A continuación podéis leer los eventos que tuvieron lugar en el universo fantástico creado por J.R.R. Tolkien el 23 de marzo.

Proseguimos con la sección ‘Hoy en la Tierra Media’ con un día en el que un mago interrogó a una miserable criatura custodiada por los Elfos, y en el que dos pequeños viajeros se desprendieron de todos los enseres innecesarios para afrontar la recta final de su travesía. Recalcamos que todas estas fechas se corresponden con el Calendario de la Comarca o con el Cómputo del Rey y no con el calendario gregoriano (ver nota), y que todas ellas las hemos sacado de ‘El Hobbit‘, ‘El Señor de los Anillos‘ (incluidos los Apéndices) y los ‘Cuentos Inconclusos‘ de J.R.R. Tolkien, y de ‘El Señor de los Anillos: Guía de Lectura‘ de Wayne G. Hammond y Christina Scull, el ‘Atlas de la Tierra Media‘ de Karen Wynn Fonstad y ‘The History of The Hobbit‘ de John D. Rateliff. Unos eventos que nos gusta acompañar con citas de los libros del Profesor y con ilustraciones de distintos artistas.

Esto fue lo que pasó en la Tierra Media el 23 de marzo.

 

Año 3018 de la Tercera Edad del Sol:

* Gandalf llega al Reino de los Bosques para interrogar a Gollum.

 

(Pinchad en las imágenes para verlas a mayor resolución)

(Gandalf interroga a Gollum en el Reino de los Bosques, según la artista sueca Inger Edelfeldt)

«Sabed también, mis amigos, que aprendí todavía más de Gollum. Se resistía a hablar, y su relato no era claro, pero no hay ninguna duda de que estuvo en Mordor, y que allí le sacaron todo lo que sabía. De modo que el Enemigo sabe que el Unico fue encontrado, y que desde hace tiempo está en la Comarca, y como sus sirvientes lo han perseguido casi hasta estas puertas, pronto sabrá, quizás ya sabe, ahora mismo, que lo tenemos aquí.»

(‘El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo‘. Libro Segundo, capítulo 2: El Concilio de Elrond).

 

Año 3019 de la Tercera Edad del Sol:

* Frodo y Sam se desprenden de las armas y los pertrechos que llevaban consigo.

* El Ejército de los Capitanes del Oeste sale de Ithilien. Aragorn despide a los de corazón poco animoso.

 

(El peso del Anillo, según el artista británico Mike Nash)

«—No puedo, Sam —dijo—. Es tan pesado, tan pesado.

Sam sabía aun antes de hablar que sus palabras serían inútiles, y que hasta podían causar más mal que bien, pero movido por la compasión no pudo contenerse.

—Entonces, deje usted que lo lleve yo un rato, mi amo —dijo—. Usted sabe que lo haría de buen grado, mientras me queden fuerzas.

Un resplandor feroz apareció en los ojos de Frodo.

—¡Atrás! ¡No me toques! —gritó — . Es mío, te he dicho. ¡Vete! —La mano buscó a tientas la empuñadura de la espada. Pero al instante habló con otra voz.— No, no, Sam —dijo con tristeza—. Pero tienes que entenderlo. Es mi fardo, y sólo a mí me toca soportarlo. Ya es demasiado tarde, Sam querido. Ya no puedes volver a ayudarme de esa forma. Ahora me tiene casi en su poder. No podría confiártelo, y si tú intentaras arrebatármelo, me volvería loco.»

(‘El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 3: El Monte del Destino).

 

(Ephel Dúath, según Dimitri Bielak)

«Era tal la desolación de aquellos parajes, tan profundo el horror, que una parte del ejército se detuvo amilanada, incapaz de continuar avanzando hacia el norte, ni a pie ni a caballo.

Aragorn los miró, no con cólera sino con piedad: porque todos eran hombres jóvenes de Rohan, del lejano Folde Oeste, o labriegos venidos desde Lossarnach, para quienes Mordor había sido desde la infancia un nombre maléfico, y a la vez irreal, una leyenda que no tenía relación con la sencilla vida campesina; y ahora se veían a sí mismos como imágenes de una pesadilla hecha realidad, y no comprendían esta guerra ni por qué el destino los había puesto en semejante trance.»

(‘El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey‘. Libro Quinto, capítulo 10: La Puerta Negra se abre).

 

(Monte del Destino, según el artista estadounidense Timothy Anderson)

«Frodo miró de nuevo la Montaña.

—No —dijo—, en ese camino no necesitaremos muchas cosas. Y cuando lleguemos al final, no necesitaremos nada.

Recogió el escudo orco y lo arrojó a lo lejos, y con el yelmo hizo lo mismo. Luego, abriéndose el manto élfico, desabrochó el pesado cinturón y lo dejó caer, y junto con él la espada y la vaina. Rasgó los jirones de la capa negra y los desparramó por el suelo.

—Listo, ya no seré más un Orco —gritó—, ni llevaré arma alguna, hermosa o aborrecible. ¡Que me capturen, si quieren!

Sam lo imitó, dejando a un lado los atavíos oros; luego vació la mochila.»

(‘El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 3: El Monte del Destino).

 

(Aragorn, según la artista polaca Catherine Karina Chmiel)

«—¡Volved! —les dijo Aragorn—. Pero tened al menos un mínimo de dignidad, y no huyáis. Y hay una misión que podríais cumplir para atenuar en parte vuestra vergüenza. Id por el sudoeste hasta Cair Andros, y si aún está en manos del Enemigo, como lo sospecho, reconquistadla, si podéis, y resistid allí hasta el final, en defensa de Gondor y de Rohan.

Abochornados por la indulgencia de Aragorn, algunos lograron sobreponerse al miedo y seguir adelante; los demás partieron, alentados por la perspectiva de una empresa honrosa y a la medida de sus fuerzas; y así, con menos de seis mil hombres, pues ya habían dejado muchos en la Encrucijada, los Capitanes del Oeste marcharon al fin a desafiar la Puerta Negra y el poder de Mordor.»

(‘El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey‘. Libro Quinto, capítulo 10: La Puerta Negra se abre).

 

(Frodo y Sam en la llanura de Gorgoroth, según el artista filipino Kenneth Sofia)

«Y ahora por fin emprendieron la marcha de cara a la Montaña, ya sin pensar en ocultarse, empeñados, a pesar de la fatiga y la voluntad vacilante, en el esfuerzo único de seguir y seguir. En la penumbra de aquel día lóbrego, aun en aquella tierra siempre alerta, pocos hubieran sido capaces de descubrir la presencia de los Hobbits, salvo a corta distancia. Entre todos los esclavos del Señor Oscuro, sólo los Nazgûl hubieran podido ponerlo en guardia contra el peligro que se arrastraba, pequeño pero indomable, hacia el corazón mismo del bien resguardado territorio. Pero los Nazgûl y sus alas negras estaban ausentes del reino, cumpliendo la misión que les había sido encomendada: la de acechar, muy lejos de allí, la marcha de los Capitanes del Oeste, y hacia ellos se volvía el pensamiento de la Torre Oscura.»

(‘El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey‘. Libro Sexto, capítulo 3: El Monte del Destino).

 

(*) Nota importante: Aunque el Calendario de la Comarca no coincide con el calendario Gregoriano (hay una diferencia de 10 u 11 días entre uno y otro dependiendo del día en el que se celebre el solsticio de verano), hemos decidido publicar los acontecimientos según su fecha original y no adaptar las fechas a nuestro calendario (de hacerlo, el 25 de marzo del Calendario de la Comarca sería nuestro 14 ó 15 de marzo). Nos parece lo más lógico no solo para evitar confusiones sino para mantener la coherencia con el hecho de celebrar el Día Internacional de Leer a Tolkien el 25 de marzo (fecha en la que se derrotó a Sauron) y el Día Hobbit el 22 de septiembre (fecha de los cumpleaños de Bilbo y Frodo).

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