Helkanor – Posada La Yegua Desbocada
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25/03/2015 at 21:19 #354365
lordnazgul9Participant-¡Pero qué adorable es este enano nuestro! para que luego digan que esta raza no es generosa -dijo Yaiwen, y la medio-elfa le dio un tironcito en la barba en cuanto despertó.
Nír no supo como reaccionar al principio. Una elfa (o medio-elfa) le estaba «halagando» si así se podria decir, pero a decir verdad era mejor que fuera en esa aldea helada que en Kibil-Dûm, o incluso la Montaña solitaria. Sería la vergüenza de los siete clanes de los enanos.
– Ya veo que no es una elfa pura. Se de un par de socios que fueron bien al este una vez y se encontraron con unos de esos Elfos Oscuros que habitan más allá del mar de Rhûn. Creo que hubo un par de disputas entre ellos y los enanos de las Montañas Rojas, ya que no estaban muy complacidos en comerciar con mis amigos-dijo Nír.Pensó en volver a recostarse después de pedir unas alitas de pollo, pero otro cliente había tomado la otra silla, al parecer le pertenecía, así que se tuvo que quedar sentado.
25/03/2015 at 22:56 #354366
BattosayParticipant— Dos hombres, un enano, una elfa y un hobbit — dijo Battoin. — Ah, y la mujer. Esto me recuerda a un chiste que me contaron una vez, ¿os lo sabéis? El de que entran en un bar y… Sí, os lo sabéis seguro.
Se giró hacia el hobbit que no paraba quieto.
— Os vais a romper el cuello duermiendo así y mañana os tendremos que colgar de una viga para que podáis estirar la espalda. Y vos también, señor enano.
Inspiró fuerte.
— Ahora que sé lo que huelo, me huele mejor, ¿sabes? — le dijo a Yaiwen. — Yo diría que es resplandeciente. Y sí, vuelves a tener razón, por eso yo siempre dejo escoger los que saben — dijo cogiéndole la copa y bebiéndosela.
En ese momento bajó Kira por la escalera, levantando pasiones en la posada. Desde luego no andaban escasos de bellas mujeres esa noche. Y cada cuál más distinta.
En ese momento Yaiwen se echó para atrás y le dió un cabezazo. Se echó él también hacia atrás y la cabeza le empezó a dar vueltas. El vino y el cansancio empezaban a hacer mella. Y la sangre perdida esa día empezaba a hacerse notar.
— Pues tú cabeza no es precisamente blandita — se quejó. — Creo que lo mejor será irse a dormir. ¿Vienes a por el regalo o qué?
25/03/2015 at 23:17 #354368
NeumeModerator-¡JA! Qué no soy pura, ¿me queréis insultar? –Yaiwen metió los dedos en una cerveza que había encima de la mesa y le salpicó al enano. – Bueno, desde los tiempos antiguos nuestros pueblos no se han llevado bien. Supongo que las Orocarni no iban a ser la excepción – se encogió de hombros mientras aún se frotaba la cabeza por el golpe.
-Pues tú cabeza no es precisamente blandita — se quejó. — Creo que lo mejor será irse a dormir. ¿Vienes a por el regalo o qué?
-¿ Por qué me sigues oliendo? Me estás poniendo nerviosa con tanto olfateo. Te prohíbo que me olisquees, ¿me oyes Bitcoin? Y no, no voy a subir “no creo que consiguiera llegar hasta arriba sin tropezar”. Dámelo mañana si quieres, pero recuerda que me debes entonces dos, y uno a mi elección.
Dejó tres monedas de plata encima de la mesa y se levantó. Sintió un hormigueo en los dedos que se iba extendiendo por los brazos. “Oh, oh, me tengo que ir a casa, menos mal que el camino es fácil”.
Se abanicó con la palma de su mano un rato. “No puedo beber tanto” -Creo que el coscorrón me ha dejado algo aturdida –y se dirigió hacia la puerta.
El viento era muy frío a esas horas de la noche. Dejó que este la llenara los pulmones. Tenía que descansar. Temprano prepararía la bolsa y se presentaría en seguida en la posada para ver cuándo partirían.
Echó a andar mientras cantaba:«Eärendil era un marino
que en Arvernien se demoró;
y un bote hizo en Nimrethel
de madera de árboles caídos;
tejió las velas de hermosa plata,
y los faroles fueron de plata,
el mascarón de proa era un cisne
y había luz en las banderas…»26/03/2015 at 15:30 #354374
Dain-IParticipantBerilack se despertó de golpe cuando el enano le dijo que se podía quedar a dormir en su habitación.
-¡Muchas gracias maese enano!, le prometo que no seré un estorbo.- El hobbit estaba cansado y de vez en cuando se quedaba traspuesto durante unos instantes y luego volvía a levantar la cabeza.
— Os vais a romper el cuello durmiendo así y mañana os tendremos que colgar de una viga para que podáis estirar la espalda.- dijo Battoin.
-No te preocupes por mi solo necesito tumbarme un rato y descansar hasta el alba- Dijo Berilack mirando a Nír con una sonrisa.
una joven se empezó a bajar las escaleras.
«Otra mujer del Sur quizás, ¿Son todas tan hermosas ahí abajo?». Pensó el hobbit terminando su jarra de cervezas.
Yaiwen se levantó de la mesa y se fue.
-Bueno será mejor que coja mis pertenencias de mi habitación si quiero dormir con usted señor enano, espéreme- Berilack se levantó y se dirigió hacia las escaleras, mostrando una amplia sonrisa al pasar al lado de la mujer.
Entró a su habitación y, para su sorpresa, el montaraz no estaba allí.
«¿Donde se habrá metido?». Pensó el hobbit mientras entraba.Cogió la ropa de su arcón y la caja donde guardaba su tesoro.
«La daga de padre, le hubiera gustado acompañarme estoy seguro».26/03/2015 at 18:15 #354386
NELLAParticipantKira bajó deprisa las escaleras y ya en los últimos peldaños se cruzó con Berilak que subía un poco adormilado, se saludaron con una sonrisa, hacia calor en la sala común y había un agradable olor a hierba para pipa, seguramente la habría traido el mediano, la hierba de la Cuaderna del Sur de la Comarca era famosa en todos los reinos de la Tierra Media.
.¡Kira, Kira, ven! ¿Está Rírian dormido? Es que está ocupando la habitación del mediano, aunque parece que ya tiene sitio. Por cierto –dijo en un tono apenas audible -¿está por ahí arriba una mujer…? No sabría cómo definirla sin seguramente ofenderla
Kira se acercó a la concurrida mesa de sus amigos, además de Yaiwen, Battoin y Nír había dos hombres, uno de ellos era el hombre que les había subido el agua y las vendas cuando estaban atendiendo a Rírian, al otro no lo había visto núnca. Con las prisas se había olvidado de vestirse por lo que se ciñó bien la capa y buscó una silla para sentarse.
Les resumió lo que acababa de pasar en su habitación con la extraña joven y todos rieron divertidos.
A continuación Yaiwen se levantó para marcharse, parecía un poco mareada. -Está muy rara hoy- Pensó Kira mientras la veia alejarse hacía la puerta cantando. Battoin también se había levantado para dejarla salir y en ese momento Kira reparó en que no llevaba pantalones. -Bueno no soy la única- pensó. Volvió al tema de la joven.-Dijo que seguramente estaríais hablando de «algo muy interesante» y que «no deberíamos perder la ocasión». La verdad es que es una mujer muy extraña y sus palabras aún mas. -¿Habeis hablado con ella?.. ¿Sabeis que se refiere?-. Miró a los ocupantes de la mesa con expectación.
-Por cierto, me llamo Kira Finmorwen, de Gondor- dijó presentandose a los desconocidos. -¿Y ustedes son de por aqui?27/03/2015 at 21:26 #354404
BattosayParticipant-Dijo que seguramente estaríais hablando de “algo muy interesante” y que “no deberíamos perder la ocasión”. La verdad es que es una mujer muy extraña y sus palabras aún mas. -¿Habeis hablado con ella?.. ¿Sabeis que se refiere?-. Miró a los ocupantes de la mesa con expectación.
— Eso os pasa por dormir todo el día — le respondió Battoin. — Parece ser que la moza es una buscadora de tesoros y viene a buscar uno por aquí — de repente bajó la voz. — Parece ser que un amuleto hecho por el mismísimo Celebrimbor — volvió a un tono normal. — Tentador, ¿eh? Los aquí presentes y Yaiwen, si no cambia de idea, partimos mañana con ella. ¿Vos os apuntáis?
Le empezaba a costar mantenerse despierto. Si bien el alcohol hací aparte de su trabajo, llevar dos días despierto era lo que peor le sentaba.
— En fin — dijo levantándose, — si me disculpáis, me voy a dormir, estoy que me caigo. Si Rírian está mejor mañana podría acompañarnos. Me pregunto dónde andarán Baelim y el mago. El pequeñín seguro que se apuntaba. ¡Hasta mañana!
Subió a su habitación y se derrumbó literalemente en la cama, antes de caer ya se había quedado dormido.
28/03/2015 at 0:07 #354419
NeumeModeratorSe despertó antes del alba. No había apenas dormido pero sí descansado, había tenido un sueño de vigilia y sin embargo, se encontraba descansada.
De pronto se asustó. Trató de recordar todo lo que había hecho en la posada aquella noche, pero algunos recuerdos estaban difusos. «Espero no haber hecho ninguna locura esta vez»
Preparó la tina, se bañó rápidamente y se vistió con ropas cómodas. Escogió un vestido de color verde claro, lo ajustó con un cinturón y se calzó. Dispuso en la bolsa ropa para cambiarse y pan del camino, así como alguna fruta y queso. En la posada compraría una botella de vino para el camino.
Lavó una manzana verde y comenzó a mordisquearla mientras admiraba el paisaje. Pensó en Îbal y en lo que estaría haciendo, en si habría llegado a su destino. No parecía probable que fuese al Rhûn directamente. Pensó en su hermano y la esposa de este y sobre todo en las palabras de Zamîn y de Faerin. La idea de poder encontrar un tesoro la ilusionaba, pero iba a ser complicado dar con él y acapararlo en solitario. Confiaba en que fuese un tesoro generoso. Su pensamiento iba y venía de una idea a otra, y cuando se quiso dar cuenta, había terminado la manzana.
28/03/2015 at 20:17 #354423
Dain-IParticipantBerilack recogió sus cosas y empezó a bajar las escaleras con su mochila a la espalda llenas de cosas útiles como dinero, comida y un poco de agua, además de cosas inútiles como una figura de madera de Thorin Escudo de Roble que había comprado a unos enanos comerciantes al pasar cerca de la montaña solitaria, un libro de poemas élficos y un libro de acertijos gondoriano.
Al llegar al final de las escaleras vio que Nír y los demás hombres que estaban con el hablando con la joven que acababa de bajar las escaleras.
-Yo ya estoy preparado, maese Nír, muéstreme donde se encuentra su habitación- Entonces miró a la mujer
y le dirigió una sonrisa cansada.
-Perdóneme mi señora, soy Berilack no se si nos hemos presentados pero ahora no tengo tiempo el cansancio está empezando a hacer mella sobre mi y no puedo pararme a hablar sin caer dormido.
Miró al enano y le dijo.
-¿Puedo ir ya a esa habitación que me prometió?-.29/03/2015 at 5:15 #354425
lordnazgul9ParticipantNír bostezó al levantarse de la silla y se dirigió a la barra para pedirle un colchón y un cubrecama a Baldric. Al rato regresó con uno bajo el brazo, estaba un poco rasgado pero se podía dormir en él. En una mano llevaba una sábana y un cubrecama.
-Suba enseguida, maese Berilack-dijo Nír.
Kira saludó a los presentes cuando el enano ya conducía a Berilack a su habitación.
-Muy buenas noches, dama del sur-se despidió Nír. -Pronto habrá un buen ajetreo en el Brezal Marchito. Usted verá si nos acompaña.
Nír subió las escaleras y entró a su habitación. Corrió su velador más adelante para luego empujar la cama a donde estaba la mesita. Puso el colchón en el suelo y ordenó la sábana y el cubrecama para Berilack.
29/03/2015 at 18:32 #354454
NarradorParticipantZamîn se despertó poco después de romper el alba bajo una montaña de mantas. No se acababa de acostumbrar al frío del norte.
— No vuelvo a buscar un tesoro en el norte, el próximo estará en un desierto — se dijo.
Abrigada con una manta salió de la cama y se acercó a su bolsa. Cogió la ropa que se pondría ese día y algunos enseres para el baño. La noche anterior se había enterado de que había baños calientes en la posada y tenía ganas de probarlo. Antes de salir, se arregló el pelo en una peinado cuidadosamente descuidado y dejó las mantas encima de la cama, descubriendo su ligero pijama de seda. Desatrancó la puerta (pese a sus invitaciones no le gustaba que la visitasen por sorpresa) y salió de la habitación.
Bajó a la sala común de camino al baño. Había mucha menos gente que la noche anterior, la mayoría desayunando aunque juraría que alguno no se había ido a casa. De nuevo atrajo las miradas de todos. Su pijama era ligeramente transparente y se ceñía suntuosamente a su figura. El frío se encargaba de lucir aún más, si cabe, su anatomía.
— Maese Baldric, por favor — dijo con una voz somnolienta cuidadosamente ensayada. — ¿Dónde está el baño? ¿Podría usarlo yo?
— Está en el sotano, permitidme que os acompañe.
— ¡Oh, no! No os molestéis, esta pobre chica podrá encontrarlo sin ayuda.
Se giró sobre un pie, haciendo que el pijama se levantase levemente y bajó la sótano dando saltitos. Una vez en el baño cerró la puerta con el cerrojo y la atrancó con una silla que había dentro. Era demasiado temprano para tratar con cierto tipo de gente. Aunque los habitantes de ese pueblo no parecía de esa clase de personas, había aprendido a desconfiar. Con algunos hombres sus técnicas podían ser contraproducentes, claro que, a la larga, para ellos también solía ser mucho peor.
Se desnudó y un escalofrío le recorrió la espalda. Con la piel de gallina se zambuyó en el agua hasta el cuello. Estaba tentada de meterse hasta la cabeza, pero tardaría horas en secar su melena. Al cabo de un rato comenzó a entrar en calor y aprovechó para lavarse. Cogió su esponja (siempre la llevaba con ella desde que usó una por primera vez) y jabón. Sin salir de la bañera se frontó piernas y brazos. Cuando se hubo armado de valor, se levantó pasó la esponja por todo su cuerpo. Entre la espuma aún estuvo un buen rato.
Con un suspiro resignado salió del baño y se secó sin prisa. El vapor había hecho bastante más confortable la habitación. Se vistió con unas ropas similares a las del día anterior y subió a la sala común.
Antes de tomar asiento, Baldric ya estaba a su lado, solícito.
— ¿Qué os gustaría desayunar, mi dama?
— Oh, lo dejo a vuestra elección, seguro que tenéis las más deliciosas especialidades del lugar.
— Por supuesto, señorita, veréis como os traigo un plato de chuparse los dedos.
— Oh, casi lo olvido. ¿Podríais lavar mis ropas? — dijo mientras le tendía la ropa que llevaba ayer. — He viajado mucho con ellas y están muy sucias para mi delicada piel.Baldric se quedó mirando casi con reverancia las prendas antes de balbucear algo y salir corriendo a la cocina. Zamîn sonrió para sus adentros y contempló a la gente que estaba en la posada. Ninguno de los que se había fijado la noche anterior estaba allí aún. Todavía era temprano, esperaría a que aparecieran, los había juzgado lo suficientemente interesados para que no fuera el alcohol el que hablase por ellos.
30/03/2015 at 15:09 #354458
Dain-IParticipantBerilack se despertó sobresaltado por una pesadilla.
«No vuelvo a beber tanto, no hace ningún bien». Se dijo. La cabeza le dolía muchísimo la resaca no tenía piedad por el pobrecillo hobbit.La habitación del enano estaba empezando a ser iluminada por el sol del amanecer cuando un gran ronquido de Nír hizo taparse los oídos al hobbit y querer salir de allí. se levantó y se dirigió a su bolsa donde cogió sus pantalones marrones, su camiseta azul oscuro y su capa negra. Fue al espejo más cercano y se peinó y cogió su gorro verde con una pluma de cisne blanca y se lo puso en la cabeza.
Abrió la puerta con cuidado y la cerró de tal forma para no despertar al enano.
Bajó las escaleras y vio que la joven sureña se había sentado a en una mesa y pedía algo a Baldric.
Se acercó y se sentó junto a ella en la mesa.
-¡Hola soy Berilack Bolge!, Creo que nos conocimos anoche, pero, al estar rodeada de tantos hombres no se si me prestasteis atención mi señora.
A su lado paso Baldric atendiendo a un cliente y Berilack levantó la mano y dijo.
-¡Señor Baldric, póngame tres huevos revueltos y tres tiras de beicon!- Baldric asintió y el hobbit siguió hablando con la joven.
-Dicen que buscas un tesoro, me gustaría unirme a la expedición, nunca sabes cuando necesitas a un hobbit-30/03/2015 at 21:15 #354473
JRM-008ParticipantRírian se despertó lentamente. Era temprano, pero el sueño reparador había surtido efecto, y se sentía completamente renovado. Se incorporó y la herida le dio un pequeño tirón, pero no tanto como la noche anterior. Entonces recordó la embarazosa escena que vivió con Kira, y su confusión al verla marchar tan rápidamente, sin siquiera dejarle hablar…
– Déjalo ya.-se dijo a sí mismo.
Recordó también a la bella mujer, y se dijo que tendría que conocerla.
Llevaba el torso desnudo, pero no quería ponerse su ropa con las vendas sucias y sangrientas. Bajo las escaleras y vio que había poca gente en la habitación. Vio al hobbit junto con la mujer del sur charlando. El montaraz se fijó en lo hermosa que era, y en su esbelto cuerpo bronceado.
<<Es bastante guapa, la verdad.>> Se dijo.
– Baldric, necesito vendas nuevas, estas están manchadas de sangre.
<<Y también necesito darme un baño.>> pensó.
– Toma.
Baldric le tendió las vendas y Rírian le sonrió, agradecido.
-Eh… Kira todavía no se ha levantado ¿No?
El hombre negó con la cabeza, extrañado, y Rírian se preguntó por qué había hecho un pregunta tan estúpida. Bajó al baño y se quitó las vendas, al borde del grito. Se hundió suavemente en el agua y notó como la herida medio cerrada empezaba a arder. Ahogó un alarido y empezó a lavarse. Después se puso las vendas limpias, sus pantalones y las botas.
Cuando subió de nuevo a la sala común, vio que la sureña le miraba, y se ruborizó al recordar que no llevaba camiseta. Además, estaba pasando bastante frío. La mujer seguía mirándolo, y él decidió inclinar la cabeza.
– Eh… buenos días, mi señora. Quería pedirle disculpas por lo de anoche, y me gustaría saber su nombre, si no es indiscreción.30/03/2015 at 23:31 #354474
BattosayParticipantBattoin notó el olor del desayuno recién hecho, pero decidió que podía esperar y que seguiría durmiendo. Notó cómo el sol entraba por la ventana anunciando el día, pero decidió que podía esperar y que seguiría durmiendo. Notó un dolor punzante en el hombro que le indicaba que debería hacerse las curas, pero decidió esperar y que seguiría durmiendo. Notó cómo se estaba meando y decidió que la naturaleza había ganado.
Entreabrió un ojo, salió por la puerta, bajó las escaleras, llegó a la zona común, salió a las letrinas, se alivió, entró de nuevo a la posada, subió a su habitación y siguió durmiendo un rato más. En las frías mañanas cualquier tesoro valía menos que una manta.
31/03/2015 at 19:42 #354509
NELLAParticipantParece ser que la moza es una buscadora de tesoros y viene a buscar uno por aquí — de repente bajó la voz. — Parece ser que un amuleto hecho por el mismísimo Celebrimbor — volvió a un tono normal. — Tentador, ¿eh? Los aquí presentes y Yaiwen, si no cambia de idea, partimos mañana con ella. ¿Vos os apuntáis?
Kira subió a su habitación y se durmió dándole vueltas a las palabras de Battoin, soñó con tesoros escondidos y dragones olvidados. Cuando despertó aún estaba oscuro, recordó como Rírian había acudido en su auxilio cuando la oyó gritar y le vino una sonrisa a los labios, -¿Cómo estará su herida?- Se pregunto. Decidió ir a verle por la mañana. Se dio la vuelta en la cama y se tapó bien con la manta…
-Así que la joven era una cazadora de tesoros-… -Un amuleto hecho por Celebrimbor- Kira no sabía que pensar con respecto a eso, pero las palabras de Battoin no se le iban de la cabeza. -Tal vez no sería mala idea acompañarlos, su bolsa cada vez pesaba menos.
Dándole vueltas a estos pensamientos se durmió de nuevo.31/03/2015 at 22:42 #354510
NeumeModeratorDejó a Daûr atado fuera como siempre y entró en la posada. Hacía un rato que le llegaba el olor a pan tostado.
Aunque era temprano había algo más de movimiento que normalmente. Vio en una mesa al hobbit, a la descarada y a Rírian desnudo de cintura para arriba, así que Yaiwen frunció el ceño medio sorprendida y divertida. Aquello empezaba a ser cada vez más frecuente.
-Buenos días señores y señorita -esta última palabra la dijo a propósito más despacio, casi como si dudase -Han madrugado bastante también por lo que veo. Rírian, ¿cómo os encontráis? Es sorprendente que podáis estar en pie. No abuséis mucho o la herida se abrirá y volverá a sangrar. Gracias a Eru os atendieron buenas manos.
Después de escuchar la respuesta del montaraz, se disculpó un minuto y subió las escaleras. Al no ver a Battoin en la sala, se preguntó si seguiría durmiendo o estaría dándose un baño, pero decidió subir y probar suerte. Como no era la primera vez que estaba por la zona de arriba, recordaba cuál era la suya. Estaba cerrada pero no atrancada así que se deslizó sigilosamente. Sus pisadas eran livianas. Se quedó en una esquina de la cama. Parecía que él hubiese estado peleándose con la manta. Asomaba una pierna y se intuían los calzones y parte del pecho y un brazo también estaban al descubierto. Yaiwen le observó de esa guisa. «Bueno, le he visto sin camisa y hace poco sin pantalones en la sala, ahora sin ambos» y sonrió.
Se acercó hasta la cabecera y tapó la nariz de Battoin usando dos dedos. A los pocos segundos él se revolvió inquieto y abriendo completamente la boca. Yaiwen retiró los dedos.-Vamos tardón. Ya están abajo la picarona, el hobbit y Rírian. ¿No querrás perderte nada, verdad? La próxima vez traeré un cubo de agua bien fría. Ummmm esa venda está sucia, deberías cambiarla, sobre todo si vas a emprender alguna clase de viaje.
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