Helkanor – Posada La Yegua Desbocada
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19/04/2015 at 16:01 #354877
BattosayParticipantNadie más lo había sentido, bueno tampoco era extraño.
-Señor Chicho… perdone, ¿Battoín? -le extendió la mano- que bueno verlo jovial como siempre -le hizo una guiñada que el muchacho no entendió -Espero que esté disponible para ayudar a un pobre vagabundo en apuros, ¡Oh admirable y honorable caballero!
— Por favor, no hace falta tanta pompa, no me gusta alerdear de mis hazañas. Con admirable es suficiente, aunque si he de ser sincero prefiero «bravo» en esta clase de menesteres. Aunque os lo dejo a vuestra elección — dijo satisfecho de sí mismo.
Hizo un reverencia al mago y dirigió a su yegua hacia Zamîn, que todavía estba recuperándose de su encuentro con el mago.
— Bueno, ¿seguimos? Que nos va a dar la hora de comer y todavía no hemos salido de la aldea — se giró hacia Faedin y le preguntó — ¿Por allí, habíais dicho?
Picó espuelas y puso a su caballo a un trote ligero, mientras intentaba como podía mantener su desayuno en el estómago.
19/04/2015 at 17:52 #354878
NELLAParticipant-Señorita, deje en paz al mago. No es buena idea tocarles los… sombreros
Kira sonrió ante el comentario de Yaiwen, se acercó a ella y le susurró -«Esta pobre chica» no sabe con quien se la está jugando- El Mago estaba visiblemente incomodo con el comportamiento de Zamîn y sin ningún miramiento le arrebató el sombrero de las manos.
Aiwë empezó a saludar a los miembros del grupo y Kira advirtió una leve confusión en el Mago cuando se acercó al hombre del perro, aún no sabía su nombre y decidió preguntárselo, al fin y al cabo si iban a viajar juntos tendrían que presentarse, Battoin parecía ser el único que le conocía.
Mientras Berilack se presentaba a Aiwë y entablaba conversación con el, Kira se acercó al extraño personaje que seguía montado en el percherón negro-Todavía no he tenido ocasión de presentarme Señor- Dijo Kira -Mi nombre es Kira Finmorwen, del Reino de Gondor en el lejano Sur- Añadió mirando curiosamente al extraño.
-¿Y vos?.. ¿Puedo preguntaros vuestro nombre y de dónde venís?
El perro daba vueltas alrededor de la montura de Kira y la miraba con curiosidad.
-¿Y el perro como se llama?- Preguntó Kira con una sonrisa20/04/2015 at 4:43 #354883
Fenix-OscuroParticipantNo iba a responder las tonterías de Battoín, Aiwë ya lo conocía lo suficiente, <<Pobre, tiene dificultades mentales>> -Pensó. El mago estaba pensativo mientras jugueteaba con su cabello, sintió que alguien o algo se le acercó, vio que caminaba nervioso, aunque disimulaba bastante bien. Al parecer provenía de la misma raza del bardo medio hobbit.
-¡Saludos señor mago- Hizo una profunda reverencia-¡Soy Berilack Bolge, de la Comarca!. Es un placer conocerle y, una pregunta¿Usted también hace fuegos artificiales como el mago que suele venir a la Comarca de vez en cuando?.
-Aiwë es mi nombre. Un placer conocerlo, Señor Berilack. También me complace ver que conoce a otros magos, he de suponer que habla del gris peregrino, creo que en su tierra le llaman Gandalf ¿verdad? Es buena gente, lo vi en un par de ocasiones.
Miró detenidamente al hobbit, era más pequeño que Baelim pero muy diferente, había algo en él que lo hacía parecer feroz y valiente.
-Espero me perdone la intromisión ¿pero que hace un mediano tan lejos de su hogar? Tengo entendido que son gente tranquila, a la cual le gusta el campo y la vida sencilla, estas son tierras frías y peligrosas.Mientras esperaba la contestación del hobbit, rascaba su mentón y su corta barba de color lavanda.
20/04/2015 at 13:18 #354885
NeumeModeratorSe llevó la mano a la boca para tapar la risa. Por primera vez Aiwë había hecho algo que le resultó gracioso y nada pretencioso. Dado el acoso al que se estaba viendo sometido por Zamîn, era lógico que hubiese usado alguna triquiñuela casi imperceptible. La cazatesoros seguía extrañada.
Sin embargo, lo que Yaiwen percibió a continuación captó más su atención. Cuando el mago pasaba cerca del hombre misterioso su gesto cambió. “Hmmmm, curioso. No le conoce, pero le ha cambiado la cara. ¿Qué has visto brujito?”.
En ese momento Kira se había aproximado a ella.
-Esta pobre chica” no sabe con quien se la está jugando-
La medio-elfa sonrió. –No, desde luego. Si se pone muy pesada tal vez podríamos pedirle a Aiwë que… no sé… la paralice unas horas por ejemplo –“en lugar de un segundo”. Total, el que sabe cómo llegar de verdad es Faerin – y ambas se rieron.
Battoin parecía tener hambre nuevamente porque estaba apremiando a Zamîn. Ambos habían reanudado la marcha y el resto se ponía a ello también.
Aprovechando que Kira se había situado junto al hombre misterioso, Yaiwen la acompañó. La noche anterior no había tenido oportunidad de hablar con él, tan solo habían cruzado miradas y se había sentido incómoda, eso sí lo recordaba. Ahora con Kira no le importaba indagar un poco más y por el momento no tenía más que escuchar.
20/04/2015 at 15:34 #354887
Dain-IParticipantEl mago se le acercó a Berilack y le dijo.
-Aiwë es mi nombre. Un placer conocerlo, Señor Berilack. También me complace ver que conoce a otros magos, he de suponer que habla del gris peregrino, creo que en su tierra le llaman Gandalf ¿verdad? Es buena gente, lo vi en un par de ocasiones-.
-Si creo que se llamaba así, cuando era pequeño el señor Bolsón me contaba sus aventuras con él y la compañía de enanos-.
-Espero me perdone la intromisión ¿pero que hace un mediano tan lejos de su hogar? Tengo entendido que son gente tranquila, a la cual le gusta el campo y la vida sencilla, estas son tierras frías y peligrosas-Dijo el mago mientras se rascaba su barba color purpura.
-No tienes que pedir perdón, muchos viajeros me han preguntado hasta ahora, pero ninguno con tan buena educación la verdad- dijo poniendo los bazos en forma de jarra.
-Salí de la Comarca para vivir aventuras y encontrar elfos y enanos, nuevos lugares que explorar y tesoros que encontrar, nunca pensé en encontrarme un mago, he de decir que ha sido una grata sorpresa- La voz se le puso triste y miró hacia el suelo.
-Y ahora que mi padre no esta, debo ser fuerte y afrontar mis miedos a lo desconocido- La voz se le puso más alegre sonrió al mago y vio que Zamín había empezado a caminar, se subió a la carreta y se le dijo al mago.
-¡Sera un placer que nos acompañes!- Entonces hurgó en su gran mochila y sacó un poco de tabaco.
-¡Un regalo de mi parte y de la Comarca, disfrútelo!.20/04/2015 at 22:51 #354896
Elfo_NegroParticipant-Buenos días señoras- empezó Dulvak, con su profunda a aterciopelada voz, ante la pregunta de Kira y la mirada curiosa de la medio-elfa cuyo nombre aun desconocía, haciendo un amago de reverencia, o algo parecido a un cabezazo… o algo parecido a… algo que pretendía ser caballeresco. –Mi nombre es Dulvak y mi fiel compañero cuadrúpedo se llama Sabaka, un animalillo juguetón e inofensivo, casi siempre.- una apenas perceptible sonrisa la torció el labio, recordaba una escena de hacía unos meses, recordaba al perro desgarrando la garganta de un orco demasiado estúpido como para saber que hay cosas en la naturaleza a las que vale más no molestar.
-Y contestando a su segunda pregunta… les diré- Paseó la mirada, de la humana a la medio-elfa, que vivo muy al norte, tengo una casita encantadora y caldeada en las ladera occidentales de Ered Glân… y en fin, que no quiero aburrirles con mis historias (que además se alargarían mucho,… mucho). –
-Sí me gustaría, sin embargo…-
Dulvak continuó hablando así, cortésmente, pero ahora yendo al meollo del tema, primero un poco de parloteo, lo justo: se presentaron mutuamente con la medio-elfa, que dijo llamarse Yaiwen. Enseguida, como quién no quiere la cosa, hizo la pregunta que le interesaba -¿Conocen a ese “mago”, qué creen que hace por estas tierras?- y, para quitar filo a la pregunta añadió algo como -disculpen mi curiosidad, es uno de mis vicios, junto a cantar y pasear-. Sonrió sinceramente porque, sinceramente, lo que más le gustaba era cantar y pasear, pasear por un mundo junto al que había envejecido, que había visto madurar y que se estaba convirtiendo sin saberlo, en ruina, pero que aun podía ofrecer un momento de explosión vital, destellos de fuerza y de color, como unas flores silvestres brotando en las grietas de un palacio derruido.31/07/2015 at 15:25 #357100
BattosayParticipantBattoin llegó al cementerio después de perderse un par de veces. Al fin y al cabo apenas había visitado nada más que la posada en la aldea. La bruma que aún cubría parte de Candur no ayudaba demasiado. Vio que Yaiwen lo aguardaba a la entrada. Los demás no habían llegado aún.
Se bajó del caballo al llegar a su altura y le dio un par de palmadas.
– Buena chica, Zaîra – dijo Battoin al tiempo que saludaba a la elfa. – No pensaba verte aquí sola, ¿dónde están los demás? – preguntó.
La elfa lo miró de un modo extraño. Un nuevo modo extraño. Había perdido la cuenta de las diferentes miradas que le había echado. Desde luego tenía un amplio repertorio. Se encogió de hombros.
– No he encontrado nada en su equipaje. Sólo esta cadena, no tiene pinta de ser muy valiosa. Así que, teniendo en cuenta cómo era, imagino que debería de tener algún valor sentimental para ella. Creo que le hubiera gustado ser enterrada con ella – le dijo. – ¿Y cómo funciona esto aquí? ¿La enterramos en el primer sitio que veamos? ¿Hay alguien que se encargue de esto? Creo que es mejor que vayamos dentro para ir finalizando esto lo antes posible.
01/08/2015 at 19:51 #357226
Elfo_NegroParticipantAlgunos ya habían llegado al cementerio de Candur, lápidas de piedra oscura brotaban del suelo nevado como dientes podridos alineados en una boca enferma.
Comprendía la necesidad humana de los rituales fúnebres, la necesidad de despedirse, la necesidad de marcar una línea y poder continuar con la propia vida, la necesidad de conjurar sus miedos. Pero, aunque lo comprendía, nunca había compartido esa necesidad. En las pocas ocasiones en las que había asistido a actos similares (recordaba algún que otro enterramiento de algún gran rey, en uno de esos magníficos túmulos, residencia para otra vida, construidos con mucho trabajo y, a menudo, por súbditos obligados a ello) se había sentido incómodo, al verse incapaz de compartir los sentimientos.
Así que, después de hacer una leve reverencia a los presentes (incluyendo a la difunta), juntó las manos y recitó unos antiguos versos, los había oído en alguna lejana ciudad del Este hacía mucho tiempo, y le habían gustado:
“La forma no difiere del sonido
el sonido no difiere de la forma.
La forma es la musica
y la música es la forma.”Miró a Battoin, que parecía el más afectado por la muerte de la muchacha, directamente a los ojos, y le dijo: “que el viaje de vuelta le sea agradable a Zamîn”.
Acto seguido taconeó a su gran caballo que, con paso pesado, tomó el camino hacia la posada.03/08/2015 at 17:27 #357249
NeumeModerator“¡Otra vez, lo ha vuelto a decir otra vez!”
Ahora la medio-elfa sí que no tenía ninguna duda y no dejaba de mirar al humano mientras entraban en el cementerio.
– No pensaba verte aquí sola, ¿dónde están los demás? – preguntó.
Yaiwen señaló a Dulvak quien dijo unos versos para a continuación dirigirse a Battoin.
“que el viaje de vuelta le sea agradable a Zamîn”.
Y tras lo cual se marchó hacia el pueblo.
-Ahora sí que estamos solos, y en cuanto a los demás no puedo decirte dónde se han metido, tal vez estén demasiado cansados y hayan ido directamente a la Posada. Algo que comprendo y que me habría gustado hacer a mí también. No sé por qué me he dejado liar por ti, pues ignoro el procedimiento para estos casos –dijo mirando alrededor. -No me gustan estos sitios, no he estado hace… hace mucho tiempo. Pero no avances –dijo agarrándole de un brazo -antes de que hagas nada quiero que me aclares de dónde has sacado ese nombre.
-¿Qué nombre? –preguntó Battoin sin comprender.
-El de Zâira. No te hagas el loco. ¿Sabes acaso qué significa? –le preguntó mientras le hacía retroceder y apoyaba la otra mano en la cintura.
-Creo que es melancolía o añoranza.
-Así es, y es adûnaico. ¿Quién te ha dicho ese nombre, qué es lo que sabes realmente? ¿Y por qué se lo llamas a tu caballo? ¿¡Te estás burlando!? – el enfado de la medio-elfa cada vez era mayor. -¿Te parece divertido?
La cara de Battoin la tenía algo confundida. Si estaba fingiendo y escondía la burla lo hacía demasiado bien.
03/08/2015 at 21:31 #357265
BattosayParticipantMiró a Battoin, que parecía el más afectado por la muerte de la muchacha, directamente a los ojos, y le dijo: “que el viaje de vuelta le sea agradable a Zamîn”.
Battoin sintió la sinceridad de sus palabras y se inclinó agradeciéndoselo. Aún así, notaba cierta artificialidad en ellas, como si no estuviera del todo por qué lo hacía. Pero aún así agradeció el consuelo.
-Así es, y es adûnaico. ¿Quién te ha dicho ese nombre, qué es lo que sabes realmente? ¿Y por qué se lo llamas a tu caballo? ¿¡Te estás burlando!? – el enfado de la medio-elfa cada vez era mayor. -¿Te parece divertido?
Battoin no entendía qué le estaba preguntando, ¿quería saber si podía hablar adunaico?
– ¿Que qué sé? Pues unas palabras sueltas: azra, ammê, zadan, paella – le respondió algo malhumorado. – No es divertido, es su nombre, ¿prefieres que le llame Yaiwen y que no le diga a nadie como se llama de verdad?
La explicación pareció incluso molestarla más.
03/08/2015 at 23:34 #357266
NeumeModerator-¡Ajá! ¿qué si prefiero Yaiwen? ¿entonces lo reconoces abiertamente, no? Y además sin reparos, ¡maldito! -le soltó un puñetazo en el hombro, pero Battoin no pareció inmutarse mucho, solo retrocedió un poco mientras que Yaiwen se hizo daño en la mano. «Le tenía que haber dado en el hombro malo» pensó mientras sacudía la mano. -¡Claro que no es divertido! ¡A un animal además!! ¿Cómo te has enterado? – dijo a la vez que le empujaba apoyando sus dedos índices sobre él.
-¿Qué estás diciendo? no comprendo nada.
-¡Basta! Dime cómo te has enterado y desde cuándo lo sabes, ¿es desde antes de llegar a Candur? Yo no se lo he dicho a nadie así que dime cómo lo sabes o te juro que te hago un adorno -le amenazó poniéndole la daga en la mejilla.
Ahora tenía muy cerca el amuleto. «Ese colgante… no te vas a quedar con él, puedes estar seguro. No me vas a tomar el pelo, si me conoces o te han hablado de mí, me voy a enterar… Necesito un trago».
Yaiwen recordó las estupendas botellas de vino que tenía en su casa.
04/08/2015 at 7:51 #357273
Fenix-OscuroParticipantPoco a poco habían llegado de regreso a Candur, el clima era tenue y frío, como siempre, nevaba, como si la melancolía y amargura del maia se manifestara a través de éste. Aiwë acompañó al resto hasta el entierro de Zamín, trató de no estar demasiado rato, los lugares lúgubres solo le traían malos recuerdos y desesperación. Se acercó a Battoin y poniéndole la mano en la espalda, le dijo «Lamento haberte ofendido antes» las palabras eran sinceras, se sentía culpable porque tras pensarlo mejor, había sido grosero con él, había subestimado la mentalidad del joven. Acto seguido, el maia se marchó del cementerio y se fue rumbo a la posada, pero no entró, se sentó en un tronco viejo, acurrucado, miraba el cielo, la nieve y el latente recuerdo de Ibal y sus esbirros le helaba la sangre aún más. Se quedó allí por mucho rato, como un mártir, «Quien sabe cuantos más tendrán que sufrir por esa escoria oriental» no había nada que le levantase el ánimo, Baelim no había regresado de Framburgo, Dalation estaba inconsciente o perdido, Kira estaba bastante bien acompañada. Sintió deseos de entrar a la posada y regresar a su cómoda habitación, aunque después de las penurias en manos de Ibal, ya la comodidad le estaba dando lo mismo.
05/08/2015 at 20:15 #357304
BattosayParticipant-¡Basta! Dime cómo te has enterado y desde cuándo lo sabes, ¿es desde antes de llegar a Candur? Yo no se lo he dicho a nadie así que dime cómo lo sabes o te juro que te hago un adorno -le amenazó poniéndole la daga en la mejilla.
Battoin seguía sin entender nada de lo que pasaba. Lo que sí entendía era que tenía un puñal en la mejilla y no le hacía gracia, le recordaba demasiado que nunca tenía que usar un para afeitarse. Estaba también el hecho de que le estaban amenazando. Eso tampoco le hacía gracia.
– Pues me gustan los motivos en espirales, si aceptas sugerencias – le dijo sin ganas–. No sé de qué me he enterado, no sé desde cuando lo sé. Si te apetece pelearte, después de una botella de licor, ¿vale? – la apartó de un empujón. – Ponle tú un nombre a la yegua, ya no se puede estar triste porque a los señoritingos elfos les parece mal – se alejó refunfuñando, – seguro que tienen un arroyo de cuatro metros en un bosquecillo dónde Oromë perdió la sandalia, en el que se lavó los pies vete tú a saber quién y les parece mal que alguien use ese nombre tan sagrado.
En ese momento Aiwë llegó al cementerio y se acercó a Battoin a pedirle disculpas. La muerte de Zamîn está afectando a todo el mundo, pensó sorprendido. Pero aceptó las disculpas de buen grado. Antes de que pudiera invitarlo a decir algunas palabras en el funeral, se marchó sin decir palabra.
Poco después llegó un hombre de Candur cargando el cuerpo de Zamîn. Nîr le había encargado llevarlo allí, pues él tenía algo que hacer antes de ir al cementerio. El improvisado sepulturero acompañó a Battoin al cementerio. Escogieron un lugar y entre los dos cavaron la tumba. Una vez que bajaron el cuerpo de Zamîn el canduriano se fue. Battoin le dio un par de monedas de oro por las molestias.
– Esto no se me da bien – comenzó – es la primera vez que pierdo a alguien que conozca – dudó. – Encontré esto en tu equipaje, no te pega nada, así que supongo que tendrá valor para ti… Si no, puedes cambiarlo por una jarra de cerveza allá donde estés – lanzó el medallón entre las manos del cadáver. – Que el averno de la Fuerza, digo… que Mandos te acoja en su… bueno, lo que sea que tenga Mandos.
Cogió la pala y tapó la tumba después de los presentes se hubieron despedido de Zamîn.
Con el ánimo cada vez más sombrío se dirigió a la posada. A la entrada estaba Aiwë, con la mirada perdida. Daba la impresión de que estaba a mundos de distancia. Entró sin decirle nada y tomó asiento solo en una mesa. Pidió de cenar, acompañado de agua. Ni ganas de beber tenía.
06/08/2015 at 12:48 #357317
NeumeModerator-¿Qué le ponga yo el nombre? – Eso no se lo esperaba –Pues no sé, es cosa del dueño más bien, pero no te burles de los lugares sagrados –su tono era algo más relajado aunque seguía con el ceño fruncido escudriñando a Battoin.
“¿Será verdad que ha sido casualidad el ponerle mi nombre? No querría ser yo quien hablara más de la cuenta”. Y entonces se echó a reír sin poder evitar la carcajada. Había estado a punto de revelarlo ella misma, se había enzarzado con Battoin incluso le había pegado y todo había sido un sin sentido. Trató de contenerse pues estaban en el cementerio y él seguramente no entendería nada.
En ese momento llegaba Aiwë. El ánimo del mago no era mucho mejor que el del humano. De hecho Yaiwen se sorprendió al verle pedir disculpas. Y no parecía estar fingiendo. El mago no estuvo mucho con ellos y tomó también el camino hacia el centro del pueblo.
– es la primera vez que pierdo a alguien que conozca
“Yo no, y por eso no me gusta estar aquí. Me trae recuerdos que no quiero remover” Yaiwen no se había acercado mucho. Prefirió mantenerse a distancia de Battoin y dejarle hacer. Solo cuando estaba echando tierra ya encima, la medio-elfa inclinó unos segundos la cabeza en señal de respeto.
Cuando todo acabó siguió a Battoin. Le veía más ensombrecido todavía que en el camino de vuelta. En realidad, no era muy normal la actitud que había tenido cuando ella le había recriminado. Había estado demasiado tranquilo y no era la primera vez que discutían. Su mente… su mente estaba muy lejos.
Al llegar a la posada Yaiwen vio a Aiwë agachado y distraído mirando las estrellas.
-Señor mago, no se quede ahí mucho rato. Pase luego a tomar algo caliente que se lo ha ganado.
La peredhil entró después de atar a Daûr. Battoin se había sentado en una mesa, aislado de todos. Buscó al resto del grupo.
-Baldric ¿ha pasado por aquí recientemente alguno más?
-Sí, sí, Elaen está arriba, les está arreglando a algunos la habitación.
Se dirigió a la mesa de Battoin, corrió una silla y se sentó. El local olía a pan recién hecho, a cerveza y algo dulce que no pudo identificar.
-¿Has pedido para cenar a estas horas? Casi amanece, lo vas a juntar con el desayuno… pero bueno, no es tu culpa sino del voraz apetito y ahí ya he visto que sólo manda tu estómago. Oye –dijo tras una pausa – disculpa lo de antes, en el cementerio ya sabes… pensaba que te estabas burlando, es una larga historia, pero me alegro de que fuese tan solo una confusión.
Battoin la miró y resopló.
-No, no, tranquilo, no pretendo volver a retomar el debate, solo quería aclararlo y porque seguramente no hayas entendido mi comportamiento de antes.
Baldric llegó con la cena y una jarra de agua.
-¿Agua? Oh, eso sí que no. Pues si que estás con el ánimo por los suelos. Posadero, dos copas de vino tinto, un poco de queso y un pastelillo de miel para mí, por favor. Creo que yo también debería comer algo. Lo último fue una manzana. Aunque realmente lo que tengo es sed y no me vas a dejar sola bebiendo ¿verdad? –dijo guiñándole un ojo. – ¿Viste que Dulvak cogió el regalo? Claro que tal vez solo lo hizo por cortesía y tengas razón, no sé, no sé. Bueno y ahora cuéntame ¿quieres?, ¿qué te pasa? Estás así desde que partimos de la Cueva. ¿Es por Zamîn? No pensé que le tuvieras tanto afecto… acaso te gustaba y por eso estás así…
07/08/2015 at 8:46 #357351
Fenix-OscuroParticipantEl tiempo seguía su transcurso normal, aunque para el maia, parecía que se había detenido, no sintió nada, absolutamente nada, hasta que una voz desde un lugar muy, muy lejano le fue trayendo poco a poco al presente. Primero comenzó como un eco distorsionado e incomprensible, pero poco a poco todo tomó forma y sentido.
-Señor mago, no se quede ahí mucho rato. Pase luego a tomar algo caliente que se lo ha ganado.
Cuando fue a contestar no había nadie, y se dio cuenta que había estado como hora y media en trance. Se colocó su capucha, su cara no era la mejor, entró a la posada y fue directamente a hablar con el posadero. Necesitaba un baño y uno largo, donde pudiese meditar y aliviar su mente. Tras la aprobación de Baldric, se fue sin prestar atención a nada.
Al menos el ambiente del baño le estaba resultando confortante, el vapor, y el olor a limpio lo llamaba directo al agua, no lo pensó dos veces, se quitó toda prenda y se zambulló al agua, una vez había saboreado ese placer del baño caliente de la posada, se quedó en un rincón de la pileta, con los ojos cerrados, tratando de olvidar todo lo que había pasado en Framburgo y en la cueva. Luego de practicar varios mantras y profundas meditaciones, se sentía mejor, más puro, más blanco, y olía mucho mejor. «Los baños en Framburgo no son tan placenteros como este» pensó para sí. Cuando estaba saliendo de la pileta, ya más reconfortado y vivaz, cayó en la cuenta de que no había traído ropas limpias, solo tenía las sucias prendas que usó en la cueva, las vestiduras nuevas, habían quedado con Peludo afuera de la posada, y el resto de ellas estaban en su antigua habitación.
-Por Manwë, que vergüenza, ¿y ahora como salgo a la sala principal sin que me vean dirigirme a las habitaciones?
Pensó y pensó, el único que estaba en la posada era Battoin, y la medio elfa, pero no creyó que ella le gustase mucho ir a llevarle ropas.-Está bien -dijo- plan A, preguntarle a Battoin, si plan A no funciona, plan B se realizará cueste lo que cueste.
No sabía como hacerlo, no había mucha confianza entre Battoin y él, además que no sabía como reaccionaría el humano ante un mensaje telepático.
-Pts… Ptsss… -fue lo primero que emitió y esperó que el humano no se asustase -Battoin, soy yo… Aiwë, me da mucha pena esto, pero estoy en líos y necesito una mano, eh, no, tranquilo, no literalmente, verás, estaba tan mal que olvidé traer ropa para cambiarme. ¿Puedes ir a mi habitación y traerme cualquiera de mis trajes y una toalla? ¿Me sacarías de este apuro? Por favor…
Esperó la respuesta mental del joven.
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