11/2014 at 17:18 #344596
NeumeModeratorUna chiquilla que no superaría los 15 años vestida con ropas viejas y descuidadas prestaba atención. Se había acercado a ver el espectáculo de cartas de Baelim. Todo aquello la fascinaba y no salía de su asombro, aunque no tenía monedas para echarle, y si hubiera tenido alguna se la habría guardado para comprar algo de comer. Aplaudía fascinada.
Respondía al nombre de Huznat (dos orejas), aunque no era su verdadero nombre, pero se le daba muy bien escuchar.Les vigilaba, pero no se había atrevido a entrar. Habría llamado mucho la atención, y siempre le habían aconsejado ser precavida así que se había quedado fuera y miraba a escondidas tras la ventana, sobre todo al que portaba la vara. Había sido testigo del despliegue de un extraño poder en la pelea de hacía un rato y se había fijado especialmente en el bastón con el que había aplastado la cara a aquel hombretón. Un bastón distinto al que llevaban los ancianos por la ciudad, y con un rojo brillante en la punta.
Se alejó perdiéndose entre las calles. Tenía que contárselo a Yaiwen para ganarse unas monedas de cobre, o quien sabe si una de plata si le gustaba lo que le dijera.
13/11/2014 at 17:48 #344599
TurinhorParticipantBaelim escuchaba con atención. Estaba claro que su interlocutor era de aquellos que prefieren escuchar a hablar.
-Mi nombre es Aiwë, y muchos me llaman Aiwë el Morado, por mis vestimentas y soy un mago, o bueno así nos llamáis vosotros.
Espera Espera. ¿Qué había dicho? ¿¿Que era un mago??. Está claro que ese hombre le estaba tomando el pelo. Los magos no existen. Son seres de las antiguas leyendas, al igual que los dragones…¡¡Dragones!! ¿Es que acaso no se acordaba de lo que escuchó un millar de veces? Todos los que estuvieron en la Ciudad del Lago afirman que un dragón arrasó la ciudad no hace demasiado tiempo… Tal vez los magos sí que existan al fin y al cabo, al igual que los dragones. Una duda creció en su interior. Aiwë lo había librado haciendo gala de un enorme poder. Baelim pensaba que solo se trataban de unos trucos muy buenos pero por otra parte lo que afirmaba Aiwë ya no era tan imposible.
-Así que dices que eres un mago. De los de verdad. Perdona mi incredulidad, pero no me lo creeré si no lo compruebo.
14/11/2014 at 4:31 #344678
Fenix-OscuroParticipant-¿Acaso dejarás de creer en el aire porque no puedes comprobarlo? o ¿Acaso dejarás de creer en la magia porque aunque tu corazón te dice la verdad, tú estás tan ciego que te niegas a aceptarla?
Aiwë estaba molesto. ¿Qué tan incrédulo y cerrado de mente era aquel hombre? El mago puso su mano sobre la nariz de Baelim, y éste se puso rojo hasta las orejas, Aiwë murmuró algo en un idioma incomprensible para los humanos y acto seguido, la nariz de Baelim estaba en perfecto estado, como si nunca le hubiesen golpeado, como si nunca se hubiese roto nada dentro ni hubiese sangrado. La cara de estupefacción y vergüenza de Baelim hablaba por sí sola.-¿Por qué te sonrojaste? ¿Por vergüenza o temor? -hizo un ademán al camarero -¡He! Muchacho, tráele otra cerveza a este hombre. Aiwë que nunca había dejado de mirar de forma penetrante a Baelim, lo miraba aún más fijo como explorando su alma. -No te molestes, esta la pago yo, y ya me voy retirando. No me necesitan aquí y no gastaré más mi valioso tiempo con un incrédulo.
14/11/2014 at 16:57 #344703
Fenix-OscuroParticipant-No era mi intención ofenderte señor mago. Puedo asegurar que ahora ya creo en la magia y atrás quedan ya todas mis dudas y prejuicios. Como prueba de ello me ofrezco a que me encomiendes cualquier misión y así saldo de alguna manera el favor que te debo. Si quieres que te haga algún recado, conseguirte alguna cosa de esas que usen los magos sin tener que pagar por ello o camelarte alguna mujer bonita yo lo haré. (Siempre que esté dentro de lo razonable claro).-
Aiwë arqueó una ceja bastante molesto por la intromisión del hombre. Si quería podía habérselo quitado del camino en un abrir y cerrar de ojos, un simple hombrecillo no significaba nada para él. Pero de alguna manera afectado por cosas pasadas, no podía hacer eso. Escudriñó el rostro de Baelim.
-Lo pensaré -dijo por fin- mas me temo que has reaccionado muy tarde Sr Baelim -el mago ya no demostraba simpatía. Puso su mano en uno de los hombros del muchacho y éste no tuvo más opción que moverse, como empujado por una fuerza superior a él. Aiwë giró violentamente su capa y esta pareció un relámpago.-Una cosa más… he de advertirte que tus desgracias no concluirán aquí. Adelante te esperan muchas tragedias y horrores que vivir. -El mago no lo miraba, pero sabía que Baelim estaba detrás de él escuchando. Aiwë caminó con paso rápido hacia su carreta. Se acercó y acarició a Peludo que estaba impaciente. -Lamento haberte dejado tanto rato aquí, mi querido amigo.
15/11/2014 at 12:33 #344752
TurinhorParticipant-Una cosa más… he de advertirte que tus desgracias no concluirán aquí. Adelante te esperan muchas tragedias y horrores que vivir. –
Pensativo se quedó Baelim cuando el mago se alejó en su carreta. – ¿Todos los magos son así de raros? – se preguntó. Si tantos horrores me quedan por vivir espero que también me esperen muchas alegrías.
Se dirigió a la pequeña y barata posada donde solía dormir en Framburgo. Cuando no conseguía suficiente dinero una semana entonces tenía que dormir al raso pero hoy no era el caso.
De camino pasó cerca de las explanadas donde se celebran los torneos durante el día. No había nadie a esas horas.- Quizás algún día me anime a competir en algún torneo- pensó- Soy bastante bueno con la puntería. Veremos qué hago mañana.19/11/2014 at 20:25 #345004
TurinhorParticipant*En el camino del norte (desde Framburgo)*
Se le había acabado el chollo. En la posada donde se hospedaba en Framburgo le habían subido el alquiler, y a Baelim ya no le quedaba más dinero. Así que esa misma madrugada se unió a la primera caravana con dirección al norte. Pensaba en dirigirse a la ciudad de Kibil-Dûm, y allí esperar a ver lo que le deparaba el futuro. Su equipaje era muy ligero. Unos pocos ropajes, cartas, marionetas y otras cosillas que para muchos serían inútiles. Aparte de su inseparable flauta y la daga. Viajaba en un viejo carromato tirado por dos caballos y apretujado con los otros tres pasajeros. No era un sitio muy cómodo y el traqueteo era constante, pero estaba muy cansado y se durmió.
No sabía cuántas horas habían pasado cuando el ruido de los gritos lo despertó de golpe. Sus compañeros de viaje gritaban cosas que él no entendía debido a su aturdimiento. No tardó en darse cuenta de qué se trataba. Un enorme lobo huargo saltó dentro del carromato y clavó sus enormes fauces en el cuello del paisano que tenía enfrente. La sangre le salpicó la cara. Sobresaltado Baelim intentó bajarse del carromato mientras el lobo huargo acababa con los tres pasajeros que se encontraban dentro, pero entonces otro huargo se abalanzó sobre él con la boca abierta dispuesta a desgarrar su pecho. Rápido como solo un prestidigitador puede hacer sacó su daga y acuchilló al lobo en la garganta. Ambos cayeron al suelo mientras Baelim metía y sacaba la daga del cuerpo del animal numerosas veces. Incluso cuando este parecía estar ya muerto siguió acuchillándolo por si acaso.
-¡¡Socorro!!- Baelim se giró para ver de dónde provenía el grito. Era el conductor del carromato. Otro lobo huargo había atacado a uno de los caballos desgarrándole la panza y ahora se disponía a atacar al conductor. No pudo hacer nada por él. Trató de aguantarse las náuseas mientras veía cómo el lobo lo destrozaba. Sigilosamente se acercó al otro caballo que quedaba vivo. Los lobos concentrados en su sanguinario afán no repararon en que había un superviviente. Desató el caballo y lo montó a pelo alejándose al galope.
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