Nuestro amigo Nicolás Cuervo nos trae su primer diario del Hobbit Fan Contest en el que nos cuenta cómo ha sido el inicio de su aventura, sus dos primeros días de vuelta en Nueva Zelanda.

Como os anunciamos el jueves, nuestro buen amigo Nicolás Cuervo, al que muchos conoceréis por su campaña Hobbit Me, iba a intentar escribirnos un diario de sus experiencias en Nueva Zelanda como uno de los ganadores del Hobbit Fan Contest. Y aquí nos trae la primera parte, en la que nos habla de sus dos primeros días en la Tierra Media neozelandesa, en la ciudad y alrededores de Auckland, en la Isla Norte.

Una vez más queremos darle las gracias a Nicolás por su amabilidad y su entusiasmo con este proyecto, ya que cuando dijo que lo intentaría, no lo decía por decir, ya que con todos los días planificados al segundo apenas tienen tiempo libre, por lo que sacrifica parte de su descanso para poder escribir este diario, y encima eel internet del hotel no entra dentro de los gastos cubiertos por el concurso.

(Pinchad en las imágenes para verlas a mayor resolución)

A continuación os dejamos con la primera parte de su diario del Hobbit Fan Contest y una selección de las fotos que ha ido compartiendo en las redes sociales, así como alguna foto publicada por Air New Zealand. Os animamos a que sigáis la página de Facebook y la cuenta de Twitter de Hobbit Me, y también la página de Facebook de Nicolás para estar al tanto de su aventura.

 

Diario del Hobbit Fan Contest de Nicolás Cuervo

Son las cinco de la mañana y algunos empezamos a despertarnos en Auckland, la primera parada de la Comunidad de Fans de El Hobbit. Los más privilegiados ya llevamos aquí un día, descansando, un agradecido regalo ya que, al menos los españoles, tardamos unas 38h desde que salimos de Madrid hasta que al fin pusimos pie en la Tierra Media. El de ayer fue un día que en principio no parecía estar planeado, pero que debido a falta de asientos para todos en los vuelos de Air New Zealand nos fue concedido como un primer regalo muy valioso.

Hoy ya toca empezar el itinerario oficial, con las pilas recargadas y con un porcentaje de aclimatación al horario superior al 50%. Un buen comienzo.

 

1 de Noviembre – Día 0

Nueva Zelanda está lejos, lejos de todo, pero sobre todo lejos de España. La mayoría sabemos que de hecho son nuestras antípodas, que no hay lugar más lejano al que un español pueda viajar, aunque si haces la misma pregunta aquí la gran mayoría contestará que qué es eso de las antípodas. Veinte mil kilómetros que pueden hacerse en un mínimo de 25-28 horas, pero que para los mortales suelen ser de 35 en adelante.

    

Al contrario de lo que cabría esperar, las caras largas no hicieron apenas acto de presencia ayer cuando los Hobbits de todo el mundo empezábamos a llegar al hotel, y muchos preferimos irnos a dar un paseo por los poco atractivos alrededores del aeropuerto a quedarnos descansando en nuestras nada desdeñables habitaciones. También es cierto que hubo quienes una vez tocaron la almohada se quedaron pegados a ella, hasta que hubo que despertarles a las tres de la tarde mientras el autobús esperaba. ¡Aún no diremos nombres!

El comité de bienvenida nos había reservado un día más bien tranquilo para ayer, con una visita al edificio más alto del hemisferio sur (la Sky Tower de Auckland) desde donde pueden disfrutarse unas vistas panorámicas de la ciudad increíbles; seguido de un picnic al más puro estilo Hobbit en la sede central de Air New Zealand.

La Sky Tower fue el centro de atención, y desde sus 60 pisos de altura se pudo ver a más de un Hobbit oteando las vistas bien sujetos a la pared, no fuese a convertirse en dragón y echar a volar el mirador.

    

El picnic fue un primer contacto para empezar a familiarizarnos con los rostros desconocidos de nuestros compañeros y sobre todo del personal de Air New Zealand, Warner Bros y Tourism New Zealand que nos acompañará y guiará durante esta semana. A media velada, amenizada por los vídeos temáticos de Air New Zealand y sus respectivos making off, las horas de vuelo empezaron a hacer mella, y al menos yo tengo un lapso de memoria por el que no recuerdo cómo llegué de allí a mi habitación del hotel; sería un águila gigante, siempre tan oportunas 🙂

 

2 de Noviembre – Día 1

El viaje ha comenzado. Se nota la diferencia con el día anterior nada más salir del ascensor; la organización del hotel nos ha reservado una planta completa para organizar nuestro desayuno, entregar las acreditaciones pertinentes y –principalmente, en mi opinión– darnos unos cuantos regalos de merchandising que hacen las delicias hasta del corazón más incorruptible. Calcetines con pies de Hobbits dibujados, toda una declaración de intenciones de por dónde van a ir los tiros durante este viaje.

Desayunar con Un Viaje Inesperado de fondo en las tres pantallas que rodean el perímetro de la sala, servirte tan temprano más comida de la que cenarías en una boda; todo muy Hobbit.

La magnitud de la situación termina de darse forma cuando poco a poco nos vamos dando cuenta de la cantidad de medios de comunicación que nos van a acompañar cada día; 38 periodistas de diversos ámbitos y países, sin duda Warner y las autoridades de Nueva Zelanda no dejan ni un cabo suelto para que las películas de El Hobbit devuelvan a la tierra de las que han nacido una buena y merecida compensación. Ya se nos había avisado: podríamos ser “asaltados” por los medios de comunicación en cualquier momento para que compartiésemos nuestra visión de todo lo que acontece. Hoy han estado muy activos, no perdiéndose detalle de absolutamente nada, y si el ritmo es comparable durante el resto de actividades, creo que tendremos unos cuantos vídeos para enmarcar y enseñar a nuestros nietos en el día de mañana.

La comitiva Hobbit es grande, la logística que hace falta para organizarnos a todos ha de ser brutal; entre ganadores y acompañantes ya sumamos 150, a los que hay que añadir 38 periodistas, organizadores y guías de grupo… Como se dice en mi tierra, el ciento y su madre. Para minimizar el caos la Comunidad está dividida en cinco grupos muy bien elegidos: Hobbits, Elfos, Magos, Enanos y Orcos. A nosotros nos han repartido básicamente por continentes entre los cuatro primeros grupos, mientras que los Orcos han quedado reservados para la prensa. Jejeje… O muahaha que sería más apropiado hoy en día.

    

No hay aventura en la Tierra Media cinematográfica que esté completa sin la presencia de las Águilas, y como de momento éstas solamente se pueden encontrar en libertad en el aeropuerto de Wellington, la nuestra dio comienzo apadrinada por la presencia de uno de los dos Boeing 777 más famosos para los fans de El Hobbit. Yo había intentado ya un par de veces volar con Air New Zealand esperando que el avión que me llevase fuera éste o su versión de La Desolación de Smaug; verlo tan cerca y en una situación tan exclusiva ha valido la pena.

La siguiente parada estaba en Rotorua, un pueblo que huele a azufre y que será nuestra base para las dos próximas noches. Mañana tenemos una de las visitas más especiales que nos esperan este viaje, pero como no puedo adelantarme a los acontecimientos… Hoy hemos sido recibidos por la comunidad maorí en el Te Puia Village, que es una zona geotermal en la que antiguamente se asentaban las poblaciones maoríes y que a día de hoy ha quedado como recinto turístico encargado de preservar esos valores.

    

Si nos preguntan a cualquiera, estaremos de acuerdo en que el momento estelar de la tarde fue la recepción de nuestra comunidad por parte de la tribu maorí siguiendo sus ritos y costumbres. Dos representantes de nuestro grupo ejercieron de líderes de nuestra tribu y recibieron la bienvenida maorí (poco amistosa a la vista y al oído) que extendieron a su tribu (nosotros). De ahí en adelante la recepción continuó con bailes y una típica haka, a la que algunas y algunos pudimos sumarnos e intentar aprender los pasos. Muchas lenguas estiradas y muchas cuencas de los ojos abiertas dieron paso a un nuevo festín.

    

Si mi viaje terminase mañana y alguien me preguntase que con qué parte me quedo, creo que los festines para desayunar y cenar se irían conmigo en mi maleta. A la altura de lo que cabe esperar de un anfitrión Hobbit, y aunque nuestra Comunidad esté repleta de Enanos hambrientos, la despensa de nuestros anfitriones parece ser algo más abundante aún que la de Bolsón Cerrado 🙂

Hoy ha sido un día de asentamiento, mucha gente ha llegado directamente de sus interminables vuelos y sin apenas tiempo para descansar se han sumado a las actividades. Mañana creo que será el día en el que el grupo de fans que somos se junte más y empiecen a crearse más lazos. En general es un grupo de gente muy abierta, pero también muy diversa ya que venimos de prácticamente todo el mundo. Somos 75 representantes de 240.000 concursantes que se presentaron a nivel mundial, esperemos estar a la altura y disfrutar por todos ellos. Y espero que el itinerario tan intenso que llevamos me deje a mí algo de tiempo para haceros a vosotros un poco partícipes de nuestra aventura.

 

Namárië

Nicolás

ACTUALIZADO (21:05)- Turismo de Nueva Zelanda ha subido a su canal de YouTube un vídeo que resume el primer día de la Compañía del Hobbit Fan Contest, ¡vídeo en el que Nicolás sale en primer plano!

Imágenes relacionadas:

Esta noticia fue publicada en La Batalla de los Cinco Ejércitos y etiquetada con Diario del Hobbit Fan Contest, El Hobbit, Hobbit Fan Contest, Hobbit Me, La Batalla de los Cinco Ejércitos, Nueva Zelanda, peliculas. Anota el permalink.

Comentarios

3 Responses to Diario del Hobbit Fan Contest de Nicolás Cuervo – Día 1

Deja una respuesta