Parece que el conflicto entre los sindicatos de actores y los productores de El Hobbit puede alcanzar incluso un cariz político en Nueva Zelanda. Según podemos leer en The One Ring, el Ministro de Cultura neocelandés afirmó que el Gobierno había solicitado el consejo de la Oficina Legal de la Corona respecto al conflicto, y que ésta había confirmado que los productores de El Hobbit tenían la ley de su parte cuando se negaron a participar en una negociación colectiva con artistas que son contratistas independientes (como evidentemente son los actores). Pero estas declaraciones han molestado mucho al Consejo de Sindicatos de Nueva Zelanda, cuya presidenta afirma que dicho consejo está orientado hacia la postura de Peter Jackson. Por otro lado, en The One Ring también podemos leer que los políticos de la oposición en Nueva Zelanda han instado a los productores de El Hobbit a que inicien las conversaciones con los sindicatos de actores, para así garantizar que las películas se filmen en Nueva Zelanda. A todo esto, Peter Jackson ha vuelto a hablar sobre el conflicto. Si queréis conocer sus declaraciones y ampliar la información con otras novedades del conflicto entre los sindicatos de actores y los productores de El Hobbit, pinchad en leer más…Según podemos leer en The One Ring, la primera novedad es que tanto NZ Equity como MEAA, dos de los sindicatos de actores más involucrados en el conflicto, han admitido que las demandas que realizaban a los productores para una negociación colectiva con los actores neocelandeses no sindicados son, de hecho, ilegales según la ley neocelandesa. Lo cual sin duda es un paso adelante muy importante para acercar posturas entre ambas partes. Sin embargo, los sindicatos siguen afirmando que los sueldos y las condiciones laborales de los actores neocelandeses no son las mismas que las de sus colegas en el extranjero, acusación que Peter Jackson niega rotundamente.

«La campaña de MEAA contra El Hobbit no tiene nada que ver con la forma en la que Wingnut Films [la productora de Jackson] ha tratado a los actores, y todo lo que quieren hacer con El Hobbit es conseguir publicidad para su causa», ha declarado Jackson. «Parece que no se preocupan del daño que han causado a nuestra película, o en este caso, a la industria cinematográfica de Nueva Zelanda en general. Esto no es más que aprovechar nuestra película para obtener un beneficio político».

Jackson también reitera que el boicot de los sindicatos de actores a El Hobbit se basa en que los productores se han negado a participar en unas negociaciones colectivas que, según se ha demostrado, habrían sido ilegales. «He estado esperando escuchar alguna explicación por los daños innecesarios que NZ Equity/MEAA han hecho a nuestra película, pero no ha llegado nada. Mientras que MEAA ha admitido que el hecho de poner a El Hobbit en la lista negra no tiene ningún fundamento jurídico, no han hecho nada para quitar la prohibición que pesa sobre la película» ha afirmado Jackson. «Estoy sorprendido de que cientos de millones de dólares en ingresos potenciales para Nueva Zelanda se hayan arriesgado por un pequeño grupo de personas que ni siquiera se molestan en hacer sus deberes legales».

Sir Peter continúa: «Esta situación está al borde de la farsa, porque a El Hobbit se le ha acusado de ser una producción «no-sindical» por NZ Equity, y a ellos mismos se han quedado fuera del registro de Incorporated Societies, habiendo perdido la condición de sindicato. Sería de risa si no hubiera tanto en juego. Pero no hay nada gracioso en que las personas pierdan sus trabajos y en el efecto devastador que tendría en nuestra industra cinematográfica la pérdida de El Hobbit«.

Peter Jackson también responde a las críticas sobre el trato hacia los actores: «Durante años, nuestra empresa Wingnut Films ha contratado a actores en términos y condiciones que se encuentran entre los mejores y más generosos de Nueva Zelanda. Siempre hemos tratado al reparto y al equipo técnico con amabilidad y respeto porque es lo correcto, no porque esté consagrado en un código de prácticas de la industria. Soy un firme partidario de los sindicatos, pero cuando una pequeña minoría tiene la facultad de poner en peligro el sustento y de tantas personas, algo está muy mal». Hay que tener en cuenta que en Nueva Zelanda, el sueldo de un actor se basan en la duración del rodaje en el que ha participado, el tamaño y la importancia de su papel, y en el nivel de experiencia, reconocimiento y pasado del actor, entre otras cosas. Estas variables son las que determinan el sueldo de un actor y las condiciones de su contrato.

Peter Jackson también asegura que en el pasado, a los actores contratados por su compañía Wingnut Films se les ha pagado de forma «consistentemente leal y generosa», incluso más de lo que se habría pagado a un actor en Estados Unidos. «Si un actor neocelandés es contratado para un pequeño papel secundario, él podría conseguir un sueldo de unos 5.000 dólares neocelandeses a la semana. Viendo las tarifas vigentes publicadas por el Gremio de Actores de Estados Unidos (que es el estándar dorado al que aspira NZ Equity), el mínimo para el mismo papel y tiempo sería de 3.800 dólares neocelandeses. Por lo tanto, Wingnut Films paga a los actores neocelandeses unos 1.200 dólares neocelandeses más por semana que sus homólogos en Estados Unidos».

Por otro lado, Jackson también ha señalado que Warner Bros se ha comprometido a repartir una parte de los beneficios de las dos películas de El Hobbit con los actores neocelandeses. En el argot del mundo del cine, a estos beneficios se les llama residuos. Hay que tener en cuenta que los actores neocelandeses que no pertenecen al Gremio de Actores de Estados Unidos nunca han tenido una participación, por ínfima que fuera, en los beneficios de una película. «Ese dinero no depende de que la película obtenga un beneficio, viene de los ingresos de taquilla sin importar lo bien que funcionen», ha declarado Jackson. «Ésta es la primera vez que los actores de Nueva Zelanda van a tener residuos, y estamos muy orgullosos de que se hayan introducido en nuestra película. El nivel de residuos es mucho mejor que un esquema similar en Canadá, y es prácticamente igual que a un esquema británico. No es tanto como la tasa del Gremio de Actores de Estados Unidos«.

Peter Jackson también ha querido desmentir que si la producción de El Hobbit se traslada a Europa del Este es porque sería más barato hacer las películas allí. «¡Es completamente absurdo! Europa del Este sólo se está considerando porque un pequeño grupo minoritario de la comunidad de actores de Nueva Zelanda se han acogido a la acción sindical que ha puesto a nuestra película en la lista negra, haciendo imposible rodar en Nueva Zelanda. Esto no sería un problema en ningún otro país». Sin embargo, Europa del Este es sólo una de las seis opciones que están barajando los productores. «Nadie quiere llevarse El Hobbit, pero cada día que estamos en la lista negra le cuesta dinero a Warner, y el estudio se está moviendo para proteger su inversión».

Por último, Peter Jackson admite que es necesario celebrar una reunión con NZ Equity para poner fin a este conflicto. «Esa reunión tiene que suceder, es la única manera lógica de resolver esta disputa. SPADA (Screen Producers and Development Association)) representa a los productores cinematográficos en Nueva Zelanda y es la única organización en el país que puede negociar los términos y condiciones de los actores con NZ Equity«, ha afirmado Jackson. «MEAA debe dejar de jugar y sentarse a la mesa de negociación con SPADA. Esto necesita ser resuelto, y pronto para el bien de todos».

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